EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


La belleza: de lo universal a lo particular

por Viviana Carrión
Artículo publicado el 03/01/2017

“Si la idea de belleza fuera solo subjetiva, Distinta en cada hombre, nadie sabría a que se refiere otro al decir que algo es bello. Y la vida en común sería entonces, imposible…” (Savater, 2008)

 

barbieResumen
La postmodernidad con su búsqueda de relativismo extremo ha planteado el tema de la belleza desde un punto de vista igualmente relativo poniendo como ejemplo algunas culturas que se han convertido en modelos por sus exóticas formas de expresión con modificaciones corporales opuestas a los estándares de belleza occidentales, sin embargo analizando estas culturas se comprende que estas expresiones más que relacionarse con una apreciación estética como tal, representan estatus y prestigio dentro del grupo y que la atribución de belleza ha sido dada desde afuera, ya que turistas pagan por conocer a estas inusuales culturas, lo que también se ha convertido en uno de los principales sustentos económicos de estos grupos y en una forma de violación de derechos humanos en nombre del particularismo.

Desde la antigüedad se ha entendido a la belleza en base a la armonía entre sus partes, pero con los últimos estudios científicos sobre belleza se ha demostrado que biológicamente existe desde los primeros meses de vida una tendencia hacia la admiración a la simetría, en este sentido se llega a la conclusión de que existe una belleza universal y que la particularidad de cada cultura está relacionada con el estatus.

Palabras Clave:
Belleza, Cultura, Particularismo, Universalismo, Derechos Humanos

Abstract
The postmodernism with the search of extreme relativism has propose the theme of beauty from an relative equal point of view, taking for example some of the most exotic cultures, for they rare forms of expression with their body modification, opposite to the beauty standards from occident, nevertheless analyzing these cultures one understand that this expressions relate more with social status and prestige inside their group than with aesthetics appreciation. This beauty appreciation has been made from outside, because tourist pay to know these unusual cultures, what it has become in one of the main economical profit of these groups and in one way of human rights violation in name of particularism.

From old times it has understood beauty from the base of harmony between their parts, but with the last scientific studies about beauty it has prove that biologically does exist, from the first months of life a tendency to admire symmetry. In this sense it concludes that there is a universal beauty and the peculiarity from each culture is more related with their status.

Keywords:
Beauty, Culture, Particularism, Universalism, Human Rights

1.- Preámbulo
El ícono de belleza occidental de nuestra época es por excelencia la muñeca Barbie, desde su aparición en el año 1959 ha despertado gran fascinación en niñas y adultos, “Cada minuto se venden más de 120 Barbies alrededor del mundo. Alrededor de 800 millones de Barbies y sus amigos se han vendido desde su aparición en 1959” (Rivera , 2014). Como también ha generado gran controversia, la discusión generada tiene que ver con el ideal femenino de belleza que representa esta muñeca, algunas posturas tanto desde la psicología como desde las ciencias sociales plantean que el ideal que muestra la Barbie no tiene nada que ver con la realidad, que además es imposible de alcanzar y que no representa a las variadas concepciones de belleza de las diferentes culturas alrededor del mundo.

La famosa muñeca y sus características acompañan el crecimiento de las niñas, creando una distorsión de la realidad, mostrándoles (…) un cuerpo irreal, compuesto por una cintura diminuta, piernas y brazos largos e híperdelgados y sus medidas perfectas que responden al canon de belleza. Al crecer con esta imagen, las niñas crean en sus mentes y viven en base a un ideal de belleza impuesto. (Babor,2014)

En los últimos años algunas corrientes feministas han satanizado dicha muñeca, mostrándola como enemiga acérrima de las niñas, por considerarla mala influencia al mostrarse superficial, vanidosa e inducir a las niñas a imitar su aspecto físico. Lo cierto es que la muñeca Barbie ha alcanzado un éxito a nivel mundial que continua hoy en día, pese a los intentos de competencia del mercado promoviendo muñecas con otras características.

Ante esto, surge una pregunta ¿cuál es el trasfondo de la fascinación hacia la Barbie? o en términos más generales ¿cuál es el trasfondo de la fascinación hacia un determinado tipo de belleza?, yendo más allá de las conocidas premisas como que la belleza occidental representa un estereotipo social y cultural que se imita por aculturación y por influencia externa, en este ensayo se recurre además de a los aspectos sociales, a la biología y a la filosofía, para analizar la belleza.

2.- La concepción de la belleza desde la antigüedad
La apreciación de la belleza existe desde la propia existencia humana, desde la filosofía e incluso desde las matemáticas se ha discutido sobre qué es lo bello o qué es lo que posee belleza. Para Pitágoras, existe una importante conexión entre matemáticas y belleza, ya que para él, los objetos que poseen simetría son los más llamativos y el principio de todas las cosas son los números.“Con Pitágoras nace una visión estético matemática del universo: las cosas existen porque están ordenadas, porque en ellas se cumplen leyes matemáticas, que son a la vez condición de existencia y de belleza” (Eco, 2005, pág. 61).

Las ideas pitagóricas se plasmaron también en la música, la arquitectura y en la psicología.

Las relaciones que regulas las dimensiones de los templos griegos. Los intervalos entre las columnas o las relaciones entre distintas partes de las fachadas corresponden a las mismas relaciones que regulan los intervalos musicales. La idea de pasar del concepto aritmético del número al concepto geométrico especial de relaciones entre distintos puntos es pitagórica. (Eco, 2005, pág. 64).

Aristóteles igualmente concebía la belleza como orden, simetría y precisión, además encontraba una relación subyacente entre esta y las matemáticas.

