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Disección aórtica en la emergencia hipertensiva

por John Marcos Torres Dueñas
Artículo publicado el 02/02/2025

En coautoría con
Alexander René Guano Ponluisa: alexander.guano@espoch.edu.ec, https://orcid.org/0009-0005-3461-9578
Ruth Nicole Santos Nono: ruth.santos@espoch.edu.ec, http://orcid.org/ 0000-0003-3363-7625
Isabela Eloisa Villalva Freire: isabela.villalva@espoch.edu.ec, https://orcid.org/0000-0002-9758-3382
Institución: Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Ecuador)

 

Resumen
La disección aórtica es una enfermedad cardiovascular grave con alta mortalidad, caracterizada por la separación de la capa interna de la aorta, creando una falsa luz que altera el flujo sanguíneo y puede comprometer estructuras vecinas. La presente investigación, tiene como objetivo brindar un compendio de bases para que su diagnóstico y manejo sea realizada de una forma eficaz y rápida para evitar la muerte súbita de los pacientes.

Aortic dissection in hypertensive emergency
Abstract
Aortic dissection is a serious cardiovascular disease with high mortality, characterized by the separation of the inner layer of the aorta, creating a false lumen that alters blood flow and can compromise neighboring structures. The present research aims to provide a compendium of bases for its diagnosis and management to be carried out in an effective and rapid manner to avoid sudden death of patients.

1. Introducción
La disección aórtica comprende una de las enfermedades cardiovasculares potencialmente mortales a pesar de que su incidencia no es alta, se trata de una separación de la capa interna de pared de la aorta dando como resultado un inadecuado recorrido sanguíneo debido a que se crea una luz falsa lo que posteriormente conlleva a un aumento de calibre de manera anterógrada y retrógrada llegando a comprometer estructuras vecinas como el pericardio. La incidencia de dicha patología no es certera, ya que la mayoría de los pacientes mueren sin causa aparente. Los síntomas pueden suponer a un infarto agudo de miocardio debido a su similitud en la clínica esto incluye la presencia de dolor torácico intenso, hipotensión o síncope. (1)
Existen factores que predisponen a su formación, siendo estos la edad avanzada, el sexo masculino el síndrome de Marfan, Loeys Dietz y los pacientes con antecedentes de valvulopatías. Sin embargo, en los últimos años se ha reconocido como causa principal de la disección aortica la hipertensión arterial de larga duración en las que las cifras de la presión arterial diastólica se encuentran mayores a 110 mmHg es decir cuando se convierte en una emergencia hipertensiva y se afectan los órganos diana incluyéndose los grandes vasos. (2)
El diagnóstico de la disección aórtica se basa principalmente en la sospecha dada por la clínica del paciente y su categorización por medio de las escalas de DeBakey y Stanford (3), luego se aplican exámenes invasivos y no invasivos, los cuales ayudan al reafirmar la impresión diagnóstica. De acuerdo a la clasificación se opta por la mejor opción de manejo inicial con la finalidad de reducir los síntomas que comprometen el estado del paciente.(4)
Debido a su baja tasa de supervivencia dentro de las 24 horas sus signos y síntomas enmascarados, su diagnóstico inadecuado y a la falta de información acerca de esta patología, el objetivo de esta investigación es brindar un compendio de bases para que su diagnóstico y manejo sea realizada de una forma eficaz y rápida para evitar la muerte súbita de los pacientes.

2. Metodología
2.1. Diseño de estudio
Se realizó una revisión de tipo narrativa siguiendo los lineamientos necesarios, basándonos en la investigación de la disección aórtica en la emergencia hipertensiva.

2.2. Estrategia de búsqueda
El proceso de búsqueda fue meticuloso, con el fin de obtener trabajos que cuenten con datos relevantes y de interés informativo. Se obtuvieron artículos científicos y revistas médicas indexadas a bases de datos de eminencia y confiabilidad como, Scopus, Cochrane, Pubmed, Google académico, Medline, y National Center for Biotechnology Information.
La recopilación de información consistió en utilizar palabras y oraciones específicas en las diferentes bases de datos, tales como; «disección aórtica», «hipertensión arterial» y «emergencia hipertensiva», a su vez utilizando los tres principales operadores booleanos “AND”, “OR” y “NOT”, las palabras claves fueron utilizadas en dos idiomas de preferencia siendo esto, el inglés y español.

