EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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«La Tragedia de un Chimú».

por Juan Godoy
Artículo publicado el 23/09/2007

Introducción
La historia de la humanidad es como una alienación que no puede despreciar sus raíces. El ideal estético, de cada escritor, presupone la existencia de un portador de crónicas que hace de su existencia el héroe absoluto y sus páginas son como el vuelo de mariposas que funden sus colores bajo un arco iris recién nacido en medio de la lluvia. Cada época plantea a la humanidad nuevos dilemas con diversos aspectos de la realidad. Al centrar nuestra atención en la historia nos damos cuenta que existen miles de obras dedicadas a esclarecer cuál ha sido la verdadera historia de la conquista y, de paso, del imperio Chimués e Inca.

De hecho, toda crónica nos muestra al hombre en un proceso vital de la historia: desde el instante que pone al descubierto uno de los pasajes anímicos en su vivencia con un mundo nuevo. De tal modo la historia escrita por los cronistas de aquella época nos llevan a pensar que el proceso de sus escritos son esquemas puramente contrarios a lo sociológico y esconden los sellos sociales. Todo abarca una estructura de riquezas y no hay una creación literaria digna de considerar seria. El conquistador se presentó en el nuevo mundo con determinadas situaciones inesperadas, en una atmósfera lingüística que no le era propia, en un mundo desconocido que lo rodeaba. En el proceso de recolección de datos, el camino de los cronistas se hizo simple, optaron argumentar sobre zonas del oro y otras riquezas, etc. La época censuró y juzgó severamente a los verdaderos portadores de la historia oral. Los ideales de aquellos descubrimientos condicionaron, sin duda, el encuentro científico entre dos mundos y como prueba de la historia, la matanza fue peor que la de una guerra mundial. El problema de correlación entre el europeo y el indígena, pese a su variedad de acontecimientos históricos, se halla siempre, como prueba de las crónicas, en el centro de la atención y la duda. Y en la plasmación de las figuras del oro, en particular si se trata de glorias y héroes, está relacionada con todos los aspectos de una estructura de riqueza, incluyendo los matices de la historia universal.

Por mis manos pasaron la mayor parte de los trabajos de los viejos cronistas y obras recientes encontradas en Internet sobre la historia Chimú y de los Incas. Existen, estimados lectores, historias mandadas a hacer por los conquistadores; uno de los cronistas con más quimeras es el, Inca Garcilaso de la Vega, ( 1536-1616). Considerado por los conquistadores como el primer mestizo del Perú. Garcilaso de la Vega se transformo en el gran cronista de la mentira y de la historia antigua del Perú. Garcilaso, también conocido como Gómez Suárez de Figueroa, nació en el Cuzco un día de abril de 1539, años después de la muerte de Atahualpa. Gómez Suárez, Fue hijo natural de un capitán y conquistador extremeño, Sebastián Garcilaso de la Vega Vargas, y de Palla Chimpu Ocllo, bautizada, al igual que su hijo, y convertida con el nombre de Isabel, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Cápac. Muerto Sebastián Garcilaso de la Vega 1560, el inca mestizo, llega a España en busca de una pensión por los servicios que su padre había prestado a la corona. El Consejo de Indias le negó la pensión. En ese tiempo, usaba todavía el nombre de Gómez Suárez de Figueroa, hasta que en 1563, adoptó el de su padre, Garcilaso de la Vega. Regresa al Perú con las manos vacías y se radica definitivamente en la Península.

Su quimera nace en la obra, Comentarios Reales. En el libro primero Capítulo XV escribe: ( … Viviendo o muriendo aquellas gentes de la manera que hemos visto, permitió Dios Nuestro Señor que de ellos mismos saliese un lucero del alba que en aquellas oscurísimas tinieblas les diese alguna noticia de la ley natural y de la urbanidad y respetos que los hombres debían tenerse unos a otros, y que los descendientes de aquél, procediendo de bien en mejor cultivasen aquellas fieras y las convirtiesen en hombres, haciéndoles capaces de razón y de cualquiera buena doctrina, para que cuando ese mismo Dios, sol de justicia, tuviese por bien de enviar la luz de sus divinos rayos a aquellos idólatras…) Bárbaros, es la palabra que usa para los suyos. Fieras, idolatras. Garcilaso, el evangelista que inventa comentarios mandados hacer para justificar la matanza llevada a cabo por los europeos. (…tan salvajes, para recibir la fe católica y la enseñanza y doctrina de nuestra Santa Madre Iglesia Romana). Conversión, paso obligado para los incas.

(…Inca, tío, pues no hay escritura entre vosotros, que es lo que guarda la memoria de las cosas pasadas, ¿qué noticia tenéis del origen y principio de nuestros Reyes? Porque allá los españoles y las otras naciones, sus comarcas, como tienen historias divinas y humanas, saben por ellas cuándo empezaron a reinar sus Reyes y los ajenos y al trocarse unos imperios en otros, hasta saber cuántos mil años ha que Dios crió el cielo y la tierra, que todo esto y mucho más saben por sus libros. Empero vosotros, que carecéis de ellos, ¿qué memoria tenéis de vuestras antiguallas?, ¿quién fue el primero de nuestros Incas?, ¿cómo se llamó?, ¿qué origen tuvo su linaje?, ¿de qué manera empezó a reinar?, ¿con qué gente y armas conquistó este grande Imperio?, ¿qué origen tuvieron nuestras hazañas?).

En base a los relatos en su obra, la mayor parte de los estudiosos se apartaron de sus escritos y condenaron con severidad la gran mentira de Garcilaso de la Vega.

En fin, el oro del Perú pagó la historia incaica y los historiadores se durmieron repitiendo siempre lo que les enseñaron en sus estudios. La historia del Imperio Chimú, creo, merece esta obra de teatro no por la falta de oro, sino por el poco interés que se ha tenido hacia ellos en la historia universal.

El descubrimiento de la Tierra
Los antiguos estudiosos egipcios y griegos habían enseñado, en esa lejana época que la tierra era redonda y que existían, además, otros países desconocidos en el globo. Posteriormente estas ideas fueron ignoradas y dejadas de lado y se cayó en la especulación creando nuevas leyendas medievales sobre el resto de la tierra. A inicios de la edad moderna se desdeñaron las leyendas medievales. Inmensas cantidades de europeos necesitaban llegar a los países orientales para comercializar con ellos. Las expediciones, en aquellos tiempos se realizaban fácilmente, ya que se contaba con mapas de navegación marina y, además, tenían la brújula y también se contaba con carabelas. Con todos estos recursos, en menos de un siglo, se pudo conocer finalmente la tierra y la historia del viejo continente escribió la gran historia del mundo. Otras rutas como las de la India y de los países de Oriente, China, Japón y la Malasia eran una de las zonas del globo inmensamente ricas. Los europeos pagaban grandes riquezas por las materias orientales. Todas estas riquezas llegaban al continente de europa y las trasportaban a los puertos de Lisboa y también a Amberes, Bélgica, donde se distribuían por todos los países del viejo mundo. Todo el proceso, ironía de la historia, se acabo con la caída de Constantinopla y Alejandría; los nuevos señores aplicaron precios cada vez mayores. De esa forma Europa se propuso encontrar otro camino para llegar al Oriente por el mar.