(…) Por su parte, las formas supremas de la Belleza, son el orden, la proporción y la delimitación, que las ciencias matemáticas manifiestan en grado sumo. Y puesto que éstas (me refiero, por ejemplo, al orden y la delimitación) son, a todas luces, causas de muchas cosas, es evidente que hablan en cierto modo de esta causa, la causa como belleza. (Aristóteles, 1994)

Con el arte griego se racionaliza la belleza, deja de ser algo abstracto y se concibe como un sistema de medidas y proporciones en el que el ser humano se convierte en el principal referente de belleza. La principal característica del arte griego es superar el caos para mantener el orden, donde el orden se entiende como base del ideal de belleza espiritual, “la medida y la proporción realzan en todas partes la belleza y la virtud” (Platón citado en Mujeriego, 2000), donde la simetría, la proporción, la armonía y el equilibrio son los conceptos fundamentales. Todo está basado en la proporción, lo que da lugar a la armonía.

El interés de las proporciones humanas fue la principal característica del arte clásico, se establecieron proporciones matemáticas entre la altura total del cuerpo humano y el alto de la cabeza, siete a ocho cabezas sobre la estatura, estableciendo así el ideal de un cuerpo armónico y equilibrado.

En el renacimiento se da la apertura a valores morales y estéticos, así como la reivindicación de ciertos elementos de la cultura griega, se redescubren las proporciones matemáticas del cuerpo humano, un ejemplo claro es el hombre de Vitrubio de Leonardo Da Vinci, que representa un estudio de dichas proporciones, realizado a partir de los textos del arquitecto Vitrubio, el cual definió cuales debían ser las proporciones de cada parte del cuerpo exactas en referencia a las dimensiones generales del mismo, este es conocido como el “canon de las proporciones humanas”.

Se empieza a comprender que es lo que lleva a que algo sea considerado bello, que existe una admiración implícita a esta simetría que le da una lógica a un concepto que se tenía como puramente abstracto.

(…) Toda la evolución del arte se articula en este proceso general de racionalización, lo irracional pierde toda eficacia. Por bello se entiende la concordancia lógica entre las partes singulares de un todo, la armonía de las relaciones expresadas en un número, el ritmo matemático de la composición (…) la proporcionalidad es la sistematización de las formas particulares (…). (Hauser, 1951)

A partir de esta base de orden y simetría entre sus parte se entendía la belleza y era el requisito que debía cumplir cualquier obra de arte, se mantuvo más o menos esta concepción hasta la edad moderna en la que se comienza a entender la belleza desde lo relativo, donde los elementos de lo sublime, lo asombroso, la desproporción y lo dramático juegan un rol importante, la edad contemporánea lleva esto a los extremos, en palabras de Eco (2005) nuestra época “se halla rendida a la orgía de la tolerancia, al sincretismo total, al absoluto e imparable politeísmo de la belleza” (pág. 428).

3.- La belleza desde lo cultural
Sin duda, la concepción de la belleza en la modernidad ha buscado más respuestas que la armonía y la proporción, aún más, la posmodernidad le ha otorgado la relatividad absoluta con el lema de “la belleza es relativa” unido a las preguntas de ¿qué realmente es belleza? y ¿quién puede juzgar lo bello?, sosteniendo que estás preguntas son imposibles de responder de manera general y que el concepto de belleza depende únicamente de la percepción de quién lo juzgue, es decir que cada cultura o persona tiene sus diferentes concepciones y estás pueden distar mucho unas de otras.

En internet, redes sociales y revistas circulan populares artículos sobre la relatividad en la belleza, entre los ejemplos más cliché de la diversidad estética cultural se encuentran las mujeres del grupo étnico Karen del norte de Tailandia, coloquialmente conocidas como las mujeres “cuello de jirafa” por los anillos de cobre que llevan alrededor del cuello, otro ejemplo son las mujeres mursi de Etiopía con sus llamativos platos de arcilla incrustados en los labios, se han hecho igualmente populares las mujeres obesas de Mauritania por su inusual “estándar” de belleza, que contradice absolutamente con la delgadez de los cuerpos occidentales. La admiración de los chinos por los pies pequeños y deformados es otro de los extravagantes mitos que los buscadores de belleza alternativa ejemplifican.

Por su parte, la antropología en numerosos estudiosos ha mostrado como cada cultura valora determinadas características asociadas a la atracción, particularidades difíciles de encontrar en otras culturas, sin embargo no se ha mostrado contundentemente que dichas características representen necesariamente la belleza, lo que más bien pareciera estar bastante presente en estas culturas es el importante peso que le dan o le daban al estatus y la posición social, estatus que tienen orígenes muy apartados de una apreciación estética como tal.

A continuación se analiza estas excéntricas costumbres de las culturas señaladas y el rol que cumplen dentro de su grupo social, lo que lleva a dilucidar hasta qué punto se puede entender estas costumbres como una expresión de belleza.

Las padaung
Las padaung (palabra que se traduce al español como cuello largo) forman parte del grupo étnico Karenni, una de las minorías étnicas tibeto-birmanas. Las mujeres de este grupo, actualmente refugiadas en Tailandia, llevan en el cuello unos anillos de cobre o latón, anillos que van aumentando conforme las mujeres van creciendo, separando así sus vértebras cervicales.

Aunque no se conoce con exactitud el origen de esta costumbre, éste parece estar alejado de una apreciación estética por parte de los miembros de la cultura, es más, como señala la siguiente cita el uso de los aros en el cuello representaría todo lo contrario.“To have started as a way of making women look unattractive to their enemies so that they would not carry them away as slaves or concubines” (1) (Kislenko, 1984, pág. 122)

Aunque desde afuera se dé por sentado que los aros en el cuello son una cuestión estética, investigadores encuentran otras razones que van más allá de la belleza, parafraseando a Louise Park, (1961) en su texto “Extreme Fashions”, argumenta qué, aunque la explicación más común de que los anillos en el cuello representan belleza, de acuerdo con el mito Padaung, los anillos en el cuello se emplearon para detener a los tigres de morder a las mujeres. Igualmente Krislenko, habla de esta posibilidad, “It may also be based on the fear of attacks by tigers, who grip their prey by the thoats” (Kislenko, 1984, pág.122)

Una mujerer padaung, mediante una entrevista, comenta que, si bien no están seguras de los orígenes del uso de los anillos en el cuello, considera que el origen con la intención de hacerlas menos atractivas a los ojos de los fuereños es una gran probabilidad: “Una historia dice que para proteger a mujeres que puedan casarse con chicos de la tribu del frente” (Mundo Escuela, 2003).

