EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


De extraterrestres, vírgenes y dictadura. Del cosmos las quieren vírgenes y la dimensión cultural de las palabras

por Marcos Arcaya Pizarro
Artículo publicado el 30/06/2025

Artículo originalmente publicado en Itinerarios (ISSN 1507-7241), núm. 38, 2023, pp. 89-111.
Ver nota 1, Marcos Arcaya Pizarro

 

Resumen
Con apoyo en prácticas sociocríticas, este artículo tiene por finalidad poner de relieve dominantes ideológicas que se articulan en Del cosmos las quieren vírgenes (1977) de E. Aldunate (1925-2005). Para ello, en un movimiento que va del texto a la socialidad, se interroga la socialidad transcodificada en la textualización, particularmente en su íncipit. En nuestra propuesta juega un papel primordial la pregunta (con acento inédito) por el contexto sociohistórico dictatorial (1973-1990) en las dinámicas que el texto articula, incluyendo al sujeto colectivo que conforma. Sin pretender cerrar el texto y sin desconocer la existencia de matices ni negar contradicciones productivas, se concluye que en sus dominantes ideológicas prima un posicionamiento que forma parte de dispositivos afines a la dictadura cívico-militar.

Palabras clave: sociocrítica, narrativa, ciencia ficción, género, dictadura chilena.

 

Title: About aliens, virgins and dictatorship. Del cosmos las quieren vírgenes and the cultural burden of words

Abstract
Based on a socio-critical analysis, this article aims to highlight ideological dominants articulated in Del cosmos las quieren vírgenes (1977) by E. Aldunate (1925-2005). For this purpose, the sociality transcoded in the textualization, particularly in its incipit, is questioned. In our proposal plays a primordial role the question (with unpublished accent) for the dictatorial sociohistorical context (1973-1990) in the dynamics that the text articulates, including the collective subject that conforms the text. Without to close the text to other readings and without ignoring the existence of nuances or denying productive contradictions, it is concluded that the novel studied in its ideological dominants refracts the out-of-text, giving priority to a positioning as a device in line with to the civil-military dictatorship.

Key words: Sociocriticism, narrative, science fiction, gender, Chilean dictatorship.

 

1. CONSIDERACIONES GENERALES
Tras la muerte de E. Aldunate, su literatura y su figura son objeto de renovado interés. Con posterioridad a su muerte suele incluírsele en la llamada generación de los 50 (cf. Olea, 2010; Suárez Hernán, 2016; Flores Rivera, 2019, entre otros trabajos), sobre todo en referencia a la narrativa de lo que se comprende dentro de esa generación y con particular interés en la producción de mujeres escritoras, junto a María Elena Gertner, Elisa Serrana, Mercedes Valdivieso, entre otras. A su vez, aquel renovado interés sopesó la valía de la literatura de E. Aldunate poniendo énfasis en elementos como el echar mano de recursos de literatura no mimética[2] (máxime al ser asociada a la ciencia ficción) y el tratarse de una mujer escritora preocupada por la existencia y representación de mujeres y niñas; aunque abierto a una mayor diversidad de aproximaciones, parece prevalecer el pensar la escritura y figura de la autora relevando aquellos elementos. Con todo, sirve de característica importante que E. Aldunate desarrollara su trabajo en América Latina, particularmente en Chile, a lo largo de décadas en las que, salvo excepciones notables asociadas al canon, escribir con ingredientes vinculados a la literatura no mimética y a la ciencia ficción era objeto de menosprecio; todavía más cuando se trataba de autoras mujeres que escribían en lenguas como el español y en espacios como América Latina (cf. Vázquez, 1983; Cano, 2004).

La revaloración de la literatura de E. Aldunate se enmarca en un momento más amplio, en el que la perspectiva de género asimilada por la crítica juega un papel fundamental. Dentro de este panorama, la autoría femenina en español asociada a la literatura de lo insólito cobra particular fuerza y en tiempo reciente se cuenta con publicaciones de primer orden que la abordan, como las de C. Jurado y L. Robles (2021), L. Moreira y D. Wieser (2021) y T. López-Pellisa y R. Ruiz (2019). Ahora bien, en lo que refiere en específico a E. Aldunate, según apuntamos en algún momento (cf. Arcaya Pizarro, 2015a, 2015b, 2021), aunque entonces las nuevas aproximaciones vinieron a poner sobre la mesa la necesidad de revisitar con perspectiva de género su obra, se empezaron a llevar a cabo sobre todo desde un lugar que exaltaba los escritos y figura de la autora, desatendiendo los textos y las relaciones texto-contexto. Suerte de variante del culto al genio creador ―“autor individual convertido en una especie de héroe épico, tan admirable como inimitable” (Gómez-Moriana, 2009, 98)― que en el caso de E. Aldunate abunda en productos divulgativos y se rastrea también, aunque en menor grado, en ponencias o escritos académicos o en cercanía al campo académico[3].

Visto así, hasta donde sabemos todavía hoy parece apenas haber sido rozado en investigaciones el clasismo o el férreo conservadurismo que pudiera hallarse en no poca de la producción literaria de la autora y de los que la novela que nos ocupa es buena muestra. Dado el número de sus publicaciones y la extensión de tiempo en el que se escriben y publican, la escritura de E. Aldunate atraviesa distintos momentos culturales y se posiciona en lo ideológico de manera más o menos específica en cada uno de ellos, cuestión que no tendría razón de ser desatendida por la crítica. Es por esto que la sociocrítica, como perspectiva, y el género, como categoría de análisis, sirven de apoyatura a nuestra exploración, así como lo que la sociocrítica hace suyo de otras tradiciones disciplinares, p. ej., el materialismo histórico, los análisis lingüísticos, estructuralistas, psicoanalíticos y semióticos[4].

En la presente propuesta interesa la concepción que la sociocrítica tiene del texto como articulador semiótico —en nuestro caso, sobre todo las relaciones texto cultural-cronotopo (cf. Gómez-Moriana, 1998, 2009)—, lo que abre el camino a una aproximación a Del cosmos las quiere vírgenes capaz de retomar lecturas comprensivas, relacionales, sistémicas (cf. Amoretti Hurtado, 2017; Cros, 2017; Lampis, 2011, entre otros), donde converjan procedimientos sincrónicos y diacrónicos, sin limitarse a lo dicho, al plano de lo denotativo, los temas o al fenómeno estudiado en términos inmanentes (cf. Angenot, 2015; Malcuzynski, 1991)[5].

Para poder abordar la presente propuesta en el espacio disponible, acotamos nuestro apoyo teórico-práctico fundamental a trabajos sociocríticos de Gómez-Moriana y Soubeyroux. Uno y otro especialista desarrollan análisis modélicos de las formaciones ideológicas y discursivas que confluyen y se engendran en los textos literarios y culturales que estudian. Gómez-Moriana y Soubeyroux ponen el foco tanto en el aquí y ahora que dinamiza la textualidad, como en la imaginación colectiva que recrea el texto como correlato de un posicionamiento ―con roces y conflictos entre grupos sociales antagónicos― en el mallado social. Explica Gómez-Moriana:

Toda organización textual se inscribe en una dinámica social y resulta de un diálogo más o menos consciente con una coyuntura social histórica concreta que, en su lógica y axiología hegemónicas, establece los parámetros de la coherencia del todo y del orden y jerarquía de las partes. Tal organización está por tanto mediatizada por instancias ideológicas múltiples y forma parte, además, del cuadro plural y contradictorio de las prácticas culturales y formaciones discursivas vigentes en su entorno. (Gómez-Moriana, 2003, 105. Las cursivas son del original)

Consecuentemente, consideramos crucial frente a la novela que nos convoca partir de la base bajtiniana de que el texto puede ser estudiado con apoyo en su anclaje en la memoria de los signos (cf. Amoretti Hurtado, 1992, 34-35), en la dimensión cultural de las palabras (cf., Ávila Martín, Carmen; Linares Alés, 2010).

En cualquier caso, en lo tocante a la literatura de E. Aldunate el tiempo no ha pasado en vano. Se perfila una senda de estimulantes indagaciones orientadas a examinar la narrativa de E. Aldunate y que brindan herramientas para resquebrajar distintas ritualizaciones, p. ej., la de resucitar sin punto crítico el membrete Dama de la ciencia ficción[6], la de dar por sentado que la autora fue marginada del campo cultural-literario o que autora y obra son ejemplo modélico de rebeldía feminista. Por nombrar algunas de las investigaciones más significativas y recientes a las que hemos tenido acceso, cuéntense Flores (2019), Andrade (2020), Pizarro O. (2020), Molpeceres (2021), Contreras C. (2021), Cortés (2022). Se trata de un conjunto de investigaciones que dan pie a un diálogo del que esperamos que este artículo forme parte.

Para concluir estas consideraciones preliminares, sin que este sea el lugar para detallar cuestiones ligadas a la ciencia ficción en Del cosmos las quieren vírgenes, convengamos en que hay elementos de ciencia ficción fácilmente reconocibles: p. ej., vida extraterrestre de inteligencia (y raza) superior o la reproducción de seres (superespecie)[7] producto de la unión entre una humana híbrida (como ocurre con la hija de Teresa, hija de humana y del Cosmos) y un ente (varón) extraterrestre. La narración se enmarca en términos con evidente acento esotérico-cristiano dogmático y levanta una concepción de la existencia humana y no humana (viva y no viva) trascendental; apunta por sobre la realidad concreta concebida esta como limitada, cascarón las más de las veces fútil de la verdadera verdad.