España y Portugal eran las únicas dos grandes potencias marítimas de aquellos tiempos que navegaron por las Indias. Los Lusitanos, además, fueron los primeros grandes navegantes de los Tiempos Modernos. Ellos estaban situados frente a la «Mar Tenebrosa» (Se escribió, en un estudio, que el castellano hablado de esa época tenía un sistema de consonantes distinto del actual. Alguien recuerda que la primera gramática de la lengua, la de Nebrija, «Uno de los grandes humanistas del Renacimiento y ciertamente el más grande de España, Antonio de Nebrija conquistó un sitial de honor en la historia de la lengua española como autor de la primera gramática española (1492)» apareció tan sólo unos días después de que la última carabela hubo partido del Puerto de Palos de Morgue, y quizás la siguió como una nave fantasma por toda la Mar Tenebrosa . España» significa «tierra de conejos», y ese nombre le fue dado, en el idioma cartaginés, por sus descubridores de ese origen. El gentilicio que corresponde a sus habitantes normalmente sería el de «españuelos», pero se salvaron de ese nombre gracias a los vecinos accitanos del sur francés que inventaron la palabra «espagnol» o «español» . Pero lo que ellos trajeron no fue un idioma que perteneciera únicamente a esa tierra de conejos sino que había sido el producto de guerras y pasiones que durante más de un milenio habían convocado sobre la península a fenicios, griegos, romanos, celtas, suecos, árabes y a todas las razas fantásticas del planeta).

La expansión andaban al orden del día: la portuguesa se inició con la ocupación del Ceuta, (Ceuta está asentada en la orilla sur del Estrecho de Gibraltar, en la costa norteafricana), en 1415. Navegaron todo el África, el Golfo de Guinea, Ecuador, entre otros lugares. Ya recién el 1487 llegó al punto extremo del Continente.

Castilla, al igual de los portugueses, se hallaba también en plena expansión marinera. Dispuestos a evitar un posible pleito, entre ellos dos, Castilla y Portugal, ya el 1480 llegaron a un acuerdo y firman el Tratado de Alcazobas, (en el año 1479, el Tratado de Alcazobas ponía fin a la guerra entre Castilla y Portugal, provocada por la sucesión de Enrique IV de Castilla. Múltiples incidentes ponen en peligro esta paz. Los problemas se intensifican cuando Juan II de Portugal, tras recibir a Cristóbal Colón, en 1493, le advierte que si las tierras que acababa de descubrir se hallaban al sur del paralelo de las Canarias, pertenecían, según lo estipulado en el Tratado de Alcazobas, a Portugal), en el que se reconocía el dominio castellano sobre las Canarias, se reconocía también como zona de influencia portuguesa a los mares «desde esas islas hacia abajo». El resto sería de Castilla. Así lo interpretaban los reyes españoles cuando Cristóbal Colón solicitó autorización para utilizar esa ruta, y salir hacia Occidente en busca de una nueva ruta hacia Oriente.

Los Chimués
Revisando materiales sobre la historia y leyenda de los Chimués puedo decir que los hechos representan y conservan un misterio en todas sus propiedades. Surcando hacia la naciente del río Moche, ubicado a 8 kilómetros al sur de la ciudad de Trujillo, se levanta un complejo templo de los Reyes Chimués, los que, de acuerdo a las pruebas realizadas, antecede en su construcción en unos 2.000 años anteriores a Chan-Chan, (Chan Chan se ubica a mitad de Huanchaco y la ciudad de Trujillo). Este complejo de 200 has se encuentra escondido entre montículos, en un lugar denominado Caballo Muerto, y fue construido a lo largo del segundo milenio antes de Cristo y requirió un trabajo equivalente a 350.000 horas hombre/día. Se estima que haya sido uno de los centros políticos y religiosos de la cultura Cupisnique. (La cultura Cupisnique de la costa norte del Perú se extiende desde Virú hasta Lambayeque. Se trata de una cultura costeña contemporánea a la cultura Chavín y que precede a la cultura Moche). En este sentido, la historia del pueblo Chimú nos ofrece más riqueza y su pasado refleja todos los aspectos que no conocemos. La individualización de los fenómenos que representan la duda se plantea con intensidad ya que puede mostrarse a la humanidad un héroe llamado Tacaynamo. (Tacaynamo fue el primer soberano de Chan Chan, la ciudad más importante de los Chimués. Tuvo un hijo llamado Guacricaur, y éste, uno al que llamó Ñancempinco. Fueron diez los reyes de esta dinastía . El último, Minchancaman fue derrotado por los Incas, quienes destruyeron la ciudad y dividieron al reino). Esta faceta del héroe advierte con particular evidencia los tentativos de hacer de los Chimués una epopeya y no una parte concreta de la historia.

Un Tacaynamo, con una interpretación religioso-mística, no puede expresarse de un modo real por el hecho que reproduce la historia de un modo inconcreto. Antes de los Chimués, los Muchik también conocidos como, Moche, (La cultura Moche situó su desarrollo en la costa Norte entre los años 200 a.C. y 700 d.C. Ocupó el Valle de Ancash, La Libertad, Piura y Lambayeque. Se le conoce con el nombre de Moche, en referencia a la lengua Muchik que se hablaba en aquella región), evidencian sus pasos por las tierras de Tacaynamo. Conservar la descripción del producto de dos mil años de expansión tecnológica y cultural de los pueblos que se desarrollaron en los Andes tropicales, nos advierte que la división de la historia andina puede expresarse de un modo cronológico por épocas de expansión de las grandes culturas del Perú. Por ejemplo los períodos intermedios se cubren con un manto florecido de culturas locales. Un intermedio temprano sostiene ya la historia en sus páginas y tiene como fondo el estado Chavin, y Nazca, (el estado, Chavin, 1400 – 400 a.C. con influencia religiosa y cultural unificó el Perú preincaico por medios pacíficos pero propendió el establecimiento de clases privilegiadas y de desigualdades de riquezas que no podían continuar siendo mantenidas solamente por medio de una ideología. En ausencia de una competencia militar central, la hegemonía cultural de Chavín se desintegró en innumerables grupos locales. En cambio la cultura Nazca ofrece cuatro puntos interesantes: Proto-Nazca (I), que consiste en una transición entre esta cultura y sus predecesores Paracas; Nazca Temprano y Medio (Il) – también denominado Nazca Monumental-, Nazca Tardío (III) y Nazca Disyuntivo IV). El florecimiento Nazca se desarrolla en la misma zona en que se habían establecido los sitios Paracas, en Ocucaje y en los valles de Nazca, aunque más tarde se expandió a otras cuencas de la costa sur como Chincha, Pisco y Lomas (Acarí), en una secuencia que se dilata desde el 100 a.C. hasta 800 d.C. ), seguido por otro intermedio medio, Mochicas,(La civilización Mochica se desarrolló y prosperó sobre las costas de una docena de ríos que bajan de los Andes a través de la árida costa del norte para desembocar en el océano Pacífico «entre los valles Lambayeque y Nepeñ». Su dependencia de un sistema muy desarrollado de irrigación de aguas en las escasas zonas agrícolas disponibles en los valles, condujo al establecimiento de un estado jerárquico agresivo, como el Mochica. Ellos no tenían escritura, pero su alfarería, que muestra una influencia perdurable de Chavín), pasando por otros paisajes de la historia y retratan por un horizonte medio, Tiahuanaco, (Tiahuanaco en la época imperial se expande por toda América andina hasta la costa norte del Perú, al norte de Chile, al norte de Argentina y las estribaciones de la cordillera en el oriente de Bolivia. Esta expansión se sitúa entre los siglos IX y X de nuestra era).

