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Desafíos de Chile en materia de gestión integrada de recursos hídricos y el ejemplo neerlandés.

por Pablo Carrasco
Artículo publicado el 30/05/2018

Actualmente la gestión integrada de los recursos hídricos en Chile es un desafío urgente que debemos afrontar como país debido a las últimas cinco emergencias de escasez hídrica de la DGA solo en este año y el suceso en la laguna Aculeo. El presente artículo sostiene que el ejemplo y experiencia de la gestión integrada neerlandesa podría resulta de gran beneficio para paliar los problemas de desabastecimiento y de agua en Chile.

 

A pesar de que llamamos a nuestro hogar como planeta Tierra, lo cierto es que un 71% de la superficie de la misma está cubierta de agua, que no solamente se expresa en los grandes mares y océanos: está también en los acuíferos subterráneos, en lagos y ríos, manantiales y pantanos, en la nieve y en las lluvias. Y Gracias a los ríos se han formado civilizaciones y culturas que, en muchas ocasiones, consideraban al agua como el recurso central de la vida en la tierra.

En la larga y angosta geografía del país, existen 1251 ríos, más de 200 lagos, aproximadamente 100 cuencas hidrográficas –según datos del Atlas del Agua, editado por la Dirección General de Aguas el 2014–, la cual la mayoría nace a través de un régimen pluvio-nivoso desde la Cordillera de los Andes y que escurre a través de diferentes meandros y a diferentes caudales volumétricos hasta el Océano Pacífico. Del total del agua dulce que escurre hacia el oeste, un 84% aproximadamente de ésta se pierde en el océano, quedando solo un 15% que se deposita en los acuíferos subterráneos a través del escurrimiento natural y que es aprovechado para la agricultura, sección de la industria y del desarrollo nacional que cada vez más demanda más agua para su producción.

Chile además cuenta con ventajas comparativas con el resto del mundo: “el promedio de volumen de agua per cápita en Chile es de 53.000 m3, 8 veces más que la media mundial y 25 veces el mínimo que se necesita para un desarrollo sostenible”[1]: ello significa que el país posee una de las tres reservas del agua dulce a nivel mundial, pero que no son bien aprovechadas, ya que por ejemplo, se han decretado desde el 1 de Febrero hasta el 5 de Enero de este año 4 zonas de escasez hídrica, siendo la más reciente la sequía en la Provincia de Quillota, Marga-Marga, Petorca –comuna reconocida por sus plantaciones de Paltos y Olivos que demandan mucha agua–, Llay Llay, Concón y San Antonio en la región de Valparaíso en que “en virtud de la baja acumulación de nieve en la cordillera y el pronóstico de deshielos realizado por la Dirección General de Aguas, el cual indica una importante disminución de los caudales superficiales en el periodo estival, así como también una situación de las fuentes subterráneas que se encuentran operando en un rendimiento bajo lo normal”[2]

Como una de las forma de resolver el problema de la escasez del agua dulce tanto de los meandros de los Deltas, según un documento de la OCDE del año 2016 “el consumo de agua marina experimentará un gran crecimiento a fin de satisfacer estas necesidades, lo que incrementará la demanda energética e intensificará los efectos potencialmente negativos que sufrirán los ecosistemas y la diversidad biológica”[3], lo que generará mayores inversiones a nivel estatal-privado para menguar el stress hídrico en el país, lo que podría generar eventualmente una subida de precios para los consumidores. Ello incide en las capacidades de los actores institucionales y de las empresas –sean en conjunto o no– de buscar fuentes alternativas como la desalinización de las aguas del mar para contrarrestar el efecto paliativo en las aguas dulces depositadas en las cada vez más disminuidas fuentes subterráneas y del meandro de los Deltas del país.