Un aspecto importante a tomar en cuenta es que esta costumbre es actualmente sostenida únicamente por el turismo, cada año miles de turistas se sienten atraídos por los exóticos cuellos de estas mujeres y pagan por verlas y comprar sus artesanías. Aunque las Naciones Unidas se ha opuesto:

“(…) La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR) recomendó a los turistas que no visiten la tribu Padaung en Tailandia porque considera que los convierten en “zoológicos humanos” (Ruiz, 2009).

Los miembros de este grupo afirman que el turismo es la base de su economía y las posibilidad una mejor vida y que por lo tanto se sienten orgullosos de continuar con la tradición de los aros en el cuello.

Las mursi
Los mursi de Etiopia son un grupo de pastores nómadas que viven en el área de Debub Omo, Aproximadamente son 9.000 miembros. Viven principalmente en las estepas de Jinka y las montañas del Omo Park, cerca de Sudán. Las mujeres mursi perforan sus labios inferiores en la adolescencia o juventud, ensanchando la perforación gradualmente hasta conseguir el tamaño deseado.

La costumbre dicta que, cuando una mujer alcanza los veinte años, se practica un corte bajo su labio inferior que crea un pequeño orificio entre el labio y el tejido que hay debajo. A lo largo del siguiente año, este agujero se va estirando progresivamente hasta formar un “bucle labial” lo bastante grande para insertar, entre el labio y la boca, un platillo circular de barro que tiene un surco alrededor como el de una polea. A medida que se estira el labio, el plato se va sustituyendo por uno mayor (…). (Briggs, 2010, pág. 142)

Existen diferentes teorías respecto al origen de esta práctica, como que el tamaño del plato labial está relacionado con el tamaño de la dote de la mujer, es decir que el tamaño del plato depende del tamaño del patrimonio que tenga la mujer, lo que conlleva a que los hombres las consideren más atractivas según mayor sea el diámetro de plato que lleven.

Siguiendo a Brigg (2010), la aparentemente falsa teoría de que el origen del uso de los platos en el labio se debe a que la deformación labial hace que las mujeres no se vean atractivas y así restringir el adulterio y rapto, no es tan falsa.

Al contrario de lo que uno podría creer, al juzgar por las fotos publicitarias, las mujeres mursi no llevan el plato labial todo el día, pues resulta demasiado pesado e incómodo. Así que las pobres van por ahí con una mueca que parece un puchero monumental, con sus labios estirados colgando por debajo de la barbilla (…). (Briggs, 2010, pág. 142)

Que el tamaño de sus labios representa a la dote y a la valentía de la mujer también es posiblemente falso, ya que siguiendo a Turton (2004)“Their marriages had already been arranged, and the amount of bridewealth to be paid by their husband‘s families had already been agreed, before they had their lips pierced(2). (pág. 3).

Por lo tanto, la falsedad de esta teoría desmentiría la atracción originada por la dote. Por otro lado parafraseando a Turton, el autor explica qué, si se le pregunta a las propias mujeres mursi el porqué del labio perforado, la respuesta es simple, porque es una costumbre de su pueblo que pasa de generación en generación o porque con el labio perforado se sienten mujeres adultas y listas para contraer matrimonio, lo que les confiere estatus, es decir su mayor simbolismo podría representar un paso de transición de la niñez a la adultez.

Actualmente, igual que ocurre con los padaung, la costumbre es sostenida por el turismo. En los folletos turísticos de la región se presentan a los mursi como uno de los últimos silvestres de Africa.“Inhabited by wild animals, naked warriors and women with stretched lips. In fact, they rarely encounter large game animals and appear to be more attracted by the opportunity to see and photograph the local people” (3) (Turton 2004, pág. 5)

La práctica del labio perforado igualmente representa un importante activo económico para las mujeres mursi y sus esposos, en palabras de un miembro de los mursi: “If your wife has a large lip-plate, she can fill your cattle compound”(4). (Turton 2004, pág. 5)

Las mauritanas
Localizadas en el noroeste de África, las mujeres de mauritanas, principalmente de las áreas rurales y que tienen raíces en la tradición Bereber, ejercen la práctica de engordar desde niñas, para lograr tal propósito las niñas son obligadas a comer gran cantidad de calorías, incluso a pasar temporadas en grajas donde se las sobrealimenta y se les impide realizar el mínimo esfuerzo físico para que puedan ganar peso, a esto se conoce como Leblouh.

Si bien las mauritanas engordan a sus hijas porque los hombres buscan mujeres gordas para casarse, ya que estar excedida de peso representa estatus social, incluso existe el dicho muy popular en la región “el volumen de una esposa se corresponde con el espacio que ocupa en el corazón de su marido”, esta práctica tiene un origen muy alejado del aparente atractivo físico que causa la gordura, más bien, el origen se lo encuentra en la tradición bereber, que consideraba que sólo un hombre adinerado podía darse el lujo de tener una mujer con sobrepeso.

Mauritanian tradition holds that among women, rolling layers of fat are the height of sexiness. The preference originated centuries ago among the Moors, nomadic Muslims of Arabic and Berber stock who make up two-thirds of Mauritania’s 3.1 million people. To the ancient Moors, a fat wife (much like fat livestock) was a symbol of a man’s wealth, proof that he had enough riches to feed her generously while others perished in the drought-prone terrain.(Haworth, 2011).

