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Tres Meses en Rio de Janeiro

por Cristián Oschilewski
Artículo publicado el 05/11/2021

Resumen
El escritor chileno Joaquín Edwards Bello (1887-1968) tituló de esta manera su segundo libro tras su breve paso por la antigua capital brasileña a comienzos de los años diez, retratando el ambiente político local, sus personalidades y las luchas sociales de su tiempo.

Palabras claves
Edwards Bello, Literatura, Crónica, Brasil, Chile

 

Abstract
The Chilean writer Joaquin Edwards Bello (1887-1968) wrote his second book after his brief tour of the former Brazilian capital at the end of 1910, portraying the local political environment, important local figures and social struggles of his time.

Key words
Edwards Bello, Literature, Chronicle, Brazil, Chile

 

Introducción
Joaquín Edwards Bello (1887-1968) fue uno de los escritores y cronistas más importantes de Chile de la primera mitad del siglo XX. Premio Nacional de Literatura en 1943 y de Periodismo en 1959, era hijo de banqueros y proveniente de una de las familias más influyentes y ricas del país. Pero su espíritu inquieto e irreverente, al igual que Vicente Huidobro, lo llevaron desde muy temprano a transitar por el campo de la crítica a las costumbres de su época y, principalmente, a su clase social.

Tras estudiar en Europa, regresó a Chile en 1910 y ese año publicó su primera novela titulada El Inútil. Esta obra desató una enorme controversia y hostilidad de la alta sociedad de ese entonces por lo que la familia de Edwards Bello tomó la decisión de enviar al rebelde joven a la capital de Brasil.

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Figura 1. Tres meses en Río de Janeiro
de Joaquín Edwards Bello, Imprenta La Ilustración, Santiago, 1911.

 

Arribado en el mes de noviembre a Rio de Janeiro, el aristocrático muchacho estableció rápidamente conexiones con la sinuosa geografía de la ciudad, sus monumentos y palacetes, sus costumbres y principalmente, con sus figuras políticas y culturales más importantes. De esta manera comenzaron a surgir las páginas de su segunda obra – esta vez de crónicas – a la que tituló Tres Meses en Río de Janeiro, publicada en Santiago por la Editorial La Ilustración en 1911, con 238 páginas.

Edwards se deslumbra con la belleza de Rio de Janeiro a la que dedica estas palabras: Todo se ha querido hacer aquí grandioso; “mejor que en Buenos Aires” es el lema que los guió, por patriotismo y por un espíritu nacional que todos conocemos, que nos ha hecho reír a veces y que ahora nos pone un gesto de asombro en la fisonomía. Los enormes bloques de granito de la Avenida Central se amontonaron unos sobre otros con la misma febril actividad que se amontonaron armas y municiones en los arsenales de Kobe y Nagasaki, en vísperas de esa guerra gloriosa que cimentó la fama y el poderío del Imperio del Sol levante. Aquellos querían aplastar a los rusos; éstos querían aplastar a los argentinos, que proclamaban con insolencia la insuperable grandeza de su capital.[1]

Curiosamente, este texto a nuestros días no ha sido traducido al idioma portugués. Sin embargo, reúne sus reminiscencias sobre esta gran metrópoli donde tuvo la oportunidad de ser testigo privilegiado de la primera revolución política del siglo XX en la historia de Brasil, la denominada Revolta da Chibata (la Rebelión del Látigo) de 1910.

Según el profesor de la Universidad Federal de Santa Catarina Raúl Antelo, “ningún escritor brasileño nos dejó impresiones tan vivas de este episodio y, aunque su relato esté impregnado de un tono aristocrático, aun así, es valioso para entender la suspensión de las convenciones que acarreó la revuelta del Almirante Negro”.[2] Edwards Bello presenció un movimiento de sublevación ocurrido al interior de la Armada brasileña donde marineros afrobrasileños, encabezados por el militar João Cândido, se levantaron en contra de la oficialidad blanca que solía aplicar castigos crueles a sus subordinados. Dicho motín tuvo especial impacto en la sociedad carioca y el escritor chileno dio cuenta de esto en una de sus crónicas:

Ya la bestia ha creado un nuevo ídolo, un absurdo ídolo que se antoja de barro. Es el marinero Joao Candido, el iniciador del movimiento revolucionario que manda a la Escuadra como jefe. Ya se comentan en el público, con cierto orgullo nacional, las maravillosas evoluciones que realiza el forajido con sus monstruos de acero por la espléndida bahía de Guanabara. Sí; con orgullo nacional; lo aseguro, lo he visto. Lo que aquí pasa pasma porque de lo increíble ha llegado a lo asombroso. Por los radiogramas de la Escuadra interceptados, se sabe que al estallar el motín hizo arrojar al agua todo el alcohol que había bordo e hizo cerrar todos los camarotes de los oficiales muertos o apresados, para evitar excesos, y estas medidas, dictadas por el instinto de conservación, han sido admiradas y citadas como rasgos geniales desde los sillones de la cámara de senadores por el célebre Ruy Barbosa, que habló defendiendo a los “pobres” marineros y a su causa “justa”. Ya la musa popular canta su nuevo ídolo, el pirata Joao Candido.[3]

