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REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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Aproximaciones a la poética de Federico García Lorca

por Rodrigo Purcell Torretti
Artículo publicado el 13/09/2006

En las siguientes líneas se pretende hacer un acercamiento a la poética de Federico García Lorca a través de la lectura e interpretación de su obra, y la lectura de conferencias de Lorca, en especial las ligadas al tema creativo y expresivo. La manera de presentar el tema será de un modo general al principio, para luego señalar brevemente algunos puntos clave que se articulan como características de la poética de García Lorca.

García Lorca, en Juego y teoría del duende, comienza diciendo que reniega de la aristocracia por su frivolidad, ya que prefiere el aire y el sol a todas esas conferencias que ya ha escuchado tantas veces y que le irritan, refiriéndose principalmente a todas las que escuchó en la Residencia de Estudiantes en Madrid durante sus años de estudio. A Lorca no le gusta el aburrimiento de la aristocracia y prefiere deambular o transitar dentro del terreno de lo popular, o como el poeta lo llama, “el espíritu oculto de la dolorida España”. A través de esta mención, podemos ver que Lorca, asocia lo popular al dolor, y desde ese dolor construye su poética, comenzando a introducir desde ese sitial temático el tema del duende, que no es un concepto propio, sino de la tradición popular española, y más puntualmente, andaluza. En este contexto, existe para Lorca la idea de que sin duende no se hace nada, “no se triunfa”, citando a Manuel Torres, el cantaor. La gente de España, los sujetos populares, descubren el duende de un modo totalmente natural, lo reconocen, y por eso es algo arraigado en las manifestaciones culturales, porque está presente sin ser descrito, y porque el duende puede transitar en direcciones diversas, tanto en el sentido de las técnicas como en la consideración de los sitiales de validación académica e intelectual.

Manuel Torres, el cantaor, acota “Todo lo que tiene sonidos negros tiene duende”. Los sonidos negros son parte crucial en la creación artística de Lorca, porque esconden una serie compleja de misterios, por lo tanto para Lorca el misterio, lo inexplicable e irrazonable pasa a ser clave en tanto ingrediente de su obra, aportado o encarnado en la figura del duende: “El duende es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar”. Además existe en la obra de Lorca, la noción de que el duende no está siempre dentro del sujeto, sino que le llega en un momento de máxima inspiración, y le llega desde la tradición, desde la vieja cultura. Pero es también al mismo tiempo una creación en el acto. Este poder es para Lorca “el espíritu de la Tierra” que se presenta tanto en los pensamientos de crítica y filosofía académica, como en la arquitectura, la música, en la cultura griega y en la cultura gitana, es decir, es algo universal, como el grito que es murmullo primitivo y primera expresión humana, base por cierto del cante jondo andaluz.

El duende, para Lorca, es oscuro y estremecido. Oscuro porque es misterioso, porque no se sabe su forma, y estremecido pues porque estremece. Es descendiente de demonios alegres y melancólicos, y la perfección humana, si es que eso existe, nace de una lucha con el duende, no del ángel ni la musa. El ángel, según Lorca, derrama su gracia sobre los hombres. La musa en cambio, dicta o sopla, despierta la inteligencia. Tanto el ángel como la musa vienen de afuera. El ángel da luces y la musa da formas. Al duende hay que despertarlo porque reside dentro de la sangre, desde ahí entra al sujeto en un instante de creación. Con el duende se libra la verdadera lucha. Cuando el duende aparece se quema la sangre y ocurre una especie de transformación o transfiguración, se produce un rechazo de todo lo establecido, se rompen los estilos tradicionales y surge entonces un estilo propio que se da de la unión entre sujeto y duende. De aquí se entiende que García Lorca busca adoptar un estilo propio en su obra, y que a pesar de tomar formas populares, las adapta a su manera, por ejemplo, sin mantener ciertas formas métricas de los tipos poéticos adoptados.

