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A propósito de «A lo mejor soy una polilla», de Camila Galvis Patiño

por Andrés Torres Guerrero
Artículo publicado el 28/01/2024

Camila-GalvisCamila Galvis Patiño (Bogotá, 2003). Su poesía tiene un carisma singular, ya que su ars poetica es un camino hacia la luz. Sus poemas, breves y precisos, son una búsqueda de (hacer) claridad. Su diario está escrito con sutileza y concisión. La autora ha sido publicada en: «Frascos. Antología poética» (MPE, 2023), «Apostillas a Pétalos de asombro» (MPE, 2023) y «A lo mejor soy una polilla» (Nueve Editores, 2023).

«A lo mejor soy una polilla» es un duelo. Una reingeniería emocional. Un dar la cara a las circunstancias y plantarse ante la realidad, sin miramientos ni indulgencias, para encontrar, inventar, propiciar una fuga de una cárcel laberíntica e invisible. La autora escribe un largo adiós y de esta manera deja ir lo que se tiene que ir. Su escritura es una forma de aprender y aprehender el olvido. Camila Galvis escribió muchos de estos textos a mano, en una agenda, luego los transcribió en Word para posteriormente pasarlos a su muro de Facebook y luego trasladarlos a un archivo para revisarlos, reescribirlos y editarlos. Y en estos desplazamientos creó un espacio literario en el que se cruzan múltiples capas polifónicas que dan cuenta de un recorrido por los subfondos. En las páginas de su libro hay una hibridación —conjunción, comunión— del verbo y la carne (la polilla y la mujer), la sangre y la tinta, la página y la piel. Una mujer camina en la escritura —desplazándose desde lejanos desiertos hasta cercanos bosques urbanos—, inventando, ensoñando, un día a la vez.

«Me siento lluviosa, exiliada, / en ninguna parte. / La cosa encima de mí, / esa cosa me llenó de falsedades. / Ya no podía respirar, estaba cansada. / Y pude ver, vi lo que realmente era. / La cosa se ocultaba de mí, / Pero los demás sí podían verle. / Como si me hubieran ido quitando / la felicidad a cucharadas. / La cosa es vacía. / Cuando quieras llamar al pasado / espera al amanecer. / Maldigo a la cosa y la despojo de mí. / Ya no la quiero, no te quiero, / no eres más que una cosa inmunda.» [1]

La poeta expulsa (exorciza) a punta de escritura a la cosa (síntoma, fantasma, cuerpo extraño que la desaloja como en el cuento de Cortázar, «Casa tomada»), que la asedia (la asecha, la acecha, la invade, la persigue, la acosa), que la conduce a la acedia (tristeza, angustia, amargura), que la expropia de su cuerpo, su tiempo, su vida, su dignidad, su espíritu.

La escritura aquí es un acto de sanación, un ritual de vivificación, una ceremonia de afirmación. Vaciarse de sí misma. Cambiar de piel. Eso es lo que hace Galvis con su accionar poético. La polilla sale del seibó de la incertidumbre, la perplejidad, el miedo, el desasosiego, la tortura —en últimas y en primeras: el desamor—, y escapa hacia «el matorral abierto en brezales» [2], hacia los bosques (de ceibas, enebros, cedros, caobos, abedules y eucaliptos), hacia los cielos infinitos —el insondable viento, la página en blanco, la línea de fuga, el acto creador—.

(…) «el auténtico guerrero es transgresor, animado por una indisciplina contra las leyes de la soberanía, de la fecundidad y de la guerra. Claro está que la idea de transgresión es una idea de centro, emanada de los aparatos institucionales. En realidad, la idea que anima al guerrero es más bien la experimentación y su fuerza no es reactiva sino activa, experimental. El guerrero está animado por una fuerza, por una actitud o manera de estar en el mundo y por unas categorías de procedimiento que el aparato de Estado no entiende, que no logra asir, que se le escapan y que sólo llega a capturar de una manera muy difícil. No hay nada que escape más de los aparatos de captura que un devenir experimental permanente». [3]

