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Impugnación a la historia oficial en Comentarios reales (1964) y La crónica del niño Jesús de Chilca (1981) de Antonio Cisneros.

por Yasna-Burich-Oyarzun
Artículo publicado el 16/03/2015

Principales aspectos de la obra poética de Antonio Cisneros
La selección de estos textos poéticos (1) se justifica porque en ambos nos encontramos frente a la reinterpretación, inserción y lectura de una realidad histórica oficial (2), tanto global como particular; no obstante, desde perspectivas disciplinarias distintas, historiografía en el caso de Comentarios Reales; antropología en La Crónica del niño Jesús de Chilca.

A grandes rasgos la obra poética de Antonio Cisneros se caracteriza por la asimilación interdisciplinaria, ya sea por la utilización de fuentes provenientes tanto de la historiografía (Comentarios Reales de los incas del Inca Garcilaso de la Vega) como de la antropología (La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981), la hibridez del lenguaje (solemne, coloquial, extranjero) y el uso de la intertextualidad en la construcción discursiva de su poesía.

La mayoría de la crítica literaria (3) coincide en que la poética de Cisneros se caracteriza por el tono coloquial e irónico en el lenguaje, la revisión crítica a la historia oficial y la sociedad burguesa, la reactualización de figuras míticas o tradicionales (desde las bíblicas hasta los héroes de la cultura popular). En el poemario David (1962), por ejemplo, el sujeto lírico relata la historia del rey bíblico desde una perspectiva crítica.

“Los pobres pecaban de pobreza / cierto que no sabían tocar el arpa, beber/ en copa de oro, / disecar salmos/ sólo David fue perdonado”.

La construcción discursiva de la obra se va conformando a través de mecanismos como la alusión y la ironía, puestas al servicio de la desmitificación del bíblico e histórico personaje. De tal manera, en gran parte de la poesía de Cisneros se hace alusión a personajes históricos, bíblicos y populares. Ejemplo de ello es la alusión a los conquistadores (Diego de Almagro) en Comentarios Reales (1964), a políticos, a obispos, guerrilleros, poetas, intelectuales (Marx, Goethe), entre otros.

Dentro de su obra se reconoce una vocación socio- antropológica, que concibe el texto poético como una reflexión crítica sobre los mecanismos de representación de lo real, (Galindo 2004), ejemplos concretos de lo enunciado son los libros Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968) y La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981).

En el primero, se representa una crónica de viaje en la que se reúnen poemas que integran datos testimoniales y autobiográficos del hablante, además de su historia doméstica o cotidiana y de la colectividad. En La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981) el texto poético se construye por medio de exploraciones y observaciones del sujeto lírico sobre la base de un acontecimiento histórico particular de la comunidad de Chilca.

En definitiva, la obra de Cisneros se trata de una poesía concreta, comprometida social, política y culturalmente, donde la óptica social se funde con la capacidad de hallar lo grotesco, herencia de Bertolt Brecht, como símbolo y signo del decadentismo de la civilización occidental. (José Miguel Oviedo1995).

Asimilación interdisciplinaria e impugnación a la historia oficial
De acuerdo con Oscar Galindo (2004), la asimilación interdisciplinaria es un mecanismo discursivo que consiste en la producción de textos poéticos que recurren a problemas, fuentes y resultados provenientes de disciplinas no literarias (historiografía, sociología, filosofía, antropología, ecología, etc.), que son asimilados a las reglas propias del canon literario.

De este modo, en Comentarios Reales (1964) Cisneros recurre a fuentes historiográficas oficiales como: los Manuales de Historia de Perú, textos de enseñanza de la Historia del país y al libro homónimo del Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales de los Incas, texto del que plagia el título, constituyéndose de esta manera en un intertexto; evidentemente esta intertextualidad (4) no es casual, Cisneros utiliza estos recursos con la finalidad de subvertir la historia oficial, en donde los grandes héroes y próceres de la Patria son los conquistadores y políticos, en el texto Comentarios Reales (1964) se enuncia totalmente lo contrario, estos personajes son símbolo de destrucción, muerte y del hibridaje cultural que marca nuestra identidad cultural en Latinoamérica.

