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Mario Vargas Llosa se ha ido quedándose (1936-2025)

por Luis Quintana Tejera
Artículo publicado el 15/04/2025

Hace apenas unos días —el 13 de abril de este año— muere el excelente escritor Mario Vargas Llosa. Su obra resultó para mí un motivo permanente de consulta y deleite estético. Como parte del trabajo crítico realizado por quien redacta estas líneas, publiqué en el 2011 el volumen titulado Las novelas del siglo XXI. En este libro analizo parcialmente las tres novelas que se habían publicado hasta la fecha: El paraíso en la otra esquina (2003), Travesuras de la niña mala (2006) y El sueño del celta (2010).

De la producción narrativa del siglo actual, dejé de lado La fiesta del chivo (2000), porque el tema —preferentemente político— no respondía a la línea de análisis de mi trabajo. Como es obvio tampoco analicé las cuatro últimas narraciones por hallarse, en aquel momento, fuera de los límites temporales; mejor aún, todavía no existían más que en la mente del genial narrador peruano.

En este presente puedo acercarme a las novelas que faltaron en mi libro; éstas fueron: El héroe discreto (2013), Cinco esquinas (2016), Tiempos recios (2019) y Le dedico mi silencio (2023).

En El héroe discreto el narrador exhibe un estilo cuidadoso y muy acertado, estéticamente hablando. Además, resalto el manejo excelente del discurso intercalado, mediante el cual, la voz que cuenta los hechos avanza de un contexto al otro sin advertírselo al lector.  De este modo queda demostrado que, para ser un hábil descifrador de los juegos retóricos del peruano, se requiere de un individuo inteligente y creativo que pueda aportar y rellenar los espacios vacíos que, con toda intención, deja el escritor.

Quien relata los hechos ha creado en Mabel —amante del empresario Felícito Yanaqué— un personaje digno de considerarse en los anales de la buena literatura. Ella es sumisa y tiene muy claro cuál es el papel que le toca jugar. Sabe, con esa sabiduría que dan los años y con la experiencia que tanto sexo clandestino le ha permitido acumular, que el cuerpo responde hasta un determinado momento y que no es posible seguir siendo bella y atractiva cuando los años tocan a su puerta. Nunca alcanzó a enamorarse realmente de nadie; el viejo Yanaqué le ha dado seguridad y estabilidad y ha logrado que se sienta protegida entre sus brazos.

Ahora bien, el destino —lúdico y perverso— le fraguó una mala pasada al permitir que se cruzara de pronto en su vida aquel muchacho atractivo al cual llegó a amar. Pero la trampa estaba preparada, porque el joven Miguel era el hijo de su amante. Después de vivir la extraña anagnórisis, entre ambos urden el secuestro de Mabel y ponen a trabajar al empresario transportista en la insólita tarea de rescatar a la mujer deseada.

Es en este momento cuando interviene la policía y nos encontramos con el conocido Lituma —personaje auto referencial de otras novelas de Vargas Llosa— y con el capitán Silva, quienes enfrentan a la fémina y la obligan a reconocer su culpa.
Éstos son los hechos que el argumento nos muestra mediante el hábil manejo discursivo.

Además, y entre otros aspectos, el relato binario es llevado con maestría por el narrador y el intertexto juega un papel trascendente. Las referencias al Fausto de Thomas Mann enriquecen el contenido de la novela y nos hablan de la insaciable capacidad lectora de nuestro autor.

Cinco esquinas (2016)
“El sueño de Marisa”
(Cfr. Roy C. Boland et al, 2020, 85 años. Estudios críticos sobre Mario Vargas Llosa (V), University of Sidney, Australia [Luis Quintana Tejera: “Amarillismo mediático, sexo y poder en Cinco esquinas”, pp. 37-50].

El relato comienza in medias res (Cfr. Horacio, 2014), puesto que nos va a contar la historia de dos familias, que tienen un pasado que poco a poco se irá revelando. De nuevo la anagnórisis (Aristóteles, 1981: 48)[i] resulta un recurso digno de destacarse, en este narrador inquieto, lúdico y particularmente carismático, por el contacto tan cercano que toma con su lector para contarle una historia de amor, pasión y felicidad momentánea que, en todo momento, parece que buscara ser eterna.

