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Continuidad o ruptura en el sindicato del magisterio peruano.

por Danny Marx
Artículo publicado el 02/11/2012

La lucha enarbolada por los profesores de las bases del Sutep, motivado principalmente por reivindicar la postergación y congelación de sus derechos, hasta la fecha han sido objeto de satanización y criminalización por propios y extraños; desconocer que los profesores están mal pagados sería un alto grado de deshonestidad, desconocer en los hechos que la educación pública progresivamente viene adquiriendo un carácter privado (siendo conscientes los padres de familia que para cada cosa platita piden) sería una necedad inconsciente. Un profesor mínimamente gana en promedio S/. 1200 soles; en zona rural o urbana la alimentación mensual asciende a un promedio de S/. 300.00 soles, alquiler de habitación S/. 50.00, pasajes S/.50.00 y, si un profesor desea estudiar su maestría o doctorado porque según los entendidos dicen que la educación no mejora porque los profesores no se capacitan, entonces tiene que gastar sus S/. 200.00 más, pero esto no termina ahí, el profesor requiere de materiales para preparar sus clases motivo por el cual tiene que sacrificar el dinero que le queda para comprarse libros u otros instrumentos pedagógicos, en este sentido mínimamente debería de destinarle un promedio de S/. 300.00; las necesidades aún no se cubren, el docente tiene que vestirse y este es un derecho, la necesidad de comprarse un buen zapato o un buen pantalón u otro vestido de calidad le obliga a gastar los S/. 300.00 soles que le quedan ¿acaso solamente los ricos tienen el derecho de vestirse con vestidos de calidad?

Todos los cálculos hechos en promedio es para cubrir las necesidades de un solo docente y si calculamos el sueldo para un profesor que cuenta con una familia integrada por dos hijos y su conyugue, la verdad es que la miseria de S/. 1200 no alcanza, porque el profesor así como tiene que satisfacer sus propias necesidades también tiene que subsanar las carestías de sus hijos.

Frente a esta realidad, lamentablemente desde hace veintiún años los dirigentes del CEN del SUTEP, que infantilmente se pronuncian de ser los únicos reconocidos legalmente, y se rasgan las vestiduras manifestando que con la dirección de Patria Roja consiguieron la ley del profesorado 24029, jamás movieron un dedo para que esta ley se cumpla a cabalidad en los hechos, jamás movieron un dedo para que la situación del profesor en el Perú mejorara, solamente fueron cómplices de la congelación de estos derechos. Los profesores han vivido y viven con los mendrugos de S/. 1200 soles. La dirigencia sindical del CEN del SUTEP jamás movió un dedo pensando en el futuro de los profesores jóvenes.