La otra representación histórica como su intermedio tardío son los Chimués y los Chancay, (la cultura Chancay se desarrolló en los valles de Chancay y Chillón, pero extendió su influencia hasta Huaura «por el norte» y la margen derecha del río Rímac por el sur, durante el período Intermedio Tardío «900 – 1400 d.n.e.». la cual se cierra con la expansión Inca). Esta faceta de la historia reproduce un ambiente vivo del mundo natural y se crean Dioses antiguos, tales como Kon, el mediador entre la tierra y el cielo, el nombre original del Dios-Sol Viracocha. El que parece haber sido el más usado en el Perú en tiempos antiguos, fue Kon-Tiki o Illa-Tiki, que quiere decir Sol-Tiki o Fuego-Tiki Pachakamac y Waricocha. El último (Waricocha) lo cubren como un felino demoníaco, un Dios que representa lo anticelestial: un Dios sin esa dulzura y espiritualidad es un vengador con poderes destructores. Un retrato que la historia encierra en las montañas produciendo terremotos y , eso no es todo, bramando por cumbres de las cordilleras lanzaba a los pueblos rayos, lluvias y granizos. La adoración a estos Dioses otorga una cualidad sobrenatural a la verdad. ¿Qué es la verdad? La verdad se ha idealizado de tal forma que parece ser paralela a la eternidad… ¿Cuánto dura la eternidad? Verdad y eternidad son la carne que flota en las nubes con la imagen de los saturados Dioses los cuales se representan en diferentes expresiones artísticas.

Ya el período lítico «10 000 – 6000 a.C» otorga la vida a los primeros hombres andinos. Un mundo celestial que niega, al llegar los cambios climáticos, la tierra a los animales y, hacia los «12 000 años a.C.» desaparece la fauna de aquella época. Los ángeles, que habían volado por las tierras andinas, volvieron y se vieron correr y jugar con los cachorros por las zonas: el guanaco y la vicuña son algunos que remplazaron los animales extinguidos. En este sentido resulta muy significativo la aparición de los primeros cazadores que poblaron los Andes. En las páginas del principio cognoscitivo del creador, del cazador y del artista se llega al período arcaico «6 000 – 1 800 a.C.» Se dan en este período características determinadas para la cultura de los cazadores y recolectores nómadas, que de un modo u otro continuaron su tránsito en el desarrollo llegando a la recolecta selectiva y racional. Se diferencian las semillas y plantas. Se inicia, pues, a superar el tiempo y surge la agricultura como actividad principal basada en la economía de subsistencia del hombre de los Andes. Al volver a los estudios de la obra Chimués descubrimos otras lagunas más. Los históricos narran en sus crónicas que el período de los Chimués duró desde el 1200 hasta el 1470 d.C. Otros van más lejos, sitúan el reino de los Chimués entre el siglo XIV – XV. Ciertos historiadores envuelven a los Chimués en la sodomía religiosa al más alto nivel de la época. En fin se trata de típicas circunstancias de la representación de un elemento que no tiene ni verdad ni tesis. Asimismo se destaca en la historiografía al imperio Chimú como despótico y cuyo lema se basó en su poder guerrero. Criterios que buscan justificar su fin y se da valor a las leyes represivas del gran sacerdote, es decir que si se cometían errores o desobediencias y no se participaba a ritos o templos, se aplicaba el castigo con la muerte.

Por eso en la forma que se escribió la historia Chimú dan la justeza a no discutir los relatos que se presentan en los medios de enseñanza básica de las escuelas y también en las universidades del mundo. No negaremos que los imperios fueron represivos. No se puede negar las élites con grandes poderes y prestigios económicos: no podemos tampoco negar la pobreza y la esclavitud. Es preciso destacar que la conquista no fue tan santa como se desea hacer creer. Entre los imperios del viejo mundo y del nuestro, hay cosas en común. El método de los conquistadores fue aún mucho más brutal y se convirtió en patrimonio de flageladores y proceso de exterminación.

En un medio de epopeyas y de historias mandadas a fabricar los métodos artísticos de aquella época representan una forma de mentir. Por eso considero que el desconocimiento de la historia del pueblo Chimú es, desde ya, un fenómeno literario. Mi obra, » Tragedia de un Chimú», molestará a muchos. Eso no me causa pena… solamente damos un paso adelante en el desarrollo de la historia

Las beatificaciones y sus problemas
Bartolomé de las Casas, Obispo dominico «Sevilla, 1472-Madrid, 1566» firme defensor de la causa indigenista escribía: (Con razón o justicia podrán justificar ni excusar tantos males y agravios, tantos muertos y captiverios, tantos escándalos y perdición de tantas animas, como aquellas pobres gentes, aunque fuesen moros, […] Gran ignorancia y damable ceguedad ciertamente fue esta).

Las beatificaciones de aquella época eran como rifadas. Surgen dudas sobre la misma beatificación de algunos personajes, sobre todo la de Francisco Javier, conocido también como El gigante de la historia de las misiones» decía: «En medio de todas estas penalidades e incomodidades, siento una alegría tan grande y un gozo tan intenso que los consuelos recibidos no me dejan sentir el efecto de las duras condiciones materiales y de la guerra que me hacen los enemigos de la religión«. . Fue asi que el El Papa Pío X nombró a Francisco Javier, Patrono de todos los misioneros. «Piensa en el final de tu vida y evitarás muchos pecados» (S. Biblia Ecl. 7, 36). Con la aparición de los esclavos negros en la Europa de la Baja Edad Media se da otro paso en la historia de la humanidad. Se produjo una caza del hombre que duró cuatrocientos años y que convirtió África en un continente manchado de sangre y de lágrimas. Lo iniciado por los lusitanos «y antes por los árabes» fue muy pronto adoptado por las demás potencias coloniales. Los españoles, los holandeses, los ingleses, los franceses, los alemanes, los daneses y los norteamericanos se dedicaron en los siglos siguientes al comercio de africanos, ya que los portugueses afectuaron guerras cruentes contra sus víctimas, matanzas en masas; destruyeron pueblos enteros y aniquilaron niños mujeres y ancianos, vendiendo a los jóvenes en los mercados como esclavos. Cabe decir que jamás las víctimas insultaron o negaron la fe cristiana de los evangelizadores.