2.3. Criterios de inclusión y exclusión
Se incluyeron aquellos artículos validados y publicados en los últimos 5 años, es decir, desde el 2021 hasta el presente 2025, en texto completo en los idiomas inglés y español que contaban con autores, fecha de publicación e información verificada, se leyó además el título, resumen y objetivos de cada uno de estos para confirmar la calidad y confiabilidad académica de la información.
Fueron excluidos aquellos que no contaban con fecha de publicación desde el 2021 hasta el 2025, y los que no referían con el contexto que se esperaba.

2.4. Análisis de datos
El análisis de datos se realizó comparando varios estudios que fueron completamente válidos, originales, verídicos, comprobados y estrictamente oficiales, de modo que estas herramientas permitieron buscar, analizar e interpretar la información más actualizada y disponible del tema analizado.

2.5. Selección del gestor bibliográfico
Se seleccionaron gestores bibliográficos, como Zotero o Mendeley, que permitió importar y organizar los estudios seleccionados durante la búsqueda bibliográfica de dicha investigación.

3. Resultados
Los artículos encontrados permitieron realizar un análisis consensuado de la disección aórtica en la emergencia hipertensiva. Razón por la cual a lo largo de esta revisión bibliográfica se analizaron 91 investigaciones, de las cuales 70 fueron seleccionadas en una primera etapa de investigación teniendo en cuenta el enfoque especifico relacionado a la patogenia de la osteoporosis posmenopáusica. Por otro lado, se excluyeron 19 artículos a causa de que estos no contenían información de utilidad para el correcto desarrollo del presente trabajo, no obstante, también se descartaron 21 artículos que no tenían habilitado el texto completo debido a que no eran gratuitos. Por consiguiente, los estudios utilizados fueron un total de 30, los cuales cumplían con todos los criterios de inclusión.

4. Discusión
4.1. Fisiopatología
Resulta importante recordar algunos aspectos anatómicos importantes sobre la aorta.
La aorta nace del ventrículo izquierdo del corazón formando una curvatura de 180° aproximadamente para después discurrir posteriormente hacia inferior dentro del mediastino torácico hasta que cruzar el diafragma e ingresar en la zona abdominal.
A lo largo de su trayecto, la aorta emana ramas arteriales como la braquiocefálica, la carótida común izquierda y la subclavia izquierda en el tórax, y las arterias celíacas, mesentérica superior, renal, gonadal bilateral y mesentérica inferior en el abdomen. (5)
A nivel histológico la aorta se compone de tres capas vasculares: la íntima endotelial interna, la media de músculo liso y la adventicia externa de tejido conectivo.
La capa media está compuesta por fibras elásticas de elastina y fibrilina que se entrelazan con colágeno y células de músculo liso, que proporcionan las propiedades elásticas de este vaso sanguíneo.
Partiendo de lo anterior, se entiende como disección aortica al mecanismo de la salida de sangre a través de un desgarro de la íntima endotelial de la aorta con la posterior conformación de un hematoma o falsa luz entre dicha capa vascular y la capa media.
Existen dos eventos iniciales principales que pueden predisponer a la lesión de la íntima. Por una parte, se encuentra el desgarro primario de la capa, mientras que por otra parte puede ocurrir una hemorragia de la vasa vasorum que debilita la pared y rompe la capa. En ese sentido, se considera como requisito principal para el desarrollo de una disección aórtica no traumática, la existencia previa de una degeneración de la capa media ya sea por inflamación de la pared aórtica, apoptosis de las células del músculo liso vascular o fragmentación de sus fibras elásticas. (6)
Cuando ocurre la lesión inicial, la sangre pasa a través del desgarro separando a la íntima de la media circundante o la adventicia y creando una falsa doble luz aórtica (luz aortica verdadera y luz falsa). Ambas luces pueden permanecer permeables a la vez, o en ocasiones puede generarse una trombosis de la luz falsa. Inmediatamente después de la disección, se genera una especie de colapso variable de la luz aortica verdadera, tras la dilatación de la luz falsa que puede propagarse de manera anterógrada o retrógrada, dependiendo de esto muchas de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. (7)
La propagación de la disección aórtica puede causar varias complicaciones que pueden concentrarse en tres grupos principales:

1. Compromiso arterial: disminución del flujo sanguíneo hacía varias de las ramas aorticas y por consiguiente la hipoperfusión de sus respectivos tejidos y órganos diana.
2. Insuficiencia aórtica: principalmente secundaria una disección retrógrada.
3. Ruptura aórtica: tras la pérdida de continuidad total de la pared vascular.