En cuanto a la propuesta de ley del CEN del Sutep, en primer lugar se debe tener pleno conocimiento que una ley se levanta indefectiblemente en relación a las condiciones económicas existentes o de lo contrario esta no funciona; salvo que se presenten algunas reformas en las relaciones económicas de producción; sabemos y es perorata de los críticos, que en el mundo nos desenvolvemos en una economía neoliberal, es decir que el mercado lo decide todo e inclusive las leyes, por lo consiguiente “la propuesta de ley presentada” por el CEN del SUTEP no puede escapar al neoliberalismo que ellos combaten verbalmente o pretenden hacer creer que lo combaten proponiendo una ley neoliberal; justamente este espíritu se evidencia en el enfoque de evaluación de los docentes (Art° 42)(1), este no presenta en esencia el bienestar del profesorado, no garantiza su estabilidad laboral sino más bien se asume la evaluación como un instrumento para desechar mercancías inservibles como si que el profesor seria una cosa y no un ser humano, este enfoque de evaluación no busca desarrollar cualitativamente al magisterio sino más bien persigue disminuirlo cuantitativamente, una mera relación entre oferta y demanda. En sus múltiples documentos, el CEN del SUTEP se vanagloria de que solamente ellos son capaces de hacer propuestas (leyes); sin embargo, sabemos que en el Perú lo que más sobra son las leyes pero estas no se cumplen. El enfoque de evaluación que viene proponiendo el CEN del SUTEP, militantes de Patria Roja, en el Art° 42 de la llamada nueva ley del profesorado, directamente acepta que el problema principal de la educación es el docente, como si que el docente habría pasado por un proceso de auto educación y auto titulación, como si que no hubiesen estudiado en un instituto pedagógico o universidad y deducir unilateralmente que el responsable es el profesor. Cuando la lógica, objetivamente demuestra lo contrario, el docente es formado en una universidad y en institutos pedagógicos; la estructura administrativa y académica de las instituciones formadoras de docentes son hechas a imagen y semejanza de la estructura del Estado, entonces el Estado es la máquina principal que forma docentes y sus instrumentos son los centros superiores de educación, esta es la lógica histórica del problema. Si esta lógica es aplicada a una fábrica de productos –tal y como estos pretenden entender el problema- también encontraremos que es un error pensar que si la fábrica viene produciendo productos defectuosos a pesar de la capacitación constante del personal, la solución es desechar al personal o a los productos, cuando en realidad el problema está en las máquinas que procesan los insumos para obtener el producto; haciendo un estudio correcto del problema entonces la solución tendría dos alternativas: la primera reparar las máquinas con una tendencia a durar poco tiempo y la otra cambiar máquinas obsoletas por nuevas; en última instancia, si el propietario de una fabrica desea despedir al personal no es principalmente porque el trabajador sea incapaz, el dueño de una fabrica evalúa la constancia o temporalidad del personal principalmente en función a su tasa de ganancia y esta está íntimamente relacionada a la oferta y demanda de mano de obra en el mercado.

El Art° 42, de la propuesta del CEN del SUTEP refleja la esencia de esta ley, expresa las reales pretensiones basado en una economía de mercado; esta ley responde al diseño y establecimiento del sistema de acreditación en el Perú, en la cual una de las condiciones de partida y además la principal, para la acreditación de la formación de profesionales de la educación es la supuesta sobreoferta de formación magisterial (desproporción entre el número de docentes que están trabajando con el número de estudiantes)(2). Estas condiciones fueron validadas el año 2001 por el representante del CEN del SUTEP, en ese entonces, Olmedo Auris, secretario general y militante combatido de Patria Roja(3), en términos económicos esto significa la racionalización del personal docente. Inclusive José Carlos Mariátegui, la más alta e inmarcesible cumbre del pensamiento en el Perú –maestro y científico que descaradamente viene siendo usurpado por seudos dirigentes- nos ilustra en sus estudios de economía: “La racionalización tiene, entre otras consecuencias, la de mantener, con un ejercito permanente de desocupados, un nivel bajo de salarios” (4). Justamente esto es lo que pretenden con las falsas evaluaciones, crear un ejército permanente de desocupados o una sobreoferta de profesionales en el mercado con la finalidad de generar una competencia entre los profesores y mediante la flexibilización o inestabilidad laboral, los gobiernos puedan condicionar fácilmente con la rebaja de los salarios. Esta es la naturaleza real tanto de la ley de reforma magisterial como la nueva ley del profesorado propuesto por el CEN del SUTEP; la objetividad no está en las formas sino en la esencia de las cosas, aprender a descubrir la objetividad es un reto que nos llevará a salir de nuestras dulces ilusiones.