Tres meses en Rio de Janeiro fue una obra que contribuyó a comienzos del siglo XX a aumentar el conocimiento que se tenía en Chile sobre Brasil, su capital y sus personalidades más destacadas. No exenta de polémicas, contenidas en algunos parajes desenfadados del libro donde ironizaba abiertamente al todopoderoso Barão do Rio Branco, padre de la diplomacia brasileña, debido al interés del canciller brasileño por los asuntos derivados de la Guerra del Pacífico. Otras figuras locales también abordadas en esta obra fueron: Ruy Barbosa, el ministro representante chileno Francisco Herboso, entre otros asuntos. Sobre la relación bilateral entre ambos países, señalaba Edwards lo siguiente: Brasil, en pleitos constantes con todos sus vecinos, que son todos los países de América del Sur, a excepción de Chile, se sintió atraído por este país lejano, ordenado y sencillo, con el cual nunca podría tener cuestiones de ninguna especie… Y nació la simpatía. Nos visitamos, nos hicimos cariños, tuvimos nosotros una avenida y una plaza Brasil y ellos una calle Chile… y la cosa no pasó de esto. En opinión del joven escritor, todo este idilio habría durado unos setenta años, hasta que según él, el Barón de Rio Branco habría echado todo a perder al interesarse por el delicado asunto de Arica y Tacna.[4]

Asimismo, el formato de crónicas en que fue escrito le abrió a Edwards Bello las puertas de un género narrativo por el cual sería ampliamente reconocido y recordado. Esta obra fue reeditada en el año 2004 en Santiago, por Aguilar Chilena Ediciones en un volumen de 189 páginas.

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Figura 2. Portada Tres meses en Río de Janeiro, edición de 1911.

En opinión del Doctor chileno en Literatura, Osvaldo Carvajal, esta obra “es tremendamente interesante, pues no es una novela, que era lo esperable tras el debut en este género que tuvo el autor un año antes. A medio camino entre diario de viaje, compilación de crónicas, reportaje y ensayo, Tres meses en Río de Janeiro contiene, incluso, una entrevista”.[5]

En Brasil, dicha obra es muy poco conocida salvo algunas menciones puntuales realizadas por estudiosos, como es el caso del destacado historiador carioca Francisco José Ribeiro de Vasconcellos –miembro del Instituto Histórico de Petrópolis– quien en el año 2001 publicó en el diario Tribuna de Petrópolis (fundado en 1902) un interesante relato sobre el paso de Edwards Bello por Rio basado en su acceso a este libro.[6]

En su escrito, Vasconcellos indicaba que “Edwards Bello acompañó los desenlaces de la Revolta da Chibata que irrumpió en Guanabara un día 24 de noviembre de 1910; analizó el comportamiento extravagante del representante diplomático de su país, el inquieto Francisco Herboso; criticó la forma cómo los argentinos trataban a los brasileños; habló de nuestra musa popular, de João do Rio, de Ruy Barbosa, del Barón de Rio Branco, de las águilas del Palacio de Catete (palacio presidencial brasileño de la época) y, como podría dejar de ser, de las relaciones chileno-brasileñas”.

Cristián Oschilewski

Fuentes de Información y Bibliografía
Antelo, Raúl. “A Segunda Impotencia: Jacques Edwards”. Artículo en Revista Matraga, v.17, n.27, UERJ, Rio de Janeiro, julio/diciembre 2010. Disponible en https://www.e-publicacoes.uerj.br/index.php/matraga/article/viewFile/26156/18704
Carvajal Muñoz, Osvaldo. Nacimiento y formación de un cronista: Joaquín Edwards Bello y su incorporación al campo literario. Artículo disponible en Scielo: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-58112021000100171&lng=pt&nrm=iso
De Vasconcellos, Francisco. O Antiplatônico Barão do Rio Branco. Tribuna de Petrópolis, Rio de Janeiro, 11.03.2001. Disponible en http://ihp.org.br/?p=1963

 

Notas
Edwards Bello, Joaquín. “Tres Meses en Rio de Janeiro”. Ed. La Ilustración, Santiago, 1911.
[1] Pág. 39. Antelo, Raú. “A Segunda Impotencia: Jacques Edwards”. Artículo en Revista Matraga, v.17, n.27, UERJ, Rio de Janeiro, julio/diciembre 2010.
[2] Pág. 41. Ibid.
[3] Pág. 64. Edwards Bello, Joaquín. “Tres Meses en Rio de Janeiro”. Ed. La Ilustración, Santiago, 1911.
[4] Ibid.
[5] Carvajal Muñoz, Osvaldo. Nacimiento y formación de un cronista: Joaquín Edwards Bello y su incorporación al campo literario. Scielo, mayo 2021.
[6] Artículo disponible on line en http://ihp.org.br/?p=1963
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Un comentario

Nuevamente, Cristian Oschilewski nos sorprende con un artículo que mezcla historia, literatura, política y sociedad, un descubrimiento sensible e importante que habla profundamente del estado de la sociedad chilena y los problemas de la joven nación brasileña.

Por RODRIGO el día 06/11/2021 a las 03:05. Responder #

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