EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


“Huerto Cuatro Estaciones” apuesta por horticultura biointensiva regenerativa como forma de revertir la desruralización.

por Patricio Segura
Artículo publicado el 24/01/2019

  • Nuevo taller con la comunidad local en las cercanías de Puerto Guadal, Aysen, patagonia chilena. El proyecto es apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria, que con técnicas naturales que facilitan el mejoramiento del suelo permiten alta productividad agrícola.

Una nueva jornada para compartir experiencias y conocimientos sobre horticultura sustentable se vivió este fin de semana en el “Huerto Cuatro Estaciones”, iniciativa impulsada por dos jóvenes agrónomos en la cuenca del lago General Carrera con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Gobierno Regional de Aysén. Una veintena de agricultores, vecinos y visitantes se reunieron el sábado en el predio Bahía Catalina, en el sector tradicionalmente conocido como La Península en las cercanías de Puerto Guadal.

Este fue el segundo taller de seis en la temporada: el primero, en diciembre, fue dirigido jóvenes campesinos. En esta ocasión se apuntó al proceso de excavación, métodos de transplante y siembra directa, exponiendo tanto las técnicas como las herramientas utilizadas. “Quisimos compartir esos conocimientos con los saberes locales, para ver en qué podemos aportar y cómo ellos nos pueden alimentar de su sabiduría, y llegar a un consenso en el que el objetivo final es hacer un sistema de agricultura eficiente” explicó en la ocasión Javier Soler, quien junto a Francisco Vio lleva adelante el proyecto. Al equipo se suma Camila Gratacos, diseñadora industrial.

Rosa Vera, tesorera de la AG Campesina de Puerto Guadal (que actúa como organización asociada), calificó la experiencia de positiva. “Fue un aprendizaje para nosotros, nos llevamos hartas cosas para poner en práctica” señaló al concluir el taller. Relevó de esta forma las técnicas y equipamiento, que facilitan y hacen más expedito el trabajo. Con ellas la labor “ya no es tan esforzada, gastando mucha energía. Con sus herramientas se alivia un montón”.

Destacó la dirigenta que este tipo de iniciativas se extiendan a la comunidad. “Súper importante, porque es una escuela más para nosotros. Esto no lo veíamos, a lo mejor en las revistas, en la tele, pero no en vivo como hoy. Y aquí cerquita” indicó.

Para Esteban Barría, joven vecino de Puerto Guadal, el taller fue “bastante entretenido y educativo, bastante explicativo sobre la agricultura biointensiva. Principalmente en lo que nos puede aportar es a optimizar nuestras horas de trabajo en la agricultura, aprovechar mucho mejor nuestros suelos y la mayor información sobre qué sembrar en la temporada, aprovechando mucho mejor nuestro tiempo”.

Javier Soler concordó con esta mirada, al ser uno de los objetivos del proyecto aportar a revertir el proceso de desruralización. “Hoy estamos viendo que se perdió un poquito ese amor por el campo y se está desvalorizando el oficio del horticultor. Y del agricultor en general” explicó.

Es por ello que “la gente necesita empezar a valorar un poco el esfuerzo que significa producir alimentos de calidad, limpios, orgánicos y locales”, por lo cual “estamos tratando de desarrollar un método y validarlo acá en Aysén, para poder hacer de esto un oficio viable no solo desde el punto de vista social, cultural y ambiental sino también desde el punto de vista económico. Es necesario, para que la gente joven y la no tan joven vea en esto una oportunidad de desarrollo, no solo personal sino local. Y sembrar por el bien común y el bien de toda la localidad”.

Y planteó la visión compartida: Que la gente privilegie la producción local (en la región el 80 % de las hortalizas provienen de fuera), para que “que Guadal y Aysén se transforme en un vergel lleno de vida, lleno de biodiversidad y lleno de productos conscientes y responsables con el ecosistema en que están insertos”.

La agricultura biontensiva regenerativa aborda el suelo como un organismo vivo, que naturalmente fértil entrega todo lo que la planta necesita en términos nutricionales y de salud. Aplicando compost regularmente, rotando cultivos, manteniendo una alta diversidad en el huerto y cultivando abonos verdes, la tierra se va fertilizando sin necesidad de químicos.

Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