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La necesidad de redescubrir a Marx en el estudio económico

por Benjamín Ignacio Vallejos
Artículo publicado el 11/04/2021

Resumen
El siguiente artículo aborda la necesidad de reivindicar a Marx en el estudio económico moderno debido la vigencia que tienen sus conclusiones sobre todo a la hora de entender las interacciones en la economía real.

Palabras claves: Economía marxista, Economía neoclásica.

 

Para buena parte de la academia económica Karl Marx cayó en desgracia tras los fallidos resultados económicos de los socialismos reales. Las obsoletas y burocratizadas economías en la URSS y sus satélites no eran rivales para las modernas sociedades de consumo de occidente.

Sin embargo, atribuirle alguna responsabilidad a Marx acerca de los dispares resultados del bloque socialista es sencillamente un ejercicio malicioso. Si bien no podemos negar que estas experiencias estuvieron empapadas en sus comienzos por el ideario revolucionario de Marx que buscaba la superación de la sociedad capitalista para así transitar a la nueva sociedad comunista, el economista alemán nunca propuso el cómo transitar hacia esta nueva sociedad, más allá de algunas medidas recomendadas en el manifiesto Comunista [1]. Nunca postuló un programa detallado para colectivizar los medios productivos y centralizar la economía. En otras palabras, Marx no es el ideólogo de las economías colectivizadas y planificadas, esos honores podemos dárselos a economistas como Preobrazhenski o Kalecki.

A lo que Marx si dedicó toda su vida fue a la investigación y el entendimiento de los mecanismos de producción y reproducción del sistema capitalista. Con lo cual no es de extrañar que parte de sus aportaciones más interesantes en lo económico no tengan que ver con la planificación de la economía, sino en el describir cómo funcionaba el capitalismo.

He aquí el valor de Marx, que es algo que no solo lo reconozco yo, sino economistas de la talla de Schumpeter destacaron sus aportaciones, aun proviniendo de escuelas tan antagónicas.

Así, urge que quienes estudian economía redescubran a Marx, sobre todo en el contexto chileno donde las facultades de Economía y Negocios están colmadas de la perspectiva neoclásica. En otros contextos como EE. UU. o Europa, estos departamentos presentan una amplia variedad y pluralidad respecto a las escuelas de pensamientos de la planta docente. Neomarxistas, evolucionistas, austriacos, poskeynesianos y neoclásicos coexisten en un marco de enriquecedora heterogeneidad.

En nuestro contexto solo entendemos y estudiamos la economía desde la aproximación neoclásica. Esto en principio podrá no ser del todo negativo, ya que este acercamiento ofrece un modelamiento armonioso y estable basado en la racionalidad de los individuos y la competencia de los mercados. El problema aparece cuando nos enfrentamos a la realidad, donde los individuos no son del todo racionales, los mercados no son perfectos y las cosas están lejos de ser parsimoniosas.

Cualquier profesional dedicado a la administración de empresas se dará cuenta más temprano que tarde que la teoría neoclásica tiene poco que ofrecerle en cuanto a la comprensión del funcionamiento real del mundo de la empresa.

Un ejemplo de estos son los salarios. La tradición neoclásica postula que los salarios son equivalentes a las productividades marginales de los trabajadores [3]. Marx postula que el salario es el valor necesario para asegurar la subsistencia de la clase trabajadora, sin embargo, también postula espacio para la negociación, donde un resultado favorable a los trabajadores dependerá del poder que estos tengan [2]. Si el ejército industrial de reserva es bajo (el desempleo es bajo) o la sindicalización es alta, el poder de negociación será alto. Así es bastante más plausible que el salario de un trabajador tenga más que ver con su productividad, la tasa de ocupación y su capacidad de negociación, que únicamente de su productividad.

Otro aspecto que la tradición neoclásica no aborda con especial éxito es la innovación. Por su parte Marx postula que la continua y permanente revolución de los medios productivos es lo que permite al capitalista mantenerse como clase dominante [1][2], con esto Marx da un papel preponderante a la innovación. El modelo neoclásico de crecimiento no puede dar cabida a la innovación, pues en una economía con mercados perfectos no queda espacio para financiarla [4][5]. Así, todo aumento productivo es exógeno, viene de afuera del modelo y no puede ser explicado por este. Es precisamente rompiendo el supuesto de mercados perfectos (supuesto central de la economía neoclásica) que distintos economistas han dado cabida a la innovación en el modelamiento económico [6][7].

Así, podríamos seguir con otros ejemplos donde la aproximación marxista describe de forma bastante certera la realidad, pero no pretendo hacer una crucifixión de la escuela neoclásica, sería un miope al desconocer sus valiosas aportaciones y conclusiones en el entendimiento económico. Lo que pretendo es instalar la inquietud por explorar otras vertientes que complementen el entendimiento y la comprensión de nuestra sociedad. El acercamiento económico debe hacerse desde la pluralidad, es en esto último que Karl Marx aún tiene cosas que decir, y para esto es necesario dejar de estigmatizarlo como el gestor intelectual de las economías planificadas, y redescubrirlo como un economista que dedicó buena parte de su vida a desentrañar las relaciones y mecanismos existentes en el sistema capitalista.

 

Referencias
  • Marx, K. Engels, F. (1848). “Manifiesto del Partido Comunista”.
  • Marx, K. (1887). “El Capital Volumen I”.
  • Clark, J. (1899). “The distribución of Wealth”.
  • Solow, Robert M. (February 1956). «A contribution to the theory of economic growth». Quarterly Journal of Economics.
  • Swan, Trevor W. (November 1956). «Economic growth and capital accumulation». Economic Record.
  • Aghion, P., & Howitt, P. (1992). A Model of Growth Through Creative Destruction. Econometrica.
  • Romer, P. (1990). Endogenous Technological Change. Journal of Political Economy.
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