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“Los dos reyes y los dos laberintos” de Borges, a la luz de la teoría del caos

por SK-MELEA
Artículo publicado el 03/12/2025

Stephen Kcenich, Montgomery College, MD
María-Elvira Luna Escudero-Alie, Montgomery College, MD
Proyecto_Borges@yahoo.com

 

Resumen
El relato “Los dos reyes y los dos laberintos” narra la historia de la venganza del rey árabe contra el rey de Babilonia por la humillación recibida contra su honor y su dignidad. En este breve ensayo analizamos este relato borgiano bajo la perspectiva de la teoría del caos.

Palabras clave: laberinto, venganza, teoría del caos, efecto mariposa.

 

“Los dos reyes y los dos laberintos” es un relato seminal de Borges publicado en su libro El Aleph (1949). En este cuento que tiene la forma de parábola, el rey babilónico humilló a su invitado el rey árabe al inducirlo a que visite su laberinto sabiendo que le sería muy difícil poder salir del mismo. El rey árabe padeció mucho tratando de encontrar la salida en medio de tantos recovecos y finalmente tras mucho esfuerzo lo logró no sin antes pedir ayuda divina, a su dios Alá. El rey árabe regresó a su reino y organizó a sus guerreros para arrasar Babilonia y apresar al rey babilonio a quien llevó al desierto como su meticulosa venganza por la afrenta que había sufrido en tierras babilónicas.

Este relato de Jorge Luis Borges, pese a su brevedad y a la aparente simplicidad de su estructura narrativa —semejante a la de un cuento moral o una parábola de justicia poética—, ofrece una reflexión profunda sobre el poder, el destino y la relación entre la racionalidad humana y el desorden. Estos ejes temáticos pueden examinarse con notable provecho a través del marco conceptual proporcionado por la teoría del caos, cuyas nociones permiten iluminar la compleja interacción entre orden, imprevisibilidad y causalidad que subyace al relato.

La teoría del caos estudia sistemas dinámicos deterministas que se caracterizan por una extrema sensibilidad a las condiciones iniciales. En tales sistemas, variaciones mínimas pueden producir resultados radicalmente divergentes, generando una apariencia de azar o desorden pese a la existencia de reglas precisas que los rigen. El caos, entonces, no corresponde a la ausencia absoluta de estructura, sino a un orden no lineal cuya complejidad excede la capacidad predictiva del observador. Desde esta perspectiva, el caos se sitúa en un espacio liminal entre el orden y la incertidumbre: no es meramente aleatoriedad, sino un tipo de organización cuyos patrones —a menudo fractales— se manifiestan de manera irregular y auto-similar en distintas escalas.

Dentro de este marco analítico, el cuento de Borges puede leerse como una meditación sobre la fragilidad del orden humano ante la vastedad de fuerzas que escapan al control racional. Si bien el relato parece narrar simplemente un intercambio de ofensas entre dos reyes —una afrenta inicial seguida de una venganza desproporcionada—, la dinámica que organiza los acontecimientos responde más bien a una lógica caótica, donde pequeñas variaciones en las acciones desencadenan consecuencias imprevisibles y desmesuradas. Tal lectura es coherente con la estética borgiana, caracterizada por la presencia recurrente de estructuras laberínticas, paradojas temporales y sistemas simbólicos que desbordan la linealidad narrativa.

El laberinto babilónico: la ilusión humana de orden
El primer laberinto, construido por el rey de Babilonia, funciona como una representación del orden artificial y de la ingeniería racional. Su diseño minucioso y su complejidad calculada revelan la aspiración humana de controlar el caos mediante la creación de estructuras geométricas y conceptuales. Sin embargo, este orden es ilusorio: la misma complejidad que pretende manifestar poder y dominio termina produciendo desorientación, pérdida y vulnerabilidad. En este sentido, el laberinto babilónico puede asociarse con sistemas caóticos de alta complejidad: aunque exhiben patrones y reglas, su funcionamiento excede la capacidad predictiva de quienes intentan dominarlos.

Esta tensión entre estructura y desorden resuena con el carácter de los fractales matemáticos. Al igual que un fractal —cuyo patrón se replica a múltiples escalas y cuya dimensión fractal desafía la geometría euclidiana convencional—, el laberinto babilónico encarna un orden cuya regularidad es solo aparente. Desde una perspectiva borgiana, este laberinto representa el intento humano de someter un universo esencialmente caótico a través del artificio, una empresa destinada a fracasar debido a la propia naturaleza inestable de los sistemas complejos.