Como dice Haworth, la gordura de una mujer era la representación simbólica de la riqueza de su esposo, además siguiendo a Duval, mientras mayor era la gordura de la mujer, ésta estaba imposibilitada de realizar tareas, esto suponía que el hombre podía darse el lujo de solventar muchos empleados, es decir el hombre ganaba prestigio con la gordura de su esposa.

Historians say the practice dates back to pre-colonial times when all Mauritania’s white Moor Arabs were nomads. The richer the man, the less his wife would do – the preference being for her to sit still all day in her tent while her black slaves saw to household chores(6). (Duval, 2009)

Por otro lado, esta práctica está íntimamente ligada al matrimonio precoz y a una temprana sexualización de las niñas, las madres engordan a sus hijas esperando que se desarrollen más rápido y así puedan casarlas lo más pronto posible, como en el siguiente párrafo lo cuenta una mujer mauritana:“For Vayza, fattening was supposed to lead to an early marriage to a cousin, as size was more important than age in the eyes of society. “I was forced to marry at the age of 14, and I faced many difficulties in my married life,” she said”(7). (Mohamed Yahya Ould Abdel Wedoud, 2009)

La preocupación de las madres por casar a sus hijas a temprana edad es el resultado de la pobreza en que viven, ya que Mauritania es uno de los países más pobres del continente africano.

Los pies deformados de las mujeres chinas
Hasta el año 1912 en China era generalizada la costumbre de vendar los pies de las niñas a partir de aproximadamente los seis años, con el fin de evitar el crecimiento natural, lo que conseguía un pie deformado de un increíble tamaño de entre siete y doce centímetros de tamaño.

La costumbre dictaminaba que una mujer era más atractiva mientras más pequeños tenía los pies, como en muchas de estas costumbres, así como las analizadas anteriormente, no se conoce con precisión el origen de dicha práctica, sin embargo muchos investigadores coinciden con que se debió a que en el siglo X, una parienta (concubina o hija) del emperador Li Yu, que tenía los pies naturalmente pequeños se puso unas vendas y bailo para los invitados.

Foot-binding is said to have been inspired by a tenth-century court dancer named Yao Niang who bound her feet into the shape of a new moon. She entranced Emperor Li Yu by dancing on her toes inside a six-foot golden lotus festooned with ribbons and precious stones (…)Gradually, other court ladies—with money, time and a void to fill—took up foot-binding, making it a status symbol among the elite(8). (Foreman, 2015)

Así esta tradición con el tiempo fue llegando a todos los sectores sociales de la China, como símbolo de estatus, ya que los pies pequeños se convirtieron en símbolo de riqueza, las mujeres con los pies deformados quedaban impedidas de ocuparse de tareas y trabajos, esto representaba la buena posición social de sus familias. Pero la causa de que esta costumbre haya pervivido por tantos años va más allá, según Foreman, (2015), el vendaje de los pies representaba un orgullo nacional de la China, en tiempos de la invasión mongólica, era su marca de superioridad cultural.

Foot-binding, which started out as a fashionable impulse, became an expression of Han identity after the Mongols invaded China in 1279. The fact that it was only performed by Chinese women turned the practice into a kind of shorthand for ethnic pride. Periodic attempts to ban it, as the Manchus tried in the 17th century, were never about foot-binding itself but what it symbolized. To the Chinese, the practice was daily proof of their cultural superiority to the uncouth barbarians who ruled them. It became, like Confucianism, another point of difference between the Han and the rest of the world. Ironically, although Confucian scholars had originally condemned foot-binding as frivolous, a woman’s adherence to both became conflated as a single act(9).(Foreman, 2015)

Otra razón aún más drástica que señala la misma autora, es que la idealización de los pies deformes e inutilizados representaba la excesiva conformidad de las mujeres a no vivir más que para servir a sus esposos.

Earlier forms of Confucianism had stressed filial piety, duty and learning. The form that developed during the Song era, Neo-Confucianism, was the closest China had to a state religion. It stressed the indivisibility of social harmony, moral orthodoxy and ritualized behavior. For women, Neo-Confucianism placed extra emphasis on chastity, obedience and diligence. A good wife should have no desire other than to serve her husband, no ambition other than to produce a son, and no interest beyond subjugating herself to her husband’s family—meaning, among other things, she must never remarry if widowed. Every Confucian primer on moral female behavior included examples of women who were prepared to die or suffer mutilation to prove their commitment to the “Way of the Sages”. The act of foot-binding—the pain involved and the physical limitations it created—became a woman’s daily demonstration of her own commitment to Confucian value(10). (Foreman, 2015).

Por su parte, la fotógrafa británica Jo Farrell que fotografió y entrevisto a ancianas chinas , las últimas mujeres que se sometieron a esta práctica, tras conversar con más de cincuenta de ellas, Farrel afirma que el vendaje de los pies era algo que todas querían hacerlo, ya que representaba una mejor vida para las mujeres, una oportunidad de conseguir esposo.“Los casamenteros preferían a las mujeres de pies vendados porque esto demostraba que podían tolerar el dolor y que «no se quejarían como esposas”. (Farrel citada en Josephine McDermott, 2015)

Las mujeres padaung, mursi, las mauritanas y las mujeres chinas (hasta más o menos principios el siglo XX) otorgan un importancia fundamental a conservar la tradición que la heredaron de sus madres, de sus abuelas y de las ancianas de su pueblo porque esta les otorga el sentimiento de pertenencia común, de identificación con sus familias y con su pueblo, como se puede evidenciar en cualquier pueblo o cultura. Ni los inicios de estas prácticas, ni la continuación responden a una concepción de la belleza en sí, es decir en ningún relato ya sea emic (dentro de la cultura) o etic (fuera de la cultura) existe una importante base que pueda llevar a sostener que sus prácticas de perforarse los labios, engordar hasta la obesidad, alargarse el cuello o deformarse los pies tenga que ver con una valoración de belleza dentro del grupo, entendido a la belleza como una experiencia o apreciación estética no racional.