Por otra parte, el trasfondo de estirpe religioso-cristiana no es ajeno ni a la ciencia ficción ni a la literatura no mimética en más amplio espectro. Por el contrario, se halla en obras literarias y autores canónicos y en producciones narrativas escritas, visuales y audiovisuales también recientes, en cómics, videojuegos, series, cortos, películas, etc., así como, desde sus primeros antecedentes, tiene un amplio abanico de concreciones ideológicas que están lejos de traducirse necesariamente en términos dogmáticos. En la novela de Aldunate, el cruce entre lo mágico y lo milagroso religioso pareciera ayudar a disipar con celeridad lo perturbador que pudiera haber en el asomo de lo insólito. Si nos apoyamos en autores como Abraham (2017) o Roas (2011: 46-47), podemos estimar con cierto grado de asidero que Del cosmos las quieren vírgenes es una novela a caballo entre lo fantástico y lo maravilloso; en nomenclatura del primero ambas variantes se ubican en el terreno de lo insólito sobrenatural (Abraham, 2017, 284). Sea como fuere, en la novela de Aldunate el conflicto que pudiera presentarse entre las reglas de la realidad del mundo de los personajes y la irrupción de lo insólito es mínimo: la inquietud se disipa con inusitada celeridad y la novedad de lo radicalmente nuevo se asimila a lo posible en la credulidad de los actores novelescos (personajes e instancia narrativa). Una suerte de tiempo mítico (la circularidad es un principio caro a la poética de la autora) se vincula con el carácter levísimo del trance ante lo que se presenta como inusual en la realidad cotidiana del mundo narrado: no hay propiamente conflicto (no cabe haberlo), dado que en la novela el orden trascendental verdadero es una esencia desde y para siempre incontestable, destino a la vez que promesa de retorno y un ya es. En este orden desde y para siempre de corte místico-esotérico no cabe inquietud, menos para quienes lo viven (lo presienten o entrevén) con mayor cercanía, i.e., (de acuerdo al marco valórico de la novela) con mayor sintonía con su propia esencia. La existencia de ovnis, La Presencia (especie de ente divino superpoderoso, suerte de trasunto de Dios), la superespecie, etc., se presenta (se intuye o se entiende) para los personajes elegidos (mujeres y varones) en calidad de lo verdadero auténtico.

2. ANÁLISIS DEL ÍNCIPIT
Para este análisis, tomamos como íncipit desde el comienzo de la novela (incluyendo el epígrafe) hasta el capítulo tercero, donde se hace explícito que la protagonista de esta parte, Teresa, sabe a ciencia cierta que está embarazada. Teniendo en consideración el ejemplo de Soubeyroux (1985b), tal recorte corresponde a una microsemiótica inicial suficiente, en tanto permite reconstruir las condiciones de legibilidad que se replican, amplían y alcanzan su potencial con el paso de las páginas de la novela. Se tiene en cuenta un eje articulador: orden celeste vs. orden terreno o, si se quiere, autenticidad vs. falsedad. En nuestra propuesta tomamos de modelo los trabajos sociocríticos sobre el íncipit de Duchet (1971), Amoretti (1983) y Soubeyroux (1985b).

2.1 Epígrafe
La novela se compone de 16 apartados breves[8]. Al comienzo del libro, justo después de los datos de publicación, se encuentra un índice que detalla el número del capítulo, su nombre y el número en el que inicia. En una página justo a continuación, sin número y ubicado al lado izquierdo superior, se encuentra un epígrafe señalado como parte del capítulo V, versículo 4 del “Génesis” de la Biblia cristiana: “Cuando los hijos de Dios se llegaron/ a las hijas de los hombres, ellas/ les dieron descendencia. Estos son los héroes,/ los varones famosos de la antigüedad”. Al atender a las regularidades que comienzan a generarse en la textualidad desde el inicio de la narración (cf. Duchet, 1971; Amoretti Hurtado, 1983; Soubeyroux, 1985b) y a sabiendas de que los vectores ideológicos eje en Del cosmos las quieren vírgenes se alinean con las isotopías de sentido que integra el epígrafe, comprobamos que no hay intención de subvertir la significación del mismo. La elección de la tipografía (que emula un escrito antiguo), junto con la versión elegida de lo escrito, dejan ver, por medio de arcaísmos y su sintaxis, una pátina de trascendentalismo característica de un uso rastreable en distintas versiones bíblicas o en díscursos de pastores de iglesia u otros líderes espirituales[9].

El epígrafe se integra como elemento sacralizador en distintos niveles:
– busca brindar solemnidad y misticismo a la narración que da inicio;
– persigue legitimar el valor de verdad de la novela a modo de mensaje trascendental;
– sitúa la voz narrativa (que en este caso espejea la voz de la autora) como transductora entre la Verdad y las(os) lectoras(es) de la novela.

Las ambigüedades, la vaguedad o el confusionismo de lo escrito en el epígrafe alienta lo insondable del mensaje celeste del que da testimonio el epígrafe y la narración que da inicio[10]. Es en esta relacionalidad que la novela, como veremos (contradiciendo la simplificación de catalogarla, sin más, de narración ingenua), se revela sobrecodificada a nivel sociológico. El epígrafe alimenta el piso valórico de una concepción de mundo excluyente, de arriba hacia abajo: desde las figuras excepcionales al resto, desde el Cosmos/La Presencia y los individuos de las capas suprahumanas (superiores) hasta el nivel de las masas de gente (inferiores). Además de lo que pueda deducirse mediante una lectura comprensiva[11], con el correr de las páginas se hallan realizaciones en la superficie de lo narrado que explicitan la concepción de aquel orden, por ejemplo, el contraste entre la excepcionalidad de los personajes elegidos por el Cosmos frente al común de la humanidad. Sin salirnos del recorte que usamos como íncipit, sirvan de muestra las siguientes citas (los subrayados en cursiva son nuestros):

– “[Teresa] Es una de las elegidas y es perfecta” (Aldunate, 1977, 12).
– “Una linda profesión para un hombre distinto [Luis Fernando]. Un muchacho que le llamó la atención, allá en la Universidad, desde esa primera mañana en que se encontraron” (p. 17). Poco después, en la misma página, en referencia a Teresa se lee que Luis Fernando “Se daba cuenta que ella era diferente, que al ser provinciana, como la llamaban, la ponía en otro nivel” (p. 17).
– “Él, aun siendo santiaguino, no se juntaba con el resto de los universitarios. Un estudiante de astronomía debe ser diferente. Y ¡Vaya si lo era!. Se acercaron y se enamoraron por esa soledad y esa incomunicación que los dos sentían alrededor” (pp. 17-18).[12]
El capítulo primero pone sobre la mesa el carácter de elegida de Teresa. Asimismo, en el código de la novela, la diferencia provinciana de la joven (naturaleza vs. ciudad) la enaltece, así como la diferencia (distinción) que los aisla del resto ―a ella y al grupo de los humanos (superiores) elegidos por el Cosmos― sirve de marca de origen que se aúna al reconocimiento mutuo predestinado.

2.2 Capítulo primero: “Una mariposa azul”
En lo que refiere a la historia contada, la acción se sitúa en el Chile de 1977. Lo sabemos porque el primer capítulo, de poco más de tres páginas, menciona el caso del Cabo Valdés (cf. de la página 9 a la 11), episodio acontecido en la realidad del afuera de la novela; una supuesta abducción sufrida por Valdés por parte de un ovni y con una patrulla militar como testigo. Por extraño que pudiera parecer a quien no está familiarizado con el tema, el caso del cabo Valdés funcionó como distractor y tuvo buena cobertura de los medios (cf. Espírito Santo, 2022, 3; Tagle Orellana, 2018, 285; Velasco Villegas, 2015, 62-65, entre otros), incluso a nivel nacional no solo por radio y prensa escrita, sino también por televisión. No hará falta aquí ahondar en el nivel de influencia de la televisión, la prensa escrita y la radio, el grado de control al que fueron sometidos y el uso que les diera la dictadura y sus allegados.

La historia narrada en la novela tiene lugar en el valle de Elqui, en alguna pequeña localidad rural de la Región de Coquimbo (Cuarta Región), correspondiente al llamado Norte Chico. La referencia al contexto extratextual, “inscribe en el texto valores ideológicos y referencias sociales que orientan” (Soubeyroux, 1985a, 443) o dejan su marca en los sentidos de lo narrado. El Valle de Elqui se sitúa al norte de Santiago de Chile, la capital del país ubicada en la Región Metropolitana, y al norte de la Región de Valparaíso (Quinta Región). Es decir, se ubica fuera de la Región Metropolitana y de la Región de Valparaíso, regiones que, junto con concentrar buena parte de la población, fungen de centro geográfico y centros de concentración de poder (político, mediático, económico). Se trata de espacios geográficos y culturales que generan buena parte de lo que pudiera corresponder al imaginario nacional cotidiano (Pizarro Romero, 2003); todavía más en el Chile de los 70, un Chile aún más centralista. Así, en un fondo ideológico que se precisa neutral (en tanto auténtico, natural), los despistes que manifiestan el centralismo de la mirada (“un sol nortino”, p.10; “verano nortino”, p.14; “seres del otro mundo al norte”, p. 15; “niños, todos diferentes, todos nortinos”, p. 17)[13] valizan que la neutralidad no es un hecho, sino una pretensión en el plano ideológico y una estrategia (consciente o no) en el plano técnico de la escritura (es decir, ni auténtica ni natural, donde auténtico y natural son principios caros a la poética de la escritura de la autora y a la axiología de la novela). La superficie del texto manifiesta el no-consciente del texto, habla por él o lo habla (cf. Cros, 2003), develando sus estrategias y posicionamientos. Por lo demás, seguimos a Soubeyroux cuando apunta que

El espacio novelesco no significa sólo por su grado de mimetismo, su referencialidad. Los diferentes lugares de la acción constituyen unos verdaderos actores dotados de auténticas funciones en la acción. La toposemia funcional consistirá en el estudio de estas funciones, de los ejes semánticos a los que corresponden en los personajes para orientarnos hacia su significación simbólica e ideológica. (Soubeyroux, 1985a, 443)

Teresa (no graduada aunque con permiso oficial para ser maestra de niños/as pequeños/as) es una joven que desde hace cinco meses enseña en “la escuelita del valle de Elqui” (Aldunate, 1977, 9). Había iniciado estudios de Educación de Párvulos en la capital del país, en la Universidad de Chile, pero los dejó pronto para volver a su pueblo. Vive con sus dos hermanas (Adela, secretaria del alcalde, y Susana, la más joven) y su madre en casa de esta última. Teresa tiene un novio llamado Luis Fernando, estudiante de astronomía que trabaja en el observatorio espacial de El Tololo y que está cerca de graduarse de la misma universidad en la que estudiara Teresa. A poco andar, en las últimas líneas del capítulo primero la voz narrativa menciona la existencia de La Presencia, un ente que además de omnipresente parece ser omnisiente y que (también a nivel de la distribución de las coordenadas espaciales que coinciden con el imaginario puesto en texto) no puede sino estar en lo más alto de lo alto por cuanto simboliza el punto cúlmine de la piramide de lo existente[14]: “Más arriba de los árboles, más alto que los pájaros, más arriba del cielo y sus vientos, mucho más arriba y aún más, ‘La Presencia’ la ha ubicado ya. Es una de las elegidas y es perfecta… Hacia ella, como un disparo apunta un ejército de mariposas azules” (Aldunate, 1977, 12).