Pero el uso de nuevas tecnologías, mecanismos de monitoreo satelitales sobre las mareas, los adelantos en materia de gestión de aguas y agroindustria en las unidades de postgrados de las Universidades de Wageningen y Utrecht; los proyectos de ingeniera centrados en la construcción de complejas infraestructuras viales como diques, esclusas y “motores de arena” junto con una consciencia ciudadana sobre el constante problema del cambio climático han elevado el problema del agua en los Países Bajos un nuevo nivel: contar con soluciones inteligentes y a largo plazo para mantener al país seguro frente a las sequías, tifones y permitir a sus ciudadanos la oferta de agua potable limpia en su totalidad al país.

En estas últimas dos semanas hemos notado con preocupación la casi desaparición de la laguna Aculeo, donde el hidrólogo de la Universidad de Chile Pablo García Chevesich ha trabajado e investigado intensamente para mitigar los efectos nocivos de la extracción desmedida del agua en su afluente para la agro-industria, como también para proporcionar soluciones sostenibles a largo plazo para que no solo la laguna desaparezca, sino que también para concientizar a la población sobre las irresponsabilidades en el ya deficiente uso integrado de los recursos hídricos del país. Para éste y otros casos, los investigadores han recurrido a diversos mecanismos e ideas para mitigar los efectos de la depredación del agua y para hacer que éste caso no se repita en ningún delta de nuestro país. Si me permiten, expondré en adelante el ejemplo de los Países Bajos, que cuenta con una institucionalidad centenaria en el llamado “manejo integrado de los recursos hídricos” para así palear los efectos nocivos del uso desmedido del agua como también los efectos del ya evidente cambio climático.

Una de las ventajas comparativas con las que cuentan los Países Bajos con  respecto del panorama internacional y con Chile sobre todo, es la conjunción de los intereses y propuestas de los agentes involucrados en el “Sistema de Aguas” que, en palabras de Hendrik Dronkers –Director General de la RijksWaterStaat hace 7 años– es que la “colaboración con el sector de la construcción también tomó nuevas formas. Clientes, contratistas, gobierno, agencias e instituciones de conocimiento ahora están trabajando más activamente juntos para garantizar la calidad para la sociedad en todo su formas”[4].

Pero, ¿Por qué me fijo en los Países Bajos? ¿Qué hace que este país de sea un punto referencial al pensar en el  manejo integrado de los recursos hídricos, no solo en Chile sino que en el resto del mundo? Henrik Ovink[5], advirtió por ejemplo: “Podríamos decir que la situación del agua es crítica, y al mismo tiempo no lo enfrentamos, no lo entendemos, hay una falta de conciencia, hay falta de gobernanza y manejo del agua, hay falta de conocimiento, información y visión”[6], el experto menciona  el al caso chileno como una forma de destacar las carencias de expertise necesarias para afrontar la grave escasez hídrica por un parte, y abordar las consecuencias del cambio climático y la alta demanda de agua en la economía nacional por otra.

¿Porqué Holanda? ¿A qué se debe el hecho de que este país es considerado como pionero internacional? Actualmente el sistema Partners Voor Water es un sistema de subsidios internacionales del Estado neerlandés, centros de investigación y diversas ONG´s del país que trabajan en conjunto para dotar de soluciones resilentes, inteligentes y a largo plazo a problemas actuales. Sybe Schaap, el actual presidente del programa NWP declara: “Nos aseguramos de que los intereses estén conectados, de que se logre la cooperación correcta. Nuestro lema es ‘más impacto en el exterior’. El impacto es más que solo trabajo, más que solo un mercado, se trata de exportación y de que esto contribuye a soluciones sostenibles”[7] ya que si solo actuaran los empresarios desde un ámbito puramente comercial “no tiene respaldo, un enfoque puramente público no cuenta con la tecnología y los inversores adecuados. Y así es también como funciona NWP”[8]