El laberinto árabe: el caos absoluto como destino
En contraste con el laberinto construido por el rey de Babilonia, el “laberinto” árabe consiste en la vastedad del desierto: un espacio carente de senderos, límites o puntos de referencia. Se trata de un “laberinto natural” cuyo orden es radicalmente distinto al de las construcciones humanas. En lugar de una estructura organizada, el desierto ofrece la desolación del caos puro, donde el tiempo, el espacio y la dirección se diluyen en una continuidad hostil e impredecible. Para el rey de Babilonia, habituado a un universo regido por la arquitectura y el dominio humano, este entorno representa la completa disolución del orden.

Aplicada a este escenario, la teoría del caos permite entender el desierto como un sistema determinista pero no lineal. La acción singular del rey árabe —abandonar al rey enemigo en el desierto— opera como una condición inicial mínima cuyo efecto es total y definitivo: la muerte inevitable. La reacción del rey árabe no responde a una lógica proporcional, sino a un patrón emergente de violencia que excede la previsión del rey babilónico y desestabiliza su intento previo de controlar el destino de su adversario.

Venganza, poder y patrones caóticos
La dinámica de la venganza en el cuento puede concebirse también como una manifestación de patrones caóticos. La ofensa inicial —el sometimiento del rey árabe al laberinto babilónico— desencadena una respuesta que no guarda una relación lineal ni simétrica con el acto original. Tal desproporción evidencia una lógica no euclidiana del poder, en la que los acontecimientos se amplifican y se transforman en un sistema donde la predictibilidad es limitada. La venganza emerge así como un fenómeno similar al “efecto mariposa”: un gesto relativamente menor provoca, en un contexto sensible, consecuencias de gran magnitud.

Tiempo y destino en un sistema caótico
El tiempo narrativo del cuento también refleja esta lógica caótica. Aunque los acontecimientos pueden resumirse como una secuencia lineal —una afrenta, seguida de un viaje, seguida de una venganza—, la relación causal entre ellos no es estrictamente predecible. La acción se despliega en un universo regido por fuerzas que exceden la intención consciente de los personajes, y el destino final del rey babilónico parece responder menos a un castigo moral que a la inevitabilidad del caos, entendido como una fuerza cósmica que desbarata cualquier intento humano de imponer orden.

Conclusión
La lectura de “Los dos reyes y los dos laberintos” a partir de la teoría del caos permite comprender el relato como una reflexión sobre los límites del poder humano y la naturaleza irreversible de las fuerzas caóticas que rigen el destino. Si el laberinto babilónico representa el orden artificial y la ilusión del control, el laberinto árabe —el desierto— encarna el caos primigenio, al que ninguna estructura humana puede imponerse. Borges construye así una alegoría en la que el caos no es un mero trasfondo, sino una fuerza activa que determina los acontecimientos y revela la fragilidad de los sistemas ordenados. En última instancia, el cuento sugiere que en la confrontación entre el orden humano y el caos natural, es este último el que prevalece inevitablemente.

SK-MELEA
Artículo publicado el 03/12/2025

Bibliografía

  • Almeida, Iván. (1999) ‘’Borges, o los laberintos de la inmanencia‘’, Borges:Desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Rafael Olea Franco,

    México: Colegio. 35-59.

  • Borges, Jorge Luis. (2002) Obras Completas I. 13a. Edición. Buenos Aires:Emecé.
  • Kcenich, Stephen, María-Elvira Luna-Escudero-Alie. (2015) ‘’Variable aleatoria discreta o «La aberración de las matemáticas» en «Tigres azules» y los límites del lenguaje en «El espejo y la máscara» de Jorge Luis Borges‘’

Revista Cronopio, Ideas libres y diversas. Edición 59
http://www.revistacronopio.com/?p=15235

      • Kcenich, Stephen, María-Elvira Luna-Escudero-Alie. “El infinito en aplicaciones de probabilidades y estadísticas vinculadas a “Los dos reyes y los dos laberintos”, de J.L. Borges. Revista de Filosofía y Letras: Sincronía ISSN: 1562-384X Año XX. Número 69 Enero-Junio 2016

        http://sincronia.cucsh.udg.mx/pdf/69/kcenich-luna_69.pdf

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