Las tierras eran de las víctimas, y aunque se diga que fueron propiedad de la iglesia, no hay aún un documento que justifique estas matanzas.

Por eso la corona aplaudió una conquista que no podrá acusar ni desmentir ya que todos los muertos que trajeron ellos con su llegada al Continente fueron de mayor dimensión.

Si Francisco Javier fue canonizado el 1622 y nombrado nuevo apóstol, Cristóbal Colón, que fue comparado con el mismo «Moisés», o como un San Pedro, dos pontífices, Pio Nono y León VIII, que gozaban del apoyo de 830 obispos, lanzaron a las curias tres veces el grito de beatificar a Colón lo más pronto posible.

El sagrado congregado de ritos, tomando en consideración todos los antecedentes que el mismo Bartolomé de las Casas dio a conocer en sus escritos históricos, decidió que el comportamiento de Cristóbal Colón, en sus viajes por el nuevo mundo, no merecía la requerida beatificación.

Otro reciente sueño de beatificación sucedió hace pocos años ya. Vale la pena decir que las aberrantes proposiciones nacen desde las curias de Valladolid, donde se lanzó un proceso de beatificación de la Reina Isabel el 1992 con objeto del V Centenario del Descubrimiento de América.

Se comprende que la misma Arquidiócesis, cerrando los ojos delante la historia, buscaba hacer revivir el nacionalismo de aquella época parda. Se olvidaron de las acciones y crímenes que cometió el reino: se olvidaron de las cartas que daban órdenes, firmada por la misma Arquidiócesis, de dar caza y exterminación a los hebreos, musulmanes e indígenas.

«Y a este cuidado, más que a otros medios humanos, atribuyeron los reyes de Portugal la mercedes que habían recibido de dios en estas conquistas. […]

Descubrimiento de las Indias Occidentales
Sincretismo ocre
Y los otros venían
y los otros se iban
se iban y venían.
Y los unos miraban
los barcos, las llegadas,
las cruces, las espadas
y las nuevas moradas.
Y los otros venían
y los unos morían
entre dioses vencidos
por palabras extrañas
y ojos enceguecidos
de eclipses de piel blanca.
Y los unos miraban
de la selva, ya nada
la montaña, oro y vientre
sin lástima, castrada.
Y los unos quedaron
desnudeces oscuras,
vergüenza de la estirpe,
un puñado de bestias,
sin tierra y sin lengua,
sin dioses, sin historia,
sin mitos, sin leyendas,
un sincretismo ocre,
hasta el alma expropiada.

Colón es el héroe de la Corona española como único enviado por los reyes al descubrimiento del nuevo mundo.

Los reyes aparentan ser los grandes idealizadores de estos viajes pero se esconden una infinidad de datos los cuales el mismo Colón, más tarde, dio a conocer.

El maestro de navegación que tuvo Colón, escriben los históricos, era un astrónomo de origen arabo-alfragano que le ayudó a entender la esfera de la tierra. Otro que ayudó a Colón fue Paolo del Pozzo Toscanelli, un florentino de origen, doctor y astrónomo.

La llegada de Cristóbal Colón a las aguas de América causó muchas sospechas en Florencia y el mismo, Ercole Duca del Este, muerto Toscanelli mucho antes que Colón llegara a estas aguas, mandó a controlar las cartas de Toscanelli y averiguar sobre lo relativo a este descubrimiento.

Grande fue la sorpresa al comprobar que las islas encontradas por Colón eran las mismas que Toscanelli tenía en sus escritos antes de morir. Otros documentos de Toscanelli aparecen a la luz y en una reunión con el embajador lusitano en Florencia, Julio del 1497, confirman que Toscanelli, con un mapa mundo en sus manos, había trazado el camino de navegación hacia Cabo de Nueva Esperanza.

Entre las cartas que Colón escribía a Toscanelli, desde Portugal, vale la pena citar algo que el mismo Toscanelli llegó a imaginar del presunto genovés: pensó que Cristóbal Colón era lusitano ya que las cartas enviadas por el misterioso conquistador eran en portugués y no en italiano.

¿Por qué esto? Concluyendo. Toscanelli había diseñado, en sus cartas de navegación, las islas de las cuales debían iniciarse los viajes. Tal cual lo hizo Colón. Toscanelli murió sin saber de su propia gloria al confiar en un hombre que consideraba portugués.

Historia universal
En el 1519 se dieron dos acontecimientos desiguales.
El primero: Hernán Cortés (1485-1547) entraba a Tenochtitlan » Ciudad antigua que data del 1500 a. C.-1519 d.C.» (Cortés y los suyos son recibidos como monarcas. Poco después protagonizan una sangrienta matanza de nobles indígenas. Las huestes españolas tienen que huir de la ciudad).

El segundo: Moría el Rey alemán, Maximiliano de Habsburgo, 1493-1519, y carismático emperador romano. Dos sucesos que parecen ser banales. Detengamos el tiempo y lleguemos al estrecho de Magallanes.

Carlos I, (más tarde, Carlos V) al saber de la muerte del emperador romano, su abuelo, corrió apresuradamente hacia Alemania. Sus ambiciones eran ya conocidas por toda España. Corrió desesperado pero se encontró que no tenía suficiente dinero para corromper a todos los miembros del Sagrado Imperio Romano y ganar para él la corona. No fue fácil para Carlos I. En todos los reinos existentes que había en España, él había prestado juramento como Rey, pero esto no otorgaba los dineros necesarios para corromper miembros claves del electorado romano.