¿Cómo se desarrolla el concepto de Manejo Eficiente de los Recursos Hídricos en los Países Bajos? Y ¿A través de qué mecanismos el Estado y el resto de los agentes inmersos en los sistemas de Delta y del Sistema de Aguas han trabajado y mejorado los estándares de servicios hídricos en Holanda? Y en definitiva ¿Cómo se impulsan las políticas de agua? Un proyecto integrado es aquel en donde diferentes actores o agentes intervienen de de forma democrática a través de la Participación Pública sobre un tema que preocupa a la ciudadanía en general; y en particular para el caso neerlandés, sobre el tema del agua. Durante su historia, esta forma de Participación Pública no siempre fue la misma. En 1789 se constituye la génesis de lo que hoy es conocida como la Rijkswaterstaat que, si bien depende jerárquicamente del Ministerio de Infraestructura y Medio Ambiente (Ex Ministerio de Transporte, Trabajos Públicos y Manejo de Agua), este se define como un organismo estatal que define las políticas públicas para dotar de agua limpia, “pies secos” y seguridad en el trafico; como también en actividades académicas para potenciar sus investigaciones sobre temas de agua.

Para constituir de forma institucional el manejo integrado de los recursos hídricos se requería una estrecha cooperación de todas las autoridades con competencia o influencia en el sistema de agua, legislación bien desarrollada y sistemas de financiación bien desarrollados. Y aunque en las formas de grandes organizaciones y oficinas especiales, las tomas de decisiones en un análisis en Ciencias Políticas reviste problemas evidentes sobre la forma en cómo se llevan a cabo los consensos, de que si es el Estado quien toma la última palabra, medios de financiamiento, o cómo condensar las aspiraciones e intereses de otros grupos como especialistas académicos en universidades (y para este caso concreto, de las universidades de Wageningen, Utrecht, Groningen y del centro especial UNESCO IHE), lo cierto es que la experiencia neerlandesa sobre el tema de aguas es requerido especialmente por países ribereños que necesitan financiamiento y el KnowHow neerlandés sobre el manejo eficiente de los recursos hídricos.

Según palabras de la actual encargada comercial de la embajada del Reino de los Países Bajos en Chile, Eva de Vries, detalla que la constitución de la toma de decisiones en torno al manejo eficiente de los recursos hídricos está predispuesta a través de formas democráticas de decisiones y consejos de agua. Esta funciona, por su naturaleza política, con tres ministerios en específicos: El Ministerio de Transportes y Trabajos Públicos “que coordina la preparación de la política nacional de agua y la legislación nacional de aguas”[9] (Mostert, 2006) la que también es responsable de manejar ríos y canales, sobre todo el Delta principal que atraviesa el país: el Delta Mosa-Rhin-Escalda; el Ministerio de Vivienda, Planeación Espacial y el Medio Ambiente está a cargo de la Política Pública sobre agua potable y sus respectivas legislaciones (algunas de ellas, expresadas a través de dos documentos, uno de ellos es el Acta del Agua y de los Reportes Anuales del RijksWaterStaat; Por último, el Ministerio de Agricultura y Seguridad Alimentaria es responsable sobre la legislación estatal.

Para consolidar la toma de decisiones en materia de recursos hídricos en donde todos los actores estén constituidos como sujetos que intervienen efectivamente y de manera estable sobre los proyectos y retos en los Deltas de los ríos, el gobierno neerlandés aplicó un prototipo democrático conocido como la KGB (Knowledge Government and Bussines) o según la misma Eva de Vries lo denomina, el “Triangulo de Oro”, en donde participan los ciudadanos (reunidos en torno a los “Consejos de Agua”), las empresas públicas y privadas que actúan tanto como grupo de intereses como también como “ThinkTanks” que aportan con conocimientos y medios técnicos y académicos para desarrollar, aprobar o proponer proyectos de infraestructura o de cómo mejorar los servicios de agua.

Por tanto el manejo del agua –sea potable o residual– de manera sustentable y responsable por parte de la población, del Estado y del sector privado ha sido uno de las piezas fundamentales por las cuales entender el desarrollo económico del país y su perspectiva a futuro a largo plazo: principalmente en materia de cómo afrontar el cambio climático de manera innovadora y a través de políticas públicas responsables en una sinergia entre el Estado y el sector privado, enfrentar el problema cada vez más acuciante de la depredación voraz del Medio Ambiente que no solo malversa los recursos naturales sino que mayormente degrada las condiciones de vida de la población, transformándolo en un país pionero en manejo eficiente de sus recursos hídricos.