El hecho de que Teresa abandonara pronto su carrera universitaria y Luis Fernando esté cerca de completarla (además de estar bien involucrado en el campo profesional de sus estudios), encaja en la oposición-complementariedad esencial de lo femenino frente a lo masculino. División sexo-genérica esencialista en la que subyace una división de intelectos (tabla 1).

Tabla 1
Lo femenino / Lo masculino
enseñar (a niños/as) / aprender (ciencias)
cuidado / conocimiento
intuitivo, emocional / lógico, intelectual
saber inmaterial, insondable, volátil / saber material, cognoscible, concreto
rural / urbano

 

En el marco de la novela no terminar sus estudios hace de Teresa alguien más conectada con su propia alma (su esencia) por cuanto no ejerce una profesión, sino que obedece a una vocación (espontanea, emocional, intuitiva, instintiva). La complementariedad monogámica Teresa-Luis Fernando, sellada por el amor de enamoramiento, es también una resolución simbólica del conflicto de clases. Evocaciones discursivas de distinto tipo bosquejan a Teresa como una muchacha de origen humilde (una de ellas la evocación de Gabriela Mistral en la construcción del personaje de Teresa), mientras que la familia del muchacho parece presentársenos como descendiente de la oligarquía agraria. El nombre compuesto “Luis Fernando” es un signo que en el marco de época retrotrae a un uso (hoy quizás perdido) propio de las clases sociales de la alta burguesía[15]. La oposición rural-urbano (verdadero, natural, correcto vs. falso, artificial, desviado) se ve reforzada por lo ajena que se sentía Teresa en la ciudad; su regreso al pueblo viene a ser (por desplazamiento metonímico) un regreso al recto camino, a su esencia.

Dentro de esto último, en lo femenino ligado a lo rural (naturaleza) se pone en juego la evocación (estereotipada) de la figura de Gabriela Mistral (1889-1957)[16]. En la figura de Teresa (mujer, maestra rural, Valle de Elqui, religiosidad) se evoca la figura mistraliana según se construye en el discurso social por un imaginario conservador estereotipado. La imagen de la poeta se encuentra en disputa en el Chile de entonces y es asimilada en los años posteriores en aquella versión estereotipada (recogida en los libros de texto de Primaria y Secundaria y que caló hondo en el imaginario nacional); el billete de cinco mil pesos acuñado en dictadura (circula de 1981 a 1989) pareciera concretar esa asimilación[17]. Lo que a propósito de la poesía de Gabriela Mistral, Nómez (1992, 19) llama la otredad femenina primordial, se traduce en Del cosmos las quieren vírgenes (en la evocación de la Nobel) en un símbolo nacionalista que aglutina mujer adusta-maternidad (negación del deseo), sacrificio y nacionalismo[18]. La oposición naturaleza (lo femenino) vs. cultura (lo masculino) en lo narrado y en el texto se nutre de discursos sociales alineados con el imaginario de los grupos sociales afines a la dictadura. La “lógica de refundación nacional de la dictadura de Pinochet” (Saavedra Vásquez, Juan; Farías Olavarría, 2014, 24. Véase también Iturriaga E, Jorge; Donoso Fritz, 2021; Cavieres, 2020, entre otros) refracta en la oposición rural vs. urbano, donde lo rural viene a ser lo auténtico y lo urbano lo inauténtico, perversión de esa autenticidad.

En la ciudad se integra el espacio universitario como lugar en el que pareciera condensarse el equívoco contra natura. En el contexto de escritura y publicación de la novela y en la comunidad ideológica que pudiera identificarse con los valores de lo narrado, la sola mención de la universidad evoca imaginarios que la conciben como lugar politizado. Esta politización de la universidad se sobreentiende con connotaciones negativas (cf. Ortiz de Zárate, 2010; Casals, Marcelo; Estefante, 2021; Zurita, 2022, entre otros) de acuerdo a un antimarxismo implícito. La universidad se asocia así al desorden, al disenso, como si de una traición al saber (puro) se tratase. De ahí que Luis Fernando, estudiante universitario apasionado por el conocimiento (puro), sea digno de ser marido de Teresa y padre de la niña concebida por (el Cosmos en) Teresa. Lo terrenal (vacuo, superficial) vs. lo celestial (valioso, profundo) encuentra fundamento en el joven estudiante de astronomía, saber científico (objetivo, no social-terrenal, i.e., puro) que mira de cara al cielo, que aspira a lo elevado y se eleva por sobre lo próximo (lo bajo).

2.3 Capítulo segundo: “Un siete para un tontito”
Este capítulo incluye breves pasajes que rezuman ingenuidad. Valga detenerse en ello para interrogar y deconstruir esa ingenuidad. Dividámosla en: a) su manifestación de superficie y en b) su articulación textual.

a) Manifestación de superficie. En la superficie textual la ingenuidad dice relación con aspectos que se entrelazan:
– un marco lógico y axiológico tremendamente simple que concierne a distintos aspectos (p. ej., en cómo se expresa la voz narrativa o en el pensar, sentir y actuar de los personajes), no solo en lo referente al amor de enamoramiento, no obstante, es el aspecto que resulta más fácil de identificar o de ilustrar[19].
– una puesta en texto que manifiesta un restringido repertorio de recursos. Solo por mencionar dos aspectos de entre los que resultan de interés, téngase en cuenta, primero, cómo se quiere dotar de profundidad o misticismo a ciertos objetos, personajes o pasajes ― ej., el siete en el título del capítulo, aunque nunca se ahonde en ello, alude a una concepción esotérica de aquel número (por citar un ejemplo, mismo capítulo: “la mañana de hoy 7 de enero de 1977”, p. 16); su sola mención pretende estar cargada de peso, no obstante no está conseguido en lo absoluto―. Segundo, téngase en cuenta la abundancia de sobreexplicaciones de distinto calibre[20].

b) Articulación textual. En el plano de la articulación textual, la ingenuidad manifiesta en la superficie adquiere otro cariz:
– se revela acrítica, más no ingenua, puesto que implica una toma de posición en el mallado social y frente a concepciones de mundo.
– incluso las limitaciones compositivas de superficie adquieren densidad en la articulación semiótica. Las sobreexplicaciones se revelan como síntoma de una voluntad de dominio que busca sujetar la deriva de sentidos de lo escrito. Este acento forma parte de la impronta pedagógica e ideológica que cruza al texto; revela en el no-consciente que la Verdad atemporal, metafísica, supraterrenal cara a los valores de la novela es, en fin, histórica, humana, y refracta la urgencia de la doxa milica (González 2006) del fuera de texto por sujetar la deriva de los signos y el disenso (cf. McSherry, J. P. 2019; Carreño 2016; Errázuriz, L. H.; Leiva, G. 2014, entre otros).

Por otro lado, en este capítulo segundo Teresa sueña despierta que ya está casada con Luis Fernando. Entonces él es un afamado astrónomo y lo acompaña cuando es enviado (en reconocimiento de sus méritos como científico) a algún planeta cercano del Sistema Solar. El ensueño incluye la posibilidad de que durante el viaje la pareja tenga niños: “Llegará a ser un famoso astrónomo, a descubrir algo tan importante como aquellas galaxias magallánicas de las que le ha hablado tanto… A lo mejor lo envían a algún vuelo espacial, a Marte o a Júpiter… Y ella irá con él. Pueden nacer niños en el viaje…” (Aldunate, 1977, 19). De inmediato, en lo que sigue a lo recién citado, parece ser que Teresa deja el ensueño, puesto que la voz narrativa cuenta que cuando se case con Luis Fernando, Teresa “vivirá con él y serán felices” (Aldunate, 1977, 19). No obstante, y siempre voz narrativa mediante, a poco andar vuelve el ensueño: “Eso era lo que, en un comienzo, más le atraía de Luis Fernando: la posibilidad de compartir ese maravilloso mundo de anticipación, de estrellas, viajes interplanetarios y cielo, de silencio y de paz” (p. 20). Así y todo, al cerrar este segundo capítulo, se nos confirma que Teresa realmente soñaba ―“Ha estado soñando, soñando con mariposas y soles” (p. 22)―, con lo que se hace patente que los elementos futuristas de sus ensueños no son posibles en el mundo de la diégesis.

En cualquier caso, la ingenuidad recién referida marca presencia desde las primeras líneas de la novela, cuando Teresa, como si presintiera el orden cósmico, recibe los rayos del sol y “pensativa [imagina] un brillante de compromiso” (Aldunate, 1977, 10) en uno de sus dedos. Pasaje donde el sol (como el epígrafe) viene a ser símbolo del orden cósmico; proyecta el destino inscrito en el alma (y la biología) de Teresa. Misma ecología simbólica de obediencia espontánea al destino cósmico se manifiesta en los siguientes pasajes:

– Teresa “Se siente como si hubiera sido la señorita maestra toda la vida” (18).
– “Adela trabaja de secretaria del Alcalde, parecería que desde que nació” (p.18).
– Teresa “se sienta en la cama mullida y tibia de colcha multicolor, hecha a crochet por su abuela materna” (p. 19). En ese momento Teresa tiene imaginaciones en las que está casada, acompaña a Luis Fernando en viajes espaciales y tiene hijos con él durante el viaje. La colcha heredada y su habitación, en el código de la novela espacios de lo femenino, además de la mención a su abuela materna, conllevan el no dicho de la continuidad femenina del antes (abuela materna) en el presente (Teresa) y proyectado al futuro (matrimonio-hijos)[21].