Las cortes españolas, con todas sus dinastías, lo obligaron recurrir a los conocidos banqueros más potentes de aquella época, Los Fugger (Familia alemana originaria de Graben, cerca de Augsburgo, dedicada a la banca y el comercio la banca. Enriquecidos con la explotación de plata y cobre y las exportaciones de sal, el iniciador de la dinastía es Johannes. Ulrich (1441-1510), su nieto, mantuvo contactos comerciales con Lisboa, Venecia, Amberes y Roma, logrando un título nobiliario en 1504 junto con sus hermanos. Jacob II (1459-1525), uno de ellos, financió la elección de Carlos V como emperador, logrando desde entonces realizar grandes operaciones crediticias con el monarca. Apodado «el Rico», Jacob II logró incrementar la fortuna familiar al prestar a un interés de entre el 12 y el 14 %, cuyo importe era sufragado gracias a la plata americana, sobre la que la familia tenía preferencia. Georg Raymund (1489-1535) y Anton (1494-1560), sobrinos de Jacob II, consiguieron el derecho de fabricación de moneda, bajo la dirección del segundo. También financiaron la creación de la guardia pontifical el, 1505. Las relaciones con la corona imperial se fueron, con el tiempo, haciendo más estrechas, obligados a librar nuevos préstamos para pagar los anteriores. Así, la bancarrota de 1557 les hizo perder inicialmente 4 millones de florines, finalmente saldados con una pérdida del 40 %. Al hundirse la corona española, la familia cayó en quiebra. El último miembro, Markus (1529-1597), hijo de Anton, continuó con el negocio familia, pero nunca alcanzó el esplendor de los años anteriores. En 1607 se hundió la banca Fugger y algo más tarde el resto de la empresa).

y los Welser, (Radicados en Augsburgo, los cuatro hermanos, Bartolomé, Lucas, Ulrice y Jacobo constituyeron una sociedad en 1476, dedicada a la explotación de las minas de plata centroeuropeos, el comercio de manufacturas textiles flamencas, de lana inglesa y de productos orientales. Incrementadas sus ganancias, extendieron su negocio a Venecia, Amberes, Portugal y España. En Portugal lograron en 1503 diversos privilegios. En competencia con los Fugger, su apoyo económico a la coronación imperial de Carlos I les regaló grandes beneficios. Además mediante sus agentes en España, Enrique Ehinger y Sebastián Schoepperl, se transfirieron a Alemania los fondos electorales recaudados en España. La deuda de la corona fue en parte sufragada con los bienes confiscados a los misioneros, mientras que su influencia en la corte crecía de manera notable. Como pago, lograron en 1525 la concesión de comerciar con América en las mismas condiciones que los castellanos y diversas licencias de trata de esclavos. En 1528 lograron la exclusividad de explotación sobre una zona de Venezuela, debiendo desistir en 1546. También lograron la concesión de una factoría en Santo Domingo, con la posibilidad de establecer una ruta comercial en régimen de monopolio con Flandes. En 1530, Bartolomé, director de la sociedad desde la muerte de su padre Anton en 1518, se encargó de administrar el lucrativo Maestrazgo de Órdenes Militares, como garantía de un préstamo de más de 200.000 ducados, al diez por ciento, a descontar de las rentas menestrales. Su conversión al protestantismo les producía enemigos y antipatías en la corte imperial y deterioró las relaciones con España. La bancarrota de 1556 les obligó a admitir una quita en las deudas de la Corona y supuso dejar de trabajar con la Hacienda imperial. En 1614, tras una larga decadencia, fue declarada la quiebra con Matías Welser), que dicho de paso, le facilitaron los dineros, 540.000 Ducatos, necesarios para llegar a la corona de su abuelo.

El Rey Carlos I, había contraído una deuda con gente endemoniada como él mismo. Estos dos banqueros germanos operaban a largo alcance y no por nada eran conocidos en las partes más importantes del mundo. Los Fugger como los Welser eran los capitalistas más crueles de aquella época y sus inversiones duplicaban y triplicaban sus ganancias.

Carlos I, había tomado la corona. No se fijó en gastos y triunfó contra dos candidatos que eran: Enrico VIII de Inglaterra, 1509-1547, y Francisco I de Francia. 1494-1547.

Muchos soñaban con el coronamiento de Carlos I, y para evitar que los dos candidatos llegaran al poder de la corona realizaron campañas represivas contra todos los capitalistas que se atrevieran a otorgar prestamos a Enrico VIII y Francisco I.

Asi Carlos I, al ganar la corona, se convertía en Carlos V. Para España fue algo repugnante que un Rey de ellos aceptara coronas que no pertenecían a sus reinos. Todo esto no pareció causarle preocupaciones y, sin complejos, ordenó que las dinastías de España elevaran sus contribuciones para sus arcas.

Toda la arrogancia de Carlo V trajo sublevaciones de masas. Se perdió el nacionalismo que existía a favor de los reyes y se desarrolló una guerra de guerrillas que terminó con la fuga de Carlo V, y castilla cayó de rodillas delante la furia de los castellanos en el cual grandes emporios de toda la península se perdieron en las llamas.

El día que apareció Cortés con los primeros tesoros de América incitó a los banqueros de Carlo V, a cobrar la deuda que él tenía con ellos.

Carlos V, entregó a los banqueros la reciente conquista de Cortés por el valor del préstamo que había recibido. La burocracia de este contrato implicó a diversos,Patricios, (Los patricios eran los descendientes de los primeros senadores romanos establecidos por Rómulo. Constituían la ciudadanía romana, el «populus romanus». Solo ellos tenían derechos; poseían casi todo, tierra y ganados y podían participar en la administración del Estado) y hombres de cortes, entre ellos, el cuñado y representante de los Welser, un san gallese, suizo, Hieronymus Sailer.

Todos estos derechos que Carlos V, había otorgado a los banqueros donaba plena propiedad de supremos conquistadores y, al mismo tiempo, gobernar los indígenas por toda la eternidad.

Con este contrato se abrió para América la primera conquista privada de unos banqueros hambrientos del oro. Entre financiamientos y caza de esclavos, los alemanes invirtieron grandes capitales para descubrir el 1526, el río de la plata.

Este descubrimiento y conquista del río de la plata no bastaron a los banqueros. Repitieron la navegación que había realizado Fernao de Magalhaes, (Hernando de Magallanes nació con el nombre de Fernao de Magalhaes, ya que vino al mundo en las cercanías de Oporto, Portugal, en 1480. El 21 de octubre de 1520, descubrió el paso que hoy es conocido como Estrecho de Magallanes),navagando por aguas chilenas buscando la ruta para sus nuevos negocios mercantiles.

Tal aventura no entregó buenos resultado. El estrecho de Malgahaes no resultaba ser lo que los germanos habían soñado: Die schönschte Strasse von Malgahaes, no era ni un estrecho ni algo cómodo para navegar plácidamente.

Breve historia de los incas (1450 – 1532 a.C)
En 1511, los castellanos estaban en Panamá. Siempre en la búsqueda de grandes cantidades de oro. Unos rumores, según los cuales existía un país de riquezas fabulosas, turbaron los espíritus de los más temerarios de ellos. Los incas, excedidos por la codicia de los conquistadores venidos de la mar, intentaron, por todos los medios, alejar a sus verdugos europeos revelándoles la existencia de un «Eldorado«, un mito que se ha buscado desde venezuela hasta la tierra del fuego, que obsesionó durante mucho tiempo a los aventureros españoles.

Ya el 1524, los huraños del oro habían explorado las riveras del «Birú», (después de la conquista de Panamá llegaron noticias de que al sur existía un imperio sumamente rico en oro, conocido con el nombre de Birú o Pirú). Pero la selva hostil y la gigantesca cordillera de los Andes formaban una barrera que no les permitía explorar el interior de estas nuevas tierras.