Al respecto de ello, el país –El Estado, la ciudadanía, los centros de expertise o KnowHow y empresas privadas– se plantea nuevos desafíos. Y se trata no solo de asegurar la provisión de agua para la población, o redoblar esfuerzos para la ingeniería hidráulica o para evitar los efectos de la polución y la contaminación de las aguas superficiales o de las napas subterráneas; los nuevos requerimientos para el “Sistema del Agua” implican la proyección de una nueva “Acta del Agua”[10], la que involucra una nueva relación entre el agua, el uso de la tierra y la planificación espacial, junto con exportar los conocimientos adquiridos hacia el mundo.

De los problemas a resolver, los más imperiosos son: dotar de agua limpia a la población; fomentar el desarrollo sostenible de los Deltas y puertos[11], la gestión del agua en casos de riesgos de inundaciones y sequías y finalmente, dotar de un uso eficiente del agua en sectores productivos de la región como la minería y la agricultura.[12] En el Norte Chico del país, la menor disponibilidad de agua ha provocado nefastas consecuencias no solo al territorio, sino que a los habitantes de Coquimbo, La Serena, Vicuña y Huasco. Según el informe del año 2013 “Cambio Climático. Impacto en la agricultura: Heladas y sequías” de la Oficina de Estudio y Políticas Agrarias (ODEPA) dependiente del Ministerio de Agricultura, se “prevé que hacia 2050 no sólo viviremos en un país más caluroso, menos lluvioso, más propenso a tormentas y con más días nublados. Junto con esto, una serie de paisajes se modificarán debido a la menor disponibilidad de agua y el avance de las zonas áridas, trasladando cultivos desde la zona central hacia el sur y disminuyendo la cobertura de nuestros bosques”[13].

El Delta del Río Elqui ha sufrido severas modificaciones a lo largo de los últimos 20 años, que se describen tanto antrópicas como a nivel de cambio climático: una de las razones principales es que debido al uso privado del agua en Chile –bajo la Ley de la Dirección General de Aguas– en las industrias de la minería y la agricultura extensiva alrededor del Delta del río, éstas consumen y contaminan la mayor parte de la masa de agua que recorre sus afluentes, lo que ha provocado una menor disponibilidad de agua para las napas subterráneas y para la población adyacente al Delta mismo. Ello preocupa a las autoridades locales como la intendencia y a la gobernación de la región de Coquimbo como también al Ministerio de Medioambiente.

Por tanto, los Países Bajos es considerado un país pionero en el manejo integrado del agua por dos características esenciales: la primera, la elaboración y consulta de proyectos para combatir las inundaciones, mareas y aluviones como también de infraestructura de transportes y carreteras en la que intervienen el Estado –a través del Ministerio de Infraestructura y Medioambiente–, Universidades y centros de investigación, el sector privado y la ciudadanía –reunidos en torno a los llamados “Concejos de Agua” en Municipios y Deltas de ríos–; la segunda, es por su amplia experiencia en el manejo de cuencas hídricas para mejorar la disponibilidad de agua a la población y en la economía evitando el stress de agua o sequías en Singapur, Colombia, Brasil y Europa.

En el año 1789, el reino de los Países Bajos creó una agencia llamada RijksWaterStaat (“Agencia Estatal del Agua”) que ha evolucionado y crecido a lo largo del tiempo, y que es especialista en el diseño, construcción, manejo y mantenimiento de las estructuras principales –diques, pólderes, canales, para combatir aluviones y mareas que amenazaban el país–, como también diseñar e invertir en tecnología para el manejo integrado de los recursos hídricos: dotar de agua limpia a la población, recuperar agua contaminada –las denominadas aguas grises– mejorando así su calidad y disponibilidad para la población.

A través de las siglas KGB (Knowledge, Government and Business) que representan el llamado “Triangulo de Oro” neerlandés, se incorpora la conjunción del Estado –a través de determinados ministerios–, la población reunidos en torno a los llamados “Concejos de Agua” en Municipios, empresas privadas, centros de investigación  que emprenden proyectos sobre manejo integrado de recursos hídricos no solo en los Países Bajos, sino que, tal como se expondrá en esta tesis, en la región de Coquimbo como un plan piloto basados en consorcios de 3 empresas y centros de investigación neerlandeses (Arcadis, Deltares y UNESCO-IHE).

