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Contarlo Todo: Un debut anunciado.

por Arturo Caballero
Artículo publicado el 22/07/2014

La polémica previa a la publicación de Contarlo todo (Mondadori, 2013) anticipó un debut más que auspicioso para la primera novela de Jeremías Gamboa (Lima, 1975), a pesar de los severos comentarios de escritores como Oswaldo Reynoso y Edmundo Paz Soldán, y de un amplio sector de la crítica literaria, en contraste con las brevísimas líneas dedicadas por Mario Vargas Llosa y la atención de revistas, suplementos culturales, semanarios y reportajes televisivos. Sin embargo, la polémica no terminó luego de la publicación de Contarlo todo sino que continuó su propio desarrollo.

Un hecho que ha pasado desapercibido para quienes denostan o celebran la novela de Gamboa es que ella cerró un 2013 marcado por el éxito comercial de A su mare, película que generó debates en torno a la calidad de las producciones cinematográficas que de inmediato se convierten en sucesos de taquilla. Casi todos los críticos de cine coincidieron en que la cinta protagonizada por Carlos Alcántara de ningún modo podría abordarse como una producción estéticamente destacada; y desde la crítica cultural se invocaban razones de carácter sociocultural. Contrariamente, el documental Sigo siendo fue acogido con mayor júbilo por esa misma crítica que lapidó a su predecesora, como si se tratara de un ajuste de cuentas entre quienes están en condiciones de apreciar el buen cine y los que se deleitan con el «mal gusto». En ambos casos, el gran público se mantuvo en la orilla contraria de las interpretaciones formales o socioculturales.

Es así que Contarlo todo irrumpió en un contexto propicio para continuar los debates sobre la calidad estética y la influencia del libre mercado en la producción cinematográfica o editorial, incluso, como mencioné al inicio, mucho antes de su publicación, puesto que el relente de esas discusiones aún no se había disipado de la blogósfera, redes sociales y reductos académicos. Es en esta genealogía de la industria cultural reciente, sin exclusión de otros productos, que convendría evaluar la novela de Jeremías Gamboa.

Contarlo todo narra una historia sencilla de modo claro y directo, mediante un lenguaje que no deslumbra por su riqueza verbal. La estructura narrativa es lineal y progresiva, característica de las novelas de aprendizaje (Bildungsroman). A nivel del género se trata de una crónica novelada autoficcional. El tema no es exactamente un «gran tema», si por ello se entiende un asunto de dimensiones inabarcables por lo complejo de su abordaje: las vicisitudes del joven periodista Gabriel Lisboa quien anhela convertirse en escritor. Contarlo todo desarrolla la idea que para lograr el éxito literario, el aspirante a escritor debe contemplar las experiencias más amargas de su vida, ya que ellas constituyen, si lo advierte a tiempo, el material de su escritura, de modo que ni las relaciones sentimentales más satisfactorias o la estabilidad económica logran reemplazar ese deseo que cada vez que retorna, devasta por completo el presente, a tal punto que es posible echar por la borda un proyecto de vida que para muchos resultaría envidiable. Es decir, que ni el amor ni el dinero funcionan como alicientes para la creación artística, sino más bien, la condenan a muerte o, en el mejor de lo casos, solo la postergan, lo cual podría convertirse en la crónica de eterno debut anunciado pero nunca realizado. Se trata de una leve reformulación de la tesis vargasllosiana de la escritura como actividad exclusiva y excluyente.

En este sentido, la carencia, el sacrificio, la renuncia y los padecimientos acumulados sí estimulan la escritura, siempre que se los examine retrospectivamente, ya que una vida aciaga por sí sola no asegura que quien la padece se convierta en escritor. La novela de Gamboa enfatiza que el talento literario aislado de la evaluación detenida de aquellas circunstancias vitales solo producirá, en los casos más logrados, una celebridad mediática sobre la base de textos de ocasión, pero no a un escritor de verdad. Pues escribir de verdad significa para Gabriel Lisboa escribir literatura.

De acuerdo a lo anterior, la principal preocupación de Lisboa es escribir literatura. Si él pudiera definir el éxito, este sería convertirse en escritor. Aquí es donde encuentro un paralelo con A su mare: en esta película el éxito se define en términos prácticos y económicos, pues la movilidad social del protagonista se debió, justamente, a que puso en valor su talento natural. La cinta expone el relato épico de una clase media que ve en el crecimiento económico un medio para recuperar un estatus perdido o para emerger de donde se encuentra. De otro lado, Contarlo todo problematiza la influencia del ascenso socioeconómico en la creación artística, de tal modo que hasta resulta un obstáculo, pues coloca la escritura literaria —una actividad todavía marginal en el Perú— como una práctica que puede lanzar al éxito a un escritor. A diferencia de A su mare, Contarlo todo enjuicia el axioma neoliberal-criollo-nacional del éxito económico como un hecho que por sí solo generará bienestar y progreso. Gabriel Lisboa no halla satisfacción en una situación económica holgada ni en la solución de sus vicisitudes económicas (como sí ocurre en A su mare) sino en la escritura literaria cuyo mayor aliciente lo encuentra en sus crisis y descensos, narrando sin ambages cómo la literatura en el Perú también ha sido susceptible de construir celebridades fugaces, albergar trayectorias fugaces, algunas densas, otras rudimentarias, o confinar al olvido a la mayoría de aspirantes a escritor. No obstante, ambas proponen buscar «lo que llevamos dentro», ese talento natural (A su mare) o ese material vital (Contarlo todo) para lograr el ansiado éxito. No es casual que el «sí se puede» de inicios de 2000 sea el combustible cultural de ambos productos.

Esta novela coloca al escritor y a la literatura en un lugar expectante, semejante al que ocupan la vedette, el futbolista, el conductor de moda, la modelo y el cantante de cumbia o música vernacular. Estos personajes emblemáticos de la cultura de masas nacional representan el paradigma popular del éxito al que no es nada ajeno el escritor que de pronto sale del anonimato y se ve rodeado de fama y convertido en una celebridad mediática. El no ser figuras sobresalientes o no exhibir un discurso complejo no ha impedido que se constituyan como referentes ineludibles dentro de la cultura de masas nacional. Todos tienen en común una trayectoria meteórica de ascenso y caída, movilidad socioeconómica y la producción de un discurso de consumo masivo.

Las apreciaciones estéticas descontextualizadas no explican cómo es posible que artefactos culturales de baja calidad actúen como eficientes vehículos ideológicos de los grupos dominantes. Toda discusión estética es ideológica. Por lo tanto, no debe importar tanto si esta u otra novela es entretenida, aburrida, extraordinaria o superficial, sino las representaciones que sugiere su discurso, es decir, cómo la leemos en tanto síntoma de esta época con el propósito de desentrañar qué circunstancias hacen posible «esta» novela hoy. Habrá que analizar en otra instancia y con mayor profundidad cómo es que Contarlo todo anticipa o vuelve a contar este proceso por el cual se construyen celebridades literarias y cómo la literatura ya no es más, desde hace mucho tiempo, solo una obra de arte digna de evaluarse por su alta o baja calidad estética, sino un producto de la industria cultural que lleva consigo la marca ideológica de un discurso hegemónico.

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2 comentarios

Leí Contarlo todo ni bien fue publicada por los «bombos y platillos» que lo celebraron. Inclusive hubo un reportaje en Día D si mal no recuerdo sobre Jeremías Gamboa, como la promesa de la literatura peruana, por la «patadita» de Mario Vargas Llosa, como el Messi de la literatura por hacer una comparación tal vez inadecuada. Sin embargo, particularmente como lector, tengo la idea por lo leído e investigado, que la trama de una novela también suma en el arte literario, y la trama de Contarlo todo ,desde mi perspectiva, no emociona ni desilusiona. Es más, creo que hay muchas páginas de más, que vuelven densa la lectura de la novela y hacen que se pierda la tensión en la misma.

Por Carlos Milton Manrique Rabelo el día 10/02/2021 a las 00:10. Responder #

Es un libro escrito con varias evidencias de ingenio, el libro enlaza un círculo en sí que no cualquier persona puede crear, sobretodo alguien que no es escritor o que no tiene la menor idea de cómo expresar sus ideas, es hermoso ver como el final del libro se enlaza con el principio como si a su vez el inicio fuera el final o viceversa.

Realmente, el libro trata de Gabriel Lisboa; un personaje netamente mundano con contundentes problemas existenciales que tiene la plena conciencia de sí mismo y busca insaciablemente y por momentos si hasta el cansancio, su quehacer en la vida y para sí mismo. Es una persona que constantemente está exigiendo a sí mismo más y más.

Me ha gustado que Contarlo Todo sea sido un libro que me haya regalado un nuevo vocabulario; no sé si el escritor se preocupó por inyectar premeditadamente la lista de palabras no comunes que vienen a enriquecer el léxico de quien lo lee, pero en lo particular se lo agradezco mucho porque esto causa novedad, ya las novelas actuales buscan como tener un léxico demasiado común y no aportan este tipo de novedades.

El libro forma un hilo de interés desde el principio que te hace irlo tejiendo en conjunto con la lectura de sus líneas hasta el final. En lo particular todo el libro me fue atrapando sin embargo en la parte conclusoria aborda y describe las vivencias con Fernanda hasta el cansancio y deja de tornarse interesante o atractivo para el lector, podría haberse prescindido de muchas líneas en esa parte.

Me agrada la idea, siendo cristiana, que luego de haber leído alguna etapa de la vida de un personaje que por demás es en alguna parte biografía del autor una evidencia de cristiandad y fe y que además marca un inicio contundentemente de valor en el aporte existencial de este personaje.
Busqué leer esta novela y quedé satisfecha por el contenido, es una novela para leerse.

Por Raquel Quintanilla el día 20/07/2016 a las 12:40. Responder #

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Requerido.

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