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La insoportable levedad de Matrix.

por Joaquín Ortega
Artículo publicado el 02/11/2005

La extensa serie de influencias literarias orientales y occidentales, y la variada combinación de fuentes de pensamiento, estéticas y teóricas hacen de Matrix el texto visual más importante del entretenimiento global y de la cultura contemporánea de los últimos diez años. A lo largo de la secuela Matrix Reloaded, se retoman hilos argumentales, se abren nuevos caminos narrativos y aparecen personajes incidentales cuya importancia en la trama final no deben dejarse pasar por alto.

El primer elemento que se presenta con entera claridad al final de la primera cinta es que Neo muere y renace con una habilidad fundamental para sobrevivir y enfrentar a la matriz: entra al torrente de su información en sentido lato, reconoce a la plataforma desde adentro y actúa sobre ella en consecuencia. Podría decirse que Neo «puede ver» en D.O.S.

En Matrix Reloaded Morfeo no es solamente un Juan el bautista (claramente ejemplificado en su actividad de propagandista de la «buena nueva» de Neo). Poco a poco, se conjugan dentro de él la estructura vital de una trilogía de profetas bíblicos. Puede, incluso llegar a ser uno nuevo, teniendo todos o algunos de sus rasgos: es un poco Moisés (al citar las tablas de la ley), es un poco Abraham (al hacer cosas maravillosas ante los ojos de los mortales) (*) mientras sigue siendo Juan el bautista al mostrar su convicción personal. Asimismo, resulta interesante su relación con el Consejo que toma las decisiones en torno a la guerra contra las máquinas: es un reformador tolerado por las altas esferas más allá de sus actos carentes de sentido.

Trinity sigue siendo la quintaesencia de una santísima trinidad postmoderna, es (junto a Morfeo y Neo) el espíritu santo. En solitario es una Virgen María amantísima y pasiva en la espera, pero aún así activa en el mundo. Tal vez sea por eso que no deja de llamar la atención que su rol, dentro de la violencia de la matriz, sea a veces el de un icono ambiguo (y por eso tan atractivo y totalmente humano): funge como icono de fundación y destrucción en un sólo individuo. Al actualizarse en el mundo puede mostrarse como una Isis protectora y fértil (vestida de negro como cualquier virgen de tradición templaria.) al igual que puede elevarse como una fiera antigravedad… como una Kali menstruante y destructora (1).

El cerrajero con su presencia ejerce la función de un comodín de juego de video, el cual una vez cumplida su misión, pudiera no estar presente en el próximo nivel, a no ser que desempeñara nuevas actividades. Es un personaje útil para la trama, para la vida del héroe y sobre todo para la maximalización de sus fuerzas y poderes. El cerrajero es un puente o una escalera con la que el héroe (Neo) mantiene diálogos pertinentes con su epopeya personal y para la que viven su compañeros de gesta (Morfeo y Trinity: par de escuderos emancipados) capaces de emprender luchas propias debido a la gracia de su autónoma acción justa.

En esta segunda entrega de Matrix, el personaje de Oracle se muestra como un programa con actividades y vida perentoria. No es la pitonisa todopoderosa que nos muestra el primer film. Ahora es (más evidentemente que en el pasado) otro «coach» o «entrenador decisional» para Neo. Le da una mano al héroe para lograr entender su lugar en el mundo, sobre todo sigue un patrón parental en el cual Oracle (el oráculo de Delfos, hecho figura humana sabia y femenina) va dando las respuestas pertinentes al grado de necesidad de Neo. Oracle no da respuestas definitivas del tipo: «tu misión en la vida es tal o cual cosa» o «la conclusión de todos tus actos será tal otra». Oracle lo obliga (como buen oráculo al fin) a buscar las respuestas en su interior. Obliga a Neo a fundir y trabajar en conjunto tanto el hemisferio izquierdo como el derecho de su cerebro. Le va enseñando a discriminar entre intuiciones correctas y meras percepciones exteriores, a través del uso del raciocinio. De esta manera Neo, tal vez, se faculte en el uso integrado de pensamiento y emoción, pudiendo así lograr una «emoción-acción sincronizada» con el orden natural de las cosas (y con el objetivo ulterior de su existencia dentro de la matriz).