La novela ejecuta una resolución simbólica conservadora ante la necesidad de revalorar a la mujer. Son rastreables modulaciones de un feminismo de la diferencia, pero se enmarcan más bien en una reacción antifeminista nada ajena al contexto sociohistórico del afuera de la novela (cf. Pupin, 2020; Rodríguez López, 2016; Jara Hinojosa, 2008, entre otros). De tal suerte que para realizar una lectura crítica resulta necesario no participar de la reciprocidad de perspectivas (Gómez-Moriana, 1988) que alienta el marco lógico y axiológico de la novela. En consecuencia, “La palabra, el texto, considerados como enunciados pasan a convertirse ahora en hechos históricos analizables; no como experiencias místicas o realidades metafísicas (sólo pertinentes al interior de un subjetivismo personalista), sino como fenómenos sociales” (Gómez-Moriana, 2009, 99).

En suma, atender a la semiósis facilita desacralizar aquella mística de la feminidad (Friedan, 2009 [publicación de 1963]) por la deconstrucción que la misma puesta en texto consita. Frente a Del cosmos las quieren vírgenes, tenemos en mente que una lectura tal “hace [al texto] perder su inocencia original y autodenunciarse como instrumento de una ideología represiva” (Gómez-Moriana, 2016, 22)[22]. Mientras en el plano de la superficie la ingenuidad (o inocencia) pareciera derivarse de la simpleza del horizonte lógico y axiológico junto a limitaciones compositivas, más que de un efecto buscado, en el plano de la semiosis (de la que el no-consciente del texto forma parte) no debe tomarse por accidental, dado que no carece de peso compositivo fuerte por cuanto obedece a un posicionamiento ideológico estructurante. Es así que en la novela prima una diferencia femenina acrítica, mas no vacía de contenido o no inocente en términos de su ideología; corresponde a la reproducción de un imaginario de sexo-género que remite a una esencia rosa y una esencia azul en la que lo femenino es insondable (implica un saber misterioso, mágico; es naturaleza), por contraposición de lo masculino, cognoscible (implica un saber diáfano, lógico; es cultura), donde el amor de enamoramiento se instala en el terreno de lo femenino como dispositivo de dominación. Darse al varón (Teresa a Luis Fernando), ser para otros, como ocurre con Teresa ansiando ser compañera de su hombre  y dejando sus estudios por amor: “El trabajaría allí y esa fue una de las razones que la hicieron desistir de terminar sus estudios en Santiago. Estaba enamorada” (Aldunate, 1977, 20).

Como es sabido, en aquel libro Friedan hacía referencia al hasta entonces invisible malestar de mujeres estadounidenses de clase media, encerradas en la feminidad prescriptiva. En la novela de Aldunate, en la que prima una defensa de los códigos de género tradicionales, una de las aporías productivas de mayor interés quizás se encuentra en un pasaje que pareciera revelar aquel malestar que no tenía nombre. La novela de Aldunate atribuye este malestar, en términos acríticos, a que las mujeres no estuvieran en el escenario que les corresponde, el hogareño cotidiano, con sus repeticiones y rituales (e hijos pequeños y mascotas) connaturales a su papel. Se lee:

En un comienzo, años atrás, le habían contado al muchacho [a Luis Fernando] que al casarse habitaría en el recinto del Tololo, en departamentos especialmente edificados para los astrónomos de planta y sus familias. Pero en su etapa de experimentación, este sistema no dio resultados, ya que las mujeres obligadas a vivir sin mayor privacidad, con maridos que durmiendo de día, trabajan de noche, solas, sin radio ni televisión (ya que por la ubicación del conjunto las ondas no llegaban), sin animales domésticos con qué entretenerse, con niños pequeños, no fueron capaces de adaptarse y hubo mil problemas de peleas, ataques de histeria y depresión. (Aldunate, 1977, 19)

Según sintetiza Pratt, “las ideologias patriarcales movilizadas por la dictadura funcionaron de manera amplia y poderosa, tanto a nivel inconsciente, como a nivel consciente, influyendo profundamente en la manera cómo las mujeres eran vistas y cómo se veian a sí mismas” (Pratt, 2000, 19). En el pasaje recién citado de la novela de Aldunate, la superficie de lo narrado manifiesta un malestar, pero lo racionaliza en una axiología afín al repertorio valórico dictatorial; se acopla a su “marca de origen” (Gómez-Moriana, 2016, 22), la sigue, no la subvierte ni la pone en cuestión, aunque (cosa distinta e insistamos en ello) su deconstrucción pueda activarse en una lectura a contramano de la dirección a la que apuntan los trazados ideológicos dominantes en la novela o en el vértice entre los discursos en conflicto.

2.4 Capítulo tercero: “¿Hijo de una mariposa?”
El capítulo tercero hace explícito algo que de alguna manera se insinuaba en el primero y más en el segundo: Teresa tiene dos meses de embarazo por obra y gracia de las mariposas enviadas por La Presencia. Este tercer apartado comienza con la confirmación del embarazo mediante unos exámenes que Teresa se ha realizado en el médico. La voz narrativa omnisciente se mezcla con los pensamientos de Teresa y nos deja claro que la joven nunca ha tenido relaciones sexuales (inmaculada concepción). La muchacha en ningún momento se cuestiona la veracidad de lo ocurrido: estar embarazada mariposas mediante porque la voluntad cósmica así lo ha querido. Si la evocación de la figura mariana no ha sido lo suficientemente explícita, lo es del todo cuando se lee: “Un hijo. Embarazada como la Virgen María… Embarazada por un rayo, ¡bendito rayo!” (Aldunate, 1977, 24). Por lo demás, es un elemento que se suma a las sobreexplicaciones y a las alusiones de raigambre cristiana (véase la nota al pie número 20).

En esta microsemiótica inicial también llama la atención que religión, familia, escuela, medios masivos de información ―aparatos ideológicos del Estado, en términos de Althusser (cf. 2003 [1970])― marquen presencia en las primeras páginas de la novela:

– “–Teresa, ¿oíste las noticias de la radio?” (Aldunate 1977: 9);
– “mientras la madre y las hermanas siguen comentando las noticias de la radio” (p. 10);
– “los diarios de la zona” (p. 11);
– “mentiras para vender los diarios” (p. 11);
– “solas, sin radio ni televisión” (p. 19) [23].

Asimismo, se hallan las menciones más o menos explícitas de lo militar –aparato represivo de Estado (Althusser, 2003 [1970])–. En la última frase del capítulo primero termina con “disparo”, “apunta” y “ejército” (Aldunate, 1977, 12), además de las menciones al caso del cabo Valdés hechas antes (soldado y patrulla militar).

En suma, y aquí las prácticas sociocríticas en las que se inspira nuestro artículo resultan clave, se trata de lazos que urgen a observar las relaciones de contorno entre texto y contexto sociohistórico y cómo estos componentes convergen en el todo-texto[24]. Los aparatos ideológicos del Estado y los aparatos represivos de Estado se integran como evocaciones del “espacio de la reproducción y defensa de los valores de la burguesía” (Soubeyroux, 1985b, 118), entramado valórico con el que se alinean los vectores dominantes en la novela y en la textualización. Se trata de componentes constituyentes (ideologemas) de la socialidad del contexto, como dejan testimonio numerosos documentos y como ha sido puesto de relieve en investigaciones posteriores (cf. Pupin, 2020; Aedo Vásquez, 2015; Tessada Sepúlveda, 2010, entre otros). En cualquier caso, aquellos ecos del rumor social del contexto del afuera sociohistórico dejan su impronta en la semántica del texto (ideosemas) y permiten reconstruir una economía simbólica a partir de la superficie de lo escrito. En consecuencia, es posible reconstruir su piso lógico y axiológico como legitimador de la refundación nacional asociada al golpe de Estado.

Aunque en la novela a primera vista llame la atención la mezcla entre ovnis, extraterrestres, esoterismo y cristianismo[25], si ampliamos el foco del marco relacional texto-contexto se comprueba que lo esotérico, lo paranormal y lo paracientífico se vinculó en tono amarillista con el clima de época de manera, digamos, espontánea[26], y tuvo oportunidad de conjugarse con la desinformación intencional auspiciada por el régimen y la burguesía y oligarquía simpatizantes[27]. La televisión y el espectáculo, el fútbol, el sensacionalismo y la crónica roja son quizás los elementos más presentes en la memoria colectiva al recordar la sincronía entre prensa, despolitización mediática y dictadura (cf. Tagle Orellana, 2018; Edwards, 2016; Monsálvez, 2015, entre otros).

Centrados en la novela, la articulación de elementos revisada permite trazar el contorno de un marco lógico y axiológico clasista y sexista que justifica el orden social existente. Expresado en un diagrama de oposiciones a partir de Orden celeste vs. Orden terreno proponemos el siguiente esquema (tabla 2):

Tabla 2
Orden celeste vs. Orden terreno
Eterno. Esencial. Causal. / Perecedero. Accesorio. Accidental.
Profundo. Natural / Superficial. Contra natura
(virtuoso/apolítico/rural). / (perversidad/politicidad/urbano).
Verdadero. Auténtico. Bueno. / Falso. Inauténtico. Malo.
Correcto. Superior. Puro. / Incorrecto. Inferior. Sucio.