El desarrollo de la Institucionalidad ambiental holandesa tienen un amplio precedente histórico: la actual institucionalidad ambiental holandesa[14] está compuesta no solo por el Ministerio de Infraestructura y Desarrollo, sino que lo complementan más de 20 agencias estatales siendo la más importante entre ellas, la “RiksWaterStaat” (Autoridad Nacional del Agua), 24 autoridades regionales, juntas de vecinos, municipalidades, comisiones Internacionales de Cuencas. Toda la institucionalidad holandesa trabaja en forma de 4 niveles de jerarquías: El nivel Europeo; Nivel Nacional, Nivel Provincial y finalmente el Nivel de Cuencas (“Watershed Level”).

Chile, aunque ha declarado y firmado compromisos internacionales en materia de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y al haber ratificado el Protocolo de la Conferencia de las Partes en París el año 2016, la institucionalidad ambiental en Chile está en proceso de experimentación e implementación de proyectos medioambientales para implementar medidas de resilencia no solo al respecto al cambio climático, sino que con respecto al manejo integrado de recursos hídricos en el país.

El problema mundial sobre la escasez del agua es patente y consistente: según datos oficiales emanados desde la OCDE, esta institución indica que “el 40% de la población mundial vive en cuencas hidrográficas bajo estrés hídrico y que la demanda del agua se incrementará en un 55% para el año 2050”, ello implicaría que al menos 1400 millones de personas hasta el 2050 aún no cuenten con redes de alcantarillado que les proporcionen de agua potable y medios de higiene, como sinónimo de una mala calidad de vida.

Sumados además de los problemas mundiales sobre el cambio climático a partir de la reunión en Paris el año 2015 con resultado del desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP21, el panorama desde la arista del cuidado del Medio Ambiente ha movilizado los esfuerzos no solo de los Estados para la reducción de la producción industrial de GEI (Gases de Efecto Invernadero) sobre la capa de ozono: ello ha movilizado la consciencia de los ciudadanos globales a combatir los efectos pervertidos no solo sobre la geografía mundial en concreto, sino sobre la geografía humana: causa y efecto de la polución del Medio Ambiente y del deterioro de los recursos hídricos y naturales.

A pesar de haber ha ratificado el acuerdo el año 2015 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en París en conformidad con los fundamentos medioambientales para el combate contra los GEI y sus efectos tanto sobre la geografía mundial como con la geografía humana mundial, la desertificación, emisión de desechos al medio ambiente, deforestación, calidad del agua y del aire y equidad. Si bien el país ha avanzado en materia institucional en cuanto a la evolución de tratados internacionales para la preservación del medioambiente como también a la ratificación de los acuerdos del COP21 relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Y Chile está aún muy lejos. ¿La razón? Concretamente sobre el ineficiente management de los cada vez más escasos recursos hídricos del país, en zonas que esencialmente necesitan del vital líquido para su desarrollo y supervivencia como la Macro zona Norte, desde la primera hasta la cuarta región del país. En concreto ésta región sufre una desertificación avanzada desde el norte del país hasta las proximidades de la región metropolitana. Al respecto de ello para graficar la perspectiva sobre el recurso vital, el gobierno a través del informe Análisis de la situación hídrica en Chile, propuestas y políticas expresa por ejemplo: “El año 2013 el gobierno declaró 102(*) comunas en emergencia agrícola, viéndose más afectadas las regiones de O’Higgins, Maule, Valparaíso y Metropolitana. Dicha situación fue provocada por varias temporadas seguidas con déficit hídrico, afectando el estado de los principales embalses a nivel nacional”[15] (MMA, 2014)

Subsecuentemente con ello, el agua no es recurso de fácil acceso para la población nacional: sumando a los problemas de desertificación y agotamiento de las napas subterráneas –o el aprovechamiento excesivo de sus recursos–, existe otra arista que condiciona en mayor medida el problema de la distribución del agua, que es la ineficiencia y necesidad de reformar los Códigos de Agua para dotar al Estado de una institucionalidad técnica, compleja y práctica, más que funcionar como una entidad puramente informativa.