Siguendo a Kitaro Nishida (1900), según la interpretación del idealismo alemán de Kant, la belleza es un placer vivenciado de forma instantánea: un momento en el que uno olvida desinteresadamente, cuando sea ventaja o desventaja, ganancia o pérdida para sí mismo.

Para Kant “Lo bello es objeto de una satisfacción desinteresada. Juzgamos algo bello cuando lo contemplamos ajenos al agrado, al interés o utilidad o al aspecto de bondad que encierra (…) lo bello es objeto de una satisfacción universal” (Kant, 1930, en Marinez, 1952)

En japonés según Nishida (1900) tienen una palabra para expresar esto “mu-ga” no-yo, significa el salir de sí mismo, el éxtasis. Este éxtasis es lo fundamental en la percepción de la belleza, la percepción de lo bello no puede existir sin este elemento, sea cualquiera el placer que se experimente. Si bien la belleza produce placer, el placer no siempre produce belleza, por ejemplo; la fama, la riqueza o el comer y beber por mucho placer que provoquen no por eso se los considera belleza. “La verdad subyacente a la belleza no se alcanza mediante la facultad de pensar; es una belleza intuituva…surge ante nosotros como un estímulo que nos impacta de repente desde el fondo del corazón” (Nishida, 1900, pág. 15)

En este sentido, las prácticas de dichas culturas quizá proporcionen un tipo de placer, ya sea social y/o económico, sin embargo este no es considerado belleza, por supuesto una abundancia de ganado genera placer, un gran ejemplo de esto se lo ha citado anteriormente, cuando un hombre murci demuestra la satisfacción que le provoca una mujer con un gran plato en los labios, ya que esta puede generar mucho ganado, o en el ejemplo de las mujeres mauritanas, por supuesto que un hombre que gana prestigio, fama y reconocimiento con la obesidad de su o sus esposas está lleno de orgullo y placer, con los pies deformados de las mujeres chinas se tiene un escenario similar, una mujer con los pies inutilizados generaba prestigio de doble lado para sus esposos, representaba riqueza y fidelidad, para las mismas mujeres representaba la idea de un logro personal que incluso llegó a convertirse en un ideal nacional. En otras palabras, por llamarlo así, quizá una belleza funcional haya sustituido la belleza estética.

Se apartan de la belleza, porque responden a un ideal social que conlleva una ventaja, un interés que despoja de toda espontaneidad, una característica importante del placer estético. En la actualidad, como se ha visto, al parecer estas prácticas ni siquiera responden a un ideal social dentro del grupo, responden únicamente a factores económicos y fuera del grupo responden a factores románticos culturales, que tiene que ver con corrientes particularistas, siguiendo a Mansilla “(…) La revalorización de los particularismos nacionales y étnico-culturales, que está asociada al romanticismo del siglo XIX y a ciertas doctrinas antioccidentales conservadoras (…)” (Mansilla, 2014, pág. 19)

Si bien, se considera que la belleza, el placer estético, se encuentra fuera de la razón, fuera de la utilidad y fuera de la conveniencia. Según Lassvintz y Cohen, “El hombre posee un sentimiento estético natural y una especie de sentido innato de belleza, en virtud del cual reviste las cosas, de suyo indiferentes, del adorno de lo bello. De esta forma la belleza se coloca dentro de lo inexplicable, por encima de toda razón objetiva y aún de toda consideración subjetiva” (Citados en Martínez, 1952, pág. 323). El porqué de la belleza, el trasfondo del placer experimentado ante lo bello, lo que subyace al deleite estético tiene una base lógica y según recientes investigaciones inclusive una base científica.

4.- La ciencia de la belleza
Contraria a las posiciones que defienden la relatividad de la belleza y su sentido abstracto, la ciencia, específicamente la neurobiología, en los últimos años ha podido demostrar su tangibilidad en el cerebro humano, es más, ha llegado a mostrar que existe una región cerebral que es capaz de detectar la belleza en el arte; tanto en la pintura como en la música y también en rostros de personas. Esta región es conocida como la corteza orbito frontal medial.

En su investigación sobre neuroestética, Campos (2010) se pregunta qué tienen en común artistas como Praxiteles, Fidias, Apeles, entre otros, artistas universalmente alabados y que no han perdido importancia a lo largo del tiempo. La respuesta se la debe buscar dice en los valores intrínsecos que tienen, más allá de la técnica y los valores culturales específicos. En estos artistas podemos apreciar el valor canónico e icónico de las representaciones, todas sus obras representan valores ideales para expresar la belleza que no tienen nada de nuevo, se las puede encontrar desde las matemáticas de Euclides, o lo que se conoce como “divina proporción”. La belleza es en este sentido expresada en términos físicos de proporción y armonía, elementos que también se encuentran en la naturaleza.

Al parecer todo se trata de la lucha por la supervivencia de nuestros antepasados, según la neurociencia y su rama la neuroestética, que es la que estudia específicamente la apreciación de la belleza. Diversas investigaciones en este ámbito, coinciden en que se ha desarrollado la capacidad para apreciar la belleza como una ventaja en la lucha por sobrevivir, al asociar lo que nos produce placer con lo benigno y lo que nos repugna con lo peligroso.

Según dice la neurocientífica Dahlia Zaidel, en Canadá, las respuestas positivas e innatas a la belleza “están arraigadas en nuestros ancestros biológicos, en particular cuando se trata de rostros” Por eso el atractivo de un rostro influye en muchos aspectos de la vida (Zaidel citada en Guerrero, 2013).