Otras formas etiológicas de la disección aórtica no traumática incluyen:
● Hematoma intramural: es la formación de un hematoma dentro de la pared de la aorta sin evidencia de desgarro de la íntima aórtica, que se produce por rotura de la vasa vasorum. Más de la mitad de los hematomas intramurales se producen en la aorta descendente como resultado de una enfermedad ateroesclerótica o un traumatismo por manipulación yatrógena de un catéter intravascular.
● Úlcera ateroesclerótica penetrante: resulta de la erosión de una lesión ateroesclerótica de la íntima. Es un mecanismo alternativo al desgarro de la íntima, que permite que la sangre se diseccione hacia la media de la pared aórtica o más allá. La ulceración puede conducir a la formación de un hematoma en la capa media disecada o puede extenderse a la adventicia con formación de seudoaneurismas y posible rotura. (8)

4.1.1. Clasificación
Según el tiempo de evolución de la enfermedad, la disección aortica puede clasificarse en:
● Aguda si se diagnostica dentro de las 2 semanas posteriores al inicio de los síntomas.
● Subaguda si se diagnostica entre 2 semanas y 3 meses después del inicio de los síntomas.
● Crónica si se diagnostica más de 3 meses después del inicio de los síntomas.

Por otra parte, según el segmento aórtico afectado, se puede clasificar la disección de la aorta por el sistema de clasificación de DeBakey, o por el sistema de clasificación de Stanford: (9)

Clasificación de DeBakey:
● Tipo I: Compromete la aorta ascendente, el arco y la aorta descendente.
● Tipo II: La disección se limita a la aorta ascendente y al arco aórtico.
● Tipo III: La disección se origina a nivel de la subclavia izquierda y se extiende en la aorta descendente.

Clasificación de Stanford:
● Tipo A describe la disección que afecta a la aorta ascendente con o sin afectación de la descendente. Equivale a los tipos I y II de Bakey.
● Tipo B se limita a la aorta descendente que comienza distal a la arteria subclavia izquierda. Equivale al tipo III de Bakey.

En la última guía de La Sociedad Europea de Cardiología se recomienda el uso de la clasificación de Stanford puesto que resulta muy práctica a la hora de indicar la actitud terapéutica a seguir; la de tipo A es quirúrgica, mientras que la de tipo B generalmente solo requiere manejo médico. (10)
La disección aórtica tiene una mortalidad significativamente alta si no se trata a tiempo. Se ha reportado que más de un tercio de los pacientes mueren en las primeras 24 horas, la mitad en las siguientes 48 horas, dos tercios en la primera semana y hasta el 90% en el primer mes.
En las disecciones de tipo A la mayoría de las muertes ocurren por taponamiento cardiaco, por insuficiencia aórtica aguda con falla ventricular izquierda y por compromiso del flujo a arterias coronarias o cerebrales.
En las disecciones de tipo B, la mayoría de las muertes suelen ser por compromiso arterial de órganos vitales, en especial por oclusión de arterias mesentéricas y renales. (11)

4.2. Diagnóstico
Viene dado por la presentación clínica del paciente que ha sufrido disección aortica más la adicción de exámenes complementarios que permiten corroborar la sospecha diagnóstica. (12)

4.2.1. Clínica
Los signos y síntomas de la disección aórtica dependen tanto de la extensión de la disección como de las estructuras cardiovasculares afectadas. No obstante, el dolor es el síntoma más común que se presenta en los pacientes, ya sea a nivel del pecho (en la disección aortica de tipo A) o a nivel de espalda y el abdomen (en la disección aortica de tipo B). Dicho dolor se presenta de manera intensa, brusca, aguda de tipo punzante y en forma de desgarro.

