La norma ISO 14001:2004 describe los procedimientos mínimos y necesarios a tener en cuenta, para que una empresa o institución que desarrolla procesos que involucran al medio ambiente o sus componentes, desarrolle y/o mejore un sistema de gestión concreto, operativo y contextualizado, atendiendo a los impactos generados, políticas ambientales vigentes y condiciones socioeconómicas regionales. Tal mecanismo hace parte de un proceso continuo que permite optimizar las técnicas de gestión a partir de la implementación, evaluación consciente y responsable, documentación, disposición y verificación constante de las acciones, y se enmarca dentro del proceso organizativo de la institución interesada en acreditar la norma.
Si inicialmente no se llegase a contar con un sistema de gestión ambiental, las empresas interesadas pueden optar hacia una evaluación multimetodológica, soportada en entrevistas, inspecciones, mediciones o auditorias, que permita identificar aspectos, prácticas y procedimientos de gestión ambiental, así como los aspectos legales aplicables y no aplicables, y prevención de riesgos y emergencias.
Teniendo en cuenta la importancia de la verificación y el seguimiento de las actividades, la revisión y el registro regular de las variables y/o parámetros que relacionan el proceso de gestión debe hacerse continuamente, y así justificar cambios a los procesos para adecuarlos a la norma. Algunos enfoques que guardan relación directa al campo forestal son: vertidos al agua, descargas al suelo, uso de materias primas y recursos naturales, uso de energía, residuos, subproductos y propiedades físicas. En relación a las actividades, servicios y productos de la organización podrían considerarse otros como: diseño y desarrollo de las actividades y procesos, embalaje y transporte, desempeño ambiental y prácticas de contratistas y proveedores, gestión de residuos, extracción y distribución de materias primas y recursos naturales, distribución, uso y fin de la vida útil de los productos y los asociados con la flora, la fauna y la biodiversidad.
Se establece entonces la importancia de aplicar total o parcialmente los criterios mencionados en la norma ISO 14001, al contexto forestal nacional para la conformación de sistemas de gestión ambiental integrales, aplicables al manejo forestal sostenible y sustentable. Creo que son esenciales los parámetros mencionados en la norma, pues se constituyen como herramientas útiles para la planificación de actividades forestales que suponen un alto impacto al medio ambiente (suelo, vegetación y fauna), un gran costo económico y un alto riesgo para el hombre, como lo son las actividades de aprovechamiento y extracción forestal –que cuentan como la tercera actividad más peligrosa del mundo- y aquellas relacionadas con procesos industriales de la madera y productos secundarios del bosque, como procesamiento de pulpa para la obtención y reciclaje del papel, síntesis y producción de metabolitos para la elaboración de extractivos; procedimientos en los que una mala planeación de los procesos puede suponer una gran pérdida de tiempo, de rendimiento, de dinero y de vidas humanas.
Al permitir la gestión ambiental, controlar los efectos de las actividades forestales, facilita la evaluación continua y mejoramiento de los procesos, proporcionando a la institución que la ejerce mayores de posibilidades de ofrecer mejores servicios y productos. Debido a lo anterior, considero que actualmente urge la necesidad de evaluar los actuales sistemas de gestión ambiental forestal en el país, enfocando tal examen a la planificación que se está implementando, y que continuamente debería ir mejorándose a partir del resultado de las evaluaciones de los efectos y de la eficiencia de actividades tan fundamentales como plantación de bosques naturales o plantaciones forestales, dado que en la mayoría de los casos, lo que realmente cuenta es la obtención cada vez más rápida de productos de calidad, que satisfagan las necesidades actuales del mercado.
Es fundamental para la implementación y operación del sistema de gestión, que la organización encargada disponga de los recursos y talentos disponibles, al igual que fijar las responsabilidades y autoridades bajo un criterio de competencias, e implementar el sistema a partir de la proposición de mejoras según los postulados de la norma, y garantizando una formación adecuada de acuerdo al sistema y los aspectos ambientales, a fin de generar apropiación sobre las políticas, procedimientos y servicios.
Dada entonces la importancia de que los sistemas de gestión ambiental inicien a partir del análisis de aspectos relacionados con los requisitos del sistema, la política ambiental aplicable, su planificación, implementación, operación, verificación y revisión por la dirección, se precisa que los estatutos establecidos deban fijarse a una política definida y unos objetivos y metas claros, pues actualmente muchos sistemas de gestión forestal se implementan al antojo de las organizaciones encargadas, sin tener en cuenta un marco legal claro y ajustado a las realidades socioeconómicas y culturales de las comunidades rurales del país, principales actores involucrados y afectados por las actividades forestales en Colombia.