El 1532, Francisco Pizarro a la cabeza de de 180 hombres puso el pie en Tumbes, al norte del actual Perú.

Después de todo ese tiempo, la actividad de los españoles había intrigado a los incas. Pero a raíz de un conflicto eterno que oponía los dos hermanos Atahualpa y Huascar por la dominación del imperio inca, se descuidaron de los conquistadores.

El Imperio Inca
Atahualpa y Huascar, los dos hijos del emperador Huayna Capac, se enfrentaban en cruentas lucha para reinar sobre el inmenso territorio que este último había dejado a su muerte. La dominación de los llamados, Hijos del Sol, se ejercía desde Colombia hasta una parte del sur de Chile. (La conquista de territorios chilenos por parte de los Incas fue realizada por el décimo Inca, Tupac Yupanqui, quien el año 1471 amplió las fronteras del imperio hasta el río Maipo. A su muerte, su hijo Huayna Capac amplió el territorio conquistado hasta el río Maule.

De esta forma, parte de Chile pasó a formar parte del Collasuyo o «suyo del sur», y durante casi 73 años los incas sometieron efectivamente a los pueblos que encontraron).

Pero el » Tahuantinsuyo», imperio de las cuatro provincias, no había alcanzado este poderío sino después de largas luchas, lo que lo oponía a otras civilizaciones ya bien instaladas.

Los orígenes
Hacia el fin del siglo XIII la tribu de los incas llegó al bajo de Cuzco, en los Andes del Perú. La leyenda narra que los «Quechuas, incas» andaban en la búsqueda de un entorno ideal para establecerse. Eran dirigidos por el primer inca de la historia, Manco Capac y Mama Ocllo, su hermana-esposa. Ellos debían fundar su ciudad sólo en el lugar donde el bastón de oro de Manco Capac se hundiera suavemente en la tierra. La encuentran al final. Fundan la ciudad de Cuzco.( Hoy se afirma que los incas no eran originarios de la región que los hiciera famosos. La zona del Cuzco fue habitada por una cantidad de pueblos o «naciones» mucho tiempo antes de que el imperio Huari (o Wari) los invadiera, hacia el 750 d. C. Una vez éste caído, en el año 1000 d. C., nuevas etnias poblaron el valle (wallas, lares, poques, pinawas, ayarmacas, alqawisas). Es decir, que, al finalizar la hegemonía Huari se creó un momento favorable para los movimientos migratorios de diversas etnias que, en sucesivas oleadas a lo largo de doscientos años, se instalaron en el valle. Incluso los propios mitos señalan que los incas no eran oriundos de la zona del Cuzco, al revelar, en un lenguaje con difíciles categorías simbólicas, la marcha a lo largo de la sierra de pueblos enteros en busca de tierras fértiles. Según el investigador cuzqueño, Manuel Chávez Ballón, existieron varias oleadas de migrantes procedentes del altiplano, siendo los incas la más reciente y nueva de todas ellas).

Manco Capac, dice la leyenda, les enseñó la agricultura y la artesanía y Mama Ocllo inculcó a las mujeres el arte del tejido.

La expansión
Los Incas se expanden y integraran fin a la confederación cuzqueña ocupando un rango subordinado y no dominador. Adoptaron la lengua Quechua de sus soberanos, propagándola después sobre todo el territorio.

La confederación reposaba sobre dos mitades: El Hanan, la mitad del alto, y el Hurin, la mitad del bajo, de la cual hacían parte los Incas. El Hanan detentaba los poderes políticos y religiosos y el Hurin, los poderes militares. Esta repartición de poderes explica en parte el ascenso en poderío por las armas del grupo Inca. Los jefes militares recibían el título de Sinchi.

Fue en el siglo XIV que Sinchi Roca, después Lloqui Yupanqui, Mayta Capac y Capac Yupanqui, reforzaron la posición de los Incas en la cuenca de Cuzco. Por haber saqueado las ciudades de los alrededores y rechazado los ataques adversos, se les reconoció un rol preponderante en la confederación. Así, a la muerte de Capac Yupanqui, Inca Roca se apoderó del control de la confederación, y los incas impusieron sus leyes a todas las tribus.

Su sucesor, Yahuar Huacac, no fue tan brillante y una conspiración puso fin a su reinado. Pero hacia el 1400 los incas retomaron con Viracocha Inca. A pesar de todo, su territorio no superaba un radio de 40 km. alrededor de Cuzco.

En 1438, una poderosa tribu, los Chancas, estuvo a punto de reducir a nada los esfuerzos de los Incas. Viracocha Inca, ante el avance del ejército adverso, se refugió en la ciudadela de Calca. Pero uno de sus hijos, Pachacutec, no aceptando la retirada intentó detener la ola de invasores. Reagrupando los jefes de tribus aliadas, Pachacutec infligió a los Chancas una derrota terrible. La amenaza alejada, depuso a su padre para tomar el poder y sentar definitivamente la dominación de los Incas sobre las altas mesetas.

De 1445 a 1450 Pachacutec extendió su territorio hasta el lago Titicaca, combatiendo las tribus de lengua Aimará, últimos representantes del antiguo Tiahuanaco. Durante este tiempo, su hermano, Capac Yupanqui, extendió el Imperio Inca hasta Cajamarca, a más de mil kilómetros de Cuzco, a las puertas del gran imperio Chimu. Pero eso devenía demasiado audaz y codiciando el trono, Pachacutec lo hizo asesinar. En 1463, él forma un ejército que confía a su hijo Tupac Yupanqui a fin de someter a la autoridad de los Incas los inmensos territorios, separando Cajamarca de Cuzco. Tupac Yupanqui se muestra temible y los Incas hicieron caer Chanchan, la capital de los Chimu, antes de conquistar Quito en el Norte del actual Ecuador.

Hacia 1470, Tupac Yupanqui regresó a Cuzco y subió al trono que su padre, envejeciendo, le legó. Por sus victorias y la autoridad que mostró se volvió uno de los emperadores más poderosos que el Tahuantinsuyo hubo conocido.

Pero la aristocracia Inca complotó contra el emperador, y Tupac Yupanqui murió asesinado en 1493. Huayna Capac, su joven hijo, fue llevado al poder bajo la tutela de sus tíos.

A pesar de las victorias y los esfuerzos del ejército Inca, el norte del imperio permanecía siempre muy inestable. La distancia que separaba esas regiones de la capital, no permitía a las autoridades imperiales ejercer su completa dominación. Sin embargo, Huayna Capac tomó la cabeza del ejército del Norte y obligó a los Kara, última tribu en oponerse a los Incas, a capitular en 1523. Nada más podía detener la expansión del imperio y del emperador llegando hasta el sur de la actual Colombia.