Oracle también pudiera entenderse como un «programa de psiquiatría» que deja desahogar al paciente para que éste mismo encuentre su propia respuesta. No es casual tampoco que en su apartamento, lleno de niños con poderes especiales se lea la frase del oráculo de Delfos: «conócete a ti mismo». Oracle es un programa de introspección evolutivo y autoreferente, pero de la misma manera limitado.

La segunda cita de Neo con Oracle está precedida por un encuentro entre aquel y un santón marcial (¿una configuración digital de Buda?) que de nuevo le dificulta el encuentro con la verdad. De hecho, el guardián de Oracle como buen «Buda en potencia», debe probar al otro retándose a sí mismo. Y es que, en la lógica de la evolución kármica, no se podrá obtener la recompensa de las palabras lúcidas hasta que no haya habido una prueba física y de concentración en la adversidad para el discípulo. Una vez superada dicha prueba, guardián e iniciado saben que su presencia en el mundo es confirmada por la acción correcta. Neo cruza la puerta y sentado junto a Oracle (en el banco en medio del pequeño parque-cancha de concreto) conoce un nuevo aspecto del mundo que lo rodea y en especial de sí mismo. A través de otra serie de pruebas superadas obtiene la luz que le hace intuir que Oracle es otro programa (en este caso benigno… o facilitador… o guía… o mapa dentro de la matriz). Neo, al fin está dentro del templo, pero éste es profanado por los perpetradores y pasa a convertirse en el lugar de una nueva prueba: la de los múltiples Smith.

Neo vs Smith:
En la primer Matrix Neo vence a Smith (y compañía) porque sigue los consejos de Morfeo y rompe los parámetros, quiebra protocolos, ve el mundo de la matriz tal cual es: su retina percibe el mundo en D.O.S. Puede caminar sobre los rieles en los que andaba Tron (aquel personaje cuya vida física pasaba al mundo interior de una computadora y sus vericuetos) sin tener un cuerpo formado de digitos.

El agente Smith es un patrón de conducta (de búsqueda y destrucción) «salvado a una nueva vida» debido al fatal enfrentamiento con el esperado Mesías: Neo, the one (su anagrama). Smith es un personaje que ejemplifica los efectos de enfrentar las fuerzas primordiales o absolutas (ya sean estas benéficas o maléficas) esto es, producir un equilibrio homoestático entre el ying y el yang. La idea subyacente es que de infinitas maneras en cada lucha, una parte del enemigo queda dentro de nuestro sistema de creencias, de valores, de defensas biológicas o psíquicas o de pensamiento en general. Lo vemos claramente en otro caso cinematográfico profundo y fundamental: Unbreakeable de M. Night Shyamalan: en esta relación héroe-némesis, la necesidad de ocupar el puesto correcto en el mundo pasa por construir al otro: el mal (Samuel L. Jackson) salva al bien (Bruce Willis) de su propio olvido y negación ante un plan previamente determinado por un plan divino y fatalista. La ponzoña del Hombre de Cristal le da el último y definitivo empuje al Irrompible para encontrarse con su destino y por ende con el de ambos.

En el caso de Smith y Neo: existe un cierto grado de libertad o de liberación que Smith encuentra gracias a su lucha contra Neo. Smith, más allá de ser una construcción con motivos y medios para anular la presencia de Neo, deja de estar sometido a ciertas directrices fundamentales de la matriz. Aún así, continúa su misión original, a propósito de haberse convertido en un «agente libre». En esta oportunidad la necesidad de acabar con Neo estará fuera del conjunto de órdenes enviadas ejecutivamente y supervisadas o evaluadas inmediatamente por la matriz. Smith ocupa un rol autogestionado, incluso hasta de «cyber paria», en el cual su profesión lo supera: es un cazarecompensas cuyo libreto final puede ser redactado por él mismo o incluso puede ser coescrito en cooperación por la misma matriz (o sistema) a partes iguales.