Nos muestra, con un particular erotismo, una escena de sexo lésbico narrada en tempo lento (Yerro, 1977: 128). El sueño de Marisa no es realmente un sueño, sino un paulatino despertar a un escenario en el que ella no pensó nunca hallarse. El espacio corresponde a la habitación de la esposa de Enrique Cárdenas; ella, en ausencia de su marido, ha invitado a su amiga Chabela a pernoctar, debido al riesgo que implicaría trasladarse tan tarde en medio del toque de queda que se ha impuesto en la ciudad. El narrador imagina una noche peruana, en donde, las medidas de seguridad establecidas por el gobierno de Fujimori obligan a los habitantes a permanecer en casa desde muy temprano.

Los elementos retóricos que articulan el relato se van dando paulatinamente. En primer lugar, la antítesis barroca (Kayser, 1961: 153-154), prevalece en lo tocante a la confrontación de los dos sitios de referencia: el interior y el exterior. En el interior, hay dos mujeres que en un instante pasan de su condición de amigas entrañables, a una revelación imprevista; este develamiento parece ser más inesperado para Marisa que para Chabela; al menos el narrador lo cuenta desde la perspectiva confusa de la primera de ellas, guarda silencio en relación con lo que debe estar pensando la segunda; quien, probablemente —se deduce del contexto posterior— también lo deseaba, pero únicamente estaba esperando la mejor oportunidad para que ocurriera. En el exterior, el toque de queda ya mencionado, nos habla de una violencia silenciosa, de restricciones a la libertad individual, de limitaciones civiles; este espacio abierto, marca el contraste con el escenario cerrado, en donde las mujeres descubren el amor que las unía, sin ellas saberlo. Son dos féminas naturalmente distintas, que deciden acoplar sus cuerpos en acto amoroso y sensual; tal situación se da porque este hecho las reconforta, las hace felices y les permite satisfacer sus propios deseos carnales, prescindiendo, al menos por unos momentos, de los respectivos hombres que las aman. No se trata de que Marisa y Chabela lleguen a pensar en romper con sus cónyuges; sino que sucede todo lo contrario, porque es la vivencia de esta apertura sexual, la que les permitirá aferrar aún más los lazos maritales.

El narrador enfoca la anagnórisis —reconocimiento— desde la perspectiva de Marisa, como lo comentábamos líneas antes. La esposa de Enrique es quien se encuentra menos preparada para asumir los nuevos hechos, mientras que Chabela actuará de un modo más liberal, concientizando, desde el comienzo, que este paraíso de amor en el que se descubren involucradas, llega en un buen momento, por ello, desde la perspectiva hedonista, nada mejor que disfrutar lo que el destino pone a su alcance.

Es muy difícil para un narrador convencional, más aún, para el escritor heterosexual que se esconde detrás de él, contar el sexo, peor todavía, enfocar el tema de la homosexualidad tanto sea masculina como femenina. Él sabe, desde que empieza a narrar, que la frontera entre el erotismo y la pornografía nunca debe traspasarse. Pero, el novelista que representa Mario Vargas Llosa posee un carisma peculiar para desarrollar este tema; puede hacerlo con las armas que su genio creador le proporciona, para conseguir alejarse de los conocidos motes de “homofobia” y “misoginia”, que los grupos disidentes de género, defensores de la diversidad sexual, siempre tienen preparados para endilgárselos a quienes no piensan como ellos.

Insistimos en que es importante subrayar el modo en que relata esta aventura silenciosa, desde la perspectiva de una de las mujeres primero, observar también, como permitirá el acceso de la segunda fémina, quien responde eróticamente y se reserva la gratuidad de la palabra para otros momentos.

No hay machismo, ni androfobia, ni rechazo al sexo entre iguales; todo lo contrario, el modo de relatar incluye el repudio a estas fobias, sin llegar a darles el visto bueno tampoco, en lo atinente al comportamiento sexual que conllevan. Vargas Llosa sostiene que el escritor debe actuar sin afiliarse a extremo alguno. En su existencia como político, tiene y sostiene una ideología muy clara, pero como creador no permite que esta tendencia empañe su desarrollo artístico.

Tiempos recios (2019)
En el año 2019, Alfaguara da a luz la novela Tiempos recios. Ya desde el título, se advierte que el ambiente festivo de la novela, a la manera bajtiniana, ha cambiado. Se enfoca uno de los temas preferidos por este narrador que, más que un literato, muchas veces nos recuerda a un político entregado a su tarea de dilucidar el pasado de un pueblo a través de sus personajes más representativos.

Desde que inicia la obra, se advierte que la voz que cuenta los sucesos alude implícitamente al pacto de veridicción del que hablara Greimas (Prada Oropeza, 1978: 27-36). Las vicisitudes que va a relatar tienen como punto de partida a dos hombres —Edward L. Bernays y Sam Zemurray— son, de acuerdo con la voz que relata los hechos, las personas más influyentes en el destino de Guatemala.