 

Asimismo, para graficar la pirámide existencial que pone en juego la novela puede recurrirse a un esquema. A partir de las relaciones de ida y vuelta entre el íncipit revisado y el texto como textualización, se parte del nivel 0 y se llega hasta el 5. Cada nivel está más poblado que el anterior, siendo el 0 el que cuenta con menor número de componentes y el 5 el más masivo:

0. La Presencia-Cosmos.
1. La superespecie. Compuesta por las mujeres nacidas de las parejas del nivel 2. Esta superespecie mujeril deberá esperar a sus iguales en jerarquía: dioses (varones) venidos del cosmos.
2. Las siete mil hijas de las siete mil vírgenes más unos seres con apariencia de varones humanos, hijos estos de La Presencia.
3. Las siete mil vírgenes elegidas por La Presencia. Son quienes conciben a la superespecie. A cada una lo acompaña su respectiva pareja (varón) [28].
4. Mujeres de la familia cercana de las siete mil vírgenes.
5. La inmensa mayoría de la gente. En el horizonte lógico y axiológico de la novela serían, aunque no se expresa de esta forma, algo así como un remedo de humanidad.

Si como hemos dicho, la novela sostiene un imaginario tan altamente clasista y sexista, ¿cómo es posible la complementariedad de Teresa (origen humilde + lo femenino) y Luis Fernando (perteneciente a la burguesía + lo masculino)? Estimamos que hay pruebas suficientes como para sostener que Teresa y Luis Fernando se ubican en el mismo escalón de valor de existencia: es esta ubicación la que los hace equivalentes (esencias distintas, pero de igual jerarquía), legitima su vínculo, lo dota de aura. A la conciliación de clase le acompaña la conciliación-complementariedad (de inequívoco signo heterosexual) de lo femenino y lo masculino; mientras las elegidas (gracias a lo femenino mágico propio de ellas en tanto mujeres y elegidas) presienten o entrevén el orden celeste de acuerdo al lugar que ocupen en el orden piramidal, un varón como Luis Fernando, aunque no presienta ni entrevea aquel orden (ni pueda hacerlo por cuestión de esencia de sexo-género), mantiene una conexión con el orden cósmico fundada en la ciencia (campo de lo masculino). El aura, proyectada ya desde el epígrafe, es también un vector legitimador tanto de la pirámide social como del orden (correcto) que subyace a todo lo existente.

3. CONCLUSIONES
Con base en una perspectiva de inspiración sociocrítica, estas páginas han tratado de atender a la totalidad dinámica de la textualización en conjunción con el valor de su enraizamiento histórico. Para ello, se ha propuesto una interpretación del código específico del texto, cuyas connotaciones y sentidos culturales eluden lo fragmentario y difieren de la mera denotación.

Insistiendo en ello, por sobre el roce de ajustes y desajustes entre posiciones ideológicas y modelos textuales y discursivos, en Del cosmos las quieren vírgenes priman vectores conservadores correspondientes a una comunidad ideológica cercana a los principios valóricos de la dictadura cívico-militar. De ahí que la novela de E. Aldunate, junto a lo que hemos identificado como una suerte de tiempo mítico en el orden que subyace al mundo de la narración, sostenga un férreo clasismo y un recalcitrante esencialismo de género. En la novela cobra importancia que el desprecio por lo sociohistórico en favor de la exaltación de una realidad supraterrena conlleve que esta sea digna de unas(os) pocas(os), al tiempo que por regla general se presenta velada por una pátina de misticismo y se ofrece como naturaleza desnuda. En el marco de la novela, se trata de una posición que se asume neutral, natural, espontánea, destino inmutable e inebitable, donde las transformaciones son solo superfluas, nunca profundas; una transformación profunda sería contra la esencia cósmica, sería un desvío del recto camino, contra natura, perversa, de ahí que pertenezca al terreno de lo imposible.

A sabiendas de la intervención en los imaginarios que lleva a cabo una práctica cultural como la literaria y un producto cultural como el texto artístico, el puente y refracción entre texto y contexto se ve reforzado por el alto grado de coincidencia entre el darwinismo social del contexto del afuera sociohistórico y su manifestación en la textualización. Visto el recorrido expuesto en el presente artículo y con apoyo en lo que expresa González Vicén en referencia a la lógica del darwinismo social, “si la lucha por la existencia y la selección natural son expresión de una ley natural, tratar de ayudar a las víctimas o a los perjudicados es tanto como ir contra la naturaleza misma” (González Vicén, 1984, 172), es posible sostener con buena base que la novela de Aldunate levanta una justificación de un estado de cosas y conforma una reacción ante transformaciones sociales acaecidas durante la Unidad Popular. Siguiendo la lógica de la pirámide social de la novela según hemos bosquejado poco antes, el fondo mítico-cósmico se trata de un orden excluyente afianzado en esencias. Una mezcla de concepciones sociobiológicas y mesianismo esotérico-cristiano, aunque velado (justificado) por la supuesta espontaneidad de (una versión específica de) lo mágico, la bondad y la espiritualidad.

Las modulaciones feministas que pudieran encontrarse en Del cosmos las quieren vírgenes difícilmente la convierten en una novela (o autora) feminista (o ecofeminista), ni tampoco necesariamente dicen relación con la conciencia clara (Cros, 2010, 23) de la autora. Desde esta propuesta de lectura, el marco lógico y axiológico de la novela se emparenta con el adoctrinamiento moral de la dictadura cívico-militar, con acento en las mujeres jóvenes y niñas, público lector al que parece dirigirse el libro (público objeto de adoctrinamiento y potencial matriz de reproducción del marco valórico de la coyuntura histórica). De ello se desprende la doble cara de la aparente ingenuidad del libro: el plano de superficie de lo dicho se revela situado (no flotante, no ingenuo) cuando se ve integrado en la articulación texto-contexto social. Aunque buena parte de los trazados ideológicos dominantes aquí revisados no digan relación con la conciencia clara de la autora sino con un sujeto transindividual, no puede ignorarse que el sujeto colectivo que reproduce el texto se inserta en un mallado valórico con el que la autora (con mayor o menor conciencia, o de manera más o menos explícita) se identifica. Así debió de percibirse el marco valórico de la narración por quien entonces la leyera y así debió de entenderse a la autora y todavía más a sabiendas de quién era su padre (hombre de derechas, cuya pluma con dudosos méritos consigue el Premio Nacional de Literatura en 1976, el segundo Premio Nacional de Literatura desde el inicio de la dictadura), de tal forma que (y más allá de la influencia que pudiera tener Arturo Aldunate en el campo cultural-literario) difícilmente puede tomarse como simple anécdota que Del cosmos las quieren vírgenes obtuviera en 1978 una mención honrosa en el Premio Municipal de Literatura de Santiago de Chile.

En las relaciones de contorno texto-contexto sociohistórico, el desprecio por lo contextual y político que tiene lugar en Del cosmos las quieren vírgenes y que hemos identificado como una suerte de orden mítico, traza la proyección de una apoliticidad defendida por la dictadura como marca diferencial con respecto del proyecto de la Unidad Popular. Es así que ese anhelo de acronía, el adoctrinamiento moral y el posicionamiento ideológico de la novela de E. Aldunate refracta el afuera de la resocialización ―higienización, apoliticidad, homogeneización (cf. González, 2015)― que acompaña a la impronta refundacional dictatorial y que la novela lo recoge y espejea. La oposición orden celeste vs. orden terreno, que hemos estimado como un eje estructurante, tiene como telón de fondo una ascesis cristiana dogmática que involucra la renuncia de sí (a la que se entregan las mujeres) y el someterse a La Ley (la Verdad, el Cosmos) con el telón de fondo del contexto sociohistórico del fuera de texto, es decir, de someterse a la ley y a La Ley; la ley humana y La Ley divina y simbólica del padre (La Presencia).