El fenómeno de la huelga magisterial se desenvuelve dentro de muchas confusiones para los maestros, formando parte de este barullo la mayoría de los medios de comunicación. En realidad, las bases del magisterio viéndose postergados, a pesar de tener supuestamente dirigentes que defienden sus intereses, rebasaron la actitud del CEN del SUTEP, una actitud enfeudada por nefastos intereses económicos y partidarios que indudablemente descansa en el control financiero y parasitario de la Derrama Magisterial, instrumento que los gobiernos de turno lo utilizan como medio de negociación con el CEN del SUTEP. Esto es claro, debido a que, en el estatuto de la Derrama Magisterial aprobado por Decreto Supremo 021-88-ED(5) en su artículo 7, literal d) se crea las condiciones legales para que el CEN del SUTEP garantice el ingreso de 4 de sus partidarios a formar parte del directorio, y de esta manera predominar en la administración de dicha institución; sin embargo, en el año 2004, el Ministerio de Educación propone reformar este estatuto mediante la Resolución Ministerial 017-2004-ED(6) en la cual se plantea que la Asamblea Nacional es el órgano supremo de la Derrama Magisterial y que los representantes del directorio deberían de ser elegidos democráticamente y por voto universal, he ahí el instrumento de negociación. Si la Derrama Magisterial es administrado democráticamente entonces los partidarios de Patria Roja enquistados en el CEN del SUTEP y con predominancia actual en el directorio de esta entidad perderían soga y cabra; en síntesis, el CEN del SUTEP convoca a una huelga nacional con un lazo en el cuello cuyo nombre es DERRAMA MAGISTERIAL el mismo que marcaría los límites permisibles de su huelga, convirtiéndoles en instrumentos de desgaste y neutralización de las luchas del magisterio. Además, esto explica que a los gobiernos de turno jamás les interesó implementar un proyecto especial de vivienda magisterial de acuerdo a la ley 24029 porque esto atentaría contra el negocio inmobiliario de la Derrama Magisterial; una de las actitudes nefastas de estos seudos dirigentes es que están acostumbrados a guardar bajo la mesa, normas que no les conviene como es el caso del DECRETO SUPREMO N° 009-2003-VIVIENDA publicado el 28 de marzo del 2003, el mismo que determina la devolución parcial o total de los beneficios de los aportes de los maestros para la construcción de su techo propio, otro aspecto que atenta contra sus negocios.

La Huelga nacional convocada por el CEN del SUTEP, el 5 de setiembre ha construido una cortina de humo con la supuesta lucha por el aumento de sueldo, siendo un aspecto importante, pero que no puede ir desligado de la estabilidad laboral que es lo principal. Primero se sentaron a “dialogar” sobre la base de los 300 soles como bono único, luego hicieron la pantomima de la lucha por un aumento continuo -buen entretenimiento para el magisterio- y la huelga se levanta; no les interesa la ley, no les interesa la estabilidad laboral, o que esta se debata como tanto pregonaban, lo que les interesaba es que la huelga se levante, no importa, así les aumenten 100 soles o simplemente nada, con tal que les dejen la derrama. Así fue, la Derrama Magisterial marcó definitivamente los límites permisibles de su huelga, denominada TRAICIÓN.

Estos son algunos de los motivos, de los tantos que históricamente existen, por lo que las bases del SUTEP buscan recuperar el sindicato como una organización sacudida de intereses económicos y politiqueros; una organización de carácter democrático e independiente, que sea orientada por sus principios, dirigida por ideales que en la práctica demuestren contribuir a la construcción de un futuro mejor y que estos ideales se impongan por la razón y mediante la lucha.

La lucha emprendida por las bases del magisterio ha sido satanizada por el gobierno, el CEN del SUTEP e internamente por los propios maestros; dentro de las bases se insertaron maestros que manifiestan ser militantes del llamado MOVADEF con la finalidad que el gobierno mediatice a través de la prensa calificándolos de terroristas, sumándose a esta diatriba, los cacareados luchadores contra el neoliberalismo como los son los del CEN del SUTEP, cobardemente tildando a los maestros impacientes de espera por la reivindicación de sus derechos, de senderistas.