La lucha de Neo contra las docenas de clones de Smith (más allá de que nos gusten o no los momentos en los que se nota el cambio de formato de cine a playstation ¿o debería decir más bien Atari?) sigue siendo una respuesta industrial, masiva e incluso excesiva del sistema (la matriz) a un problema localizable y predecible (siempre que se encuentre, es evidente, la lógica que imprime sus movimientos, la que le da sentido a su agenciamiento o que le permite su actualización). Esa salida todopoderosa o escape onírico de Neo a la virtual (y real) paliza de hombres de negro, es simplemente un escape no previsto dentro de los patrones cartesianos de la programación smithseana.

Neo se va volando «a lo Superman» (doing the Superman thing», como le dice el nuevo navegante del Nabucodonosor a Morfeo) porque puede romper las estructuras lógicas de desplazamiento en dos planos. Aún siendo Neo y los Smith figuras tridimensionales, Neo rompe la «flecha del tiempo» y se eleva hasta un mundo zen (más parecido a un templo etérico de tradición teosófica que al de algún vericueto o callejón citadino). Ese paraje «más allá de las montañas» es también un «refugio temporal» de los que abundan en los juegos de video, de esos que visitamos en un momento de descanso y que nos permiten «salvar un juego», tomar un respiro y luego volver a la acción.

Neo al escapar de los Smith deja una batalla en «stand by» atrás, en donde cada golpe recibido podrá ayudar a crear nuevas estrategias tanto a los seguidores del mal, como a los hijos del bien.

El Arquitecto
La figura del arquitecto puede entenderse de tantas formas como estilos hermeneúticos intentemos: dentro de la lógica de Matrix (el film) el arquitecto (2) puede ser un sistema de seguridad y reprogramación a punto de ser superado…o tal vez sea la última frontera en la lucha. El arquitecto nos muestra un patrón descorazonado y machista de dominio. Por ello, desmerece a las emociones y considera a Oracle como una falla en su «visión» o «estilo de programación». En la verbalización del arquitecto priva una lectura a lo «lado derecho del cerebro» (incluso la llama peyorativamente un «patrón intuitivo»). Es justamente dentro de la cabina blanca y con visión panóptica, donde Neo se reconoce como una «versión actualizada» de un Mesías cuya carga última es guiar a una humanidad descarriada y primitiva, la cual ha rechazado sistemáticamente la perfección creada por el padre en aquella «matriz 1.1.» y siguientes.

El arquitecto trata a Neo como un rebelde y como un iluso, pero sobre todo como una «anomalía», si bien explicada de forma menos visceral que Smith, no por ello menos denigrante. En esa escena existe un momento que recuerda aquella decisión entre la píldora azul y la roja del primer film: Neo puede tomar dos puertas: una lo llevará a ¿la verdad?…¿al orden?…¿a la neutralización de sus percepciones?. La otra puerta lo conduce al amor, a la salvación de Trinity (acción con la cual produce un milagro crístico sin permiso evidente del padre creador) pero sobre todo a la responsabilidad de darle sentido y dirección a esa masa de gente que vive (y padece) en aquel inframundo de las cloacas: legado y espacio vital único que dejó la guerra contra las máquinas.

Neo es para el arquitecto una iteración: una muestra elusiva pero no por eso menos representativa y patente del caos dentro del orden. La pregunta más pertinente (y la cual deja abierta las expectativas a la tercera entrega) de este encuentro con el arquitecto es la siguiente: ¿Neo es el primer y único Mesías o en realidad es el sexto como así lo expresara el personaje en cuestión?…¿no sería ese encuentro una simple celada mental para darle más confusión a Neo?…¿no será otro programa de entrenamiento para Neo?…¿no estará Neo (como en aquel cuento borgiano de influencia jungeana: Las Ruinas Circulares) siendo soñado por alguien más?…¿toda la película no ocurrirá en la mente o en el mundo de Morfeo (el personaje) ésta vez dios de sueños compartidos?

El Merovingio y su trinchera exquisita
Otro personaje profundamente rico y perturbador es el del merovingio y ese mundo paralelo en el que vive. Su reino es el de la sensualidad humana. Ejercita a quien lo desee en el goce de los placeres, del hedonismo, del poder y del mantenimiento y protección de ciertos o ¡todos! los privilegios. El merovingio es un traficante «up dated», hasta emana un aura que lo sitúa en una fase superior a la del colaboracionista nazi. Es un sobreviviente de una guerra y que al final de ésta termina convertido en un bon vivant. A ratos su espacio circundante, su mujer y sus guardaespaldas, recuerdan a los franceses de Apocalypse Now redux. Su origen puede rastrearse también en el anime, específicamente en la dinámica y argumentos de ciertos personajes de Ghost in the Shell.