Marcos Arcaya Pizarro
Artículo publicado el 30/06/2025

NOTAS
[1] Este artículo constituye una profunda reelaboración de una parte de la tesis doctoral del autor. El autor expresa sus agradecimientos a las profesoras Katarzyna Moszczyńska-Dürst, Mariola Pietrak, Magda Potok y Agnieszka Flisek, a los grupos de investigación GENIA y ELAR, así como a los revisores anónimos por sus comentarios. Por último, y no menos importante, el autor expresa su gratitud a Jacqueline Quilodrán Alfaro por el diálogo crítico.
2 Sirviéndonos de la escueta pero funcional definición de Abello Verano y Fernández Martínez, la literatura no mimética refiere a un amplio abanico de realizaciones que guardan en común “su carácter no realista; lo fantástico, lo maravilloso, el realismo mágico y la ciencia ficción, entre otras” (2013, 9).
3 Una rápida búsqueda en internet respalda nuestros dichos con numerosas entradas. Aunque la lista podría ser extensa, sirva acudir a sitios como La Nave Invisible («lanaveinvisible.com/2018/06/14/elena-aldunate/», consultada el 14/06/2019), Mujeres Bacanas («mujeresbacanas.com/la-dama-chilena-de-la-ciencia-ficcion-elena/, consultada el 20/07/2021») o El Desconcierto («eldesconcierto.cl/opinion/2022/04/29/la-dama-de-la-ciencia-ficcion-y-de-los-derechos-humanos.html», consultada el 22/05/2022). De igual manera, sin ánimo alguno de menoscabar el valor que tienen este tipo de publicaciones y sin poder extendernos, contentémonos con referir apenas un ramillete de ejemplos de otras publicaciones. En lo divulgativo: en la reedición de 2016 realizada por Ediciones Himbunche se incorpora una nota en la que se lee “que [Del cosmos las quieren vírgenes] bien debería de estar apuntada entre las novelas de anticipación más hermosas jamás escritas”. Además de lo poco ajustada a la realidad que pudiera resultar esta desmedida valoración de la escritura de la novela en lo estético, usar sin matices el apelativo feminista en relación a la autora y su obra nos parece desacertado. Ténganse en cuenta la imagen que presentan de autora y obra los libros de Sara Bertrand (2018). Manifiesto literal: mujeres impresas. Santiago de Chile, Planetalector, y de María José Cumplido (2019). Chilenas rebeldes 2. Santiago de Chile: Penguin Random House. En el campo más bien académico, en referencia a la mitificación de autora y obra: véase en Navarro (2016) el anacronismo de ver en “Juana y la cibernética” (cuento de E. Aldunate aparecido en 1964) una especie de política contrasexual (intencional) de la autora (por cierto, parece ser que el artículo confunde, sin más, autora, protagonista e instancia narrativa); o en general sobre la obra la autora la insistencia en elogios exagerados sin revisión crítica por parte de Novoa (2011). Uno de los problemas que acarrea la simplificación de la figura de la autora y de su obra en la construcción que ejecuta la recepción de la que tomamos distancia, es que se construye una imagen que no se corresponde con la realidad de los hechos; distorsiona la figura de la autora y su escritura, sus relaciones con la escritura y figura de otras(os) autoras(es), junto con la compresión de la historia no solo en el plano literario y cultural, sino en más amplios términos.
4 Las referencias son numerosas. Hemos de contentarnos con apuntar el trabajo de Cros (2010) que explora la transdisciplinariedad y las deudas de la sociocrítica con distintas fuentes. Sobre investigaciones sociocríticas que explicitan las relaciones entre sociocrítica y psicoanálisis, véase, p. ej., Cros (2003), Chicharro (2019). Sirva también consultar Zavala (2003, 1991, 2007). En una iluminadora exposición, Ávila Martín y Linares Alés (2010) pondrán el acento en las relaciones de la sociocrítica con la lingüística estructural.
5 Se incluye un numeroso repertorio posible. Por nombrar solo algunos de los referidos por Popovic: “les contradictions, les passages énigmatiques, les dérives sémiotiques, les inutilités (personnages surnuméraires, énumérations hasardeuses)” (Popovic, 2011, 14).
6 Si bien los ejemplos puedan ser numerosos, sirva de referencia desde su título Cuentos de Elena Aldunate. La dama de la ciencia ficción (2010), libro que marca un antes y un después en lo referente a reflotar a la autora frente a un público más amplio. Hemos tenido oportunidad de detenernos en el mote de la Dama de la ciencia ficción en los trabajos de nuestra autoría ya referidos en este artículo, además de presentaciones (p. ej., en la octava sesión del seminario del grupo ELAR, del 11 de diciembre de 2020) y ponencias académicas (p. ej., en el Congreso Internacional Auto/biografías de Parias y Tránsfugas en Latinoamérica y España, Siglos XX-XXI, realizado del 7 al 9 de abril de 2021 por la Universidad de Varsovia, con una ponencia titulada “Puesta en cuestión de un efecto biográfico. Propuesta de reconstrucción de la figura de Elena Aldunate”), así como en distintas instancias de divulgación extramuros de la universidad.
7 Así se le califica en algún momento en la novela (p. 49).
8 Por razones de claridad de ahora en adelante les diremos capítulos. El libro cuenta con un índice, ubicado en las primeras páginas, en el que se detalla el título de cada capítulo precedido por un número.
9 Este tono y sus características formales más evidentes se hallan con cierta frecuencia a lo largo de la novela. Sirva de ejemplo la página 49, donde se lee que “En el tiempo señalado, seres hijos de `La Presencia`, hombres en la forma, pero con la señal divina en los ojos, se unirán a ellas”.
10 En lo insondable del orden cósmico omnipresente se ubican cuestiones como el hecho de que la hija de Teresa nace el “7 de julio del 77, a las siete horas, siete minutos y siete segundos de la tarde” (Aldunate, 1977, 45).
11Acerca de qué entendemos por comprensión, tenemos particularmente presente el trabajo de Wahnón (2009).
12Fuera del recorte que estimamos como íncipit, el estatus de elegidos de Teresa y Luis Fernando se hace explícito en distintos pasajes.
13En los ejemplos citados nos limitamos al íncipit, sin embargo, en otras partes de la novela hay casos parecidos.
14Para un bosquejo del orden piramidal puesto en texto véase este artículo justo antes de la parte de las conclusiones.
15En tal lectura, resulta revelador que en el capítulo siete la instancia narrativa llame a Teresa (justo al ponerse de camino a la clínica para parir a su hijo el mismo día) “la señora Teresa Ayala de Valenzuela” (Aldunate, 1977, 45): “Con todo listo [acompañada de Luis Fernando que había llegado hace poco], tranquila y serena, la señora Teresa Ayala de Valenzuela se va a la clínica a tener a su hijo” (p. 45, la cursiva es nuestra). Pareciera ser que esa denominación sellara la legitimidad (destino correcto, celeste) de la escena, junto con numerosos componentes que la extensión disponible aquí no nos permite tratar.
16Marta Contreras (2003) expone acerca de la figura de la madre mítica en el imaginario chileno y su presencia en la figura y escritura de Mistral. Por su parte, Ana Pizarro explica la imagen estereotipada de mistral (Pizarro, 1990. Versión online, sin número de página).
17En la cara frontal del billete se ve la imagen del rostro de la poeta que mira, adusta, en dirección de una alegoría de la maternidad, mientras que al reverso del billete se encuentra la representación de la medalla del Nobel.
18Blume singulariza aquella otredad femenina primordial correspondiente a la poesía de Mistral “expresada en la maternidad y en la tierra, en el hijo y en el dolor” (Blume S., 2001, 102).
19P. ej., recuérdense las palabras de la voz narrativa y de Teresa, ante la disyuntiva de comunicarle a Luis Fernando que la muchacha espera un hijo del Cosmos: “¿Cómo se lo dirá a Luis Fernando? «Cásate conmigo porque espero un hijo. Un hijo que los dos sabemos que no es nuestro. Un hijo sin padre humano». Ni él con su diferente manera de ser, aislado allá en ese mundo de planetas y galaxias [en referencia a su trabajo en el observatorio espacial], podrá creerle. ¿Qué demonios va a hacer?” (Aldunate, 1977, 23). A contramano del marco estético del relato, pasajes como este pueden resultarnos infantiles, melodramáticos o tragicómicos, pero no de poco interés respecto de la semiosis.
20A qué nos referimos con la abundancia de sobreexplicaciones queda claro en las referencias al imaginario cristiano; parecen querer reforzar la idea de que Del cosmos las quieren vírgenes anuncia la buena nueva de un nuevo génesis donde Teresa es una especie de doble de la Virgen María. Solo por nombrar algunas referencias de este tipo, recuérdense las plagas bíblicas y la “plaga de langostas de hace años atrás” (Aldunate, 1977, 43, “Capítulo siete”) que se menciona en la radio a razón de la presencia de gran número de mariposas azules. Poco después, en diálogo con Teresa, un personaje secundario (una enfermera) dirá de las mariposas “¡Qué plaga tan linda!” (p. 47). El capítulo quinto se titula “Una torta milagrosa”. El milagro radica en la multiplicación de la torta en el matrimonio que alude a la multiplicación de los peces de la tradición judeo-cristiana. Si no fuera suficiente la alusión, a poco andar se explica: “y como en las bodas de Canaán, alcanza para todos” (p. 35). Todavía más, acto seguido se reproducen las palabras de la señora Adela (p. 35) que enfatizan más lo imposible del hecho milagroso y poco después Susana vuelve a recalcarlo: “¡Pero si no se termina nunca, desde que esa mariposilla azul, revoloteara a su alrededor!” (p. 36).
21La continuidad de lo femenino reaparece de manera similar cuando, ya casados, Teresa y Luis Fernando reciben de regalo de la señora Adela “Una cama que ha sido de su madre [la abuela de Teresa] y de su abuela [la bisabuela de Teresa]” (p. 37); al final del capítulo, cuando el joven despeja toda sombra de duda sobre la inmaculada concepción se lee que “En la gran cama de abuelas y más abuelas, el hombre maravillado, comprueba que su mujer es virgen: virgen de virginidad absoluta…” (p. 39).
22Gómez-Moriana lo observa en relación al Lazarillo de Tormes y lo que el investigador denomina subversión del discurso ritual. Mientras Lazarillo de Tormes guardaría en su génesis una impronta desacralizadora, nuestra propuesta defiende que la novela Del cosmos las quieren vírgenes puede ser desacralizada contraviniendo los vectores caros a sus coordenadas de concepción de mundo, así como más propiamente los vectores ideológicos articulados en la textualización. Así, por ejemplo, si el orden mítico que cruza a la novela es una suerte de anhelo de acronía (lugar flotante que implica una pretendida pureza con respecto del mundo social, terrenal, circundante; pretendida apoliticidad; pretendida neutralidad en tanto refiere a lo auténticamente verdadero, superior; además de conllevar una concepción de lo literario como un algo cargado de misticismo), desde nuestra posición de lectura nos servimos de que las prácticas sociocríticas contradicen ese vector al ver en el hecho literario un hecho humano, es decir, ni celeste ni acrónico. Véase, p. ej., Gómez-Moriana (1980), particularmente porque hace mención abierta a lo que califica de acercamiento acrónico a los textos, dado que es un “tipo de acercamiento al texto literario que lo coloca en una atemporalidad que para nada tiene en cuenta los otros sistemas de significación relacionados con él, ni los anteriores, ni los coetáneos” (Gómez-Moriana, 1980, 563).
23En pasajes fuera del íncipit se lee: “Nerviosa, se pasea por el cuarto. Para distraerse, pone la radio” (p. 43), “De dos pasos vacilantes, Teresa corta la radio y cierra las cortinas” (p. 43).
24Cf. un reciente estudio de Alvarado-Leyton (2022) que examina el papel de la radio durante la dictadura cívico-militar. Alvarado-Leyton se centra en el caso de Radio Nacional de Chile.
25Dada esa mezcla, quizás sea legítimo cavilar acerca de si la escritura de J. J. Benitez contituyó un marco de referencia estética consciente en el que E. Aldunate buscara inscribir su novela. Sin contar con pruebas para asegurarlo, se trata por apenas de una conjetura sin sustento alguno. Valga dejar apuntado que cuando se publica Del cosmos las quieren vírgenes, Benitez contaba con dos libros publicados en 1975, Ovnis: S.O.S a la Humanidad y Existió otra Humanidad. En 1998 la autora escribe una breve nota que se incorpora en la reedición del libro Hombres, máquinas y estrellas de Arturo Aldunate Phillips, su padre (originalmente publicado en 1973 en Santiago de Chile por Editorial Universitaria, la reedición de 1998 es de Pehuén Ediciones, también en la capital chilena). La nota en cuestión lleva por título “A modo de prólogo” y en ella rememora la figura de su padre. En una ocasión tan sentida y en una nota tan escueta, llama la atención que incluya a J. J. Benitez entre las personalidades que menciona. Se lee: “Gracias a él [su padre] conocí a Hernán del Solar, al escritor de ciencia ficción J. J. Benitez, el autor de Caballo de Troya, que fue [su padre] a hacerle una entrevista cuando estuvo aquí en Chile” (1998, s.n.). El capítulo cuarto de Del cosmos las quieren vírgenes Teresa recibe un libro de regalo llamado Los Visitantes, título que coincide con el de un libro que publicara Benítez unos años más tarde, en 1982.
26Un par de ejemplos, cercanos por tema, perspectiva y por haber aparecido relativamente hace poco, ayudan a dejar en claro el porqué de la cursiva. “Cuentos de fantasmas. Persistencia espectral de los centros de detención y tortura chilenos” de Herceg y Pizarro (2020), e “Historias de (des)aparecidos. Un abordaje antropológico sobre los fantasmas en torno a los lugares donde se ejerció la represión política” de Tello Weiss (2016). Ambos trabajos hacen una estimulante lectura de fenómenos esotéricos que pudieran tender a ser tomados por ingenuos, espontáneos o indignos de ser pensados. Por otra parte, de manera involuntaria dado el piso valórico de la novela y las relaciones texto-contexto, en la novela de E. Aldunate resulta particularmente inquietante que en el capítulo 7 Teresa (con la certeza de que está a punto de entrar en labor de parto) teme que vengan a robarle a su hijo. Tras apagar la radio y cerrar las cortinas porque no quiere saber de las mariposas que hay afuera por doquier, se lee: “El miedo le contrae los músculos y el dolor atenaza otra vez su vientre. Vienen por ella, por la criatura. Se la quitarán, está segura, se la quitarán…” (Aldunate 1977: 43).
27El caso de Marta Ugarte es emblemático en la sincronía en dictadura entre prensa y policía secreta (cf. Tagle Orellana, 2018). Arrojado al mar, su cuerpo aparece en la costa y el suceso termina por ser tachado en la prensa de crimen pasional.
28Es de suponer que cada pareja está casada y que mientras el varón correspondiente se dedica a algo científico relacionado con la astronomía, la mujer se ocupa de algún trabajo ligado al cuidado o a la enseñanza en una escuela primaria o en un jardín de niñas(os).