Descubrimiento y decadencia del Perú
Cuando Pizarro apreció por el Perú, gobernaba el estado peruano Huayna Capac el cual murió el 1525 contagiado por la viruela: de la misma forma 2000.000 indígenas murieron por causa de esa infección.

Huayna Capac murió sin dejar un sucesor (Su muerte es una epopeya y narran que un día mientras el Inca Huayna se encontraba almorzando apareció delante de él un hombre vestido de negro y, entre veneraciones, le entregó un baúl y una llave. Luego Huayna obligó al hombre de negro abrir el baúl pero él se negó manifestando que el baúl se lo había dado el creador y solamente le correspondía abrirla a él. Huayna abrió el baúl y de su interior volaron unas especies de polillas las cuales apestaron el lugar de hedores repugnantes que trajo como resultado final muertes de muchos jefes de su armada y de su general Milhacnacamayta. Huayna Capac, aterrorizado de la maldición, ordenó constituir una especie de gruta y se se hizo cubrir el cuerpo con piedras muriendo en silencio y terror).

El fallecimiento del Inca Huayna causó entre los herederos grandes dilemas. Su hijo legitimo, Huascar, engendrado con la hermana del mismo Huayna Capac, y otro hijo, que reconoció, Atahualpa, engendrado por su amante fue llamado, por los del Cuzco alto, el bastardo.

La lucha por el trono de Huayna capac trajo en el Perú grandes divisiones internas y se comentaba que el último deseo del Inca era que ambos hijos se repartieran el trono. Más tarde apareció al escenario otro hijo de Huayna Capac, presunto engendro de otra hermana del Inca, un tal Ninan Cuyochi, que siendo el hermano mayor de Huascar pretendió ser reconocido como Inca y señor del imperio peruano. Tal solicitud de Ninan Cuyochi fue tomada como atrevimiento y al poco tiempo murió misteriosamente.

Tal muerte favoreció al primer heredero, Huascar, el cual fue elegido por los mismos sacerdotes del Cuzco alto. Todo el ajetreo, entre reconocimientos de hijos verdaderos y no verdaderos llevaron a Atahualpa a reclamar para él las tierras de Quito. Inca Huascar se negó a tal pedido y se declaró por segunda ves como absoluto emperador de los incas.

Atahualpa perdió todos los hombres de confianza los cuales murieron bajo la orden de su hermanastro Huascar. Toda esta masacre encendió una crisis profunda entre los dos Incas y se declaró la guerra entre los dos ejército más potentes del Perú.

En Ríobamba la lucha fue sangrienta y dura. Atahualpa fue declarado vencedor y los soldados muertos de Huascar se transformaron en pirámide de carne muerta. Cientos de cadáveres fueron despellejados par hacer con la piel de ellos tambores de guerra.

Huascar perdía combate tras combate contra su hermanastro. De nada le había servido trasladar su potente ejército hasta las tierras del Ecuador los cuales se perdieron en combates contra los Cayambi.

Atahualpa avanzaba a pasos de gigante y algunos sectores del Cuzco negaron toda clase de ayuda a Huascar. Se llegó a la última batalla entre ellos dos y ella se desarrolló en Cotabamba al borde del Apurimac.

Dura y humillante fue la derrota para Huascar, miles y miles de masacrados perdieron su vida en gritos y combates.

Duro fue para él caer prisionero en las manos del hombre que siempre había odiado y, por ende, la historia escribiría en sus páginas de oro, a Huascar como el penúltimo Inca del Perú.

Vida de Pizarro
Pizarro nació cerca del 1470 hijo ilegítimo de un capitán de infantería. De pequeño rechazó los estudios y, prefiriendo cuidar chanchos, perdió la posibilidad de aprender a escribir y leer.

Los años pasaron hasta que Colón llegó al continente americano. Pizarro, al escuchar de las grandes riquezas que habían en las tierras conquistadas, se puso a recolectar ducatos para integrarse a la búsqueda de las nuevas tierras prometidas. Zarpó el 1502 hacia las Indias Occidentales. Más tarde apareció por los mares del meriodenal y por último atravesó los mares del itsmo de Panamá.

Pizarro era ambicioso y soñaba con las grandes riquezas de las costas del llamado y misterioso reino Biru. ( ver, breve historia de los incas, pág 13). Hacia allá se partió.

Pizarro creyó que navegando por las zonas del oeste y norte llegaría a las tierras del oro. Se equivocaron y junto a su jefe de expedición, Gaspar Espinoza, llegaron a las costas de Puerto Rico. Ahí encontraron oro. Tales riquezas le entregaron la posibilidad de financiarse otras expediciones, las cuales, sin dudas, eran las misteriosas riquezas del Biru.

Mientras Pizarro y Gaspar Espinoza se organizaban, otros llegaban al descubrimiento de los misterios del Biru. Los Birus que se encontraban en guerra con otras castas perdieron sus riquezas al unirse sus enemigos a los conquistadores. Grande fue la sorpresa cuando los vencedores europeos descubrieron que el reino de los Birus jamás habían tenido oro.

Pizarro acumulaba riquezas y nombre, se preparaba para dar su gran golpe en Biru. Se había quedado por un tiempo en Panamá explotando una minera la cual funcionaba gracias a los brazos de sus esclavos.

Rondaba por su espalda el sacerdote Luque, hombre rico e ambicioso, con deseos de seguir cultivando sus riquezas a través de conquistas y guerras. Se unió a Pizarro yAlmagro (El año 1514, Diego de Almagro llegó por primera vez a tierra americana; arribó a Darién -Panamá-, junto a la armada de Pedro Arias Dávila. Allí, junto con Francisco Pizarro y Hernando Luque, formó una asociación cuyo objetivo era realizar exploraciones terrestres y marítimas hacia el sur del continente en busca del Imperio Inca). Partieron en busca del oro. En tierra firma quedó el financista de Luques, un tal Espinosa, el cual prefirió buscar solo el otro destino más seguro para su ambición y ser el nuevo jefe religioso de las tierras conquistadas.

Perú era el curso de navegación y, sin saber qué es lo que encontrarían, llegaron por primera ves al fracaso: desesperados y nerviosos buscaban las tierras del sol. La búsqueda costó un ojo a Almagro cuando por error de navegación terminó en manos de los indígenas del pueblo quemado. De ahí nació en todo el continente el apodo para almagro, el tuerto.

Largos meses de búsqueda y falsas navegaciones retardaban la historia y el sueño de Pizarro. Luego de grandes disputas y nuevas navegaciones, ganó las aguas del Pacifico y luego tocó las costas del Perú.

Entre viajes a España y Panamá, decidió traer con él sus hermanastros, Gonzalo Hernando y Juan, zarpando, por última ves, 1530, hacia las tierras de Atahualpa.