El merovingio (3) y sus matones dominan y manipulan con una violencia sofisticada. Es una violencia que se basa en la intervención premeditada en el inconsciente y vida de los que habitan su mundo más cercano. El merovingio, jefe de los gemelos es un mercenario exquisito que sólo puede ser lo que es: un francés que luchará por mantener su estatus de vida y sobre todo el manejo de las pulsiones ajenas. La manipulación erótica a distancia lo convierte en un dios de los placeres, en un terrorista de la bioquímica, en un general que gobierna en los terrenos de las respuestas neurológicas. Es un gran taumaturgo, un shogún vestido a la occidental, es un publicista que sintoniza con las emociones y que está acostumbrado a erradicar las alteraciones de su mundo de forma definitiva. Tiene bajo su cuidado o férreo manejo al cerrajero, especie de hacker artesanal, cuya labor diaria aparenta estar marcada por la ética del trabajo. Su fuerza-trabajo pareciera estar situada más allá de dilemas morales. En un primer momento pareciera no importarle a quien vendérsela o a quien no, pero (y aquí aparece un pero de índole moral) de algo estamos seguros: la protección se muestra como su único anhelo (eso sí, hasta que escapa y ayuda al equipo que pretende liberarlo del yugo del merovingio). De esta manera podrá cumplir racional (¿o intuitivamente?) más elevados fines. Con su muerte se cierra un capítulo que se había abierto al compás de su propia actividad manual. Si es un personaje o un programa que nos lleva a otro nivel de éste entretenido «juego de video» sólo lo sabremos con la evaluación definitiva de la trilogía fantástica.

Amor y necesidad
La escena amorosa entre Neo y Trinity, para algunos pertinente, para otros excesiva, es a nuestro juicio telúrica y sublime pero sobre todo necesaria. Aunque el rave pareciera más un video de Chemical Brothers (Carlos Medina dixit) la unión como pareja que al fin consuman Neo y Trinity, refleja la intensidad de una vida al límite, el perentorio deseo de unión de dos personajes que a lo largo del tiempo han sufrido más de lo que han amado. Como macho y hembra alfa transmiten ese deseo de unión, apareamiento y reproducción en una suerte de orgasmo cosmogónico que une y fortalece más a esa tribu sobreviviente y que lucha diariamente en el inframundo. Además, su relación es un principio generador que se da (y es propicio) sólo en las curvas (más bien picos) de ciertos periodos emocionales: ambos como seres emancipados de la matriz (y cuyas marcas apreciamos a todo lo largo de su médula espinal) retoman el rito del apareamiento trascendido (y literalmente borrado de la actividad humana) en aquella clonación decretada por las máquinas. Su unión, es para ambos el principio de una nueva vida, la cual comienza y tiene su fin (para luego volver a comenzar) con el disparo que interesa el costado de Trinity. (**)

El amor de ambos salva a la tribu (y si se quiere a la humanidad entera) al ser un abrazo autoconsciente que percibe la propia necesidad de existencia en el mundo y la clara necesidad de perpetuarse más allá de las amenazas exteriores. (***)

El disparo y el milagro
El disparo que recibe Trinity cumple el sueño premonitorio de Neo. Ahora, es importante destacar que dentro de la lógica de su «destino fáustico positivo», Neo tiene tanto la seguridad de que el sueño va a cumplirse, como que de que puede torcerse a favor de sus sentimientos. Ese disparo en el cuerpo (de otro de los ángulos de la trilogía crística) puede interpretarse como la lanza que atravesara a Jesús al final de su martirologio. En consecuencia, para Neo nunca habrá un mínimo escollo en el camino que inconscientemente recorre hacia su fin heroico. Una vez más el superhombre del cómic salva a la sufrida colaboradora, rompiendo las reglas impuestas en el mundo real. Neo completa el círculo del samurai, o más precisamente del ninja: «matar y curar por todos los medios posibles».