Se evidencia que la autora busca y ensaya una forma-otra de estar en el mundo, a partir de un devenir polilla, que, a su vez, reedita su historia, metamorfosea su destino, libera su cuerpo. Camila Galvis escribe, reordena, establece nexos, crea vínculos, fluye en otras dimensiones y perspectivas. Su libro es como el «Cuaderno de hacer cuentas» de Ignacio Escobar en la novela «Sin remedio» de Antonio Caballero. Es, en este sentido, una recapitulación, un balance, un inventario —de vida y muerte—, es un ajuste de cuentas. Es un acto guerrero de pasar revista por las rutas andadas y desandadas. De lejos y de cerca, quizá, esté esto que, por una parte, anota Susan Sontag:

3/10/64
«Asunto: el segundo nacimiento del yo
A través de “proyecto” demencial
Despojarse del pasado —el exilio— abortar la identidad» [4].

Y, por la otra, esto que escribió Idea Vilariño:

«Yo
Yo frente a los míos.
Yo frente a él.
Yo ahora sola». [5]

La destrucción ha devastado y la creación ha encendido una llama (una toma de posición, un estado de conciencia, un re-conocimiento) en su ser: «La adversidad/ sube despacio y se queda a dormir. / Un paso adelante y tres atrás./ Un nudo que no es un nudo/ soy yo./ Cuidado con los cazadores de almas/ de esos también está plagada la Tierra». [6] Hay germinación, transformación, restauración y vuelo, tanto en los versos como en las anotaciones del diario de Camila Galvis Patiño. La escritura de la polilla abre caminos. Su mordedura es una liberación, una desterritorialización plena, una poética de desplazamientos.

«Una literatura menor no es la literatura de un idioma menor, sino la literatura que una minoría hace dentro de una lengua mayor. De cualquier modo, su primera característica es que, en ese caso, el idioma se ve afectado por un fuerte coeficiente de desterritorialización». [7]

La polilla va hacia la luz y la luz está en ella. La luz nacida, conquistada, alcanzada en la noche y la desolación.
Sandra Bruno, en su poemario «La piel incierta», afirma:

«Las redes de nuestro mar se llenan de preguntas:/ preguntas al viento, preguntas llevadas por la desidia/ hasta altamar, hasta horadar el horizonte/ y desaparecer, sin respuestas./ Los ecos de nuestra soledad escupen/ las mismas preguntas vacías, con desdén;/ por los huecos de las redes errabundas se pierden/ y retornan llenas de oquedad y cubiertas de liquen./ Hemos aprendido a vivir con preguntas/ atrapadas en el aire, con puntos sin final,/ puntos suspensivos que no llegan a ninguna parte/ y que regresan siempre a su punto de partida./ Tantas heridas sin restañar se han quedado/ abiertas en el tiempo, sin cura ni tiritas,/ solo envueltas en vacío deshilachado/ por las redes sin fondo de las verdades absolutas». [8]

Y desde otro vértice y vórtice, Camila Galvis en su diario nos confiesa:

21 de abril
«Porque, simplemente, la escritura es el arte de plantear las preguntas y no de responder a
ellas o resolverlas» (Roland Barthes).

«La exégesis misma —lo indefinible de lo absoluto—. Y aunque trate de apresar los pensamientos, comienzo a dilucidar. La ambigüedad que me consume precipitada por una a una de las opiniones, inferencias, conjeturas. Y de nuevo estoy sentada aquí, subordinada, transpersonalista. Podría creer, pero no, ¡no! Aún no acaba la lista». [9]

alomejorsoyunapolillaTriunfo de la poesía sobre el reino del nihilismo, la mezquindad y la abyección. Celebración de la vida en la palabra, tributo a la palabra en la poesía.

