EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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Desde la comodidad de mi escritorio.

por Camilo Brodsky
Artículo publicado el 21/03/2006

Escribo esto desde la comodidad de mi escritorio, rodeado por mi hija, que canta la canción de Pinky Dinky Doo, y la certeza del desempleo estival. Y, a pesar de esta aparente seguridad que da el calor de hogar, me asalta la duda: ¿de qué se habla cuando se habla de literatura? Nada tiene que ver el dolor con el dolor, decía alguien; y nada tiene que ver con literatura –o poesía, para espíritus puristas- la lógica de la polémica gratuita. Influenciado por alcohol o sustancias he escrito cosas que pienso, pero que caen también en el maelstrom de lo espurio. Criticar está bien, es necesario. ¿Pero es crítica la polémica artificial que parece alimentar los dimes y diretes del rasca (1) escenario de la poesía chilena? Siguiendo la línea que Morales lanza en www.letras.s5.com, creo que las cosas, la mezquindad de las cosas, excede el valor mismo de las cosas. ¿Novísimos? ¿Poetas del ’90? ¿Poetas? Esto ni siquiera es una guerra de egos –se requieren soldados dispuestos a matar y morir para una guerra-; es sólo una puesta en escena, empujada por el vacío en que quedaron los debates relativos a las propuestas estéticas y creativas tras el descampado en que quedó el sentido de la obra.

Entiendo –comparto y, en ocasiones, borracho perpetro o avalo- ataques personificados. Pero una cosa es que un huevón me caiga mal –-por ejemplo Zurita o Hernández Montecinos-, y otra, muy distinta, que no sepa distinguir entre la obra y el fantoche (fantoches todos, escriban critiquen o antologuen).

Insisto, ahí, en lo que dice Morales –o en la interpretación personalísima de lo que dice Morales-: la mezquindad campea. La mezquindad de enfrentar la crítica –como sujeto u objeto- de manera estrecha, pandillera, atrincherada. Disputas de poder rascas, retóricas de poder rascas. Espacios de poder rascas, a fin de cuentas, por los que ni siquiera vale la pena trizarse una uña.

Puede ser que el hecho de provenir de la militancia política me haga ver los hechos en perspectiva o, al menos, de distinta manera; puede ser que la distinción entre disputa de poder real y mantención de parcela me haga tomarme la huevá a la ligera. Como sea. Soy perro chico en estas cosas. Pero ni quiero ni me interesa ser perro grande en rasquedades.

No comparto la actitud freudiana de matar al padre por matarlo, y tampoco creo que desperfilar al otro me haga más grande.

Con respecto al comentario de Harris sobre la antología Diecinueve, no comparto sus juicios sobre Méndez, Sanhueza y Anwandter; podré no compartir proyectos poéticos, pero negar obra en estos casos, creo que no corresponde, sobra. Sí comparto la crítica política de Harris, la que, creo, no se ve afectada por la biografía del autor. Y no se ve afectada por un hecho simple: es una crítica política en el campo de la literatura, no de la política. Insisto, si la política es rasca en este país, para que hablar de la poesía. Y no me refiero a obra, sino a las relaciones de “poder” que se establecen en torno a ella. Suponer politicidad conciente y, sobre todo, efectiva –y por lo tanto política, en la medida que opera sobre el campo del poder-, en los proyectos poéticos post plebiscito es, al menos, naif.  Es la política de los que no conocen la política; es Reynaldo Marchant –operador PS de las letras- hablando de literatura y envuelto en su propio Chiledeportes prosaico.

Cuando se habla de poesía en este país, parece, se remite la discusión al debate de las paternidades. Ya Zurita –que debiera entender de una vez por todas que basta con lo que escribió hace años para ser valorado- rubricó un tratado de autorreferencia con Cantares. La manía canónica debe acabar. Dejen que la gente escriba; si el proyecto no se sostiene, quedará en evidencia.

Lo otro –el debate político-, que se dé en el plano que corresponde. La consecuencia, la congruencia, son exigibles para los que tienen el cuero de morir o matar, ensuciarse hasta los lomos o vivir para mártires y santos. Sacar hipotéticos argumentos de la situación laboral o personal de gente que, por motupropio, optó por el egoísmo de la poesía, es una reverenda huevada. Y no hablo de inhibir el necesario –inevitable, inexcusable- acto político de la escritura; sino de situarlo, contextualizarlo. Dimensionarlo, como creadores, en el espacio que corresponde construir como espacio. Lo otro, suponer la existencia de la poesía en el plano de lo real-contingente, es absurdo, al menos por ahora. Podemos cuestionar el movimiento hipotético que pretende encarnar una también hipotética avant garde, que parece no conocer a Perec y Quenau sino por folletos y referencias de segunda mano –no “fuentes primarias”, como dicen algunos historiadores borrachos que tengo el agrado de conocer-; podemos decir que hay los que escriben para concursos en España y los que conocen los vericuetos de los jurados chilenos del Fondo del Libro. Da igual. Todavía no escucho –o leo- una lectura crítica que se haga cargo de la deconstrucción epocal perpetrada por Hernández Montecinos, de la imposición minimalista y oral de Banda sonora, o de las repercusiones reales y ficticias de Tridente. Puede ser porque leo poco, o leo mal. Ambas alternativas son posibles, pero dudo que sea ese el motivo.

Creo, más bien, que no hay campo cultural para el desarrollo de una crítica honesta, frontal y no individualizada –en términos de no exudar rencores personales-. Una crítica, a fin de cuentas, que sea crítica. El vasallaje, instituido tanto por el aparato estatal como por el duopolio de  Copesa y El Mercurio, y del que no se salva la nueva caterva de académicos privados, impone el silencio y la polémica liviana. Pero eso, eso es tema de otro texto.

Y que conste que esto lo escribo a sabiendas de que mañana me arrepentiré.

Camilo Brodsky, Santiago 20 de noviembre de 2006
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1. Rasca: de poca monta, insinificante y despreciable (nota del editor).
más sobre el autor en
http://revistakronstadt.blogspot.com
http://laspuntasdelascosas.blogspot.com
camilo.brodsky@gmail.com
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