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Re conociendo la obra fotográfica de Marcos Chamudes.

por Juan Bragassi H.
Artículo publicado el 05/05/2017

MUJER-CON-CANASTO-1950Marcos Chamudes, es un reconocido fotógrafo chileno cuya producción fue breve e intensa. Chamudes nos ha dejado una serie de interesantes registros fotográficos de carácter documental, costumbrista, periodístico y publicitario. En este trabajo busca hacer un rescate de su figura y sus trayectoria, así como una reflexión de sus obra, a partir de la selección algunos de sus registros fotográficos.

 

Una producción fotográfica de unos cortos diez años, es la que nos deja el trabajo gráfico de Marcos Chamudes. Su vida pública está marcada por su interés en la política contingente. Ella se inicia en las postrimerías del primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo cuando es dirigente estudiantil, experiencia que lo lleva a abrazar la vida política. En 1937, es elegido diputado por el Frente Popular. Su alejamiento de Chile, se produce tras ser expulsado del Partido Comunista, viviendo en forma directa la tragedia humana que significó la Segunda Guerra Mundial.

Hay quienes afirman que la obra fotográfica de Marcos Chamudes, es comprable a la producción del destacado fotógrafo Sergio Larraín, ya sea en cuanto a su propuesta estética, como por el desarrollo de algunas temáticas, que deambulan entre lo costumbrista y lo social. Sin embargo, también constatamos en su obra una producción de carácter documental, periodística y publicitaria.

Su breve carrera como fotógrafo se inicia con su permanencia Estados Unidos en 1940, período en que ingresó a la Escuela de Fotografía Moderna de New York. Cursando estudios en fotografía de retrato, fotografía comercial y fotografía a color, dedicándose en forma paralela – a fin de poder costear los gastos de su estadía -, a la realización retratos fotográficos de niños en las plazas.

Poco tiempo después de obtener la nacionalidad norteamericana, se enlistó en el ejército de ese país, donde se desempeñó como corresponsal en las fuerzas dirigidas por el general George Patton.

Dos de las primeras fotos escogidas, que nos sirven como ejemplo de ese tiempo, son registradas en el frente europeo hacia el fin de la guerra entre 1944 y 1945.

En una se observa en un plano general, un grupo de once soldados alemanes, prisioneros de guerra, que yacen el en suelo boca abajo, todos en fila, con las manos puestas en la cabeza, mientras se ve hacia el fondo, seis soldados norteamericanos, dos de ellos los custodian a los rendidos, en tanto el resto al parecer “posan” observando hacia la cámara. Los prisioneros germanos, están ubicados a mano izquierda del observador, al descubierto, en el ante jardín de una casona campestre a mal traer de dos pisos, mientras la mayor parte de sus captores, están a mano derecha, protegidos por el techo de un pasillo de dicha vivienda.

Otra, fue tomada en Austria, en un sector rural, donde se aprecia también en un plano general, tres mujeres sentadas en el pasto, dos de ellas con vestidos y al medio una en traje de baño. Dichas mujeres, están acompañadas de tres soldados norteamericanos (dos afroamericanos y uno blanco a torso descubierto, al parecer un oficial), cada uno de estos hombres está con una mujer a su lado, abrazándolas con su mano izquierda, mientras al medio hay un niño sentado en el suelo, echado para atrás sonriendo a la cámara. Pese al aire distendido de la escena, se mantiene la tensión en el rostro en algunos de los protagonistas. Los soldados permanecen con sus cascos, botas y la mayor parte de su vestuario puestos.

Terminada la guerra, Chamudes se desempeñó como reportero gráfico para la ONU así como para importantes agencias de noticias internacionales. De ese período, presentamos dos fotografías tomadas en la ciudad de París, en 1949. En una aparece el poeta Pablo Neruda viviendo el exilio tras su huida de Chile por la codillera y el pintor Pablo Picasso.

Neruda aparece en un plano medio, posando en una suerte de perfil delantero, sus brazos están cruzados y apoyados al igual que su cuerpo, en una gruesa baranda al parecer de cemento pintada a la cal. El poeta está con un impermeable de color claro y sobre su cabeza luce una boina negra; de fondo hacia la mitad derecha de la imagen, se ve fuera de foco una difusa construcción palaciega. La imagen nos sugiere, un ángulo de cámara contrapicado. Hay un cierto aire nostálgico o romántico de la mirada de modelo que se pierde en el horizonte. Se advierte también, una influencia del período

renacentista, en el uso de la perspectiva de un punto de fuga que resalta en la composición.