Las preguntas que nos deja Neo
Matrix y todos los textos y subtextos que la componen nos colocan ante el reto de una lectura por capas. Ésta arranca desde la lectura estética, pasando por la narrativa, yendo luego a la filosófica, para ir de allí al de la teoría de la computación, y asimismo recorrer el de la ética del libre albedrío. Todo el conjunto de reglas rotas, normas saltadas y protocolos violados se convierten en última instancia en una patente posibilidad de hacer variaciones sobre un tema previamente establecido y que terminan generando preguntas del tipo: ¿en realidad somos libres?…¿qué es la realidad?…¿qué es la libertad?.. ¿de ser libres…lo somos totalmente?…¿somos parcialmente libres?…¿la libertad parcial es «libertad» o es una forma de esclavitud, sólo que un menor nivel?…¿somos libres como un tema musical escrito en un pentagrama, el cual es ejecutado en forma variable como una melodía díscola?…¿hay posibilidad de escape?…¿dentro de un protocolo de actividades, o del ejercicio de una praxis, podemos ir y venir sin mayores complicaciones?…¿ser más sutiles o más rápidos o utilizar movimientos más cortos sobre un patrón preestablecido hasta qué punto nos permitirá mantener esa libertad en nuestras manos? …¿podemos rapear o jazzear una pieza musical o un oración a través de su entonación y ser libres al hacerlo… o simplemente lo que nos da es una sensación de libertad ficticia?…¿ocurrirán todas estas variaciones al interior de una vida humana…o sólo en las interrelaciones de nuestro pensamiento?

En nuestro caso, la vida el debate, las problematizaciones (y el grado de ejercicio performativo) dependerán de tantos o de cuántos mundos descubramos y de los cuales estemos conscientes. Tal vez de eso se trate la oportunidad que nos da una experiencia estética como The Matrix: podemos revisar nuestras percepciones y valores, esto es, problematizar aquello que percibimos más claramente. En conclusión, tendremos tantas diálogos como espacios o «situaciones problematizadas» hayamos reconocido y considerado como terreno fértil para la discusión.

La enseñanza-aprendizaje de Neo
Neo penetra el sistema (su lógica, sus métodos, sus actividades y organización), por eso puede ejercer medidas desesperadas. Maniobras heroicas con Trinity y así volverla a la vida, porque al entrar al «banco de realidades del Tao», Neo ya no piensa en «doblar la cuchara sino que lo hace con él mismo». Las cosas no cambian porque nosotros los hagamos, sino sencillamente porque nos volvemos más flexibles y es en la elasticidad (y en la adaptación) en donde encontramos el mayor rasgo de la fortaleza humana.

Neo inicia un viaje interior que lo llevará eventualmente a trascender el «meta sistema de sistemas» (la «matriz de la matriz» o el «pintor de la obra») Este es también el viaje cuya metáfora se celebra en el recorrido de la autopista. Es aquí, más allá de la lucha y la acción trepidante, cuando vencer el asedio, salir ileso de la persecución (mantener incólume al cerrajero, un ser que por cierto no es indefenso sino simplemente se revela como un elemento con experticias para cualquiera «comerciante» que habite la matriz) significa ir contra el flujo normal de los canales de voz, data y texto.

La lucha contra los gemelos (y contra los Smith y Cia) es la batalla contra los depredadores que habitan espacios no descubiertos por los héroes. Estos enemigos siguen siendo parte del mundo interno de la matriz, con la excepción de que sus rutinas de acción, por decirlo de alguna manera: sus agendas individuales o grupales parten de emanaciones a nivel de subsistemas, microsistemas o coprocesadores. La pseudo victoria en contra de los gemelos expone en imágenes la eterna prueba del discípulo ante el mundo exterior: Morfeo acaba con su peligro inminente gracias a un par de armas: la espada samurai y la ametralladora: oriente y occidente se combinan para rodar a golpes y porrazos sobre la autopista de la información.

Más abajo de Sión: la simbiosis
El mundo de las máquinas, ya sean estas las altamente tecnológicas (naves, computadoras, interfaces) o las mecánicas (recordemos los inmensos hornos y engranajes que mueven su inframundo), siguen prestando un útil servicio a la humanidad agonizante (o resistente de Sión). Sus funciones no llegan a conectarse con el delirio de las actividades todopoderosas. La humanidad en Sión parece no olvidar las causas de la supremacía de la matriz en el mundo exterior del planeta tierra.