En el poema “Los conquistadores muertos” el sujeto lírico se ubica en el pasado, específicamente en 1526, año del descubrimiento y conquista de Perú y mediante anacronismos comienza a imaginar la muerte y destrucción que trajeron consigo los hombres de carne azul / que arrastraban su barba / y no dormían / para robarse el pellejo. /Negociantes de cruces / y aguardiente / comenzaron las ciudades con un templo. De estos versos infiero que los españoles que vinieron a conquistar tierras a América, no sólo venían con el afán de adueñarse de posesiones ajenas, sino que por medio del engaño, trataban de evangelizar en la fe católica a los indígenas. En versos posteriores del poema, el hablante hace continua alusión a la muerte y a la destrucción de Perú.

Después en el Perú nadie fue dueño / de mover sus zapatos por la casa / sin pisar a los muertos / ni acostarse, / junto a las blancas sillas / o pantanos / sin compartir el lecho con algunos / parientes cancerosos. / Cagados por arañas y alacranes, / pocos sobrevivieron a sus caballos.

A diferencia de lo que postula la historiografía oficial, con respecto a los héroes de la historia, en Comentarios Reales (1964) Cisneros construye sujetos líricos que tienen una definición social muy precisa, la gran mayoría se identifica con el común denominador de ser hombres y mujeres populares, sin afán de gloria, poder y riquezas; motivo por el que las historias que se enuncian en los poemarios están en permanente contradicción con la historiografía oficial y los sentimientos, experiencias que expresan tengan siempre un sentido desmitificador e incluso contestatario.

En la segunda sección de poemas del libro titulada “Tres testimonios de Ayacucho”, puedo corroborar la evidente intención de Cisneros de crear voces marginales excluidas de la historia oficial, un ejemplo claro de lo expuesto son las voces y testimonios de un soldado y de una madre que perdió a sus hijos en el campo de batalla.

Unos soldados que bebían aguardiente me han dicho que / ahora este país es nuestro. / También me dijeron que no espere a mis hijos. / (Del poema “2. De una madre”) Mis hijos y otros muertos todavía / pertenecen al dueño de los caballos / dueño también de tierras y combates (poema “3. De la Madre, otra vez).

En el poema “Cuestión de tiempo” pienso que se propone un viaje a través del tiempo y la historia por lo que el hablante ensaya la posibilidad de actualizar el pasado e insiste en conjugar historia, pasado y presente. El pasado es reinterpretado desde una mirada lapidaria y crítica sobre personajes como Diego de Almagro, quien representa una especie de antihéroe de la historia, pues el hablante degrada su imagen igualándola con la de un hambriento buitre.

Mal negocio hiciste, Almagro. / Pues a ninguna piedra / de Atacama podías pedir pan / ni oro a sus arenas. / Y el sol con su abrelatas / destapó a tus soldados / bajo el hambre / de una nube de buitres.

En el presente del sujeto lírico, que data del año 1964, éste hace una comparación entre los antiguos personajes de la historia (Almagro y sus soldados) y los protagonistas de la historia actual, que también se asemejan a los buitres por su hambre de codicia y poder.

En 1964, / donde tus ojos barbudos / sólo vieron rojas tunas, / cosechan – otros buitres- / unos bosques / tan altos de metales, / que cien armadas de España / por cargarlos / hubieran naufragado bajo el sol.

La idea del antropólogo como autor
A diferencia de las clásicas crónicas coloniales, en donde el cronista se basa en la autoridad que le confiere el apelar a citas prestigiosas o a convenciones culturales indesmentibles, el cronista en el texto poético de Cisneros es un hablante compuesto por voces colectivas       que presenta la historia con la autoridad que le confiere la experiencia “el haber estado allí”.

Desde esta perspectiva, el poemario La crónica del niño Jesús de Chilca (1981) es una exploración tanto antropológica como testimonial, por ende, en este libro se plasma la idea del antropólogo como autor (Geertz, 1999) porque el sujeto lírico va explorando y observando la realidad desde fuentes y recursos provenientes de la disciplina antropológica, es decir, habla desde la vivencia tanto personal como colectiva que experimentó determinado grupo humano en ciertos momentos de su historia particular. En el poema “Otra muerte del niño Jesús” el sujeto lírico hace constante alusión al problema que devastó a la comunidad de Chilca, es decir, la destrucción de los canales de regadío.