Andrés Torres Guerrero
Reseña publicada el 28/01/20

 

 

 

 

 

Link de descarga de la plaquette trailer de «A lo mejor soy una polilla».
https://drive.google.com/file/d/1_J3Vrgb_H1rhSRCVPw2BbwbIZtcY6oWb/view?fbclid=IwAR3GbAl-uM6JEJgXoh2Q4Ww9l_byAR_hgNOrkOAOep-YVJR6OLwIPVsna24
Entre-Visajes. Con Camila Galvis Siendo polillas
https://www.youtube.com/watch?v=mb7hKST6RuI
 «Frascos»
https://drive.google.com/file/d/1LC4pHO0DehZxoBieb9xPzDlS2KQfY5OD/view?fbclid=IwAR3hDpI77pw2L9x8N3l77QGZ81R7_B1iBPaY3VjwI-rHew_viJ8lBz2Hns0

«Apostillas a Pétalos de asombro»
https://drive.google.com/file/d/1kIvPyRwnkNbJDiPpQS3ec4ZFaOvtdA-c/view?fbclid=IwAR2FNL94drIvj8H6n5ECjYr1n7dwY0OrO3QBfqWH0Yi_ewBknHt97sncE4M

 Bibliografía
[1] Galvis Patiño, Camila (2023). «A lo mejor soy una polilla». Bogotá: Nueve Editores. p. 42.
[2] Polilla. En: «Animapedia». Publicado el 26 julio, 2018 – Última modificación: 5 agosto, 2018.
https://animapedia.org/animales-aereos/polilla/
[3] Garavito, Edgar (1996). «Deleuze: Máquinas de guerra y aparatos de captura». En: «Revista Universidad Nacional de Colombia». N.º 36. Sede Medellín. Diciembre de 1996. pp.125-133. Página citada 126. Conferencia perteneciente al ciclo «Deleuze, estética de la guerra», realizado en la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, en abril y mayo de 1996, en el programa conjunto con la Universidad Nacional, Sede Medellín, Facultad de Ciencias Humanas.
file:///D:/Users/USER/Downloads/edgargaravito.1996.pdf
[4] Sontag, Susan (2014). «La conciencia uncida a la carne. Diarios de madurez 1964-1980». Traducción: Aurelio Major Chavez. Editado por David Rieff. Barcelona: Random House. p. 30 (edición digital online).
https://books.google.com.co/books?id=t-noAgAAQBAJ&pg=PT33&lpg=PT33&dq=Asunto:+el+segundo+nacimiento+del+yo+A+trav%C3%A9s+de+%E2%80%9Cproyecto%E2%80%9D+demencial+Despojarse+del+pasado+%E2%80%94el+exilio%E2%80%94+abortar+la+identidad&source=bl&ots=tvKBAAoZlJ&sig=ACfU3U1VLOQDtwhflWfZULuK31takyfL3g&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwid_euJ8MaDAxVRDkQIHd4VBHAQ6AF6BAgJEAM#v=onepage&q=Asunto%3A%20el%20segundo%20nacimiento%20del%20yo%20A%20trav%C3%A9s%20de%20%E2%80%9Cproyecto%E2%80%9D%20demencial%20Despojarse%20del%20pasado%20%E2%80%94el%20exilio%E2%80%94%20abortar%20la%20identidad&f=false
[5] Vilariño, Idea (1942). «Yo». («Diario de juventud». Julio de 1942). En: «Poemas recobrados. 1931-1944». Montevideo: Biblioteca Nacional de Uruguay, 2020. p. 285.
https://www.bibna.gub.uy/wp-content/uploads/2020/10/Poemas-recobrados-Idea-Vilari%C3%B1o-Biblioteca-Nacional-de-Uruguay-2.pdf
[6] Galvis Patiño, Camila (2023). Ibid. p. 15.
[7] Deleuze, Gilles. Guattari, Félix (1978). «¿Qué es una literatura menor?» En: «Kafka. Por una literatura menor». Versión por Jorge Aguilar Mora. México, D. F.: Ediciones Era. p. 28.
https://medicinayarte.com/img/deleuze_guattari_%20kafka_por_una_%20_literatura_menor.pdf
[8] Bruno, Sandra (2021). «Preguntas sin respuestas». En: «La piel incierta». Almería: Círculo Rojo Editorial. p. 32.

[9] Galvis Patiño, Camila (2023). Ibid. p. 80-81.

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