La vida común y corriente, una vez domeñada por las máquinas, sólo se mantiene en el nivel simbólico y serán nuestros sueños los que nos hacen creer que vivimos una vida humana completa. Una vez que hombres y mujeres nos hemos convertido en la materia prima (los bulbos de los que se nutren las máquinas del exterior), será en ese momento cuando llegamos finalmente a la verdadera conexión simbiótica entre hombre y máquina. Somos una segunda etapa en nuestra evolución (o una evolución paralela) cuyo principal rasgo es la sorpresa, en vista de que nos tomó por asalto. Mantenemos una existencia «en mutación no deseada» y en la que llevamos todas las de perder.

Neo es un ser autosuperable, (evolucionado y capaz de evolucionar) que tiene la capacidad memoriosa para evaluar una serie de eventos: sabe que despierta, que muere, que nace, que vuelve a morir y que luego vuelve a nacer. Neo se muestra como el epítome de aquella perspectiva humana que puede interpretar su entorno, que es capaz de percibir su propia conciencia, y que al utilizar el «instrumento cerebral» (y sus herramientas neurológicas) pudiera trascender su propia existencia. Neo puede ser un superhombre nitzscheano para la matriz pero es distinto en la fibra a éste, porque ha llegado a su liderazgo tanto por el camino de la mente, como por el de las rutas del corazón.

Matrix y la trivia
Existen una serie de elementos que ya son parte de la trivia que rodea a cualquier éxito de taquilla o película de culto, pero que no dejan de ser pistas interesantes para entender a Matrix como una trilogía postmoderna de metafísica, misticismo oriental, artes marciales, ética del libre albedrío, cibernética, lógica, tradición judeo-cristiana, estética anime y filosofía de la mente. Entre muchas enumeramos las siguientes extraídas de la página de Amazon. De más está decirles que no deben desperdiciar la maravillosa oportunidad que ofrece dicha sección con muchas de las películas del género. Sin más aquí van algunos puntos de la trivia:

· En la última entrega de Akira (End of Akira, 1988) existe una escena idéntica a aquella en la que Neo conoce a los niños especiales (o con el don) en el apartamento de Oracle (recordemos que Oracle también es un software, una base de datos que puede vincular personas en el mismo «mood».)

· A lo largo de la primera Matrix hay una infinidad de referencias a las obras de Lewis Carrol: Alice in Wonderland, Through the Looking Glass and What Alice Found There. Por ejemplo: Morfeo dice: «me imagino que en estos momentos te sientes un poco como Alicia cayendo por el agujero del conejo». Asimismo, en el apartamento de Oracle vemos conejos gigantes en el televisor. Dichos conejos son extraídos de una vieja película de ciencia ficción llamada The Night of Lepus de 1972. Por cierto al inicio de la película a Neo le dicen que «siga a los conejos».

· La compañía en donde neo trabaja se llama «Metacortex». «las raíces de ésta palabras (según el Diccionario Webster) son «meta» (ir más allá o trascender) y «cortex» el cual es la frontera de materia gris que cubre el cerebro. Por lo tanto, «metacortex» significará «trascender las fronteras del cerebro». En relación a otro comentario en el texto de artículo, Neo debería tener como misión inconsciente encontrar al «metasistema de sistemas» que creó, o al menos organiza a la matriz. Me explico, al igual que el cerebro es un metasistema de sistemas, Neo pretende «ver desde arriba» o «desde afuera» ese «gran galpón invisible» que da cobijo y coordina las funciones y actividades de los que viven debajo de él.

· El cuarto donde vive Neo es el número 101. Es una clara referencia al cuarto de tortura en la novela 1984 de George Orwell. Allí se enviaba a las personas para ser «reeducadas». Luego salían del cuarto creyendo en eventos que no eran verdad, y claro está, salían de allí amando al Big Brother.