El truco de la evolución dice Denis Dutton (11), habría sido hacer que ciertas cosas beneficiosas para la supervivencia aparecieran como bellas a los ojos de los humanos, que ejerzan una atracción sobre él y le otorgaran placer por el simple hecho de contemplarlas.

En el instituto tecnológico de California un estudio ha encontrado que la emoción y el placer están intrínsecamente relacionados con la belleza;

En 2003 diseñaron un experimento para examinar qué ocurre en el cerebro cuando un individuo experimenta la sensación de belleza, o como se dice técnicamente, estudiar los correlatos neuronales de la belleza. O’Doherty y su equipo encontraron que la región orbitofrontal del cerebro —región relacionada con las emociones y el placer— se activa al contemplar rostros atractivos, y que la respuesta es todavía mayor frente al estímulo de una sonrisa. (Guerrero, Verónica 2013, pág. 12).

Otros estudios con bebés, muestran que desde los primeros meses de vida los bebés sienten una atracción hacia los rostros más simétricos. La psicóloga Judith Langlois junto con sus colegas en 2004, mostró a 45 bebes de entre dos a tres meses y de entre seis a ocho meses, sin un orden establecido, rostros con diferentes grados de atractivos. Los investigadores llegaron a la conclusión que los bebes además de mirar por más tiempo los rostros atractivos, ya hacen una categorización en rostros atractivos- no atractivos, y se comportan de forma más positiva hacia las personas atractivas y de forma negativa a las personas poco atractivas, porque las asocian con diferentes estímulos (12).

Langlois realizo otro estudio con bebés, pero esta vez incluyo también a adultos, tomo varias fotografías de varones y mujeres, y se las enseñó primeramente a los adultos para que éstos las categorizaran en función de su atractivo, luego mostró las mismas fotografías a bebés de entre tres y seis meses, los bebés se quedaron viendo por mucho más tiempo las fotografías que los adultos habían señalado como las más atractivas (13).

El papel prioritario de la biología lo ha demostrado también la psicóloga Nancy Etcoff de la Universidad de Harvard, quien ha dedicado toda su vida al análisis científico de la belleza en el desarrollo de los humanos. Etcoff (2001) afirma que “la manera en la que se hace gala de la belleza puede variar (…) Pero, en el fondo, existe una especie de contexto universal de lo que nos parece bello (…) el cerebro humano siente predilección por ciertas características de los rostros que se consideran bellos. Casi sin importar de qué cultura provengamos, nos gusta la simetría” (14)

Parafreseando a Etcoff (2001), desde el inicio de la humanidad, inconscientemente la apariencia física y facial simétrica ha provocado reacciones agradables que se pueden definir a manera general como atracción, detrás de las cuales se encuentran las razones evolutivas ya mencionadas.

Por su parte, la bióloga y antropóloga Helen Fisher, dice que la predilección sobre la proporción es una herencia del reino animal:

La simetría es bella para los insectos, las aves, los mamíferos, todos los primates y las personas de todo el mundo” (Gangestad y Thornhill 1997, citados en Fisher, 2004). (…) La mosca escorpión hembra busca una pareja que tenga las alas uniformes. Las golondrinas prefieren parejas que tengan la cola bien proporcionada. Los monos se decantan por consortes que tengan los dientes simétricos. (Fisher, 2004, pág. 124).

En un estudio realizado con su equipo de profesionales, Fisher (2004) escaneó el cerebro de un grupo de personas, según los resultados, las personas que miraban las fotos de sus parejas que eran más atractivas (es decir más simétricas) mostraban mayor actividad en el AVT (el área ventral tegmental), “Y en el AVT abunda la dopamina, el neurotransmisor que proporciona la energía, la euforia, la atención concentrada y la motivación necesarias para conseguir una recompense” (Fisher, 2014, pág. 125).

5.- Conclusiones
se ha comenzado este ensayo mencionando a la muñeca Barbie, ya que ésta representa la belleza ideal, con la base en los estudios que la ciencia en los últimos años ha realizado sobre la belleza, se puede sostener que este ideal de belleza en base a proporciones y simetría, tiene una importante base biológica, lo cultural por supuesto no deja de tener su importancia en cuanto a lo que se considera atractivo, sin embargo, como se ha visto, no existen elementos que permitan afirmar que en las culturas analizadas y tan populares hoy en día, los cuellos largos, los labios y pies deformados y la obesidad representan belleza como tal dentro de su grupo social.

La belleza no necesita de un intermediario, ni de una explicación, entra en el cerebro inmediatamente, no se necesita primero que uno se haga a la idea de que algo es belleza, no se necesita creer que algo es belleza para que cause placer, posee un valor intrínseco, a diferencia del prestigio y el estatus, que son valores que conllevan un ideal colectivo dentro de un sistema simbólico. Una situación similar de la belleza, en contraposición con el contenido se encuentra en el arte contemporáneo, en el cual absolutamente todo sin restricción, cualquier actividad o manifestación humana puede ser considerada como arte, puesto que su valor recae únicamente en su contenido simbólico.

En algunas culturas, posiblemente en el inicio de sus prácticas ha predominado una necesidad social, como por ejemplo el poder demostrar que un varón podía darse el lujo de tener una mujer obesa, es decir, este reconocimiento social ha sido lo bastante fuerte como para que predomine el contenido cultural y se reste importancia a la belleza, sin embargo, eso no quiere decir que la admiración hacia la belleza simétrica no exista. “Si visitamos una aldea de Nueva Guinea y sentados alrededor del fuego del campamento señalamos al hombre o la mujer que nos parecen más guapos, los nativos estarán de acuerdo con nosotros” (Gangestad y otros 1994, citados en Fisher 2004, pág. 124-125)

Por lo tanto, podría hablarse de una belleza Universal, lo particular vendría a ser el prestigio y el estatus que indudablemente tiene que ver con aspectos sobre atracción, pero no se los considera belleza, siguiendo a Nancy Etcoff “No hay una moda universal, pero sí que existe una belleza universal”.