Hija y madre de pescadores y agricultores servidora del / Niño. /Aquí de pie con el puño cerrado y las espinas de tuna más / seca. /(Los canales de piedra hundiéndose en la arena como / una rata entre los matorrales).

En este poemario el discurso poético se construye a través de diversas voces provenientes del pueblo que van mostrando la atmósfera de destrucción de la comunidad de Chilca, sus efectos y su valor simbólico. El autor como antropólogo recoge testimonios y memorias acerca de la destrucción del poblado debido a la presencia de corrientes subterráneas, incidente que dejó sin fuente laboral a los integrantes de la comunidad que se dedicaban a la pesca y a la agricultura. A causa de esta problemática la gente de la colectividad de Chilca fue emigrando hacia otros sectores, de ahí se presupone la muerte del pueblo y su posterior urbanización.

Esta crónica se va estructurando además, a través de la memoria, mecanismo esencial para comprender los procesos de representación y asimilación de la realidad. Asimismo, la memoria, permite compilar la historia no oficial, la que no se encuentra escrita y en otro sentido, impide que estas historias particulares se desvanezcan en el olvido.

En el poema “Y antes que el olvido nos” el sujeto lírico propone recordar lo que en el pasado fue el poblado de Chilca, desde una perspectiva tanto descriptiva (territorial) como emocional.

Lo que quiero recordar es una calle. Calle que nombro / por no nombrar el tambo de Gabriel / y el pampón de los perros y el pozo seco de Clara / Vallarino y la higuera del diablo. / Y quiero recordarla antes que se hunda en todas las / memorias /así como se hundió bajo la arena del gobierno de Odría en /el año 50.

A través de constantes alusiones a personajes populares e incluso arquetípicos de la sociedad como: los abuelos, la niña del pueblo, los amigos y los muchachos de su época, se va configurando un ambiente poético nostálgico, a la vez cotidiano y cercano al hablante, por lo anterior infiero que el sujeto lírico se siente profundamente arraigado a su pasado tanto personal como colectivo y por estos motivos existiría una mirada abúlica y desencantada del presente invadido por la irrupción de la modernidad y el progreso.

Apenas los muchachos y los perros corríamos tras el / camión azul del abuelo de Celia. / El camión de agua dulce, con sus cilindros altos de Castrol. / Yo pisé entonces una botella rota. Los muchachos (tal vez) / se convirtieron en estatuas de sal. / Los perros (pobres perros) fueron muertos por el guardián/ de la Urbanizadora. / Y la Urbanizadora tenía tractores amarillos y puso los / cordeles y nombró como calles las tierras que nosotros / no habíamos nombrado / (También son sólo olvido).

En consecuencia, en una de sus posibles lecturas planteo que La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981) es la crónica particular de un sector marginal de la sociedad que simboliza a muchos pueblos y comunidades olvidadas en la historia de América Latina, crónica que además contiene el sufrimiento ante situaciones adversas como la pérdida de la fuente laboral y el destierro obligatorio hacia otros sectores en busca de una mejor situación económica.

En poemas como “Una Muerte del Niño Jesús” reconozco una mirada desencantada y abúlica del sujeto – antropólogo con respecto a la historia actual, visión marcada por la distopía, negatividad, escepticismo y nostalgia, que caracteriza no sólo a la particular historia de Chilca, sino también la de Perú y tantos otros pueblos de América Latina.

Lo anterior, se puede corroborar, en los versos siguientes del poemario en los que visualizo la pérdida absoluta de la utopía, característica esencial en este texto poético de Cisneros.

