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Fernando de Magallanes: más allá del Estrecho.

por Zulema Retamal
Artículo publicado el 11/11/2020

Resumen
Una mirada a la hazaña de Fernando de Magallanes de viajar a las Islas Molucas, desde el inicio hasta su término y del significado que el viaje emprendido adquiere para la humanidad, además de las características de la personalidad del héroe, las que permitieron llevar a cabo tal empresa. La bibliografía utilizada: “Magallanes, el hombre y su gesta” Stefan Zweig, además del diario de viaje de Antonio Pigafetta.

Palabras clave: Fernando de Magallanes, Estrecho de Magallanes, Stefan Zweig, Antonio Pigafetta, Islas Molucas, Ruta Magallanes-Elcano

 

El mundo en que vivimos es un milagro, los seres humanos comunes nos maravillamos con las hazañas de personas que realizan tareas asombrosas, dignas de ser recordadas y reconocidas. Fernando de Magallanes es el hombre que aparece en nuestra historia poseedor de una de las más fieras e inquebrantables personalidades. Este portugués durante casi toda su vida enfrentó un ambiente hostil que se oponía a sus objetivos, la personalidad que lo dominaba era reservada y obstinada a toda prueba. Así lo describe Stefan Zweig en su libro “Magallanes: El hombre y su gesta”. Perteneciendo a una familia ligada a la nobleza, podríamos pensar que tenía más recursos para lograr el sueño que comenzó a albergar en su ser, pero no fue así. Sin embargo, la osadía y la intrepidez que fue desarrollándose en él a temprana edad al participar de importantes empresas marítimas, lo catapultó como un marino avezado y en su cerebro surge un objetivo claro y obsesivo: viajar a las Islas Molucas en Oriente por una ruta nueva que hasta esa fecha era impensada. Si bien, para concretar sus ideas no contó con el apoyo de Portugal, se exilia a España y tras convencer al rey Carlos I de Castilla y a la Casa de Contratación, logra el financiamiento para realizar su empresa que es, con seguridad, un viaje a lo desconocido. Apoyándose en una cartografía incipiente e inexacta, algunos compases, además de la brújula y el astrolabio, inventos muy antiguos, se lanza al riesgo. Lo demás eran las cualidades del ser humano: destreza, voluntad, suerte y una enorme determinación en la tarea asumida.

El sueño de llegar a las Islas Molucas significaba para los marinos del siglo 16, éxito y lucro. Las especias ambicionadas eran el clavo de olor, la canela, la nuez moscada entre otras, y eran tan preciadas como el oro y quien tuviera el control sobre ellas, tendría el poder, la fama y la fortuna. Se ha dicho que un saco de especias valía tanto o más que todo el dinero que una persona podía atesorar en una vida de trabajo. Antonio Pigafetta dice en su relato de viaje que el Victoria habría llegado con una carga repleta de las ansiadas especias lo que habría costeado el valor total de la expedición alrededor del mundo. Sin duda una hazaña loable y digna de ser recordada por la humanidad. Fue así que en el globo terráqueo queda la imagen de Magallanes flotando como un fantasma, junto a la desnudez azul de todos los grandes mares.

Luego de que Cristóbal Colón descubriera América, se firma el tratado de Tordesillas. Las riquezas del nuevo mundo habían despertado las ambiciones de España y Portugal quienes debieron saldar sus diferencias tras numerosas reuniones diplomáticas y firmar un pacto de reparto que delimitaba la jurisdicción de uno y otro país en las tierras descubiertas. Con ello se disipaba el fantasma del enfrentamiento militar ente ambas naciones, lo que por un lado favoreció la convivencia de los pueblos. Por otro lado, dificultó el regreso de la expedición de Magallanes, según nos relata Antonio Pigafetta en su diario, ya que debieron navegar por muchas días, so pena ser descubiertos dentro de los límites de los mares que entraban en la jurisdicción de Portugal. El tratado de Tordesillas fue un acto de civilidad realizado hace 500 años, sin embargo, debe servir de ejemplo para los líderes de las diferentes naciones del siglo 21, son ellos quienes deben velar por la justicia y la paz entre los pueblos, considerar los aciertos de otras épocas y devolver el valor a la diplomacia para evitar enfrentamientos inútiles que degradan al ser humano.