La tendencia a mostrar estas prácticas culturales como una opción a la “impuesta belleza occidental”, o a la búsqueda incansable de tratar de encontrar aspectos que demuestren contraste con la cultura occidental, más bien viene de parte de corrientes postmodernas o relativistas que tratan de ignorar cualquier evidencia que contradiga sus posturas idealizadas.

(…) Los posmodernos tratan de sustituir la ciencia y la razón por la emoción, las sensaciones, la introspección, la intuición, la autonomía, la creatividad, la imaginación, la fantasía y la contemplación (Rosenau 1992, citado en Harris 1997). Dan preeminencia al corazón sobre la cabeza, a lo espiritual sobre lo mecánico, a lo personal sobre lo impersonal. (Harris, 1997, pág. 90).

En este afán de enaltecer estas diferencias, se da una paradoja, todas estas culturas cuyo “prototipo de belleza” es mostrado como la quintaesencia tribal de culturas sagradas dignas de imitar, cuyas prácticas están alejadas de los modelos de belleza occidentales, irónicamente continúan con este tipo de prácticas, ya sea únicamente por el movimiento económico que genera la visita de turistas occidentales, que se acercan a estas culturas por el exotismo que representan, o porque como en el caso de las mauritanas, necesitan que sus hijas se casen lo más pronto posible por necesidades económicas.

Un problema grave subyace, al tratar de encontrar en estas prácticas la alternativa a la “belleza occidental”, no se toma en cuenta que en estas culturas posiblemente se están o se han violado derechos humanos. “En el prosaico campo de la praxis esto significa pasar generosamente por alto los aspectos inaceptables e inhumanos de muchos regímenes socio-culturales” (Mansilla, 2008, pág. 179).

El caso del vendaje de pies de las mujeres chinas, esta práctica las inutilizaba, las dejaba lisiadas y las ponía en una situación de vulnerabilidad respecto a sus esposos, dependían de ellos absolutamente para todo. “El relativismo cultural en su vertiente más combativa imagina que las diferencias culturales están absolutamente autovalidadas y que no pueden compararse entre sí”. (Eagletón, 1997, pág. 182).

Impugnar los derechos humanos a favor del particularismo, del espiritualismo o de lo sagrado, es un serio problema de la actualidad, el universalismo y el particularismo no tienen porqué estar enfrentados, lo importante es tomar una posición crítica respecto a las prácticas culturales que por muy fascinantes que parezcan ante los observadores ajenos, no están sino en la misma lógica de los sistemas autoritarios.

 