Y sé que el Niño no premia ni castiga. / Aquí no hay Dios. / Y sé que hay luna llena pues me duelen las plantas de los / pies. / Luna que en un par de horas ya será más oscura que este / cielo. / Aguas y vientos color de uva rosada. / Y los devotos entonces a la mar- por unos pocos peces. / Y la devotas entonces en los campos – por unos pocos higos. / Tanta vaina carajo. El gallo enterró el pico. / Un mar de cochayuyos y malaguas y un arenal de mierda.

Construcción identitaria latinoamericana
La revisión insistente del pasado histórico desde una perspectiva tanto temporal (contemporánea) como interdisciplinaria (antropología e historiografía) que se constata en dos libros poéticos de Cisneros: Comentarios Reales (1964) y La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981), tiene como finalidad la reflexión crítica de la construcción de nuestra compleja identidad latinoamericana. En ambos textos nos encontramos frente a determinados periodos históricos, reconocibles cronológicamente como la Conquista y la postmodernidad (5).

Niall Binns (1999) distingue tres momentos de la heterogeneidad o mestizaje tanto étnico como cultural en Latinoamérica, de los que dos son absolutamente análogos a los momentos históricos descritos en los poemarios analizados en esta investigación En primer lugar, los distintos mestizajes producidos por interacciones raciales y culturales entre las poblaciones indígenas, españolas y negras, desde la conquista (Comentarios Reales (1964) ); después, a finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del XX, la inmigración masiva desde Europa, producto de las guerras mundiales, y por último, la heterogeneidad cultural que proviene específicamente de los medios de comunicación de masas, en la segunda mitad del siglo XX, que justamente coincide con la época en que Cisneros inicia su proyecto escritural.

De los tres momentos de mestizaje (étnico y cultural) en Latinoamérica descritos por Binns, en las obras poéticas de Cisneros que he analizado se identifican dos periodos históricos que marcan y definen nuestra confusa identidad cultural. Estos momentos históricos son: la conquista y la invasión de los medios de comunicación masiva en la postmodernidad.

La conquista, como enuncia Binns, produjo el mestizaje étnico y cultural en Latinoamérica y es a partir de este periodo histórico que se puede hablar del surgimiento de una nueva cultura en nuestro continente. En Comentarios Reales (1964) el hablante insiste en la idea que tras la llegada de los españoles se originó un entrecruzamiento y un choque brutal entre dos culturas desiguales, lo que ocasionó la destrucción de la cultura Inca. (De allí que la muerte y el desastre en Perú sean uno de los motivos fundamentales dentro de la obra poética). A partir de este cruce de culturas surge una nueva identidad; los hombres y mujeres de Perú, en su mayoría mestizos, experimentan un profundo sentimiento de desarraigo al verse invadidos por seres ajenos a su cultura. De este sentimiento, surgiría la mirada lapidaria con que el hablante se refiere a los conquistadores, obispos, gobernadores y soldados españoles.

En consecuencia, en base a lo planteado no podríamos hablar de una identidad clara y definida, sino de una heterogeneidad cultural que marca al hombre hispanoamericano en su dimensión ontológica.

El otro periodo histórico descrito por Binns, y aplicable a la poética de Cisneros, es la irrupción de los medios de comunicación de masas y el progreso en Hispanoamérica. La asimilación de los mass media en nuestra cultura postmoderna, es otra de las etapas que Cisneros incluye en su obra para plasmar la idea de la hibridez cultural en nuestro continente. En La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981) se identifican productos propios de la cultura actual como: los tractores amarillos, los camiones de Castrol y las lámparas de Kerosene, entre otros. Estos productos simbolizan, en cierto sentido, al igual que los caballos de los españoles en el periodo de conquista, la destrucción de lo que hasta ese instante era la cultura peruana y en otro, la invasión de la novedad proveniente de culturas extranjeras.

