EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


Alegorías y espejos. En torno a Yo Soy Aquel Espejo, de Jorge Castillo Fan.

por Agustín Labrada
Artículo publicado el 16/10/2004

El poema puede satisfacer de manera inmediata sólo a su autor, aunque generalmente se divulga y se vuelve así una alternativa de comunicación sensible. La poesía se articula desde el conocimiento y la espiritualidad. El poeta nace con una vocación y un talento que los estudios y la escritura van perfeccionando hacia la plenitud de un oficio.

Sin esas características naturales, aunque se escriba con mucho dominio intelectual, no se alcanza nunca la dimensión de un auténtico poema. Por ello, el quehacer del poeta consiste en escribir, dentro de sus alcances, buenos poemas, y al mismo tiempo serle fiel a sus principios estéticos e intentar la creación de un estilo o una voz propia.

Al traducir sus experiencias -derivadas tanto de la vida como de referentes artísticos e históricos- con intensidad y con belleza, en esas líneas musicales que llamamos versos, es imposible que el escritor se aísle de sus escenarios vitales, pues de ahí vienen todos los elementos que configuran la energía de un texto, incluso los fantasiosos y oníricos.

Entre el juego posvanguardista que privilegia el sonido y cierta sensorialidad metafórica, de hondura íntima y códigos cerrados, viajan los poemas que integran este cuaderno de Jorge Castillo Fan, quien no teme a las asonancias dentro del verso libre ni al uso galopante del gerundio si tales aventuras enriquecen creativamente su obra :

En las ruinas de un abrazo
(la muerte andando en los relojes)
cuerpo eclipse tecleando la escritura
Alguien lluvia
alguien impar
su patria al otro lado del olvido
Equis candente en forma de sollozo clandestino
Adentro sin ventanas
Puertas como ojos bajo el lodo
Noche noche nochescombro.

Yo Soy Aquel Espejo es un título que suena, a la vez, como un destello infantil y como una frase hermética que nos remite a esas analogías de repeticiones e imágenes múltiples, las cuales semejan el original, pero son más lecturas, interpretaciones de la vida, la historia, el subconsciente, el arte y el mismo sueño :

Trozos de nada
y una suma de silencios ciegos
La llamarada del recuerdo que desata la lluvia
(ojos nadando en la tristeza)
El ala única e inversa
Caer caer caer
Ese vacío de líneas invisibles
mapa de vértigo / viento erizo
Tocar el fondo
Trepar la escómbrica escalera
(la carne más la herida
el aullido copulando la palabra)…

Si bien no entran aquí recursos novedosos, sino ampliamente explotados por las tradiciones poéticas hispanoamericana y occidental, lo que vale en esta escritura es la culminación de textos felices que logran coherencia dentro del caos y sirven para comunicar en un cuerpo artístico : inquietudes, sentimientos, reflexiones e ideas :

Puerta increada que vomita su desluz
regreso en polvo al filo del martirio
Agujero en donde suenan las clausuras
brillo oscuro de las carnes en destrozos
Honduras y rosas negras en la piel
Nombre líquido que cae como un asalto sin brazos
Nombre de mañana que resbala a los no sé
Puerta de mí
impuerto.

Los recodos más intimistas se dibujan con ecos neorrománticos. El lenguaje retorna a los pasos eternos del hombre que descifra el amor como la primera mañana, única en el prisma de sus ojos, irrepetible en las luces de otros cantos, aunque giren sobre un mismo tópico. Esa retórica, plena de sugerencias semánticas, trasluce un afán de confesión :

Implosión del pecho
Sueño eclipse
Ojos noche
y la palabra como un rayo desgarrado
Nada es cierto aunque el fuego nos señale
Latir aún en mis escombros
(grito ciego bajo el mar de las cenizas)
y tú ya nunca.

ó

Tu corazón
un faro ciego
Doblado el adiós en dos olvidos
cae como un eclipse
Punzan las aspas del rencor…

A propósito del título, recordemos esta reflexión de Francisco de Oraá: «Dios creó el mundo, se dice, para contemplarse. El hombre busca su imagen para verse, conocerse. Narciso se mira en la Naturaleza, que es un espejo (es femenina). El mundo toma la forma de su individualidad, la actitud romántica : la proyección del yo en lo externo» :

El mar y el mar de mí
(espejo sobre espejo)
Tras la raíz del movimiento
el ser / el latir / los ojos puros
estrella de carne este buscar
(ya llegarán las azulísimas fusiones)
El mar del verbo
el alma en rojo hirviente
El amar nadando a amar
la sonrisa como un horizonte
los cantos de sirenas
(Y un nombre disuelto en los abismos).

Jorge Castillo Fan difumina los signos gramaticales, recurre a la enumeración caótica, inventa nuevas palabras, supera la metáfora convencional, sintetiza y mezcla elementos de diversas escuelas literarias y con esa fusión estética logra una unidad estilística en forma de poemas para compartir con los lectores su gran alegoría :

La sed sin fin
sus luminosos tentáculos de búsqueda
el tránsito violeta
(vuelo entre los fósforos del sueño)
Las indómitas mareas
la lengua del alma
(el corazón contra los muros
su reptar sobre la red de insomnios)
El espejismo ante el espejo
(intensidad y abismo)
el túnel de ser
(el amor contra lo oscuro)…

Un tono serenamente elegíaco y por instantes -como en un blues- desgarrador ronda las páginas de Yo Soy Aquel Espejo. Se subrayan las pérdidas, se muestran ansiedades y emerge un dolor que no puede trasmutar el arco tropológico que lo contiene. El sentimiento viene oscuro y en esa oscuridad subyacen sus raíces y el alma del poemario.

Entramos en un libro organizado, aunque sugiera cierta dispersión debido a sus estructuras fragmentarias que al final se ajustan como nudos de un solo tejido. Hay unidad en la intención y en el lenguaje, y así, entre atmósferas de claroscuros, Castillo Fan nos ofrece una obra de intenso lirismo y miedos abisales, su búsqueda de la luz.

Tal vez no fuese necesario justificar el trabajo creativo, la invención de poemas, con discursos aledaños mediante entrevistas, reseñas, artículos, prólogos… si la comunidad de esta aldea globalizada donde vivimos no fuese cada día más indiferente hacia un arte que tuvo su origen en la antigüedad y era respetado, como el fuego y la luna.

En una época inundada de comerciales frívolos, publicidades demagógicas, retóricas vencidas, donde se trastruecan valores tradicionales humanistas y se enaltecen quehaceres poco dignos para embrutecer a las multitudes, es bueno recordarle a la gente la importancia de la poesía como testimonio del espíritu, como herencia milenaria.

 

Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