Novelista, ensayista y musicólogo cubano,
que influyó notablemente en el desarrollo de la literatura latinoamericana,
en particular a través de su estilo de escritura, que incorpora
todas las dimensiones de la imaginación -sueños, mitos,
magia y religión- en su idea de la realidad. Nació en La
Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de un arquitecto francés
y de una cubana de refinada educación. Estudió los primeros
años en La Habana y a la edad de doce años, como la familia
se trasladó a París durante unos años, asistió
al liceo de Jeanson de Sailly, y se inició en los estudios musicales
con su madre, desarrollando una intensa vocación musical. Ya de
regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no acabó
la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar en
movimientos políticos izquierdistas. Fue encarcelado y a su salida
se exilió en Francia. Volvió a Cuba donde trabajó
en la radio y llevó a cabo importantes investigaciones sobre la
música popular cubana. Viajó por México y Haití
donde se interesó por las revueltas de los esclavos del siglo XVIII.
Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta
1959, año en el que se produjo el triunfo de la Revolución
castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos
para el gobierno revolucionario, murió en 1980 en París,
donde era embajador de Cuba.
Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió
para la revista Révolution surréaliste, por encargo expreso
del poeta y crítico literario francés André Breton.
Sin embargo, mantuvo una posición crítica respecto a la
poco reflexiva aplicación de las teorías del surrealismo
e intentó incorporar a toda su obra la 'maravilla', una forma de
ver la realidad que, mantenía, era propia y exclusiva de América.
Entre sus novelas cabe citar El reino de este mundo (1949), escrita tras
un viaje a Haití, centrada en la revolución haitiana y el
tirano del siglo XIX Henri Christophe, y Los pasos perdidos (1953), el
diario ficticio de un músico cubano en el Amazonas, que trata de
definir la relación real entre España y América siguiendo
la conquista española. Se considera que es su obra maestra, un
intento de llevar a cabo su idea de construir una novela que llegue más
allá de la narración, que no sólo exprese su época
sino que la interprete. Guerra del tiempo (1958) se centra en la violencia
y en la naturaleza represiva del gobierno cubano durante la década
de 1950. En 1962 publicó El siglo de las luces, en la que narra
la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución
Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de
ideas es, en la interpretación de algunos críticos, una
cabal novela filosófica. Concierto Barroco (1974) es una novela
en la que expone sus visiones acerca de la mezcla de culturas en Hispanoamérica.
Finalmente El recurso del método (1974) y La consagración
de la primavera (1978), obras complementarias y difíciles; la primera
ha solido -considerarse como la historia de la destrucción de un
mundo-, la caída del mito del hombre de orden, mientras que la
segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo
mito, que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador:
el autor trata de explicar el inconciliable desajuste entre el tiempo
del hombre y el tiempo de la historia.
A pesar de su corta producción narrativa, Carpentier
está considerado como uno de los grandes escritores del siglo XX.
El fue el primer escritor latinoamericano que afirmó que Hispanoamérica
era el barroco americano abriendo una vía literaria imaginativa y
fantástica pero basado en la realidad americana, su historia y mitos.
Su lenguaje rico, colorista y majestuoso está influido por los escritores
españoles del siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde
no le interesan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología
individual de sus personajes, sino que crea arquetipos —el villano,
la víctima, el liberador— de una época.
|
|