Cuando la aorta ascendente está afectada el dolor se irradia hacia la parte anterior del tórax o el cuello, mientras que cuando la aorta descendente es la afectada, el dolor se irradia hacia la espalda, el abdomen o las piernas. Además, pueden estar presentes síntomas como: (13)
● En la disección de tipo A: sensación de mareo o síncope y, con menor frecuencia, disnea relacionada con insuficiencia cardíaca congestiva.
● Los pacientes con disección de tipo A o B pueden tener síntomas de déficits neurológicos relacionados con afectación cerebral o de la médula espinal.
● La disección de tipo B se considera complicada en el contexto de dolor refractario, expansión o rotura aórtica rápida, hipertensión incontrolable o perfusión insuficiente de los vasos renales, esplácnicos, espinales o de las extremidades inferiores.

Por otra parte, los signos que se pueden encontrar en una disección de tipo A son: déficit de pulso, hipertensión, normotensión o hipotensión. El síncope ocurre en una minoría de pacientes y se asocia con mayor mortalidad; este generalmente se debe un taponamiento pericárdico por disección retrógrada de la aorta. Un infarto agudo de miocardio por afectación del ostium coronario también puede ocurrir en la disección de tipo A. (14)
La mayoría de los pacientes con disección de tipo B tienen una presión arterial que supera los 150 mmHg, viéndose también asociado con síncope y déficit de pulso, pero con menor frecuencia que con la enfermedad de tipo A.
Signos y síntomas neurológicos como el accidente cerebrovascular isquémico, la isquemia espinal y la neuropatía periférica isquémica pueden presentarse tanto en la disección de tipo A como en la disección de tipo B. De la misma manera, las complicaciones digestivas pueden ocurrir en los dos casos, generalmente debido a oclusión de las ramas vasculares. (15)

4.2.2. Exámenes de laboratorio
El dímero D tiene una sensibilidad aproximada del 96% para descartar disección en pacientes de bajo riesgo.  Si el dímero D está elevado (nivel de corte de 500 ng/ml), aumenta la sospecha de disección aortica. Esta prueba tiene mayor valor diagnóstico durante la primera hora. (16)
Algunos pacientes presentan leucocitosis. También puede existir anemia severa si ha ocurrido ruptura aórtica. La función renal se puede alterar si existe oclusión de las arterias renales o por shock hipovolémico.

4.2.3. Exámenes de imagen
4.2.3.1. Radiografía de tórax
La radiografía de tórax adecuadamente realizada e interpretada por expertos tiene alcanza una sensibilidad aproximada del 67%.
Los signos radiográficos que sugieren disección de aorta son: ensanchamiento del botón aórtico, derrame pleural, desviación de la tráquea, ensanchamiento mediastínico (≥8 cm) y la separación entre la calcificación intimal y el contorno externo aórtico, signo muy referido en la literatura.
No sólo ofrece signos compatibles con el diagnóstico, sino que apoya la necesidad de realizar otra prueba de imágenes para confirmarlo. También puede identificar otras causas de dolor torácico. (17)

4.2.3.2. Electrocardiograma
● Es normal en la mayoría de los casos.
● En pacientes hipertensos, puede poner de manifiesto signos de hipertrofia ventricular izquierda.
● Aunque no apoya el diagnóstico de disección de aorta, es esencial para distinguirlo de un infarto agudo de miocardio. (18)

4.2.3.3. Ecocardiograma
● Proporciona información sobre la existencia y grado de regurgitación aórtica. (19)

4.2.3.4. Ecografía transesofágica
● 
Tiene una sensibilidad y especificidad (99% y 97% respectivamente). Posibilita la visualización de la totalidad de la aorta torácica.
● Se recomiendan como de primera elección en pacientes con sospecha de disección aórtica.
● Evalúa la afectación de la válvula aórtica, el estado del ventrículo izquierdo y el espacio pericárdico.
● Permite establecer un diagnóstico, determinar la afectación de aorta ascendente y definir la existencia de anatomía anormal. (20)

4.2.3.5. Ultrasonido intravascular
● 
Permite la visualización totalidad de la aorta abdominal y torácica.
● Da información complementaria en pacientes diagnosticados con algunos de los procedimientos convencionales, como son la localización, extensión y características del séptum que separa ambas luces aorticas.
● Permite establecer un correcto planteamiento quirúrgico y para control de procedimientos de fenestración y colocación de prótesis endoluminales. (21)