 BIBLIOGRAFÍA
Abello, A.; Fernández, S. (2013) “Introducción. Un imaginrio compartido: lo insólito desde las dos orillas”. En Territorios de la imaginación: poéticas ficcionales de lo insólito en España y México, coord. por Álvarez, N.; Abello, A. y Fernández, S. León: Universidad de León, pp. 9-13.
Abraham, C. (2017) “Las Literaturas De Lo Insólito. Una Tipología”. En Revista Iberoamericana, Vol. 89, Nº 259, pp. 283-304.
Aedo Vásquez, S. (2015) “España y Chile: articulación de una historia antidemocrática en el siglo XX. Refundación de las bases del Estado Nacional durante el franquismo y el pinochetismo”. Tesis doctoral. Badajoz: Universidad de Extremadura.
Aldunate, E. (1977) Del cosmos las quieren vírgenes. Santiago de Chile: Zig-Zag.
Althusser, L. (2003) Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan, trad. de Sazbón, A. J. y Pla, J. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Nueva Visión.
Alvarado-Leyton, M. (2022) “Radio Nacional de Chile. La apuesta radiofónica de la dictadura cívico-militar chilena”. En Comunicación y Medios, Nº 46, pp. 109-119.
Amoretti Hurtado, M. (1983) “Comenzar por el comienzo o la teoría de los incipit”, Filología y Lingüística, Vol. 9, Nº 1, pp. 145-154.
Amoretti Hurtado, M. (1992) Diccionario de términos asociados en teoría literaria. San José, Costa Rica: Editorial de la Universidad de Costa Rica.
Amoretti Hurtado, M. (2017) “Sociocrítica, decolonialidad e interculturalidad: el legado en Costa Rica”. En Sociocriticism, Vol. XXXII, Nº 2, pp. 45-73.
Angenot, M. (2015) “¿Qué puede la literatura? Sociocrítica literaria y crítica del discurso social”. En Estudios de Teoría Literaria, Nº 7, pp. 265-277.
Arcaya Pizarro, M. (2021) “Continuidades, tensiones y rupturas en las representaciones de género. una lectura a la obra narrativa de elena aldunate”. Tesis doctoral. Warszawa: Uniwersytetu Warszawskiego.
Arcaya Pizarro, M. (2015a) “Cuando ´las figuras, perforadas, dejan ver el paisaje`. ´Juana y la cibernética` de Elena Aldunate y la memoria de los signos”. En Itinerarios, Nº 21, pp. 221-232.
Arcaya Pizarro, M. (2015b) “Violencia y articulación sociohistórica. ´Juana y la cibernética de Elena Aldunate`y Vírgenes del Sol Inn Cabaret de Alexis Figueroa”. En Violencia y discurso en el mundo hispánico. Género, cotidianidad y poder, ed. por Carrera Garrido, M. y Pietrak, M. Lublin/ Sevilla: Universidad Maria Skłodowska-Curie y Padilla Libros Editores y Libreros, pp. 217-231.
Ávila Martín, C.; Linares Alés, F. (2010) “Algunas nociones sociocríticas y la dimensión cultural de las palabras”. En Sociocriticism, Vol. XXV, Nº 1 y 2, pp. 93-118.
Blume S., J. (2001) “Gabriela Mistral: temas y lenguajes constitutivos de identidad”. En Aisthesis, Nº 35, pp. 101-117.
Cano, Luis C. (2004) “Angélica Gorodischer y Jorge Luis Borges : la ciencia ficción como parodia del canon”. En Hispania, Vol. 87, Nº 3, pp. 453-463.
Carreño Donoso, F. D. (2016) “La dictadura de Pinochet como proceso estético-político y su devenir democrático”. En Revista Enfoques: Ciencia Política y Administración Pública, Vol. XIV, N⁰ 24, 2016, pp. 253-266.
Casals, M.; Estefante, A. (2021) “El ´experimento chileno`. Las reformas económicas y la emergencia conceptual del neoliberalismo en la dictadura de Pinochet, 1975-1983”, Vol. 25, Nº 2, pp. 218-230.
Cavieres, S. (2020) “La posibilidad histórica de refundar una sociedad. Elementos de interpretetación sociohistórica a partir de las experiencias autoritarias española y chilena”. En Historia 396, Vol. 10, Nº 2, pp. 57-84.
Chicharro Chamorro, A. (2019) “Los estudios sociocríticos y las teorías de estirpe psicológico-analíticas”. En Jizo de Humanidades, Nº 4-5, pp. 9-25.
Contreras Candia, L. (2021) “Convergencias feministas en la narrativa de tres escritoras del Cono Sur: Armonía Somers, Elena Aldunate y Silvina Ocampo”. Tesis doctoral. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile.
Contreras, M. B. (2003) “Mitos fundacionales chilenos”. En Atenea, Nº 487, pp. 25-31.
Cortés, M. (2022) “Ocultas en la niebla: escritoras chilenas de lo fantástico en el siglo XX”. En Brumal. Revista de investigación sobre lo Fantástico, Vol. X, Nº 1, pp. 119-139.
Cros, E. (2003) El sujeto cultural: sociocrítica y psicoanálisis, 2a edición. Medellín, Colombia: Universidad Eafit.
Cros, E. (2017) “El todo y las partes: el texto como sistema complejo. De la estructura binaria a la morfogénesis”. En Sociocritique.fr [en línea] disponible en <https://www.sociocritique.fr/?El-Todo-y-las-Partes-El-texto-como-sistema-complejo> [3-12-2020].
Cros, E. (2010) “Sociocrítica e interdisciplinariedad”. En Sociocriticism, Vol. XXV, Nº 1, pp. 11-26.
Duchet, C. (1971) “Pour une sociocritique ou variations sur un incipit”. En Littérature, Nº 1, pp. 5-14.
Edwards, F. C. (2016) “Sexopolítica en los inicios de la dictadura de Augusto Pinochet: el ´cambio de sexo` de Marcia Alejandra en los discursos de la prensa”. En Sexualidad, Salud y Sociedad, Nº 24, pp. 103-129.
Errázuriz, L.H. y Leiva, G. (2012) El golpe estético. Dictadura militar en
Chile, 1973-1989
. Santiago de Chile: Ocho libros.
Espírito Santo, D. (2022) “The route of Orion: Towards a deconstructive history of alien contact in Chile”. En History and Anthropology [en línea] disponible en <https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02757206.2022.2034623> [5-1-2023]. DOI: 10.1080/02757206.2022.2034623.
Flores Rivera, C. (2019) Los imaginarios de género en el cosmos: la escritura de ciencia ficción de Elena Aldunate. Tesis de Magíster. Valdivia: Universidad Austral de Chile.
Friedan, B. (2009) Las mística de la feminidad. Madrid, España: Ediciones Cátedra, S. A.
Gómez-Moriana, A. (2003) “De la sociología de la literatura en el cuadro de los estudios culturales. Una propuesta interdisciplinaria”. En Sociocriticism, Vol. XVIII-XIX, Nº I, pp. 99-138.
Gómez-Moriana, A. (2009) “Diastratía: valor operacional de un concepto”. En Itinerarios. Revista de Estudios Lingüísticos, literarios, históricos y antropológicos, Nº 10, pp. 95-118.
Gómez-Moriana, A. (2016) “El Quijote, juego semiótico. En el cuarto centenario de la muerte de Cervantes”. En Impossibilia, Nº 11, pp. 11-36.
Gómez-Moriana, A. (1980) “La subversión del discurso ritual: una lectura intertextual del Lazarillo de Tormes”. En Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, Vol. 4, Nº 2, pp. 133-154.
Gómez-Moriana, A. (1988) “Pragmática del discurso y reciprocidad de perspectivas: los juramentos de Juan Haldudo (Quijote I, 4) y de Don Juan”. En Nueva Revista de Filología Hispánica, Vol 36, Nº 2, pp. 1045-1067.
Gómez-Moriana, A. (1998) “Triple dimensionalidad del cronotopos bajtiniano: diacronía, distopía y diastratía”. En Acta poética, Vol 18, Nº 1-2, pp. 153-188.
González Vicén, F. (1984) “El darwinismo social: espectro de una ideología”. En Anuario de filosofía del derecho, Nº 1, pp. 163-176.
González, Y. (2015) “El «Golpe Generacional» y la Secretaría Nacional de la Juventud: purga, disciplinamiento y resocialización de las identidades juveniles bajo Pinochet (1973-1980)”. En Atenea (Concepción), Nº 512, pp. 87-111
González, Y. (2006) «Poesía de Alexis Figueroa Nueva lectura de Vírgenes del sol inn cabaret«. En Letras.S5.cl [en línea] disponible en <http://www.letras.mysite.com/af190107.htm> [21.12.2019].