El nombre de la novela Tiempos recios hace referencia a una expresión que utiliza Teresa de Jesús en su libro autobiográfico Vida de la Madre Teresa de Jesús (capítulo 33), cuando dice: andaban los tiempos recios, para describir la época que a ella le tocó vivir, cuando en 1559, la Inquisición arrestó al arzobispo de Toledo, Bartolomé Carranza, y se celebró también en Valladolid un auto de fe contra el clérigo Agustín de Cazalla que terminó con su ejecución y se publicó en esa misma ciudad el denominado Índice del Inquisidor General Fernando de Valdés, por el que se mandaba recoger y quemar los libros sospechosos y se prohibía la lectura de muchas obras espirituales de las que era fiel seguidora Teresa. Vargas Llosa pretende hacer un símil entre la época de Teresa con los tiempos también duros que vivió Guatemala durante los años cincuenta del siglo XX. (Cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Tiempos_recios

En resumen, es un relato que desvela conspiraciones políticas e intereses encontrados durante la Guerra Fría. Una mentira que pasó por verdad y cambió la esencia misma de América Latina.

Le dedico mi silencio (2023)
Es la última novela del autor aquí presentado. Así lo había anunciado Vargas Llosa al publicarse esta impactante narración en el 2023. Cuenta la agitada existencia de Antonio Azpilcueta, quien siente un intenso amor por la música criolla en medio de los atentados de Sendero Luminoso, los terroristas en turno en la agitada vida política de Perú.

Conclusiones
He presentado un somero recorrido por las novelas del siglo XXI completando de este modo el proyecto iniciado con mi libro homónimo del año 2011.

He querido, de este modo, hacer un homenaje al laureado narrador peruano. Reconozco que mi aporte con estas páginas constituye una breve aproximación crítica a las obras mencionadas. Vargas Llosa personifica un perfil muy amplio, pero sus novelas constituyen el gozo mayor para cualquier lector comprometido con la literatura.

El escritor peruano, agnóstico en el terreno filosófico y líder controvertido en el quehacer político, ha dejado algunos disidentes en su andar por el mundo. Mediocres profesores de literatura y corruptos políticos de diversas latitudes no se han sentido cómodos en el encuentro con el discurso crítico y fustigador de este hombre genial. Pero, a medida que todos ellos se irán borrando poco a poco de la memoria de los hombres, la figura gigantesca y señera de Mario Vargas Llosa los tachará a todos y se proyectará invencible en los siglos venideros.

Luis Quintana Tejera
Artículo publicado el 15/04/2025

Bibliografía
. Aristóteles. El arte poética. prólogo y notas de José Goya y Muniain, 7ª. edición. México: Espasa Calpe, 1981. [Colección Austral # 803).
. Bajtín, Mijail. Problemas de la poética de Dostoievski. México: F.C.E. [Breviario # 417].
. Boland et al, 2020, 85 años. Estudios críticos sobre Mario Vargas Llosa (V), University of Sídney, Australia.
.  Greimas, A. J. “El contrato de veridicción” en Prada Oropeza, editor, Lingüística y literatura. Xalapa: Universidad Veracruzana, 1978.
.  Horacio. Arte Poética. Madrid: Cátedra, 2014.
. Kayser, Wolfgang. Interpretación y análisis de la obra literaria. 4ª. edición, Madrid: Gredos, 1961 [Biblioteca Románica hispánica].
. Quintana Tejera, Luis. Las novelas del siglo XXI de Mario Vargas Llosa. México: Eón, 2011. [Colección “Letra hechizada].
. Vargas Llosa, Mario. El paraíso en la otra esquina. México: Santillana. 2003.
. _______________. Travesuras de la niña mala. México: Santillana, 2006.
. _______________. El sueño del celta. México: Santillana, 2010.
. _______________. El héroe discreto. Madrid: Alfaguara, 2013.
. _______________. Cinco esquinas. Madrid: Alfaguara, 2016.
. _____________________. Tiempos recios. Madrid: Alfaguara, 2019.
. _____________________ . Le dedico mi silencio, Madrid, Alfaguara, 2023.
. Yerro, Tomás. Aspectos técnicos y estructurales de la novela española actual. Pamplona: Eunsa, 1977, p. 128.
Página de Internet
Hiernaux, Pierre. “El pensamiento binario” en Recherches Sociologiques, vol. XXXII,
Bélgica: Universidad Católica de Lovaina, 2011. www.culturayrs.unam.mx (Consultado el 10 de octubre de 2020)
Nota
[i] Aquí encontramos la definición del término “anagnórisis”.

 

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