En la práctica, podemos ver cómo es que el llamado MOVADEF es un instrumento que el gobierno utiliza junto a la cúpula del CEN del SUTEP con la finalidad de satanizar el movimiento social. En este proceso de lucha vemos tres elementos que confluyen en contra de los derechos del magisterio: el gobierno, el CEN del SUTEP y MOVADEF bajo la consigna de senderismo. En este contexto también podemos observar cómo se trama la farsa de los llamados rescates de los pioneritos, de manos de las huestes senderistas (7), convirtiéndose en otro elemento y pretexto de satanización de las consecuentes protestas.

Las bases del Sutep que rebasaron a la burocrática dirigencia nacional encabezada por René Ramírez, inician una huelga pidiendo la vigencia de la ley 24029 y además el incremento de sus salarios, así como también la anulación o el archivamiento de las leyes levantadas sobre un contexto económico neoliberal que obviamente jamás tendrá un espíritu de bienestar social. En otros términos, las bases proponen la vigencia de una ley con tinte más keynesiano, es decir, en la cual el Estado ejerza su responsabilidad social como es el caso del sector educación, esto no atenta ni pone en peligro el Estado, no pretende destruir el Estado.

Los furibundos dirigentes del CEN del Sutep tal vez yerran confundidos –quisiéramos pensar así- sin embargo estos viven actualmente una profunda crisis política e ideológica y hasta filosófica, creen vivir eternamente, piensan que Patria Roja es el ineludible partido que debería estar en la dirección del SUTEP; con el cuento de la modernidad pretenden destruir la filosofía de la que tanto se envanecen, idealistamente han quedado bajo la concepción de que los átomos son indivisibles (que no se pueden dividir), o que tal vez el quark viene a ser la última unidad de expresión de la divisibilidad de la materia. La materia es infinitamente divisible cuantitativa y cualitativamente esto es irrefutable científicamente, las ciencias naturales así lo ha demostrado; por lo tanto, también esto es natural en la sociedad bajo sus propias características.

Las divisiones y contradicciones que actualmente vive el SUTEP, no significa un debilitamiento. Esta es la historia como diría Edward Hallet: “La historia es la relación dialéctica entre el pasado y el futuro, que se hace en el presente mediante una lucha entre continuidad y ruptura. El presente no necesita del pasado sino en la relación con el porvenir, con el futuro de los pueblos.”(8) justamente en el SUTEP, existe esta lucha, una lucha entre la continuidad y la ruptura. Las bases luchan por romper ese círculo vicioso, un circulo de traiciones, teñido con banderas rojas y discursos populosos pero que en el fondo pululan grandes intereses económicos; sus bocas gruñen al neoliberalismo con afanes politiqueros, pero sus corazones palpitan lleno de nostalgia por mantener el estado de cosas que les guarece como reyes, con el dinero y el interés que los maestros pagan; demostrado esta en los hechos que los maestros están cansados de esa negra aristocracia sindical en el CEN del SUTEP, cuyos cuarenta años se personifica en René Ramírez.  En el SUTEP se está gestando una nueva ola, esta corriendo un río que arrasará con las malezas y la cizaña que impidió crecer al SUTEP como una organización de maestros que sean guías de transformación a través del conocimiento y este, no es más que la verdad.

NOTAS__________
  1. Nueva Ley del Profesorado.
  2. Nueva Docencia en el Perú. Ministerio de Educación. Lima, enero del 2003.
  3. AURIS, Olmedo. Carrera Pública Magisterial en el Perú del siglo XXI. Ponencia presentada al Taller Internacional sobre Carrera
    Magisterial, realizado en Lima del 22 al 24 de noviembre de 2001. Ministerio de Educación, DINFOCAD, Lima, 2001.
  1. MARIATEGUI, José Carlos. Defensa del Marxismo; la Economía liberal y la economía socialista
  2. Decreto Supremo 021-88-ED
  3. Resolución Ministerial 017-2004-ED
  4. Hildebrandt en sus trece; viernes, 14 de setiembre del 2012. Año 3. N° 122
  5. CARR, Edward Hallet. ¿Qué es la historia?. Barcelona: Editorial Seix Barral, 5ta. Edición, 1972
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