A la vez, existe el problema sobre el carácter mismo de los recursos hídricos: desde la implementación de los Códigos de Agua en 1981, el agua pasa a ser un elemento cotizado de acceso privado para la población sujeto a reglas de mercado como oferta y demanda. Ello contraviene con la inspiración del gobierno de Chile de concebir el agua como un bien de acceso público, como también en “avanzar en una normativa que haga posible la existencia de la figura de los recursos hídricos con fines sociales”[16] (MMA, 2014), lo que desestabiliza el panorama sobre el acceso garantizad o y distributivo de los ya escasos recursos con lo que cuenta la población del país.

Actualmente, el país a pesar de contar con un ente gestionados de aguas, éstas están en disputa constante entre el Estado y agentes privados, quienes concentran los afluentes superficiales y napas subterráneas de agua para actividades económicas privadas –algunas de ellas, teniendo potestad sobre aguas que pertenecen por ejemplo, a comunidades indígenas, comunidades agrícolas y parques o reservas nacionales naturales–. Por tanto, uno de los problemas esenciales en la cual se enfrenta el país actualmente es de dotar a la población en su conjunto de los afluentes de agua necesario para sus actividades económicas de subsistencia, lo que es alterado por los registros privados de propiedad de las aguas.

Pero no solamente ello: los periodos de sequías se han convertidos en una preocupación latente no solo para el gobierno o las empresas, sino que para aquellos pequeños agentes económicos que no tienen posibilidades de tenencia de agua para la pequeña agricultura o para sostener el pastoreo. En las regiones interiores de la 1ª y 2ª región del país, los lagos y ríos como también las napas subterráneas en la mayoría de los casos, han sido contraídos en sus volúmenes de agua o sencillamente agotados. El norte de Chile, uno de los principales focos en donde se concentran las mayores actividades económicas a gran escala y que sostienen a la economía del país, han visto reducido los caudales de agua de los principales ríos del norte de Chile ya que por ejemplo “en Coquimbo el río Elqui se redujo en un 73%”[17], condición manifiesta que se ha agudizado desde el 2015, periodo conocido como la “Mega Sequía” del Norte Grande (2010-2015).

Para resolver los problemas ya descritos, la institucionalidad del país se ha volcado a afianzar y desarrollar proyectos pilotos internacionales que son parte de la institucionalidad neerlandesa conocida como el programa “Partners Voor Water” de la Netherlands Water Partnership (de ahora en adelante como NWP) que, a través de apoyo de capital –sea desde el Estado neerlandés, empresas privadas y consultores especializados en materia de GIRH– pretenden implementar políticas públicas a largo plazo para enfrentar las consecuencias concretas del cambio climático por una parte, y por la otra dar sustento a la defensa de intereses compartidos por diferentes entidades –sean gubernamentales o no– hacia problemas comunes y sociales que afectan al resto de la comunidad, que par este caso, son la defensa de las reservas de agua del país que dado el caso que se expondrá a continuación, específicamente en la región de Coquimbo en la denominada Macro Zona norte, existe una prolongada sequía que afecta a las comunidades de los Deltas urbanos que dependen del vital recurso para sobrevivir.

En conclusión, si bien El concepto que se presenta es, muy a pesar del escaso desarrollo que he tenido en Chile, un paradigma interdisciplinar en la institucionalidad holandesa respecto a la protección del Medio Ambiente y de los recursos hídricos. Y aunque no existe consenso teórico sobre su definición exacta, su aplicación dentro del marco de jurisdicción en el contexto holandés es en general desarrollada en todos los actores que están involucrados en la planeación de las metas y objetivos a largo plazo. Se define como un proceso que promueve el desarrollo y gestión coordinada del agua, la tierra y los recursos relacionados, con el objetivo de maximizar el bienestar económico y social resultante de una manera equitativa sin comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas vitales”[18].