Para Lorca además, no es posible la emoción sin la llegada del duende. Es más, se puede por ejemplo cantar como Pastora Pavón, la Niña de los Peines (cantaora de cante jondo de Granada), sin voz, sin aliento, sin matices, con la garganta abrasada, pero con duende. De esta manera se puede lograr una creación que brota como chorro de sangre, y que se vuelve digna, porque es dolorosa y sincera. Cuando el duende aparece se produce una manifestación profundamente humana y desgarrada, porque se puede presenciar la batalla que se lleva a cabo entre el poeta, o el cantaor, y su duende. Este duende es capaz de manifestarse en todas las artes, pero Lorca cree que en la música, el baile y la poesía oral es donde mayor cabida tiene, debido a que se necesita de un cuerpo vivo para ser interpretado, y en esta interpretación se pueden erigir monumentos de obras que son ruinas.

Para Lorca, España es un país con duende debido a que es un país que vive con la muerte o para la muerte. Todo tiene un valor de muerte, por lo tanto todo tiene esa lucha con el duende. Esto hace suponer que en la idea poética de Lorca, la lucha con el duende es una constante, y la presencia de la muerte también. Es una poesía abierta a la muerte. El duende no llega a aparecer si no hay posibilidad de muerte, y el duende ama ese lugar que es el borde de la herida. El duende hace que las personas evadan la realidad a través del sufrimiento, por lo tanto tiene mucho de catarsis la intención poética del duende, y por ende la de García Lorca.

Un detalle importante es que el duende es único, jamás vuelve a repetirse, ni en su manifestación, ni en su lucha ni en su sangre. Cada duende, cada aparición del duende es única, por lo tanto es también muerte. Si el duende aparece y desaparece para siempre, es muerte. La obra de Lorca es muerte en sí misma, su palabra queda flotando para desintegrarse.

El duende es quien enfrenta al toro en el ruedo, sin mostrar temor, haciendo olvidar al público que teme y de la misma manera el lector se enfrenta ante el poema de Lorca, así como Lorca se enfrenta ante la palabra poética.

“España es el único país donde la muerte es el espectáculo nacional”. Este espectáculo de muerte es el que domina el duende y que domina al pueblo entero. Por eso el duende es pueblo y la poesía de Lorca es duende y  pueblo a la vez.

Por otra parte, García Lorca niega saber qué es lo que es la poesía, porque los poetas no pueden saberlo, a diferencia de los profesores y críticos. Sin embargo Lorca dice que la poesía es un fuego entre las manos con el cuál se trabaja a la perfección, pero que no puede hablar de él. Además da la idea de que la poética es variable, puesto que depende de los gustos por donde se la enfoque, y si los gustos varían, la poética es susceptible de esa variación. Por último, García Lorca dice que la poesía no es tan solo una cosa efímera, sino esfuerzo y técnica, es decir, aprendizaje y conciencia, de saber qué es lo que es un poema.

Conclusiones a desarrollar a modo de claves
1. La poesía de García Lorca no pertenece al ámbito de lo popular, pero sí está matizado por la poesía popular.
La poesía popular tiene un trasfondo mucho más juglaresco y tribal. Sus intenciones son tan variadas como sus temas, considerando la primera gran diferencia entre lo humano y lo divino. La poesía popular entonces trata sobre todos los temas posibles, con ingenio y rigurosidad formal.

Lorca en primer lugar no asume muchos temas. Rescata temas populares, los hace propios. Lorca no es un sujeto popular, se acerca a lo popular. No es un gitano, se acerca a lo gitano. En este ir y venir, Lorca asume un discurso que puede ser bastante romántico al intentar revalorar lo popular, asunto que por cierto le valió muchas críticas en un comienzo, y que le significó que para siempre quedara estigmatizado como un poeta gitano.

El Lorca niño vivía muy cerca de la tierra, y desde ahí se da de manera natural su vinculación a lo popular. La gente que lo rodea también vive muy cerca de la tierra. La gente que trabaja en su casa, la gente que va a su casa. Todo esto lo va asumiendo o mejor dicho asimilando de un modo muy natural, del modo en que se aprehende una tradición arraigada durante siglos. Canciones, versos, refranes, frases, modos de hablar, sentimientos, costumbres, etc. Toda esta influencia Lorca la da vuelta sobre su poética, produciéndose un vaciamiento de la tradición popular ancestral en sus versos. Lorca recoge y entrega, pero no pertenece del todo. Lorca no vive lo popular, sino que se maravilla con lo popular. De otro modo sería quizás un juglar.

2. Lo popular en Lorca tiene el sentido del dolor.
La tradición que rescata Lorca es la de un pueblo andaluz sufrido y desarraigado a lo largo de su historia. Es un pueblo dominado, esclavizado y ultrajado por los arios en sus inicios en la India. Un pueblo que recorrió miles de kilómetros durante muchos siglos peregrinando y buscando un lugar donde establecerse, y en todas partes fueron maltratados, esclavizados o discriminados. Esa historia que se repitió durante siglos, atrajo hacia este pueblo un dolor profundo que lo determinó para siempre. Ese dolor que se estableció en Andalucía es el que Lorca vive, el dolor que lo atormenta y apasiona, y el dolor que finalmente expresan sus textos.

A nivel interior, Lorca lleva su propio dolor, su propia discriminación, su propio desarraigo que lo margina. El dolor de Lorca es la escritura por motivos no tan solo de expresión, sino de inclusión. Lorca gusta del reconocimiento porque necesita del reconocimiento, sino estaría completamente fuera de todo molde social.

3. La poesía de Lorca tiene “sonidos negros”, por lo tanto es ancestral y primitiva.
Félix Grande en Memorias del Flamenco hablaba acerca del grito como una manifestación universal primitiva sin forma definida y puramente expresivo. El cante gitano sería un murmullo donde se deja oír ese grito, y la poesía de Lorca la versificación de ese grito desgarrado, primera manifestación emotiva del ser humano.

Los sonidos negros deben entenderse como las manifestaciones primeras, las más sencillas y más cargadas de fuerza expresiva, que fluye con más dolor y más sangre. Los sonidos negros son los que son inseparables del hombre y su cultura, puesto que son la base, sin embargo muchas veces se encuentra oculta. En Lorca no está oculta, sino que brota y se manifiesta con una voz potente. Lorca tiene ese grito universal primitivo del que hablaba Félix Grande, tiene esa capacidad de expresar lo más profundo con una sencillez sin límites de pequeñez, sin grandes recursos ni gran academicismo. Lorca hurga en la herida del Hombre, donde está parado el duende, y saca afuera ese dolor para hacerlo patético, para reivindicar lo patético.

4. Uno de los ingredientes básicos de la poesía de Lorca es el misterio.
Los misterios son una esencia oculta en el objeto, pero que se revela por sí misma. No es una interpretación profunda, sino que se muestra, se descubre, se vivifica en cuanto logra conectar la palabra con el sentido simbólico de la poesía de Lorca. El misterio es un sentido que se expresa por debajo de la sonoridad  y las temáticas, y actúa como con una capacidad de sorpresa. Algo se está mostrando y de pronto algo más profundo se revela. Las temáticas centrales se representan de esta manera, con una variedad expresiva y formal muy amplia.

5.  La poesía es concebida como una lucha a muerte con el duende.
El duende, según Lorca, se apropia del poeta o del cantaor para manifestarse. Eso se vincula con lo misterioso, ya que se atribuye la fuerza creativa  no a la capacidad poética simplemente sino a una especie de estallido poético expresivo. La lucha con el duende no consiste en resistirse a que el duende aparezca, sino más bien a una encarnación de la lucha entre vida y muerte que se lleva a cabo en el poeta. En esta lucha no siempre triunfa el duende, pero cuando lo hace es una experiencia sublime. Todo el dolor que representa la muerte, es expresado con un trasfondo histórico y dentro de un contexto apropiado para la expresión profunda. Esta lucha con el duende es al menos simbólica y conceptualmente, una de las características más relevantes de la poética de García Lorca, puesto que se pone de manifiesto una concepción de  la poesía como realidad que no es interna ni externa al poeta. No es la concepción clásica de la musa, en la que el poeta, por falsa modestia, asume que la voz poética no es propia, sino que es externa. En el caso del duendo no es externa del todo, ni tampoco interna. El poeta es un sujeto parado en medio de la historia, que vive en carne propia la manifestación externa, la del dolor, la muerte, el desarraigo. Todo este sentir lo hace propio y lo expresa, y esa expresión poética es el resultado de este flujo de grito primitivo que trae el duende de cara con la muerte.

6. La de Lorca es una poesía emotiva, o  que busca la emotividad.
Lorca no es un poeta conceptualmente hermético. No hace de su poesía una construcción cerrada sobre sí misma, llena de referencias intertextuales. No es una poesía para un lector instruido, no es para críticos literarios ni intelectuales, sino que es puramente emotiva.

La intención que hay detrás es la de poner en práctica una poesía abierta. Esto significa que Lorca concibe la poesía como una de las formas básicas de expresión emotiva del hombre, y no necesariamente como un ejercicio de creación. Esto suena extraño pero no es tan equivocada la visión que presento. Claramente se concibe como creación, pero el punto está centrado en la llegada del texto más que en la producción del mismo, es decir, es una poesía abierta a un público absoluto, y no cerrada a un ejercicio propio particular.

Esta visión social colectiva de la poesía, está hermanada con las ideas de Lorca como un poeta que recoge la tradición popular, que se entiende como comunitaria, abierta al público que participa de las manifestaciones culturales propias. La intención que persigue Lorca con esto, podría ser una apertura real de la sociedad literaria española a reconocer formas profundas del quehacer poético, o bien, sencillamente, puede ser así porque Lorca no lo concibe de otro modo, por lo que no hay ninguna intención de peso intelectual detrás de la escritura. Lo cierto es que es una poesía donde se vuelca toda la emotividad sin necesidad de intermediarios conceptuales.

7.  Su poesía es un ejercicio de oralidad, y esto va acompañado de una interpretación.
La poesía para Lorca podría llegar a ser vista casi como una performancebastante más amplia que el sólo ejercicio de la escritura y la lectura. A través de esto surge la idea de una poesía que es viva, que se palpa, que se experimenta. Es una poesía en movimiento, siempre fresca. La oralidad, una vez más remite a lo popular, y la interpretación en cuerpo presente remite casi a lo juglaresco, nuevamente.

Junto a esto se aprecia un carácter de cercanía entre el público y el lector, por lo tanto el texto debe ser un punto de unión. Cuando el texto tiene la fugacidad de la oralidad, requiere de la reunión, del carácter tribal y gregario. El poeta es una voz para los otros, y no a pesar de los otros. Si es que no existiese este contacto directo entre emisor y receptor poéticos, no aparecería de verdad el duende, o no podría ser visto por el lector del texto poético escrito. En cambio cara a cara se puede presenciar el espectáculo de la lucha entre la vida y la muerte con el duende como protagonista dentro del poeta. De aquí se desprende otra característica, que es la de la poesía como espectáculo, como acto presencial de esta lucha. La poesía no es solo un mensaje entregado en una lengua, sino más bien en un lenguaje. En Lorca, no se trata de la lengua castellana como una serie de signos lingüísticos y sus referentes fonéticos y semánticos, sino de la capacidad humana de la expresión.

8. Hay una intención catártica en su poética a través de la manifestación del dolor.
El tema del dolor, presente en toda la poética lorquiana, define una manifestación de un estado de ánimo que se vuelve universal. A través de la expresión dolorosa se busca una apelación no sólo descriptiva sino emotiva, y en esa búsqueda se produce una especie de comunión. La voz poética representa un dolor colectivo, de un pueblo, de una raza, de una historia, y al ser esa voz colectiva, es la colectividad misma la que busca una presencia propia en el dolor. De esa manera se puede suponer que la voz poética renueva el espíritu del dolor y lo transforma en vivencia nueva, actualizada en la experiencia. Con este mecanismo el dolor se transforma en una catarsis, que sirve de superación, de sublimación, y de un modo de mantener viva una conciencia y una memoria. La tradición popular busca de cierta manera estos mismos fines, pero en este caso, por ser el dolor el eje temático, se vuelve catártico, transformándose en una de las características principales de la obra de Lorca.

9.  La obra de Lorca es al igual que España, un espectáculo de muerte.
Si para Lorca, España encarna la muerte, y como ya hemos visto, su poesía es también un espectáculo vivo, su poesía, que recoge la tradición popular de España, se transforma en un espectáculo de muerte también. No solo es una temática muy presente, sino que explorada en distintas formas y sentida en distintos grados, todo desde la óptica de la observación. El lector observa la muerte, el lector presencia la muerte, por lo tanto se vuelve un espectáculo.

10. La obra de Lorca es esencialmente una sonoridad.
A través del lenguaje, Lorca rescata los sonidos de la naturaleza, de la tierra, de los dolores humanos, del desarraigo, de la tradición. Pone los sonidos donde no los hay, inventa sonidos a las cosas que no lo tienen. La oralidad como ya se vio es la piedra fundamental de su poética, y rescata el grito primitivo, es decir, el ruido primitivo, los primeros sonidos de la expresión, y los actualiza en distintas formas y nuevos sonidos, ligando muy frecuentemente el sonido a la imagen.

11.  Su poética es una metáfora en movimiento.
Este último punto, o última característica, la relaciono con la movilidad a lo largo de su obra. Podría decirse que todas las características anteriores si se unen, representan la gran metáfora de la poética de Lorca, y todas estas características se mueven a lo largo de toda la obra. Desde los primeros libros, pasando por los temas gitanos, por el impacto que le produjo la ciudad de Nueva York , el llanto por la muerte del torero amigo, Ignacio Sánchez Mejías, su deambular por la poesía árabe y su Diván del Tamarit, los sonetos, su dramaturgia, etc, todo lo que hace Lorca está delimitado por estas características, a pesar de ser objetos tan distintos, como por ejemplolas temáticas y formas de sus libros Poeta en NY comparado con Poema del Cante Jondo. A pesar de lo distintos, igual hay una transversalidad de esta metáfora que se mueve junto con el genio poético de Lorca, junto con sus temas y sus obras. De este modo se da una especie de línea constante propia de la voz lorquiana, y por esa razón estas características constitutivas de una gran metáfora significan a grandes rasgos lo que es la poética de Federico García Lorca.

Bibliografía ____________________________
Garc ía Lorca, Federico. Poesía Completa. Barcelona: Editorial De Bolsillo, 2003.
Gibson, Ian. Vida pasión y muerte de Federico García Lorca (1898-1936). Barcelona: Plaza & Janés editores, 1998.
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2 comentarios

wena rodrigo soy el gaspar v. teni una pagina de internet, ta bueena

saludos

Por gaspar valencia el día 23/10/2015 a las 09:14. Responder #

Felicito al autor de esta extraordinaria crítica al destacado poeta español Federico Garcia Lorca por su gran conocimiento sobre la temática y la obra del poeta. García Lorca es un genial poeta, conocido internacionalmente, con miles de seguidores por su canto al mundo.

Por CARMEN FLORES JIMENEZ el día 24/09/2012 a las 12:05. Responder #

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Requerido.

Requerido.




 


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