Surge por ende la necesidad de compromisos responsables, desde el punto de vista político, ambiental, industrial y económico por parte de los gobiernos regionales y locales del país, partiendo principalmente a proteger los recursos que aún les quedan, manejarlos racionalmente y evitar aspectos que ocasionen impactos significativos (p. ej. reciclaje, sustitución de materias primas peligrosas y desarrollo de una conciencia ecológica consciente y responsable). Así entonces, administrar adecuadamente el medio ambiente, es una necesidad actual imperante para su preservación en el planeta. La conciencia y la preocupación que se ha despertado alrededor de los temas ambientales ha hecho posible el diseño e implementación de normas sobre administración ambiental previstas, con el fin de proveer a las organizaciones de los elementos de un sistema de administración ambiental eficaz, que se puedan integrar con otros requisitos administrativos, para ayudarles a lograr sus propósitos económicos y ambientales.
En Colombia, a pesar del gran esfuerzo político y legislativo del país a lo largo de múltiples gobiernos con fines a la creación de un sistema legal que permita idear mecanismos de gestión forestal integrales basados en una relación consciente y responsable del hombre con el medio ambiente, todavía priman dificultades que limitan tal objeto, pues múltiples problemas como las altas tasas de migración y de crecimiento poblacional, la pobreza generalizada de las comunidades rurales que no cuentan con un apoyo continuo y responsable de sus gobiernos locales, desinteresados y sin compromisos en el manejo de los recursos de sus regiones –en contraposición a los procesos de concentración de la tierra y las riquezas-, la falta de educación y conciencia ambiental –principalmente a los jóvenes y niños, futuro de la nación- la escasa inversión en ciencia y tecnología, la influencia de políticas internacionales que pretenden direccionar el manejo de los recursos del país, la corrupción, el narcotráfico, la presencia de grupos armados, y las altas tasas de deforestación que superan el doble a las de forestación. Y muy a pesar de lo anterior Colombia cuenta con muchas potencialidades, entre ellas, su posición geográfica estratégica, que le otorga condiciones medioambientales favorables para la generación rápida y de calidad de productos primarios y secundarios provenientes de bosques naturales y plantados –Puesto que por ejemplo, en países como Chile, la obtención de un producto forestal de características similares toma 3 veces el tiempo de producción en Colombia dada su localización geográfica y condiciones medioambientales derivadas-, además de los beneficios ambientales, socioeconómicos y culturales generados -teniendo en cuenta que casi las tres cuartas partes del territorio nacional corresponden a suelos de aptitud forestal-.
Por ello, a pesar de que este proceso de conformación de sistemas de gestión ambiental no ha sido en vano, y frente a la posibilidad de conservar racionalmente los bosques y sus riquezas naturales, como compromiso político y de gobierno del estado, todavía se vislumbra un panorama no muy claro que permita lograr tal meta, si no hay un cambio de actitud por parte de todos los actores involucrados –Sociedad civil, gobierno nacional y locales, comunidades rurales, grupos armados, etc.- en relación a la gestión de los recursos que aún quedan.
5 comentarios
Gracias, me fue de utilidad,
Recomiendo también este programa para las personas que deseen profundizar sus conocimientos en ISO 14001,
https://bsgrupo.com/gestion-ambiental/Diplomado-en-Gestion-Ambiental-256
Saludos!!
De esta forma, la preocupación por estudiar y formular salidas viables a la problemática ambiental, ha tomado tal nivel de repercusión que hoy en día es un asunto tratado tanto por entidades internacionales, por ejemplo la Organización de las Naciones Unidas – ONU, como por el sector empresario-industrial, el ámbito académico, las Organizaciones No Gubernamentales – ONG, las poblaciones rurales y urbanas, el sector comercial y, en general, por la sociedad en su conjunto. Así, la preocupación por la problemática y el estudio del tema ambiental puede considerarse como un aspecto característico de la actual sociedad, pues es una cuestión que debe ser considerada en cada empresa, organización o economía que dependa de la transformación de recursos naturales para su existencia.
importante
Excelente aporte para comprender más acerca de los DME
Buen documento