Mientras Pizarro entraba a las tierras del sol, el Inca Atahualpa trasladaba su imperio a Cajamarca, al centro de Quito. No había dudas el porque Atahualpa prefirió dirigir de ahí su reino. Primero porque los sacerdotes lo consideraban un bastardo ilegítimo del Cuzco alto.

El Cuzco centro del mundo

Atahualpa rompió con la leyenda. No le daba valor a las historias ni que se escribieran por el globo que el mundo estaba dividido en cuatro partes. Para Atahualpa el Cuzco era el centro del planeta tierra.

Cajamarca situada en un valle cálido a una altura de 2400 metros era rica de manantiales y aguas temáticas. De ahí controlaban las aguas que bajaban hasta elImperio Chimú. Sin esta fuente de agua el pueblo Chimú habría desaparecido bajo los rayos violentos del sol cotidiano.

Los Chimués en Cajamarca, bajo el control de Pachacuti, (Pachacuti, dotado de un gran talento militar, inició la expansión del Imperio Inca más allá de las fronteras del Perú actual: hacia el norte, conquistó los reinos chimú y de Quito), se organizaban contra los incas en caso que estos extendieran su poder más allá de sus fronteras.

El mismo pueblo Chimú, que mantenía su imperio en la capital de Cha Chan, (aún cuando no hay pruebas del nombre aborigen, se conoce que en el siglo XVI «Crónica de Oxaguamá» hubo una huaca llamada Tan Tan: y en el siglo XVII, figura el nombre de Chenchengo. Se estima que en siglo XVII, el termino Chan Chan se refería sólo a un paraje de este centro urbano. Por último, a fines del siglo XIX el nombre se generaliza para toda la extensión de Chan Chan. De acuerdo a la leyenda el fundador del reino Chimor o Chimú fue Taycanamo, quien vino del mar. Sus descendientes fueron Guacricaur, Ñancenpinco, Michan V aman, Chumun Caur,Guamanchumo, Ancocoyuch y Cajacimcim. Otros autores llegan a contar diez emperadores chimués. Después del siglo IX de la era cristiana, el señor de Chimú de Chan Chan extendió su poder por la costa Norte. A fines del siglo XIII, Chan Chan era el centro urbano más extenso de América del sur, y a mediados del siglo XV «1450 d.c.» el reino de Chimor ocupó más de 1000 kilómetros de la costa peruana, sobre un área de 40000 Km2. Dentro de este territorio hubo un gran número de poblaciones asentadas entre el río Zarumilla (Norte) y el río Chancay (Sur) y desde el Pacífico hasta la parte baja de la Cordillera de los Andes. Chan Chan llegó a ser el centro del reino y de una cadenas de capitales como Pacatnamú, Farfán y Faclo (Valle de Jequetepeque), Manchán (Valle de Casma) Chicamita (Valle de Chicama) y de centros administrativos en las zonas rurales. Finalmente, entre 1460 y 1480 el reino de Chimor fue incorporado al Tahuantinsuyo, al triunfar los ejércitos de Túpac Inca Yupanqui), había echo un tratado a cambio de agua con el viejo Pachacuti, que si los incas atacaban a su reino en Ecuador, ellos atacarían a los incas.

Atahualpa confiaba en su fuerza pero inseguro de aquello que le esperaba. La llegada de Pizarro a las tierras del sol le impedía comprender si los colonos eran hombres o dioses. Esta inercia impidió que actuara cabalmente.

Mientras el Inca Atahualpa continuaba discutiendo con sus sacerdotes, los colonos, sin mostrar apuro o interés de apresurar la conquista, ocuparon dos años para llegar hasta Cajamarca.

Pizarro hubiese sabido que Atahualpa contaba con un potente ejército (doce millones de peruanos) jamás abría pensado de embarcarse el 1530 hacia las tierras de Manco Capac. Si los indígenas peruanos hubiesen echo una emboscada a los doscientos buscadores del oro la conquista del Perú, y después la de Chile, hubiese retardado decenios o siglos.

Atahualpa, convencido que Pizarro era un Viracocha, le envío regalos, cosa que señalaba el fin de su imperio.

Muerte de Atahualpa
Pizarro y sus hombre al ver que en Cajamarca nadie opuso resistencia, ordenó a uno de sus hombre de traer a Atahualpa para que rindiera homenaje a la corona y a Dios.

Pizarro era un tipo arrogante, Cortés le había enseñado que en situaciones como esta había que imponer las leyes pasando por alto la desventaja numérica.

Hernando de Soto y Pedro Pizarro, presunto primo del conquistador, fueron los hombres claves que llevaron tal mensaje. Hernando de Soto contaba con experiencia en las conquistas de Nicaragua y Pedro Pizarro, que hacia de conquistador y cronista al mismo tiempo, fueron de inmediato hacia el trono de Atahualpa.

El Inca recibió los mensajeros y, mucho más tarde, reunió a su gente para llegar hasta las garras del conquistador. Atahualpa pensaba que Pizarro no sabía que él había desplazado 20 mil soldados para atacar por la espalda a los colonos y eliminarlo en un soplar de viento.

El plan fracasó. Entre planos y contraplanos los 20 mil soldados de Atahualpa fueron eliminados y derrotados.

Atahualpa entró por la plaza principal acompañado de sus sacerdotes y del príncipe de Chincha (Cuenta la historia que estas tierras fueron conquistadas por los «Yauyos», a quienes se les atribuye que tenían por divinidad al jaguar al cual rendían pleitesía y llamaban ‘Chinchay’, nombre que probablemente dio origen al nombre de Chincha. Durante su gobierno expansionista, el Inca Pachacutec invadió chincha y sometió al pueblo a su reino. y unos pocos guerreros).

En la plaza fue recibido por el cura Vicente de Valverde y un interprete un tal don Martinillo cuyo trabajo era entregar los saludos de Pizarro.

Atahualpa, entre insultos y gritos, respondió a los hombres de Pizarro cuando le entregaron un libro religioso el cual lo botó a tierra.

Pizarro fue informado y mandó su hermanastro, Juan Pizarro, atacar al príncipe Chincha. Mientras el mismo conquistador se encargaría de atacar a Atahualpa. La plaza central se transformó en un río de sangre.

Juan Pizarro asesinó al príncipe. Atahualpa fue echo prisionero. Mejor no podía resultar. Detener a Atahualpa delante de sus mismos guerreros. Esto ya había sucedido en México con Cortés. El emperador Azteca había sido vencido delante su propio pueblo. Pizarro venía de esa escuela: Buscar el peligro. No vacilar y actuar con dureza y frialdad.

La muerte y condena de Atahualpa lleva las siguientes acusaciones:
A: Complot contra los españoles
B: Fraticidio
C: Incesto
D: Poligamia y adulterio
E: Usurpación del trono y apropiación indebida con consecuencia de enriquecimiento personal.

Atahualpa fue ejecutado puntualmente como deseaba Pizarro.

Juan Godoy
Basel 2005.

 

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