Notas
(1) Comenzó como una forma de hacer que las mujeres se vean poco atractivas para sus enemigos, para que no se las llevaran como esclavas o concubinas. (Traducción propia)
(2) Sus matrimonios ya habían sido arreglados y la cantidad de dote que pagaban las familias de sus maridos ya había sido acordada, antes de que se perforaran los labios (Traducción propia)
(3) Habitados/poblados por animales salvajes, guerreros desnudos y mujeres con labios estirados. De hecho, ellos rara vez se encuentran con animals de caza y parece que es más atractiva la oportunidad de ver y fotografiar a la gente local.
(4) Si tu mujer tiene una gran placa de labios, ella puede llenar tu compuesto de ganado (Traducción propia)
(5) La tradición mauritana sostiene que entre las mujeres, los rollos de grasa son altamente sensuales. La preferencia se originó siglos atrás entre los moros, nómadas musulmanes árabes y bereber, que constituyen dos tercios de 3,1 millones de personas en Mauritania. Para los antiguos moros, una mujer gorda (al igual que la grasa de ganado) era un símbolo de la riqueza de un hombre, una prueba de que él tenía suficientes riquezas para alimentar su generosidad, mientras que otros padecieron en el terreno propenso a la sequía. (Traducción propia)
(6) Los historiadores dicen que la práctica se remonta a la época precolonial, cuando los árabes blancos moros de Mauritania eran nómadas. Mientras más rico el hombre, menos haría su esposa- preferentemente ella tenía que estar sentada todo el día en su tienda, mientras sus esclavos negros hacían las tareas del hogar. (Traducción propia)
(7) Para Vayza, se suponía que el engorde le llevaría a un matrimonio precoz con un primo, como el tamaño era más importante que la edad a los ojos de la sociedad. «Me vi obligada a casarme a la edad de 14 años y me enfrente a muchas dificultades en mi vida conyugal», ella dijo. (Traducción propia).
(8) El vendaje de los pies se dice que ha sido inspirado por una bailarina de la corte, del siglo X, llamada Yao Niang, que unía sus pies en forma de una luna nueva, ella fascinó al emperador Li Yu bailando con sus dedos del pie dentro de un loto dorado de seis pies, adornado con cintas y piedras preciosas. Poco a poco otras damas de la corte- con dinero, tiempo y un vacío que llenar, tomaron el pie atado y lo convirtieron en un símbolo de estatus entre la élite.
(9) Los pies atados, lo que comenzó como un impulso de moda, se convirtió en una expresión de identidad, después de que los mongoles invadieron China en 1279. El hecho de que sólo se llevó a cabo por las mujeres chinas convirtió a la práctica en una especie de taquigrafía de orgullo étnico. Eventualmente se intentó prohibirlo, como los Manchus intentaron en el siglo 17, donde nunca se estuvo en contra de los pies atados en si, sino en lo que simbolizaban. Para los chinos, la práctica fue una prueba diaria de su superioridad cultural para los toscos bárbaros que los dominaban. Se convirtió, como el confusionismo, en otro punto de diferencia entre los Han y el resto del mundo. Irónicamente, a pesar de que los “intelectuales” habían condenado el vendaje de pies como frívolo, la adherencia de una mujer a ambos se convirtió en la combinación de un solo hecho.
(10) Las formas anteriores de confucianismo habían subrayado la piedad filial, el deber y el aprendizaje. La forma que se desarrolló durante la época de Song, el neo-confucionismo, era la China más que una religión de estado. Hizo hincapié en la indivisibilidad de la armonía social, ortodoxia moral y comportamientos ritualizados. Para las mujeres el neo-confucionismo puso énfasis adicional en la castidad, la obediencia y la diligencia. Una buena esposa no debe tener ninguna intención o interés, salvo para servir a su marido, sin otra ambición de producir un hijo y no más allá de ella misma subyuganda a la familia de su marido, lo que significa, entre otras cosas, que ella nunca debe casarse si enviuda. La base del confusionismo moral era el comportamiento femenino incluyendo ejemplos de mujeres que estaban dispuestas a morir o sufrir mutilaciones para demostrar su compromiso con el «camino de los sabios”. El acto de vendarse los pues – el dolor involucrado y las limitaciones físicas que creaba- convertían el diario vivir de una mujer en la demostración de su propio compromiso con los valores del confusionismo (Traducción propia)
(11) En Campos (2010)
(12) En Langlois Judtih y otros (2004)
(13) En Nancy Etcoff (2001)
(14) Entrevista a Nancy Etcoff (2011). Punset, Eduard “Redes”.
(15) Entrevista en Redes (2011)
Bibliografía
  • Aristóteles. “Metafísica”, Traducción de Tomás Calvo Martínez, 1994. Madrid. Gredos.
  • Babor, Antonella R. (2014) “Estereotipos de belleza del cuerpo femenino” Tesis Universidad de Palermo.
  • Briggs, Philip (2010) “Etiopia” Alhena Media.
  • Campos Bueno, José Javier (2010) “Neuroestética: hacia un estudio científico de la belleza y de los sentimientos estéticos compartidos en el arte” En neuroestética. Madrid. Saned.
  • Duval, Alex (2009) “Girls being force-fed for marriage as fattening farms revived”. Periódico digital “The guardian” London. Disponible en https://www.theguardian.com/world/2009/mar/01/mauritania-force-feeding-marriage
  • Eagleton, Terry (1997) “Las ilusiones del posmodernismo” Argentina. Paidos.
  • Eco, Umberto (2005) “Historia de la belleza” Random House Mondadori.
  • Etcoff, Nancy (2001). “La supervivencia de los más guapos: La ciencia de la belleza”. Barcelona, España: Debate.
  • Fisher, Helen (2004) “¿Por qué amamos? Naturaleza y química del amor romántico”. Santillana.
  • Foreman, Amanda (2015) “Why Footbinding Persisted in China for a Millennium” Revista digital Smithsonian. Disponible en http://www.smithsonianmag.com/history/why-footbinding-persisted-china-millennium-180953971/?no-ist
  • Guerrero, Verónica (2013) “La belleza está… en tu cerebro” ¿Cómo ves? Revista electrónica de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
  • Hauser, Arnold (1951) “Historia social de la literatura y el arte” España. Labor.
  • Harris, Marvin (2017) “Teorias sobre la era postmoderna” Barcelona. Crítica
  • Haworth, Abigail (2011) “Forced to Be Fat” Marie Claire. Revista Digital, disponible en http://www.marieclaire.com/politics/news/a3513/forcefeeding-in-mauritania/
  • Kislenko, Arne (1984) “Culture and Customs of Thailand”. Estados Unidos. Series
  • Langlois Judtih y otros (2004) “Origins of a stereotype: Categorization of facial attractiveness by 6-month-old infants”. Developmental Sciencie.
  • Mancilla, H.C.F. (2008) “Evitando los extremos sin claudicar en la intención crítica”. Bolivia. Fundemos.
  • Mancilla, H. C. F. (2014) “Una mirada crítica sobre el indianismo y la descolonización”. Bolivia. Rincón Ediciones.
  • Martínez, Emilio (1952) “Reflexiones sobre la belleza” España. Argensola: Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses,12
  • McDermott, Josephine (2015) “La historia de las últimas mujeres chinas de pies rotos”. BBC Noticias.
  • Mohamed Yahya Ould Abdel Wedoud (2009) “Mauritania- Young reject
    “Forced fattening” practice of leblouh”.
    Artículo para Wunrn Women’s un Report Network. Disponible en http://www.wunrn.com/2009/02/mauritania-young-reject-forced-fattening-practice-of-leblouh/
  • Mundoescuela, para una educación sin fronteras (2003) “Tailandia- mujeres jirafa”. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=bJ-D1w6AS-E
  • Mujeriego, Manuel (2000) “Historia del arte”. Revista digital Tiempo y Forma, Serie VII.
  • Nishida Kitaro (2016) “Pensar desde la nada”. Ensayos de filosofía oriental. España. Salamanca.
  • Park, Louise (1961) “Extreme fashions”. (Dyscovery education: sensational true stories). New York. Rosen Piblishing.
  • Punset, Eduard (2011) “Redes” (Video) Disponible en http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-ciencia-belleza/1133456/
  • Rivera, Amalia: (2014) “Barbie: de prostituta de caricatura a “mujer modelo” moderna y consumista”. Revista digital Triple Jornada. México.
  • Ruiz Canela, Gaspar (2009) “Las mujeres jirafa defienden su derecho a vivir del turismo”. Mujer hoy, 1.
  • Avater, Fernando (2008) “La aventura del pensamiento”. Buenos Aires. Sudamericana.
  • Turton, David (2004) “Lip-plates and the people who take photographs Uneasy encounters between Mursi and tourists in southern Ethiopia” Revista digital Anthropology Today Vol. 20 No 2.
Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