El sufijo de “integrado” de este concepto obedece a dos factores: 1) el primero, a una perspectiva interdisciplinaria en donde están involucrados –tanto en materias sobre bio-química, geología, geomorfología como también de tecnologías de monitoreo en especial, monitoreo terrestre y medios de medición como también a nivel satelital–; 2) y especialmente, lo “integrado” está determinado por el cruce de aspectos de equidad social, técnicos, políticos-institucionales, económicos y ambientales, materias indispensables para generar mejores respuestas a los efectos del cambio climático y para sumar a todos los consumidores del agua y al gobierno en sí para montar planes y proyectos sustentables y a largo plazo.

Para constituir de forma institucional el manejo integrado de los recursos hídricos se requería una estrecha cooperación de todas las autoridades con competencia o influencia en el sistema de agua, legislación bien desarrollada y sistemas de financiación bien desarrollados. Y aunque en las formas de grandes organizaciones y oficinas especiales, las tomas de decisiones en un análisis en Ciencias Políticas reviste problemas evidentes sobre la forma en cómo se llevan a cabo los consensos, de que si es el Estado quien toma la última palabra, medios de financiamiento, o cómo condensar las aspiraciones e intereses de otros grupos como especialistas académicos en universidades (y para este caso concreto, de las universidades de Wageningen, Utrecht, Groningen y del centro especial UNESCO IHE), lo cierto es que la experiencia neerlandesa sobre el tema de aguas es requerido especialmente por países ribereños que necesitan financiamiento y el KnowHow neerlandés sobre el manejo eficiente de los recursos hídricos.

Los modelos de pólderes holandeses de renombre internacional se refieren al proceso de toma de decisiones centenario que define el nivel del agua después de establecer la situación actual y equilibrar todo interés relacionado. Los controles y saldos en los Países Bajos que se hunden con el aumento del nivel del mar y del río han definido su forma geográfica actual, su estructura institucional y su legislación. La organización más antigua y democráticamente enraizada en el interés equilibrador de los Países Bajos, la junta de agua, tiene más de 700 años. Esta institución todavía está sirviendo a la defensa contra inundaciones local y regional y la gestión del agua. Además, si bien el país ha logrado construir diques y levantar proyectos a largo plazo en todo su territorio nacional como el programa Deltares que ha defendido al país tanto de futuras inundaciones y sequías a gran escala, el país también tiene un reconocido prestigio: construir una solida estructura institucional capaz de llevar adelante los proyectos de Diques como también de concentrar las voluntades y decisiones de todos los actores involucrados en temas de agua, y sin ir más lejos, asegurar una mejor calidad de vida para la población bajo la concepción de la integridad en los asuntos de agua.

En conclusión, ello permite que este paradigma englobe tantos aspectos de disciplinas afines a la tarea de la gestión de los recursos hídricos –superficiales en general y de aquellos que se encuentran en acuíferos subterráneos–, y que a la postre este concepto “significa que todos los usos del agua deben ser considerados de forma integrada para su administración, aprovechamiento y conservación, siendo la unidad lógica de gestión la cuenca hidrográfica”[19]

 

 

Notas

[1]http://www.eldefinido.cl/actualidad/pais/798/El_84_del_agua_dulce_de_Chile_se_vierte_en_el_mar._Una_nueva_estrategia_busca_aprovecharla./ Visitado el 21 de Marzo de 2018.
[2] Decreto Ministerio de Obras Públicas Nª 4. 5 de Enero de 2018. Declaración de zonas de Escasez hídrica (Oficio Ord. D.G.A. Nª 6 del 5 de Enero de 2018).
[3] OCDE/CEPAL. Evaluaciones del desempeño ambiental de Chile.  2016, Pp. 84.
[4] Ministry of Infraestructure and Environment. Annual Report RijksWaterStaat. 2016. Pp. 3.
[5]Promovido como el primer enviado especial para asuntos internacionales del agua de los Países Bajos, