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Incesto y erotismo en Cien años de soledad

por Sukanta Kumar Chattopadhyay
Artículo publicado el 28/11/2019

Resumen
El autor de este artículo trata con el aislamiento de la familia Buendía desde el resto del mundo y su enredo en la telaraña de lujuria e incesto de donde nadie de la familia pudo escaparse. El autor de la novela ha manifestado en efecto la soledad de América Latina que se había hundida en un remolino de auto aniquilación siguiendo una trayectoria circular de vicios de la libido infinita que les han tirado en un laberinto sin salida dirigiendo a su destrucción.

Palabras claves
Aislamiento, lujuria, libido, auto aniquilación, laberinto

 

Incest and eroticism in Hundred years of solitude
Abstract: The author of the article tried to reflect the isolation of the Buendía family from the rest of world and their entanglement in a web of lechery and incest from which they could not escape. The author of the novel has actually demonstrated the solitude of the Latin America which has got submerged into a vortex of self-annihilation following circular track of vices of infinite libido which has thrown them in a labyrinth without the provision of exit for rejuvenation.

Key words
Isolation, entanglement, libido, self-destruction, labyrinth.

 

Desde el principio hasta el final de la obra, el incesto o la indulgencia en amplia recurrencia de actos de libertinaje entre los parentescos por consanguinidadagarra la posición clave de la narración que ha obligado la familia Buendía a su aniquilación restringiendo la marcha avanza de la familia en un remolino que no le permite a la familia a romper los tentáculos de las fuerzas de estrangulación inherente en el proceso de endogamia es decir, la familia se han tirado a un círculo vicioso por razones de su propios pecados.

El incesto en su esencia se ha definido como “la práctica de establecer relaciones sexuales entre parientes consanguíneas y se califican (Incesto, Wikipedia) como incestuosas, en todas las culturas, a las relaciones sexuales entre hermanos, entre madres o padres y sus hijos, entre ambos abuelos y nietos, y así todos los ancestros consanguíneos con sus descendientes. También, aunque la consanguinidad es menor, en muchas culturas se consideran incestuosas las relaciones sexuales entre tíos y sobrinos.”

La jerarquía de los personajes y sus descendientes son muestras de una corriente viva del incesto, aunque, según los éticos de cristianismo el incesto se prohíbe entre (Incesto, Wikipedia) “padres e hijos, hermanos y medio hermanos. Y las relaciones entre ellos son particularmente señaladas para una maldición en Deuteronomio 27, tías y sobrinos, tíos y sobrinas, etc.Las relaciones entre estos son el segundo tipo de relaciones que son especialmente señaladas para una maldición en Deuteronomio 27, y los ejemplos explícitos de nueras y yernos”, etc.

Casi sorprendentemente, todas estas normas religiosas o sociales se han rechazado por los personajes de esta obra que nunca vacilan a mitigar sus pasiones carnales frente a las tradiciones sagradas de la sociedad.

Aún, el autor ha ampliado su valentía en dibujar imágenes de uno de los Buendía que casi enloquecía en saciar su sed del deseo sexual con una dama que sucedió a ser su madre, como ocurrió en el mito griego en la obra teatral de Edipo. Por supuesto el hombre era inconsciente de su origen de nacimiento, pero olvidó el límite de la diferencia de la edad que por cierto ha puesto la dama en la categoría de las mujeres de la generación previa y a la que se debe ser mirada con la vista natural de un hijo, nunca con la vista lasciva.

La fundación de Macondo, el lugar núcleo de la novela fue iniciada por el abandono del lugar de vivir, una ranchería situada en la sierra, como la consecuencia de la frecuente aparición de la fantasma de Prudencia Aguilar asesinado por José Arcadio Buendía que fue molestado a menudo por aquél para el fracaso de éste en engendrar un bebé sin conocer la causa que era el miedo fuerte de Úrsula en dar luz a un niño con la cola de cerdo debido a la infracción de la norma social o tabú de entrar en el matrimonio entre parientes. El autor ha sembrado la raíz de incesto que con el tiempo fue repetido generación tras generación dirigiendo a una calle sin salida dejando no abertura para escapar de los daños y perjuicios echados a la familia Buendía en un estado de soledad perenne y el último destino de la aniquilación y arrancar el árbol de la familia Buendía. El miedo de Úrsula fue fortalecido debido al hecho que (Márquez, 13) “Una tía de Úrsula, casada con un tío de José Arcadio Buendía tuvo un hijo que pasó toda le vida con unos pantalones englobados y flojos, y que murió desangrado después de haber vivido cuarenta y dos años en el más puro estado de virginidad porque nació y creció con una cola cartilaginosa en forma de tirabuzón y en una escobilla de pelos en la punta.”

Pero esta creencia de Úrsula refleja las afirmaciones de los mitos de pecados según la situación de la sociedad que le hizo a creer que esta desviación es un castigo del incesto.Por el contrario, la afinidad incestuosa de José Arcadio Buendía venció el miedo de pecado impulsado por el “rumor de que Úrsula seguía virgen un año después de casada, porque su marido era impotente” (Márquez, 14). Después de la pelea de gallos, la sátira de Prudencio Aguilar “Te felicito – gritó-. A versi por fin ese gallo le hace el favor a tu mujer” (Márquez 14), que le dio un impulso lleno de venganza a Buendía para retar el primero a un duelo con el fin de matarledespués un poco rato y “Esa noche, mientras se velaba el cadáver en la gallera, José Arcadio Buendía entró en el dormitorio cuando su mujer estaba poniendo el pantalón de castidad. Blandiendo la lanza frente a ella, le ordenó: ‘Quítate eso’. Úrsula no puso en duda la decisión de marido.” (Márquez, 14). La suprimida lujuria ha alcanzado el punto de ignición para sobrepasar el tótem y tabú de la relación incestuosa.

En dibujar los escenarios eróticos, la referencia a olor del cuerpo de las mujeres tuvo lugar casi siempre durante la intimidad sexual. En sexología (EL PLACER Y LOS CINCO SENTIDOS) también se ha aceptado el influjo del olor como un gran estimulante para suscitar el deseo carnal rigurosamente. El autor en la incorporación dela efectividad de este poder de estimulación ha reiterado en los encuentros con Pilar Ternera que emitió un olor embriagador que no le permitía a su novia a escapar de sus garras seductivas. José Arcadio, en la primera reunión con Pilar Ternera, “siguió buscando toda la noche en el olor de humo que ella tenía en las axila y que se le quedó metido debajo del pellejo… En ese momento no la deseó. La encontraba distinta, enteramente ajena a la imagen que inspiraba su olor, como si fuera otra.”(Márquez, 17).

La lasciva de los hombres de la familia Buendía les impele a arrojar las normas de la sociedad en cuanto a agarrar el objeto de gratificación sexual, pero ellos a la vez experimentan los impulso de complejo de Edipo y choca cara a cara con un “silencio exasperado y aquella soledad espantosa” (Márquez, 18) que es obvio en la búsqueda de la mujer de su deseo “en una oscuridad insondable en la que le sobraban los brazos, donde ya no olía más a mujer, sino aamoníaco, y donde trataba de acordarse del rostro de ella (Pilar Ternera) y se encontraba con el rostro de Úrsula, confusamente consciente de que estaba haciendo algo que desde hacía mucho tiempo deseaba que se pudiera hacer” y “sintiendo que no podía resistir más el rumor glacial de sus riñones y el aire de sus tripas y el miedo, y el ansia atolondrada dehuir y al mismo tiempo de quedarse para siempre y aquel silencio exasperado y aquella soledad espantosa”.

La libido infinita de los descendientes aparentemente les conducen a un placer bestial en aplacar el ardiente deseo carnal, pero al final del día son abandonados en el entorno de “silencio exasperado y aquella soledad espantosa” que es no más que un desterramiento total del resto del mundo de donde las gentes ajenas estaban invadiendo sus lugares de hogar para saquear la crema de su sociedad aprovechando su ignorancia y su aislamiento causado por el encerramiento dentro de la celda de oscuridad. La fascinación demasiada hacia el sexo provoca la indolencia al tocar su cumbre que se manifiesta por José Arcadio que “Durante el día (Márquez,19), derrumbándose de sueño gozaba en secreto con los recuerdos de la noche anterior… Estaba tan ensimismado que ni siquiera comprendió la alegría de todos cuando su padre y su hermano alborotaron la casa con la noticia de que habían logrado vulnerar el cascote metálico separar el oro de Úrsula”. Mientras Aureliano y su padre José Arcadio Buendía, mediante sus actividades de investigación en alquimia “se refugiaron en la soledad” (Márquez, 20), José Arcadio pasaba a través de su vida de la libertinaje con Pilar Ternera, y le enseño a su hermano que la experiencia de la cohabitación sexual apareció “Como un temblor de tierra”, una declaración desnuda para mostrar el hundimiento de Arcadio en el abismo voluptuoso.

Mientras la gente de la aldea “desenterró (Márquez, 21) sus últimos pedacitos de oro para disfrutar de un vuelo fugaz sobre las casas de la aldea” organizado por los gitanos visitantes por medio de “estera voladora”, la pareja de Arcadio y Pilar Ternera “vivieron horas de desahogo”, la frase que confirma otra vez el aislamiento del aquél en sus involucramientos del mundo exterior y su preferencia en vivir una vida de desmedido goce sexual que recibió un choque severo con la divulgación por parte de Pilar Ternera que le dijo, “Ahora si eres un hombre”, y más tarde explicándole la fruición de sus amores por la frase sencilla, “Vas a tener un hijo”, (Márquez, 18), que le trajo la carga de mundo entero encima su cabeza y tiró en una nueva soledad que es muy natural a un donjuán que para liberarse du esta “ansiosa soledad”, se arrojó en una nueva aventura de seducción con una muchacha gitana.

Una descripción viva del acto erótico con la muchacha en su tienda es una muestra atrevida en manifestar las sensaciones por las que la pareja pasaba y el orgulloso macho busca su libertad de las cadenas de soledad, que al revés le encadena en una nueva guarida de donde no puede escapar para aseverar sí mismo en seguir la vía línea y progresiva abandonando la vía circular. El éxtasis y la euforia de la pareja emergen en la sensibilidad de José Arcadio que “Se sintió entonces levantado en vilo, hacia un estado de inspiración seráfica, donde su corazón se desbarató en manantial de obscenidades tiernas que le entraban a la muchacha por los oídos y le salían por la boca traducidas a su idioma”.(Márquez, 23). Esta inmersión en erotismo siendo el objeto sólo de los miembros de la familia Buendía, la misma les tiró en la sima de auto aniquilación.

En la aldea de Macondo, la prostitución floreció (Márquez, 35)a su apogeo por el patrocinio de la enorme clientela que no se avergonzaba en hacer visitas a los tiendas de las rameras que es obvio del episodio de Catarino, la gorda dama que obligó a su nieta para prostituirse abiertamente para recuperar el costo de su casa destruida por un incendio accidental debido a un fallo inadvertido por la pobre muchacha. Aureliano, aunque visitó la muchacha desafortunada después de sesenta tres hombres pasaban entre la puerta de cuarto de la joven, demostró una especie de indiferencia a pesar de la incitación sexual por parte de la mulata. El autor ha mostrado el aspecto de la humanidad de Aureliano que no soló desarrollo un rincón blando sobre el apuro de la chica desamparada, al conocer que “según los cálculos de la muchacha, todavía la faltaban unos diez años de setenta hombres por noche, porque tenía que pagar además los gastos de viaje y alimentación de ambas y el sueldo de los indios que cargaban el mecedor.” (Márquez, 35-36). Él decidió a casarse con ella, por supuesto, esta postura no se materializó debido al abandono de la muchacha y su abuela en busca de otro lugar para atraer un nuevo flujo de la clientela.

Sin embargo, el deseo atávico de lujuria le hizo loco para la muchacha Remedio que todavía no ha alcanzado la edad pubertad para mitigar los tormentos del deseo sexual y una noche en un estado de ebriedad buscó refugio “En un cuarto que le era completamente extraño, donde estaba Pilar Ternera en combinación, descalza, desgreñada, alumbrándolo con una lámpara y pasmada de incredulidad.” (Márquez, 45) La manifestación de su intención, “Vengo a dormir con usted”, no le sorprendió ya que “se la había cansado de esperar al hombre que se quedó, a los hombres que se fueron, a los incontables hombres que erraron el camino de su casa confundidos por la incertidumbre de las barajas. En la espera se la había agrietado la piel, se la habían vaciado los senos, se la había apagado el rescoldo del corazón.” Esta revelación del núcleo del corazón de Pilar Ternara es la manifestacióndesnuda de la sociedad machista donde las mujeres se tratan como las mercancías subrayando el elemento básico de la hegemonía de una clase de la gente que rige los pueblos con la mano de hierra con el fin de proteger su interés.

El autor ha revelado la miseria de las mujeres con una misericordia genuina que no sólo es un problema de los países latinoamericanos sino también una enfermedad de la sociedad que se había arraigado fuertemente en la sociedad humana sin límites de las fronteras de los países. Al conocer el propósito de su visita además de la gratificación sexual que el Sr. Aureliano ha fijado su mirada a Remedio, “Ella soltó la risa que en otro tiempo espantaba a las palomas y que ahora ni siquiera despertaba a los niños” y añadió,<<Tendrás que acabar de criaría>>”. Márquez ha puesto una gran sátira a la hipocresía de los seres hombres mediante la risa de Ternera, que aunque no es la protagonista en el sentido verdadero, actúa como el abridor de los ojos con la estridencia de su carcajada que probablemente vaya a penetrar el escudo de la fraudulencia de la llamada sociedad civilizada. También la pasión lujuriosa mostrada por Aureliano para una niña de la edad de diez años es equivalente al acto de pedofilia (LitCharts), la práctica de la que pueda acarrear a la consecuencia fatal y el fallecimiento prematuro causado por el trauma del parto acompañado por el envenenamiento y toxicidad desarrollada del tracto reproductivo. En su total aislamiento, la sociedad de Macondo está desprovista de las normas para salvaguardar las vidas de niñas desde las vistas viciosas de los hombres donde el concepto de la fechoría de pedofilia muy probable no existiera.

La súbita aparición de José Arcadio que desvaneció con una gitana. después de preñar Pilar Ternera,llamó la atención de todo el mundo de la aldea donde sus hazañas de las vueltas de sesenta y cinco veces al mundo, sus encuentros con monstruos marinos en alta mar y la ornamentación del cuerpo con tatuajes “de letreros en varios idiomas”(Márquez 61) capturaron la obsesión de todo el mundo, específicamente de las mujeres acerca de “su masculinidad inverosímil” (Márquez, 61) salvo Amaranta que “no podía disimular la repugnancia que le producían en la mesa sus eructos bestiales”.(Márquez, 61,62). Sin embargo “Rebecca sucumbió al primer impacto” y “Buscaba su proximidad en cualquier pretexto.” (Márquez, 62) y pensaba que “Pietro Crespi (el pianista) era un currutaco de alfeñique junto a aquel protomacho cuya respiración volcánica se percibía en toda la casa>” Otra vez el autor reitera la excitación causada por la “respiración volcánica” como una metáfora de virilidad del machismo ya que el olor y aliento fuerte han aparecido como el agente provocador en su obra. Rebeca su hermana adoptiva, “perdió su domino de sí misma” cuando, José Arcadio le dijo, <<Eres muy mujer, hermanita.>>, (Márquez, 62). En el marco de la sociedad colombiana, el matrimonio y actos sexuales con la hermana adoptiva es un acto de incesto despreciable.

En los códigos civiles de Colombia, se ha definido las relaciones para determinar el delito del incesto entre los miembros adoptivos como siguiente:

“Adoptante y Adoptivo
Este resulta de la adopción, mediante la cual la ley estima que el adoptante, su mujer y el adoptivo se encuentran entre sí, respectivamente, en las relaciones de padre, de madre, de hijo. Este parentesco no pasa delas respectivas personas. (Art. 50 Código Civil)” [Quintero, Hernández de Ossa, p 99). Según las mismas autoras es digno de citar que, “Para Esther Sánchez Botero el incesto es un elemento con carácter mundial, ‘los estudios etnográficos muestran que las restricciones en cuanto a tener relaciones sexuales con cualquier tipo de parientes es un tabú universal y hace parte de las normas que regulan el sexo y el matrimonio. Aparece en todas las formas conocidas de organización social, aunque su forma y función varía enormemente de una cultura a otra, en sociedades pequeñas y complejas. Con la anterior cita podemos observar que ésta antropóloga considera que el incesto es un tabú incorporado en todas las sociedades, la forma como en que opera en los clanes varía, pues según la autora la infracción o violación de éste no acarrea los mismos castigos para todas las sociedades, pues las normas que legislan determinados pueblos se prescriben de manera distinta, lo que sí es cierto es que el incesto es un tabú en la gran mayoría de países del mundo. Con la restricción del incesto se busca un equilibrio entre los vínculos sociales’.”

El Señor Arcadio Buendía ignora completamente la norma inherente de cualquier sociedad, y agarra la oportunidad de la debilidad de la mujer para avanzar con sus acosos sexuales en los que la mujer también participa con su voluntad. El autor relata con minuciosos detalles de los tormentos de las pasiones carnales de Rebeca en un estilo inimitable narrando que ella “pasó noches en vela tiritando de fiebre, luchando contra el delirio, esperando, hasta que la casa trepidaba con el regreso de José Arcadio al amanecer. Una tarde, cuando todos dormían la siesta, no resistió más y fue a su dormitorio. Lo encontró en calzoncillos, despierto tendido en la hamaca que había colgado de los horcones con cables de amarrar barcos. La impresionó tanto su enorme tarabiscoteada que sintió el impulso de retroceder… <<ven acá>>, dijo él. Rebeca obedeció… Alcanzó a dar gracias a Dios por haber nacido, antes de perder la conciencia el placer humeante de la hamaca que absorbió como un papel secante la explosión de su sangre.” (Márquez, 62).