En cuanto al retrato de Picasso, este es realizado en un plano medio, donde el pintor posa frente a la cámara, se destaca su rostro y su mano derecha por medio de la iluminación – posiblemente artificial-, mientras el resto de su vestuario se pierde en la oscuridad de la habitación en que fue tomada, que presenta en la parte superior izquierda, unas ventanas igualmente iluminadas, pero con una luz del exterior.

La imagen sigue la misma estética de los retratos de este mismo autor, realizados a los escritores María Luisa Bombal, Miguel Serrano, González Vera y Manuel Rojas, apariencia que nos recuerda la pintura de retratos realizadas por Rembandt y Carvaggio, pinturas donde prevalecen los contrastes entre oscuridad y claridad, así como las fotografías de estrellas de cine de los años 30 y 40 del siglo XX realizadas por George Hurrell.

Tras ser restituida su nacionalidad chilena en 1951, Chamudes se dedicó a la realización de comentarios políticos. Uno de ellos, fue el exitoso programa radial: «Cuidado…No me desmienta», que dio pié a la publicación en 1954, de un libro de igual nombre.

Finalmente, dentro de la selección de fotografías, hemos incluido dos de temáticas costumbrista. En una se observa una mujer joven de espalda, de falda larga negra ajustada la cintura, camisa blanca y pelo oscuro, con un canasto en el brazo derecho, caminado en dirección a un casa u oficina de estilo Bauhaus, donde resalta el color blanco de sus paredes y transparencia de sus ventanas. Se puede ver además, un suelo agreste por donde transita dicha mujer, a mano izquierda una chimenea y un cielo totalmente limpio en la parte superior. La foto es en blanco y negro, el plano es general y el ángulo de la cámara es contrapicado, dando un aspecto mágico al paisaje, resaltando la profundidad del cielo, confiriéndole a la escena un aire heroico y a la vez romántico. En ella hay una influencia de Leny Riefenstahl en su film Olimpia. La imagen fue tomada en Paipote, en 1950 y según el título, la mujer iba en dirección de la pulpería de dicho pueblo minero.

Otra imagen que nos ha llamado la atención, es una fotografía tomada en el muelle del puerto de Caldera en 1951, donde aparecen tres hombres, echados en el suelo conversando, Dos de ellos están apoyados en la pared de una casa u oficina, resguardándose del sol en la sombra de esta construcción, otro con sombrero al sol , los observa sonriendo, mientras sus manos se apoyan en el suelo detrás de su espalda. El suelo donde se apoyan, es un relleno puesto sobre la arena, mezcla de cemento y piedra de cantera, se ve parte de la playa las vigas metálicas del muelle, que sobre salen de la arena hacia la superficie de éste, provisto de unas sobrias barandas. Se ve el mar y unos lanchones anclados o amarrados. Esta imagen nos deja la idea, de que el autor tiene como propósito retratar una realidad social, cuyos protagonistas son los sujetos de extracción popular, como los emblemáticos registros realizados por el autor con los niños en la Fundación Mi Casa, como Larraín lo hizo con los niños abandonados del río Mapocho. Mucho de ello, está en la sintonía temática y estética del cine neorrealista italiano de la posguerra.

Marcos Chamudes, fue posteriormente director del diario La Nación, durante en el gobierno de Jorge Alessandri. También editor de una publicación periodística, denominada «Semanario PEC» (Política Educación y Cultura), el cual se distribuyó mediante suscripción.

Fue dejando de lado su trabajo fotográfico, por el periodísmo escrito, el cual no estuvo no excento de polémica. Así resulta curioso, que su vuelta a la política, se dio por medio de lo que representó en su momento una nueva opción de vida. Esa que lo llevó a cubrir hechos históricos de carácter bélico en distintos escenarios (América y Europa), tomar contacto con personalidades intelectuales (algunas de ellas muy activas en la esfera político partidista), como las propiamente políticas. También a tomar contacto con ciudadanos, paisajes y costumbres populares.

Además de sus exposiciones (que a más de alguno causará asombro en donde se dieron), Chamudes nos dejó una serie de publicaciones, que responden a sus inquietudes y que vienen a darnos una idea más acabada de su personalidad, algunos de esos títulos son: «El Libro Blanco de Mi Leyenda Negra» (1964), trabajo que es una suerte de autobiografía; “Chile, una advertencia Americana» (1972) y «La Reincidencia tiene su hora» (1976), textos de análisis político, donde expresa su distanciamiento con los gobiernos encabezados por los presidentes Frei y Allende; «Picasso Arte y Libertad» (1981), personalidad que como comentamos líneas anteriores, conoció y retrató en su estadía en Francia hacia 1949.

Entre 1970 y 1973, Chamudes vivió fuera de Chile, en la ciudad de Buenos Aires Argentina, regresando a nuestro país en la década de los 80´s, falleciendo en junio de 1989.

marcos-chamudes

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