4.2.3.6. Tomografía axial computadorizada
● 
Con este examen se aprecia muy bien las calcificaciones de la íntima: su desplazamiento medial es diagnóstico de disección aórtica.
● Tiene mayor especificidad que la aortografía para detectar el colgajo de íntima y las luces verdadera y falsa.
● También puede mostrar la existencia de líquido en pericardio o en cavidad pleural, o el compromiso de las ramas de la aorta por la disección. (22)

4.2.3.7. Resonancia magnética nuclear
● 
Permiten hacer fácilmente el diagnóstico de disección aórtica, sin necesidad de medio de contraste.
● Es el examen que mejor visualiza el colgajo de íntima y con el que se diferencia fácilmente el tipo A del tipo B. (23)

4.2.3.8. Aortografía
Solía ser el examen de elección para el diagnóstico de la disección aórtica por ventajas como demostrar la existencia de insuficiencia valvular aórtica, el mapa coronario y el sitio de entrada del medio a la falsa luz y la reentrada a la luz verdadera, así como la fracción de eyección.
Debido a desventajas como el hecho de que es un método invasivo que requiere la inyección de una cantidad importante de medio yodado cada vez se practican menos arteriografías. (24)

De manera general, se resume que la ecografía transesofágica es la técnica de elección para realizar diagnóstico de disección aortica, permitiendo también planear el tratamiento quirúrgico necesario para el paciente al igual que su posterior seguimiento. No obstante, resulta esencial destacar la importancia de iniciar el estudio de la patología en cuestión partiendo del apoyo de los exámenes complementarios más básicos, como una química sanguínea o Rx de tórax, hasta avanzar escalonadamente hacia los más complejos como una resonancia magnética nuclear; en dependencia de la disponibilidad de los equipos y la urgencia o necesidad del paciente en cuanto a su abordaje diagnóstico y terapéutico. (25)

4.3. Tratamiento farmacológico
En la disección aórtica, el daño de órganos diana ocurre mediante disección retrógrada hacia el corazón, afectación de ramas de la aorta y lesión endotelial. En el manejo de la emergencia hipertensiva se recomienda la reducción de la presión arterial dentro de 1 hora de la presentación hospitalaria usando antihipertensivos parenterales Algunos autores recomiendan la reducción de la PAS <120 mmHg dentro de los 20 minutos. Otros recomiendan la reducción de la PAD a < 110 mmHg en 5-10 minutos, aunque lo recomendado actualmente es la reducción de la PAS a <100 mmHg o la presión arterial media a < 60 mmHg en 20 minutos. La frecuencia cardíaca debe mantenerse entre 55 y 65 latidos/min.  En pacientes con hipertensión crónica debido al “desplazamiento” del rango de autorregulación hacia la derecha se puede tolerar niveles más altos de PA.

El antihipertensivo ideal para el manejo de la emergencia hipertensiva debe preservar la tasa de filtración glomerular y el flujo renal, tener escasas o nulas interacciones farmacológicas (particularmente con anestésicos y agentes vasoactivos), y no agravar condiciones comórbidas como insuficiencia cardíaca congestiva o EPOC. Además, debe contar con un inicio y término de acción rápidos, causar hipotensión mínima, requerir poca monitorización de presión arterial o ajuste de dosis frecuente, no generar tolerancia aguda o taquifilaxia, ser seguro y fácil de administrar, no producir metabolitos tóxicos, ser de bajo costo, estar disponible en formulaciones para uso a corto y largo plazo, y ocasionar una mínima activación simpática. (26)

El manejo antihipertensivo en la disección aórtica aguda busca reducir el estrés pulsátil en la aorta (dp/dt) para ralentizar la progresión de la disección y evitar su ruptura. Los objetivos incluyen prevenir la isquemia miocárdica, disminuir la poscarga del ventrículo izquierdo, reducir el consumo de oxígeno del miocardio y evitar la ruptura o el sangrado en las líneas de sutura.