· Cuando Neo se conecta en la interface para «aprender» o «cargarse» de programas útiles en la matriz el primer estilo que aprende es el de «Drunken Boxing». Ese estilo lo inventó el coreógrafo y colaborador de Jackie Chan Woo ping Yuen y se llama «zui chuan» para la película de 1978 «Zui Quan»: El Maestro Borrachón». Woo Ping Yuen es también coreógrafo de Matrix

· El traidor interpretado por Joe Pantoliano, (Ralphie en Los Sopranos) sabe que lo que come no es real pero no le importa, además decide que quiere ser alguien famoso como un actor y «no recordar nada». Allí Smith llama por su nombre al pequeño Judas: «Mr Reagan». Lo que les faltó a los hermanos Wachowski fue decir «tejano y republicano» para terminar de hacer explícita la referencia al ex presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan.

· En una de las persecuciones al final de la primera película, vemos en un televisor en el apartamento de la anciana la imagen de «Number 2», el protagonista de la serie inglesa El Prisionero.

· Toda esa lluvia de caracteres verdes que riegan la pantalla en Matrix son letras al revés, números y caracteres de katakana japonés.

· El cuarto de Trinity es el 303 (la trinidad en lógica binaria) Neo es «the one» (el elegido) y el número de su apartamento en el mundo real es el 101.

· Cuando Neo está en el apartamento de Oracle (el oráculo) y comienza a entender ciertas cosas se escucha en el fondo la canción clásica de jazz: I´m Beginning To See The Light, de Duke Ellington.

· El libro que Neo utiliza como para ocultar los discos de computadora es (por su traducciónen inglés) «Simulation and Simulacra» del filósofo francés Jean Baudrillard. El capítulo que lee es el del «nihilismo». Recordemos que nihilismo, además de negación de todos los valores, también puede entenderse como «un sentimiento mezcla de desesperación unido a la idea de una vida sin sentido». Por otro lado, una frase de Morfeo ante Neo parafrasea a Baudrillard. Así Morfeo dice: «Welcome to the desert of the real». La frase original de Baudrillard dice así en inglés: «It is real and not the map, whose vestiges persist here and there, in the deserts that are no longer of the empire, but ours, the desert of the real itself».

· Cuando Neo resucita y se enfrenta al agente smith, bloqueándole todos los golpes, lo hace en el estilo de «Daniel San» (el Karate Kid) sabiamente entrenado por el señor Miyagi

· Varios sets (fachadas, set interiores y exteriores) de la película Dark City, 1998 dirigida por Alex Proyas se usaron para Matrix.: los techos que cruza Trinity (Carrie Ann Moss) son los mismos que cruza John Murdoch (Rufus Sewell) en Dark City.

 

notas_______________
(*) Señala Guillermo Martín, politólogo y cultor de las artes marciales: «Abraham y Moisés no eran profetas, sino patriarcas (su símbolo es el cayado del pastor).
(**) la resurrección de Trinity, inducida por Neo -One como tu mismo aclaraste y Trinity [Dios Uno en esencia y Trino en personas]- es una reminiscencia inversa de la resurrección de Osiris, cuyo cuerpo fue cosido por su esposa-hermana Isis» (Guillermo Martín)
(***) Al principio de la primera Matrix Neo escucha una canción mientras duerme. Se pudiera decir que presagiando así los sentimientos que fluyen desde el alma de Trinity. Éste par de estrofas de Massive Attack se perciben como un «fundido a negro onírico» en donde se refuerza la idea de «deja vu» en la misión de vida de Neo:
‘Cause it feels like I’ve been
I’ve been here before
You are not my savior
But I still don’t go
Feels like something
That I’ve done before
I could fake it
But I still want more
(1) Sergio Márquez, Arquitecto apunta: «Trinity es una figura mercurial es un vínculo entre conciencia y divinidad».
(2) «El arquitecto me parece una referencia masónica al gran arquitecto del universo relacionado con los tres puntos de la rúbrica masónica. En ese mismo orden de ideas vemos a Morfeo a Trinity y a Neo formando un triángulo en donde Neo siempre está a la derecha del padre»: Sergio Márquez.
(3) «Recuerda que el Merovingio vive en una prisión de los sentidos…es como una experiencia óptica que se mantiene…él llegó antes que Neo y seguirá estando cuando éste se haya ido.»: Sergio Márquez.

 

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