EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


Poeta setentero sigue la pista a furtivo paisaje-espejo. Nota sobre «Los herederos», novela de ciencia ficción de Jorge Etcheverry.

por Marcelo Novoa
Artículo publicado el 29/07/2020

Título: Los herederos
Autor: Jorge Etcheverry
Editorial: Just Fiction Edition, 2018, 144 páginas.

 

En alguna próxima historiografía de la Ciencia Ficción latinoamericana, aún por escribir, se debiese consignar que al llegar los años 60 el género se extendía a campo traviesa como quien dice un páramo vasto y desierto, con aisladas excepciones notables, por cierto, pero que se pobló casi de inmediato con una decena de nombres que son recitados con devoción por los actuales estudiosos del género (de memoria, traigo a colación: Arango, Gorodischer, Levrero, Correa, Adolph, Mora Vélez, Rebetez y Béjar). Y los sucesivos autores que crecieron a la sombra de estos prohombres vieron eclipsado su reconocimiento y, por qué no decirlo, también debido a su labor dispersa y variopinta. Algunos se hundieron en las pantanosas tintas del periodismo, otros cabalgaron hacia una crepuscular poesía de urgencia, y otros pocos/muchos, desaparecieron, ya sea tragados por la rutina o fulminados por Dictaduras que asolaron toda la región por más de treinta años. Aquí hablamos de uno que se salvó para seguir contando.
Jorge Etcheverry Arcaya (Santiago, 1945) formó parte de la Escuela de Santiago y del Grupo América, ocultas cofradías poéticas del Chile sesentero. Y sin más transición, en 1975 desembarcó en Canadá, donde fundó Split/Quotation-La cita trunca, todavía en funciones, una micro-editorial especializada en escritores hispanoablantes que (sobre)viven en el país norteño. Profesor de filosofía y español, ex catedrático asistente en letras hispanas del ex Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, posteriormente se doctoró en literatura en la Universidad de Montreal. Su prosa, poesía y crítica se dispersa por Chile, USA, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. Con varios libros de poemas, el último es Reflexión hacia el sur (2004). Y de sus relatos fantásticos destacamos Apocalipsis con amazonas (2015) y su novela de ciencia ficción Los herederos (2018) que pasamos a reseñar.
En la contratapa se lee: “En las megaciudades contemporáneas, polutas y atestadas, crece sin ser advertida la semilla de aquellos que nos sucederán, los mutantes.” Y de inmediato surge Etcheverry como uno de los escasos cultores de esta variante de superhombres (por supuesto recordamos aquí a Antonio Montero) en las letras chilenas actuales. Mito fundador de la era espacial pues, aunque estemos o no al tanto si serán ellos nuestros sucesores viajando hacia los confines del espacio o ejecutando labores prohibidas para la Humanidad, aún no sabemos a ciencia cierta cuándo nos suplantarán o si tal vez los dejemos cohabitar en paz. Lo único seguro es que en secretas instalaciones del ejército, a la vez que en oscuros laboratorios de megacorporaciones, se lleva a cabo la gestación de estos seres sintéticos, mejor conocidos como clones.
Entonces, en esta entretenida novela se nos revela el destino futuro de estos nuevos protagonistas trágicos que se enredarán con el deambular pausado de un narrador adulto que los irá descubriendo en calles, habitáculos o el mismo Mall, pero siempre lejos de la prensa, las redes sociales y los organismos secretos de turno. Mientras lo seguimos entre escaramuzas, pequeñas revelaciones de un near future suburbano, hasta el enfrentamiento final, el texto se irá transformando en un verdadero viacrucis existencial postmoderno de un ser humano que siente que su tiempo declina ante esta nueva raza (¿!¡?) que igual demanda su lugar propio bajo las estrellas.
Finalmente es importante citar aquí las impresiones de lectura que nos deja Gabriela Etcheverry de Larson sobre Apocalipsis con amazonas (2015), cuando señala que no podemos olvidar que el autor/narrador exiliado sudamericano vive/piensa/sueña en otra lengua, aunque escriba en la propia.
Lo que resuena en:

“… los temas clásicos de identidad precaria, hibridez, violencia y otredad (que) forman parte de un sustrato indiscutiblemente integrado que no necesita explicitarse, pero al que se alude tangencial o indirectamente porque de algún modo coexiste con, o incide en, el mundo narrado.” (Tomado desde: www.letras.cl, 2017).

Y es que Etcheverry toma por las astas un tema de cf dura, con múltiples aristas biopolíticas y, por lo mismo, difícil de simplificar, pero lo resuelve de forma original y honesta, cuando descubre que las implicaciones morales y biológicas de la “clonación” se tocan -a través de los pensamientos del narrador testigo- con la cuestión nunca resuelta de ese claroscuro en la aparición del homo sapiens. Pues aún no sabemos (o no nos informan aún) si Cro-Magnon y Neanderthal se cruzaron alguna vez, y efectivamente de esa mutancia derivaríamos nosotros. Tal como hoy se nos impone la certeza que las fronteras (geopolíticas y socioproductivas) son tan difusas como teoréticas, que es casi lo mismo que advertir que siempre fueron falsas y vigiladas.

Marcelo Novoa
Concón, Julio, 2020
Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