El tratamiento óptimo para la emergencia hipertensiva en el contexto de la disección aórtica implica una combinación de un betabloqueante parenteral y un vasodilatador potente ya que su uso individual, en lugar de disminuir la frecuencia cardíaca, puede ocasionar taquicardia refleja empeorando el cuadro de la disección. (27)

El betabloqueante de elección es el esmolol y como alternativa, labetalol o metoprolol, debido a que el primer fármaco es un antagonista  β 1, mientras que el labetalol es un antagonista combinado α 1, β 1 y β 2 con una relación de bloqueo alfa o beta de 1:7.

4.4. Tratamiento quirúrgico
La disección aórtica representa una emergencia cardiovascular que requiere un tratamiento quirúrgico inmediato para reducir su elevada mortalidad. Esto busca preservar la vida del paciente tras el cuadro agudo y prevenir complicaciones que lo lleven a un mal pronóstico.

Entre los objetivos quirúrgicos están garantizar el flujo arterial adecuado mediante la luz verdadera, evitando la presurización de la luz falsa, que podría agravar la mala perfusión o el riesgo de ruptura. Técnicas como la canulación periférica (subclavia o femoral) han tenido mejores resultados, siendo la vía subclavia derecha la más recomendada por ofrecer una perfusión anterógrada más fisiológica y con menos complicaciones.

Otro de los objetivos es eliminar el desgarro principal, esto se hace reparando la pared aórtica mediante anastomosis distal abierta en condiciones de parada circulatoria controlada e hipotermia. Este procedimiento resecará segmentos comprometidos de la aorta, los cuales incluyen el arco aórtico; si está involucrado, y explorar la anatomía interna de manera más segura.

El último objetivo es restablecer la anatomía de la raíz y la válvula aórtica, ya que muchas de las disecciones se extienden hacia la raíz aórtica, afectando la válvula aórtica y causando una insuficiencia valvular. Dependiendo del daño, se pueden realizar reparaciones valvulares o reemplazos completos con conductos valvulados y el reimplante de botones coronarios. (28)

4.4.1. Elección del abordaje quirúrgico
Entre los factores que condicionan a una técnica de otra, está el estado clínico del paciente, ya que la presencia de mala perfusión visceral, shock o taponamiento cardíaco aumentan las prioridades intraoperatorias. La anatomía de la disección es otro factor, ya que variables como el tamaño de la aorta torácica descendente (>35 mm), el diámetro de la luz falsa (>22 mm) y la localización del desgarro principal guían a una planificación quirúrgica. También es importante la infraestructura y experiencia del equipo quirúrgico, ya que determinará si el procedimiento requerirá reparaciones más extensas, como la sustitución del arco aórtico completo. (29)

Dentro de las técnicas quirúrgicas, la canulación subclavia con injerto ha reducido la mortalidad, con tasas de éxito superiores al 80% en centros especializados. De la misma forma, la parada circulatoria con hipotermia moderada mejora la seguridad del procedimiento y reduce el daño orgánico durante la cirugía. Por otro lado, aunque los procedimientos iniciales tienen buenos resultados a largo plazo, un porcentaje de pacientes pueden requerir nuevas intervenciones; especialmente si persiste la luz falsa o hay dilatación progresiva de la aorta. (30)

Conclusiones
La disección aórtica es una urgencia médica que se origina a partir de un desgarro en la íntima de la aorta, permitiendo la entrada de sangre entre las capas de la pared vascular. Su evolución y pronóstico dependen de la extensión, afectación de las ramas y compromiso de estructuras adyacentes, lo que se traduce en complicaciones como insuficiencia aórtica, taponamiento cardiaco o ruptura. El diagnóstico se fundamenta en la clínica, donde el dolor intenso y en forma de desgarro es característico, complementado con exámenes de laboratorio e imagen, siendo la ecografía transesofágica la técnica de elección. El tratamiento se orienta a estabilizar la emergencia hipertensiva mediante betabloqueantes y vasodilatadores, seguido de intervención quirúrgica para eliminar el desgarro principal y restablecer la anatomía aórtica. La adecuada elección del abordaje, junto con la experiencia del equipo, resulta determinante para reducir la alta mortalidad asociada a esta patología, además de que su manejo oportuno es crucial.

John Marcos Torres Dueñas
Artículo publicado el 02/02/2025

Referencias Bibliográficas
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