Iturriaga E, J.; Donoso Fritz, K. (2021) “La censura cinematográfica en el primer año de la dictadura. Chile, 1974. Restauración, refundación y legitimación”. En Universum, Vol. 36, Nº 2, pp. 581-600,
Jara Hinojosa, I. (2008) “La ideología franquista en la legitimación de la dictadura militar chilena”. En Revista Complutense de Historia de America, Nº 34, pp. 233-253.
Jurado, C.; Robles, L. (2021) Hijas del futuro: literatura de ciencia ficción, fantástica y de lo maravilloso desde la mirada feminista, Bilbao, España: Consonni.
Lampis, M. (2011) “Sociocrítica y pensamiento sistémico”. En Sociocriticism, Vol. XXVI, Nº 1 y 2, pp. 165-179.
López-Pellisa, T.; Ruiz Garzón, R (eds.) (2019) Insólitas. Narradoras de los fantástico en Latinoamérica y España. Madrid, España: Páginas de Espuma.
Malcuzynski, M. P. (1991) “A modo de introducción”. En Sociocriticas: Prácticas textuales, cultura de fronteras, ed. por Malcuzynski M. P. Amsterdam: Rodopi, pp. 11-27.
McSherry, J. P. (2019) “La dictadura y la música popular en Chile: los
primeros años de plomo”. En Resonancias, Vol. 23, N°45, pp. 147-169.
Molpeceres Arnáiz, S. (2021) “Cuando ella es la salvadora: La actualización feminista de mitos clásicos y bíblicos en Del cosmos las quieren vírgenes, de Elena Aldunate”. En El Futuro del Pasado, pp. 165-186, [en línea] disponible en < https://revistas.usal.es/uno/index.php/1989-9289/article/view/26164> [3-12-2022]. DOI: 10.14201/fdp.26164
Monsálvez, D. (2015) Enemigos, antipatriotas e indeseables: la legitimidad del Golpe de Estado de 1973 en la prensa escrita de Concepción y el origen del Plan Z. Concepción, Chile: Escaparate.
Moreira, L.; Wieser, D. (coords.) (2021) A flor de cuerpo: representaciones del género y de las disidencias sexo-genéricas en Latinoamérica. Madrid: Iberoamericana Verveurt.
Navarro Morales, M. (2016) “Resignificación subversiva y práctica contrasexual en ´Juana y la cibernética` de Elena Aldunate. Identidades, Políticas y Teorías de Género”. En Identidades, políticas y teorías de Género, ed. por Prado, M. y Gómez, N. Valparaíso, Chile: Puntángeles – Universidad de Playa Ancha, pp. 189-198.
Nómez, N. (1992) Poesía chilena contemporánea. Breve antología crítica. Santiago de Chile: Andrés Bello.
Novoa, M. (2011) “Elena Aldunate, una visionaria galáctica enclaustrada en el Chile de hace un siglo”. En Cuentos de Elena Aldunate: la dama de la ciencia ficción, ed. por Cortés Correa, M. y Jaque Hidalgo, J. Santiago de Chile: Cuarto Propio, pp. 39-58.
Olea, R. (2010) “Escritoras de la generación del 50: claves para una lectura política”. En Universum, Vol. 25, Nº 2, pp. 101-116.
Ortiz de Zárate, V. (2010) “´¡Estamos en guerra, señores!`. El régimen militar de Pinochet y ´el pueblo`, 1973-1980”. En Historia, Vol. 43, Nº 1, pp. 163-201.
Pizarro, A. (1990) “Gabriela Mistral en el discurso cultural”. En Una palabra cómplice: encuentro con Gabriela Mistral, ed. por Soledad, F. y  Olea, R. Santiago de Chile: Corporación de Desarrollo de la Mujer La Morada; Cuarto Propio; Isis Internacional.
Pizarro Obaid, F. (2020) “María Elena Aldunate: la reinvención de la mujer chilena a la luz de la ciencia ficción y lo fantástico”. En Chasqui, Vol. 49, Nº 1, pp. 148-163.
Pizarro Romero, A. (2003) “Mitos y construcción del imaginario nacional cotidiano”. En Atenea, Nº 487, pp. 103-111.
Popovic, P. (2011) “La sociocritique. Définition, histoire, concepts, voies d’avenir”. En Pratiques, Nº 151-152, pp. 7-38.
Pratt, M. L. (2000) “Des-escribir a Pinochet: desbaratando la cultura del miedo en Chile”. En Nomadías, tr. por Dominique K. y Lagos, M. I., Vol. 2, pp. 17-32.
Pupin, A. M. (2020) “A hispanidade reivindicada: Pinochet e a apropriação do franquismo no Chile (1973-1975)”. En Revista Eletrônica da ANPHLAC, Vol. 20, Nº 29, pp. 185-204.
Rodríguez López, S. (2016) “La Sección Femenina, la imagen del poder y el discurso de la diferencia”. En Feminismo/s, Nº 16, pp. 233-257.
Saavedra Vásquez, J.; Farías Olavarría, F. (2014) “Construcción neoliberal de la política social chilena en el discurso de Pinochet”. En Katálysis, Vol 1, Nº 17, pp. 22-30.
Santos Herceg, J.; Pizarro, M. C. (2020) “Cuentos de fantasmas. Persistencia espectral de los centros de detención y tortura chilenos”. En Kamchatka. Revista de análisis cultural, N º 15, pp. 315-331. DOI:https://doi.org/10.7203/KAM.15.17439I
Soubeyroux, J. (1985a) “Espacio y tiempo como base para una lectura sociocrítica de Gracias por el fuego de Mario Benedetti”. En Anales de Literatura, Nº 4, pp. 439-463.
Soubeyroux, J. (1985b) “Ideología de la ´puesta en texto` en ´La tía Julia y el escribidor` de Mario Vargas Llosa”. En Estudios de Lingüística del Español, Nº 3, pp. 113-128.
Suárez Hernán, C. (2016) “Claves temáticas en la narrativa chilena escrita por mujeres en la generación del 50: Merdeces Valdivieso, María Elena Gertner y Elisa Serrana”. En Cartaphilus. Revista de investigación y crítica estética, Nº 14, pp. 204-219.
Tagle Orellana, G. (2018) “Prensa escrita y policía secreta en chile (DINA-CNI) durante la dictadura la reformulación del discurso en el caso Marta Ugarte”. En Historia 396, Vol. 8, Nº 2, pp. 285-309.
Tessada Sepúlveda, V. (2010) “La Secretaría Nacional de la Mujer y la Sección Femenina. Ecos hispanistas en la dictadura militar chilena (1973-1990)”. En Cuadernos Kóre, Vol. 1, Nº 3, pp. 62-70, [en línea] disponible en <https://e-revistas.uc3m.es/index.php/ck/article/view/1212> [12.12.2021]
Vázquez, M. E. (1983) “Angélica Gorodischer, una escritora latinoamericana de ciencia-ficción”. En Revista Iberoamericana, Vol. 49, Nº 123, pp. 571-576.
Velasco Villegas, J. I. (2015) “Violencia, medios de comunicación y estado securitario en Chile”. Tesis de Licenciatura. Santiago de Chile: Universidad de Chile.
Wahnón, S. (2009) “Estética y hermenéutica literaria. La hermenéutica de M. M. Bajtín”. En El problema de la interpretación literaria : fuentes y bases teóricas para una hermenéutica constructiva, coord. por Wahnón, S.  Vigo, España: Academia del Hispanismo, pp. 79-116.
Weiss, M. T. (2016) “Historias de (des)aparecidos. Un abordaje antropológico sobre los fantasmas en torno a los lugares donde se ejerció la represión política”, Estudios en Antropología Social, Vol 1, Nº 1, pp. 33-49.
Zavala, I. M. (2007) “La injuria, la palabra poética, la realidad: Lacán y vuelta a la metáfora”. En La (re)conquista de la realidad: la novela, la poesía y el teatro del siglo presente, coord. por Escalera Cordero, M. Madrid: Tierradenadie Ediciones, pp. 69-78.
Zavala, I. M. (2003) “Lacan y cómo interpretar los textos”. En Ensayistas.org [en línea] disponible en <https://www.ensayistas.org/antologia/XXA/zavala/zavala2.htm> [9.10.2021].
Zavala, I. M. (1991) “Lo imaginario social dialógico”. En Sociocríticas. Prácticas textuales, cultura e fronteras, ed. por Malcuzynski M. P. Amsterdam: Rodopi, pp. 111-128.
Zurita, F. (2022) “Políticas públicas de educación superior en Chile en contextos de crisis: transformaciones y continuidades del sistema universitario entre la Dictadura Cívico-Militar y la Postdictadura (1981-2018)”. En Archivos Analíticos de Políticas Educativas, Vol. 30, Nº 38, pp. 1-33.

ATENCIÓN
― Si desea imprimir o generar CORRECTAMENTE un PDF de este documento
Clic en el ícono verde que aparece abajo
luego seleccione «Más Ajustes» y al fondo, en Opciones
active “Gráficos de fondo” y desactive “Encabezado y pie de página”.

Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