Autor, diplomático y premio Nobel guatemalteco, nacido en Ciudad
de Guatemala. Estudió Derecho en universidades de su país
y Antropología en la Sorbona de París, ciudad en la que recibió
la influencia del poeta surrealista francés André Breton.
En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946, fue
embajador en México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954,
se exilió de Guatemala. Posteriormente, fue embajador en Francia,
entre 1966 y 1970. Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista,
le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de Literatura
en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando
se encontraba en Madrid (España).
En su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo Carpentier, el
mito se hace presente, pero a diferencia del cubano, organiza sus novelas
en torno a los mitos precolombinos. Su primera obra Leyendas de Guatemala
(1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas. La novela que
le ha dado fama internacional es El señor Presidente (1946) en la
que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica
pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la
luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador)
según los mitos latinoamericanos. Es también un libro de protesta
militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos
de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran
la trama predominan el miedo y la crueldad. Este tema mítico vuelve
a aparecer en Hombres de maíz (1949) aunque ahora la luz está
representada por los indígenas y las tinieblas por los hombres de
maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los
campesinos en beneficio propio. En esta obra, Asturias logra hermanar armoniosamente
lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida indígena.
Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la
trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y
Los ojos de los enterrados (1960). Otras novelas son Mulata de tal (1963),
Malandrón (1969) y Viernes de Dolores (1972). Su producción
teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como
Chantaje o Dique seco ambas de 1964. Su novela Viento fuerte fue citada
en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue concedido por sus
coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional
y en las tradiciones indígenas de América. |