17 años después del descubrimiento de América, Fernando de Magallanes da inicio a la epopeya soñada que permitirá descubrir nuevas rutas de comercio con otros mundos y expandir el idioma español a otras latitudes. También este viaje tuvo una gran influencia en la gastronomía ya que los ingredientes y técnicas culinarias originarias de las tierras descubiertas dieron inicio a la cocina actual. Sin duda fue un puntapié certero aun proceso de transculturación que no ha tenido fin. En otras palabras, se instaló el germen de lo que hoy conocemos como globalización. También esta primera circunnavegación al planeta puso límites a un mundo que hasta ese momento no sabía qué forma tenía, siendo la comprobación empírica de lo que imaginó Copérnico, situación por demás emocionante, comparable quizás a la impresión mesiánica que debió sentir Yuri Gagarin, cuando desde el espacio exclamó: ¡Oh! ¡La tierra es azul!

Fernando de Magallanes y su tripulación llegaron al Estrecho que hoy lleva su nombre no sin antes, enfrentar dramáticas situaciones: la inmensa soledad del mar, un clima glacial en extremo, el hambre constante y el escorbuto que los aniquilaba lentamente, se sumaba a ello, el ambiente emocional en las embarcaciones, que iba desde las intrigas más abyectas hasta los motines declarados. Todo ello porque la expedición estaba al mando de un portugués y no de un español como hubiera querido la mayoría de los españoles que conformaban la tripulación. Este hostil escenario se vivía en la parte más austral de lo que hoy es Chile, cuyas culturas ancestrales vieron desfilar frente a sus aguas a cinco navíos que encontraron un paso para unir el Atlántico con el Pacífico hace ya más de 500 años.

Es pertinente que la ruta Magallanes – Elcano sea patrimonio de la humanidad, sin duda. Hay que pensar en el tiempo en que ocurrieron los hechos y la dimensión épica del viaje. Un viaje homérico donde el héroe va en busca de la gloria y la fortuna, pero que en el trayecto solo encuentra infortunios, el infierno mismo junto a su tripulación. Recordemos que de los cinco barcos que inicialmente se alzaron a la mar, solo regresó uno y que de 250 avezados marinos, solo regresarían 18 con vida y que según Stefan Zweig de ahí en adelante vendría la tarea de borrar todo rastro de la historia del portugués y ensalzar al español Sebastián Elcano como el héroe de la aventura concluida, ya que este último reemplazaría a Magallanes después de su absurda muerte en la isla de Mactán.

En nuestro país todo parece estar lejos, incluso el Estrecho, pero se hace necesario acercar esta historia a las generaciones actuales. Para los chilenos esta proeza increíble por sus consecuencias históricas, económicas, científicas, sociales, etc. No puede resultarnos indiferente y como educadores tenemos el desafío que puede abordarse desde las diferentes áreas del currículum. Los textos de Stefan Zweig y de Antonio Pigafetta son las mejores historias de aventuras que se pueden leer, solo que el personaje central no es mito, es pura realidad y frente a ella debemos situarnos, en este presente tan falto de modelos de carne y hueso. Sabemos que en todas partes, las conductas deplorables que soportó Magallanes para llevar a cabo su empresa desde comienzo a fin, son parte de la naturaleza humana, sin embargo, él es un ejemplo quijotesco de fortaleza, convicción y porfía.

El viaje de Magallanes fue un hito histórico en el mundo y es necesario darle el valor que se merece, iniciarlo fue la primera estación o la primera prueba que el héroe debió superar para luego descender al infierno azul que significó la travesía de los grandes mares; así, también fue una historia de dolor humano y de sufrimiento del que solo las grandes proezas saben.

Magallanes es el olvidado de un tiempo y cuyo temperamento no se extingue, se acerca después de cinco siglos para cobrar la recompensa de un viaje que el mundo le debe.

Zulema Retamal

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A 501 años del inicio de la expedición de Hernando de Magallanes

 

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Un comentario

Me agrada mucho tu artículo Zulema porque coincido en la admiración que tengo por Fernando de Magallanes, es una figura heroica que no me cansa de sorprender.
Agradezco tu artículo en todo lo que vale, y la claridad para explicar su afán y todo lo que tuvo que vivir para lograr sus objetivos. Creo que falta mayor difusión de esta gran figura humana, pero tú lo has hecho.
Felicitaciones!

Por aida mora el día 20/03/2024 a las 16:13. Responder #

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