El recado de este desenfreno desplaza absolutamente la idea de las reglas sanas que están en boga en casi todas las sociedades y muestra irrespeto al concepto de confianza mutua y cariño entre hermanos y también niega la avanza y la ampliación de la familia que se convierte en una rana del fondo del pozo y es condenada a la extinción. La declaración de padre Nicanor que ellos no son hermanos, meramente corrobora la ciega pasión de las dos personas y contradice las leyes del país en cuanto a su postura hacia los hermanos adoptivos que no deben entrar en relación amorosa conyugal porque esa reunión puede sacudir la raíz de la sociedad civilizado destruyendo el nexo de bondad de amor por amor sin recurrir el camino del sexo. Pero la madre, Úrsula no permitió su hija a pisar la casa una vez el matrimonio se solemnizó en la iglesia. El pecado de incesto de que la madre quedaba asustada por toda su vida la urgió a adoptar medidas tan extremas. El círculo de estancamiento de la familia no se pudo romper sino apretó su agarre para restringir la marcha avanza de la familia en cuanto a la ampliación de sus ramas mediante la generación de nuevas conexiones con nuevas familias de antepasados diferentes.

El intento del incesto por parte de Arcadio con su madre desconocida a él que era el hijo de José Arcadio y Pilar Ternera es un augurio que pregonaba el descenso de la familia Buendía en el abismo sin fondo en el que laauto-aniquilación era el final posible. Arcadio encargado con la gestión de la ciudad por Aureliano antes de su marcha para las guerras, empezó a dominar como un déspota. Sus torturas desatadas incluyendo sus mandatos de matar a Don Apolinar Moscote, sin embargo se detuvieron con la intervención de Úrsula que “irrumpió en el patio del cuartel, después de haber atravesado el pueblo clamando de vergüenza y blandiendo de rabia un rebenquealquitranado, el propio Arcadio se disponía a dar la orden de fuego al pelotón de fusilamiento.

¡Atrévete, bastardo! – gritó Úrsula. […] «hijo de mala madre. Así no tendré ojos para llorar la vergüenza de haber criado un fenómeno».
Azotándolo sin misericordia, lo persiguió hasta el fondo del patio, donde Arcadio se enrolló como un caracol. (Márquez, 70)

Las fuertes manos y coraje incuestionable salvaron la situación de un desastre de la matanza de aldeanos inocentes para rivalidad política. Sin embargo esa faceta de Arcadio es un prefacio de la imagen del carácter irracional que no conoce los límites y controles en conformidad a los comportamientos sociales. De lo que él era ignorante es su origen que se manifiesta mediante el diálogo siguiente cuando (Márquez. p 74) “Una noche, en la tienda de Catarino, alguien se atrevió a decirle: ‘No mereces el apellido que llevas.’Al contrario de lo que todos esperaban, Arcadio no lo hizo fusilar.

A mucha honra –dijo-, no soy un Buendía.
Quienes conocían el secreto de filiación, pensaron por aquella réplica que también él estaba al corriente, pero en realidad no lo estuvo nunca.” (Márquez.74).

Esta obstinación y arrogancia le dijeron la audaz de violar las normas de la sociedad incluso la postura de desenfreno con damas de la generación antigua, aún su propia madre Pilar Ternera, “que le había hecho hervir la sangre en el cuarto de daguerrotipia, fue para él una obsesión tan irresistible como lo fue primero para José Arcadio y luego para Aureliano.” (Márquez, 74). La endogamia es una tabú casi en todas las sociedades probablemente debido al miedo de la repetición de los genes malos en la línea de los descendientes que obstaculiza el desarrollo de los rasgos deseable en los caracteres de seres humanos. En sus investigaciones en el incesto, QUINTERO y HERNANDEZ DE LA OSSA afirma (p. 50) sobre la teoría de Freud que

“Los tabúes son uno de los códigos humanos más antiguos que se han formado a través de los tiempos, pues tanto los pueblos primitivos como modernos se sostienen bajo la lupa de prohibiciones y restricciones, algunas dadas de manera natural y otras trasmitidas con la cultura. Unas que permanecen y otras son fugases, las sociedades y pueblos en general no solo escriben sus historias fundamentadas en guerras sino también en aquello que prohíben y restringen.

La prohibición del incesto ha sido y sigue siendo unos de los actos humanos más impedidos y castigados por los hombres.”

Lo que se encuentra en el Macondo es la violación de esta norma sin cualquier culpabilidad o arrepentimiento por las partes de los autores sino se sigue muy rigurosamente a lo largo de cien años hasta la auto aniquilación de la familia.

Márquez ha reiterado la influencia del olor como un elemento seductor en la sexualidad y ha recurrido la eficaz del mismo componente como uno de los elementos más encantadores mediante la afirmación a través de la narración, “A pesar de que (Ternera) perdido sus encantos y el esplendor de su risa, él (Arcadio) la buscaba y la encontraba en el rastro de su olor de humo.” (Márquez, 74-75). Su lascivia aguda le urgió a comportarse como un animal que estaba tendiendo una emboscada a Pilar Ternara “en el cuarto donde solía hacer la siesta, y donde después instaló el cepo. […] Arcadio la agarró por la muñeca y trató de meterla en hamaca.[…] En respuesta a las lágrimas y sollozos de Pilar Ternera en sus esfuerzos de resistir el intento vilo por parte de su propio hijo, “Arcadio le agarro por la cintura con su tremenda fuerza hereditaria, y sintió que el mundo se borraba al contacto de su piel.

<<No te hagas la santa – decía-, Al fin, todo el mundo sabe que eres una puta>>
[…]. Para salvarse de la humillación, dijo Pilar, “Es mejor que esta noche dejes la puerta sin tranca.”

Este comportamiento no es mejor que el delito de violencia sexual contra una mujer, sino un concepto que parece a ser desconocido totalmente a los miembros de la familia Buendía. El apetito sexual de Arcadio es tan aplastante que le hace olvidar las normas de la sociedad civil. La fiebre del incesto rige el supremo en Macondo ignorando el pánico de la maldición del nacimiento de los bebés con una coleta del cerdo. El incesto nunca ha sido respaldado bajo el ético moral, sino enfrenta a las fuerzas repulsivas de la sociedad a través de la historia de la civilización, que ha aclarecido por LEVINE como se revela en las siguientes frases:

“A lo largo de los siglos, el incesto ha despertado sentimientos poderosos de repulsi6n y de atracci6n en los seres humanos, y esta intensidad de la reacci6n universal ante elincesto ha fascinado no solo a los hombres de ciencia sino tambi6n a los escritores de ficci6n.”( LEVINE, 713).

El autor había evadido la situación más desvergonzada mediante una artimaña por parte de Pilar Ternar que prometió al pretendiente, mejor dicho el perpetrador venidero que cohabitaría con él en las tinieblas y la soledad de la noche sólo para engañarle enviándole otra mujer, Santa Sofía de Piedad al costo de la mitad del ahorro de su vida. El autor otra vez en sus elaboraciones de la escena erótica ha recurrido la vía de la difusión olfativa en el momento, Arcadio “Comprendió que no era esa la mujer que esperaba, porque no olía a humo sino a brillantina de florecitas, y tenía los senos inflados y ciegos con pezones de hombre, y el sexo pétreo y redondo como una nuez, y la ternura caótica de la inexperiencia exaltada.” (Márquez, 75) Aunque el autor mostró la audaz de dibujar un aspecto de los instintos animales de los violadores intrínsecos, con el fin de desenmascarar el bruto interno del hombre, prefirió eliminarla escena más iconoclasta, la más despreciable e impensable desde la vista de la sociedad humana.

El enfoque de perversión sexual desde el punto de vista voyerismo se ha demostrado por el autor mediante la rabia de los forasteros que han llegado en Macondo para la plantación bananera y han penetrado en la sociedad de Macondo forzando cambios en las facetas de la cultura original de Macondo. Remedios de la bella, la muchacha de belleza inmaculada llegó a ser el foco de la atención y la causa del suspiro profundo y prolongado de los “Hombres expertos en trastornos de amor, probados en el mundo entero, afirmaban no haber padecido jamás una ansiedad semejante a la que producía el olor natural de Remedios, la bella.” (Márquez, 147). La locura por parte del joven comandante le hizo desarrollar el arte de voyerismo para satisfacer su sed de goce sexual recurriendo el voyerismo. El voyerismo es(“Liz, Galicia. p.1) “El mirón u observador (voyeur, significa mirar) se caracteriza por la contemplación de personas desnudas o manteniendo relaciones sexuales, consiguiendo así una excitación, que puede conllevar a una práctica sexual (masturbación) inmediata o posterior recordando dicha escena. El riesgo de ser descubiertos actúa, a menudo, como un catalizador de la excitación”. Esta definición coincide completamente con el comportamiento del forastero en su hábito de echar mirada lasciva a la desnuda figura de Remedios, la bella en el cuarto de baño para gozar indirectamente el placer sexual. Remedios descubrió mientras bañándose la mirada de los ojos de un forastero que había desplazado “una teja del techo y se quedó sin aliento ante el tremendo espectáculo de su desnudez.”. (Márquez, 148). La suplicación del forastero sumido en su deseo de lasciva para jabonarla su espalda se cayó en oídos sordos y por último el pervertido “se rompió el cráneo y murió sinagonía en el piso de cemento” porque el techo no pudo soportar es peso corporal del forastero (Márquez, 149). Esta violación de las normas sociales en cuanto a la dignidad de la mujer quizá tuviera su raíz en la actitud de los forasteros derivada de su poder de dominación de los habitantes. Pero el diálogo de Remedios, la bella también abre un nuevo ángulo de la consideración desde el punto de vista de Freud, que considera(Sanbría, 165) que voyeurismo y exhibicionismo son complementarios entre sí., “hay que precisar la emergencia de una tercera instancia a la polaridad freudiana de mirar-ser mirado que merece una breve digresión. Mucho se ha hablado, desde Freud, de que el voyeurismo se complementa con la exhibición , lo cual ha derivado en teorizaciones como la re elaborada por el novelista Moravia —suscrita a su vez por Jean Starobinski2— de que “a cada voyeur corresponde su exhibicionista y viceversa” (Sanbría,165).Pero, la actitud de Remedios, la bella es de ignorar la presencia furtiva de la mirada y la adolescente sigue bañándose sin una “reacción de vergüenza”.Al descubrir el voyeur encima de su baño,

“Ella vio los ojos desolados a través de las tejas rotas no tuvo una reacción de vergüenza, sino de alarma.
-Cuidado –exclamó- .Se va a caer.
-Nada más quiero verla – murmuró el forastero.
-Ah, buen –dijo ella-. Pero tenga cuidado, que esas tejas están podridas. […]
-Déjeme jabonarla –murmuró.
-Le agradezco la buena intención – dijo ella- , pero me basto con mis dos manos.”
-Aunque sea la espalda – suplicó el forastero.
-Sería una ociosidad – dijo ella-.. Nunca se ha visto que la gente se jabone la espalda.” (Márquez, 148-149).

Nunca durante el período de la exposición de su cuerpo desnuda a un hombre desconocido, había manifestado una sensación de vergüenza que es muy natural a una mujer, sino en contrario a este rasgo normal, Remedios, la bella, ha ignorado la presencia el hombre que está regodeándose la belleza del cuerpo femenino. Al ser suplicado por el forasterosobre su propuesta de matrimonio con ella, le rechazó diciendo que “nunca se casaría con un hombre tan simple que perdía casi una hora,y hasta se quedaba sin almorzar, sólo por ver bañarse a una mujer” (Márquez, 149). La falta absoluta de la sensación de vergüenza o deshonra, señala que el autor fomenta la idea de la propensión de la muchacha al exhibicionismo que quizá pudiera resultarse de su vanidad oculta de su belleza sin par. El autor en el comienzo de esta escena de baño ha presentado a la proclividad del narcisismo de Remedios, la bella. Pero al final de este párrafo, ha negado por el comentario que “aquel rito solitario carecía de toda sensualidad, era simplemente una manera de perder el tiempo mientras le daba hambre.”(Márquez, 148). En cuanto a narcisismo, (Espinosa, 1) el comportamiento de Remedios, la bella corresponde a la definición básica de libido de su propia belleza. Según se ha citado de Juan Pérez de Moya: “Philosophia secreta” (1585) por Espinosa, “Por Narciso se puede entender cualquier persona que recibe mucha vanagloria y presunción de sí mismo y de su hermosura o fortaleza o de otra gracia alguna, de tal manera que, a todos estimando en poco y menospreciándolos, cree no ser otra cosa buena salvo él solo, el cual amor propio es causa de perdición”. Márquez refiere a la costumbre de baños que Remedios la bella diciendo que “se encerraba hasta dos horas completa desnuda en el baño, matando alacranes mientras se despejaba del denso y prolongado sueño.”, pero es un rito por parte de la muchacha de perder el tiempo en el baño para aumentar otra necesidad del cuerpo, es decir el hambre, la declaración por el autor para descartar la idea de narcisismo.

La familia de José Arcadio Buendía alcanzo su final etapa de existencia coincidente con el incesto de Amaranta Úrsula y AurelianoBabilonio, enmarañados (tía – sobrino) en la red sin salida del pecado del incesto cuando se hizo la realidad la premonición del augurio del nacimiento de un bebé con la coleta del cerdocomo la consecuencia de la relación sexual entre parientes entre los que está prohibido el matrimonio.

Aureliano, hijo de Meme y Mauricio Babilonio, al principio de su juventud, a pesar de las posturas amorosas lascivas por parte de Nigromanta, que gana su vida por la prostitución, restringía sus olas de pulsiones carnales y eróticas y nunca la “culminación natural de la nostalgia compartida, no se acostaba con ella.”(Márquez, 249), y aun “el primer abrazo fraternal que lo dejó sin aliento”(249), es decir, el abrazocon Amaranta Úrsula no le hizo sentirse con la sensación erótica. Pero, más encuentros con ella, particularmente durante las lecciones de las formas de danzas, le hicieron sentir, “el mismo desamparo de esponjas en los huesos que turbó a su tatarabuelo cuanto Pilar Ternera le puso pretextes de barajas en el granero” (249). La irrupción de las voliciones intensas sexuales suscitóen sus venas como un estallo de la dormida pasión atávica. La propensión vigorosa hacia el incesto es atávica según las teorías de Freud como se ha aclarecido por Vallejo (22):

“Para Freud, en cambio, se trata de saber cómo tramitará el individuo sus impulsos incestuosos, ubicados en el centro del complejo nuclear. Es decir que una vía muy fructífera aunque compleja consistiría en demostrar que si el decir freudiano fue un saber sobre lo incestuoso se debió a que, tal y como la psiquiatría hereditaria, se impuso como problemática a resolver y narrar las dificultades y costos de los linajes y las transmisiones intergeneracionales[i].”El oculto deseo carnal de repente se sacudió por la “risa pedregosa, sus aullidos de gata feliz” (Márquez, 249) y el final provocador ocurrió por “Una noche, a diez metros de su cama, en el mesón de platería, los espesos del vientre desquiciado desbarataron la vidriera y terminaren amándose en un charco de ácido muriático.” Los ruidos de los actos lujuriosas desencadenaron los dormidos sueños de los actos eróticas que le obligaron a saltar en el goce sensual desembocado en los senos de Nigromanta que lo regaló su favor sexual por gratis y le enseñaba el arte de erotismo “a hacer primero como las lombrices, luego como los caracoles y por último como los cangrejos” (Márquez, 249) desempeñándose el papel de una amante natural hasta que el primero no pudo resistir a divulgar sus encantos sexuales hacia Amaranta Úrsula. Desde entonces Aureliano tuvo que pagarla para gratificación sexual a esta dama que había desarrollado un verdadero rincón blandísimo en su corazón para este hombre a pesar de su profesión de la prostitución para luchar contra el hambre. No obstante, el dormido deseo del incesto una vez encendido por la proximidad con la mujer que se ha convertido de foco de su toda atención y el ícono sexual entonces buscaba las oportunidades para penetrar los impedimentos sociales ignorando el estatus marital de la dama. El ingreso de Amaranta Úrsula en el cuarto de Melquíades donde Aureliano estaba tratando en descifrar los pergaminos, no quiso permitir deslizarse la única casualidad “movido por un impulso quedormía en él desde sus orígenes”, y “Aureliano puso su mano sobre la de ella, creyendo que aquella decisión final ponía término a la zozobra”(Márquez, 253). En más de una ocasión, el enfoque sobre la repetición de los genes malos o la recurrencia atávica a lo largo de la historia de la familia emerge como la causa principal del encerramiento de la familia en un círculo sofocante de donde la oportunidad del escape desvanece paulatinamente.El primer encuentro del contacto físico no giró a una orgía sexual inmediatamente sino sirvió el preludio ominoso que devoraría la pareja enmarañándoles en una telaraña horripilante del incesto más vicioso. El autor (253) refiere a uno de los rasgos incognitos de Amaranta Úrsula en las frases de profunda significación que subrayan que “Su secreto parecía consistir en que siempre encontraba el modo de estar ocupada, resolviendo problemas domésticos que ella misma creaba y haciendo mal ciertas cosas que corregía al día siguiente, con una diligencia perniciosa que habría hecho pensar a Fernanda en vicio hereditario de hacer para deshacer. Su genio festivo continuaba entonces tan despierto, que cuando recibía discos nuevos invitaba a Gastón a quedare en la sala hasta muy tarde para ensayar los bailes generalmente haciendo el amor en los mecedores vieneses o en el suelo pelado. Lo único que la faltaba para ser completamente feliz era el nacimiento de los hijos, pero respetaba el pacto que había hecho con su marido de no tenerlos antes de cumplir cinco años de casados.” (Márquez, 247)

Amaranta Úrsula ha heredado un vicio ‘de hacer para deshacer” dirigiendo a la inferencia, que ella había hecho el pacto de no tener hijos antes de cumplir cinco años de casados para deshacer el mismo en respuesta a la ardiente llamada de lujuria por parte de Aureliano, su sobrino y no vacilaba a recordar su promesa de evitar la concepción del bebé en sus entrañas, “antes de cumplir cinco años de casados”. La misma teoría atávica una vez más hace estragos en la mujer tras ser atrapada bajo la fuerte efervescencia de la desenfreno de Aureliano que ya ha adquirido a través del proceso genético. En la primera instancia, le pareció a Aureliano que La docilidad de Gastón, el marido de Amaranta Úrsula, se puede interpretar en términos de “la pasión desmandada’(Márquez, 255) en conformidad a la observación de las rameras, pero con el paso de tiempo, se dio cuenta que esa persona era muy astuta para vencer a su mujer con sus permisos de los antojos, “dejándola enredarse en su propia telaraña, hasta el día en que no pudiera soportar más el tedio de las ilusiones al alcance de la mano, y ella misma hiciera las maletas para volver a Europa.” (Márquez, 254).

Pero, la telaraña enredada por Aureliano ya empezó a engolfar la dama en su terreno lascivo que brotó el impulso sexual en sus sueños, en sus despertares, en sus venas y flujos de la sangre, como una repentina irrupción volcánica. La primera oportunidad provista por un accidente menor, que causó la hemorragia aleve en el dedo de Amaranta no fue permitida escaparse por el don Juan que agarró la chance a estimular el deseo carnal de la mujer y “él se precipitó a chuparle la sangre con unaavidez y una devoción que la erizaron la piel.”(Márquez, 254). El tacto reanimó los dormidos deseos de la mujer cuando “una avidez y devoción” de Aureliano sin freno, “la erizaron la piel.” (Márquez, 254). El inicial rechazo de Amaranta por su comentario, “Eres demasiado malicioso para ser un buen murciélago.”, le indujo a hacer una genuflexión ante ella, “Dándole besitos huérfanos en el cuenco de la mano herida y abrió los pasadizos más recónditos de su corazón, y se sacó una tripa interminable y macerada, el terrible animal parasitario que había incubado en el martirio”(Márquez, 254). Le contó a Amaranta con los detalles de su ardiente amor para ella citando que “con cuánta astucia saqueaba sus frascos de perfume para encontrarles en el cuello de las muchachitas que se acostaban por hambre.”(Márquez, 254). Pero fue aturdido al oír la respuesta repulsiva de Amaranta Úrsula, que aparentemente descartó sus acosos sexuales diciendo, ¡Bruto!- … como si estuviera escupiendo-. Me voy a Bélgica en el primer barco que salga.” (Márquez, 255).El abatido joven buscó el solaz de la más anciana mujer de Macondo, la propietaria del burdel, a la que apareció como “un hombre óseo, cetrino, de pómulos tártaros, marcado para siempre y desde el principio del mundo por la viruela de la soledad” (Márquez, 254). “La viruela de la soledad” o la maldición del incesto que ha exiliado los descendientes de la familia Buendía en la eterna de la sociedad exterior y les ha dirigido a saltar en remolino de autodestrucción. En la desesperanzada cara del joven, Pilar Ternar, la dueña del burdel, visualizó el mismo coronel Aureliano Buendía que antes de entrar en su auge de la “desolación de gloria y el exilio del desencanto, la remota madrugada en que él fue a su dormitorio para impartir la primera orden de su vida; la orden de que la dieran amor” (Márquez, 255). Pilar ternera ve la imagen de la fantasma de la persona anciana en el rostro de Aureliano, el último descendiente, llevando la misma frustración, la misma privación y el mismo afán imparable del deseo sexual insaciable. Pilar ternara probablemente se ha bendito con el poder mágico del realismo mágico del autor, el poder que a su edad tan avanzada la facilita con la facultad de recuerdo de los asuntos que sucedieron antes décadas y posee la habilidad de aconsejar el joven en sus horas de chasco y abatimiento sobre el fracaso de acosos sexuales a una mujer con el conocimiento de lo que va a ocurrir. Al conocer el nombre de la mujer que le ha rechazado, ella saltó en una carcajada, mejor dicho “emitió una risa profunda”, una risa que permea tanto el pasado como el futuro difundiendo la inminente premonición de la aniquilación final de la familia “porque un siglo de naipes y de experiencia le había enseñado que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje.” (Márquez, 256). El último presagio de lo inevitable emitió a través de la anuncia de la declaración por Pilar Ternera, “No te preocupes – sonrió-, En cualquier lugar en que esté ahora, ella te estas esperando“(Márquez, 256). Ocurrió la primera instancia del asalto sexual por parte de Aureliano Babilonio sobre la dama de su sueño en la misma tarde durante el regreso de Amaranta Úrsula del baño en la ausencia de su marido Gastón que estaba ocupado en otro cuarto en sus “sueños de aeronauta”, es decir, en los esfuerzos de traer avión en esta comarca del mundo para establecer un negocio nuevo. La resistencia inicial sincera por medio de “destroncarle los riñones con las rodillas y alacraneando “la cara con las uñas” paulatinamente se redujo a “mordiscos falsos” y la pareja siguió “descomadrejeandoel cuerpo poco a poco, hasta que ambos tuvieron conciencia de ser al mismo tiempo adversario y cómplices y la brega degeneró en un retozo convencional y las agresiones se volvieron caricias.” (Márquez, 257). El pregono de Pilar Ternar llega a ser correcto en el verdadero sentido de la palabra, ya que ella era la única persona que había conocido íntimamente la pulsación de los hombres lujuriosos de los antepasados de esta familia. El incesto había vuelto a la superficie en plena efervescencia.

La aparente indiferencia a Amaranta Úrsula por parte de Gastón causada por una obsesión aplastante sobre el proceso de establecer una aerolínea en Macondo pudiera ser la agencia desencadenante para la primera en saltar en una juerga sexual sin límite con Aureliano Babilonia. Es muy evidente que la soledad generada en Macondo después del fallecimiento de Pilar Ternar y la deserción continua por los veteranos de Macondo como el ‘Sabio catalán’, Álvaro, Germán, Alfonso culminó con la salida de Gastón a Bruselas y provocó en la conversión de Macondo en un espacio ideal para desatar una parranda hedonista por parte de Amaranta Úrsula y Aureliano Babilonia. La felicidad de esa soledad está aparente por las propias de las palabras del autor.

En aquel Macondo olvidado hasta por las pájaros, donde el polvo y el calor se habían hecho tan tenaces que costaba trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y por la soledad del amor en una casa donde era casi imposible dormir por el estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Úrsula eran los únicos seres felices, y los más felices sobre la tierra.[…] Una noche se embadurnaron de pies a cabeza con melocotones en almíbar, se lamieron como perros y se amaron como locos en el piso del corredor, y fueron despertados por un torrente de hormigas carniceras que se disponían a devorarlos vivos.(Márquez, 261-262).

Es muy obvio que “El vínculo más directo entre el incesto y el erotismo esta enfáticamente demostrado por la aparente coincidencia de que las escenas más eróticas de Cien años de sloedadson también las más incestuosas… Las escenas de amor de esta pareja (como las de Rebeca y José Arcadio antes) son las más eróticas del libro (Levine, 13).

El innato deseo carnal puso en marcha con la provocación por parte de Aureliano para desarraigar la barrera inherente contra el goce sexual desencadenado en violación de la norma básica del sistema matrimonio de la sociedad que se aplica a una persona casada. La costumbre tradicional de fidelidad por parte de los cónyuges desvanece en frente a la orgía sexual fuera del nexo nupcial. El arte de “hacer para deshacer” por parte de Amaranta Úrsula se emerge como la verdad más relevante cuando “Ella le escribió al marido una carta de verdades contradictorias, en la que le reiteraba su amor y sus ansias de volver a verlo, al mismo tiempo que admitía como un designio fatal la imposibilidad de vivir sin Aureliano” (Márquez, 263).

Según Jan Herman (LA Times), los críticos han subrayado con mayor detalles la profundidad de tema de “Espectros” de Ibsen deslumbrando que la influencia del pasado difuntos han arrojado una sombra de claustrofobia sobre la sociedad. La sensación de eso pavor en el sentido del encierro genético en “Cien años de soledad” había aterrorizado Úrsula Iguarán desde el principio de su vida conyugal por culpa de un matrimonio dentro de los parientes. En los “Espectros” de Ibsen, la transmisión de enfermedad sexual oculta de Alving en su sangre a su hijo Oswald causó la ruina de la vida de éste que se deriva de la culpa latente generacional. En su diálogo con Pastor, Elen emite su convicción de eso infortunio mediante un coloquio inequívoco,

Cuando vi en este lugar a Regina y a Oswaldo, me imaginé que el pasado revivía ante mí. Y estoy tentada a creer, Pastor, que todos somos espectros. No es sólo que corra por nosotras venas la sangre de nuestros padres; es que llevamos también dentro una idea destruida, el cadáver de una creencia. ¡Nada de eso vive, pero a pesar de todo, permanece allá en lo profundo de nuestro ser, sin que logremos libertarnos! Si, leo un periódico, veo surgir espectros de sus letras y se me figura que el mundo está poblado de espectros, que hay tantos, tantos como granos de arena en el mar. ¡Y por remate, mientras vivimos, le tenemos todo un miedo, tan ruin a la luz. (Ibsen, 40-41, traducción).

Los personajes de “Cien años de soledad” no pueden escapar del encierro en que se han alojado desde el principio de la familia Buendía ignorando la consecuencia del pecado del incesto que se ha producido por Ibsen por la fornicación de los hermanos en “Espectros”. El comentario de Elen, “No es sólo que corra por nosotras venas la sangre de nuestros padres; es que llevamos también dentro una idea destruida, el cadáver de una creencia.”, se asemeja a las reincidencias de los vicios generación tras generación en “Cien años de soledad” con elementos de verisimilitud del incesto entre hermanos y otros parientes dirigiendo la familia Buendía a la perdición total.

El derrumbe de la familia Buendía se ha pregonado por las profecías de Melquíades y el augurio lleva al fin con el desenfreno de Amaranta Úrsula y Aureliano Babilonio. Él últimose da cuentamediante la decodificación del manuscrito del ambulante gitano que el pasado, el presente y el futuro en la historia de su familia son coincidentes y los espectros del pasado aparecieron y se desvanecieron en una manera idéntica y nunca permiten a separar las sucesiones de una a otra debido a sus vinculaciones rígidas tanto con el pasado como el futuro.

El aislamiento de la familia Buendía, en Macondo en la soledad completa es el resultado directo de la maldición del incesto como se ha afirmado por Levine (14) que “a pesar de que GarcíaMárquez presenta el incesto como vehículo de la felicidad, y a pesar de la insistencia de ciertos sociólogos y filósofos de que el incesto es un impulso perfectamente natural y comprensible, la presentación del mismo en la novela no ha perdido para nada su fuerza medieval. Es una maldición que condena al linaje entero de los Buendías a una soledad eterna.”Este análisis de Levine hace un eco de las últimas frases de la obra de Márquez que dice como el narrador omnisciente, “que todo lo que escrito en ellos (manuscritos) era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra” (270) aseverando la convergencia de la trayectoria circular de vicios de incesto que culminó en la obliteración de la familia Buendía de la superficie de la tierra.

 

Bibliografía
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Vallejo, Muro. “El incesto: desde la psiquiatría del siglo XIX a Sigmund Freud y Karl Abraham. Genealogía de un concepto, avatares de una problematización.”. www.elseminario.com.ar/biblioteca/Vallejo_Incesto_psiquiatria.rtf(consultado el 10 de agosto de 2018).
Herman, Ian. “Making Clear the Haunted Social Messages of Ibsen’s ‘Ghosts’ ”.LA Times (Sept 27, 1988). http://articles.latimes.com/1988-09-27/entertainment/ca-2650_1_henrik-ibsen (consultado el 28 de agosto de 2018).
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