Conclusiones provisorias
En ambos poemarios (Comentarios Reales (1964) y La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981)) del escritor peruano Antonio Cisneros nos encontramos frente a la revisión crítica e impugnación de la historia oficial, desde perspectivas y fuentes disciplinarias distintas (la historiografía en Comentarios Reales y la antropología en La Crónica del niño Jesús de Chilca). En definitiva, se puede hablar de un caso de asimilación interdisciplinaria en ambos textos poéticos. Uno de los recursos discursivos para lograr tal impugnación de la historia oficial es la intertextualidad (citas, plagios y alusiones) que caracteriza la obra poética de Cisneros; no obstante, la utilización de este mecanismo en la configuración discursiva del texto poético no es gratuita, sino que el poeta lo hace con la evidente finalidad de reescribir textos canónicos en el caso de Comentarios Reales y crear una obra literaria como La Crónica del niño Jesús de Chilca, donde no existe una historia oficial sino sólo se registran datos, memorias y testimonios de una comunidad marginada del orden social, es en este sentido, que podemos hablar de la idea de antropólogo como autor (Geertz).

Postulo que la objeción a la historia oficial tiene como último propósito el de reflexionar sobre la conformación de nuestra compleja identidad cultural latinoamericana, de allí que el sujeto lírico realice un recorrido por la historia desde la conquista hasta la actualidad de su enunciación.

Notas
(1) El corpus de trabajo para demostrar la propuesta de investigación es: La Antología Personal de Antonio Cisneros titulada Como Propios y Ajenos (1989) publicada en Lima por Editorial Peisa y en específico, los poemarios Comentarios Reales (1964) y La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981).
(2)  En Comentarios Reales (1964) se reinterpreta la revisión del pasado histórico de Perú, desde la conquista hasta la actualidad del sujeto lírico, desde una mirada crítica a la historiografía oficial que se presenta a través de textos divulgados en la enseñanza como: los Manuales estudiantiles de la Historia Peruana o el libro Mi primera historia del Perú (un clásico infantil para conocer la historia del país) y el texto homónimo, del que Cisneros plagia hasta el mismo título, Los Comentarios Reales de los incas del inca Garcilaso de la Vega. A diferencia de Comentarios Reales (1964) La Crónica del niño Jesús de Chilca (1981) se concentra en una situación histórica puntual, la destrucción del poblado pesquero- agrícola de Chilca, desde una mirada más bien antropológica (Fischer 1998).
(3) José Miguel Oviedo (1995), Cedomil Goic (1989), María Luisa Fischer (1998), entre otros.
(4) La intertextualidad es la relación de copresencia entre dos o más textos, es decir, la presencia efectiva de un texto en otro. Existen tres tipos de intertextualidad: la cita, el plagio y la alusión, (Gennete 1989), todos se presentan en Comentarios Reales (1964) de una u otra forma.
(5)  Nialls Binns hace una revisión, en su libro Un vals de escombros (1999), de las teorías provenientes de diversas disciplinas de las ciencias sociales propuestas por distintos intelectuales (José Joaquín Brunner, Octavio Paz, Pedro Morandé, Carlos Monsiváis, entre otros) con el fin de determinar si efectivamente se podría hablar de postmodernidad en Hispanoamérica. Según Binns, Vatimo es quien ofrece un punto de partida más concreto, al afirmar que el término postmoderno sólo tiene sentido en cuanto se enlaza con el hecho de que la sociedad en la que vivimos sea una sociedad de la comunicación generalizada, la sociedad de los mass media.
Bibliografía
Binns, Nialls.1999. Un vals sobre un montón de escombros. Poesía hispanoamericana entre la modernidad y la postmodernidad. Editorial Peter Lang.
Cisneros, Antonio.1989. Antología personal (1965-1989) Como Propios y ajenos. Lima: Editorial Peisa.
Fischer, María Luisa.1998. Historia y texto poético: La poesía de A. Cisneros. J.E. Pacheco y E. Lihn. Concepción: Editorial Lar.
Galindo, Oscar. 2004. “Interdisciplinaridades en las poesías chilena e hispanoamericana actuales”. Estudios Filológicos 39. 155-165.
Geertz, Clifford.1989. El antropólogo como autor. Barcelona: Paidós.
Genette, Gerard.1989. Palimpestos. La literatura en segundo grado. Madrid: Taurus.
Goic, Cedomil. 1989. Historia y crítica de la literatura hispanoamericana. Madrid: Crítica. Tomo III.
Oviedo, José Miguel. 1995. Historia de la literatura hispanoamericana. Madrid: Alianza.
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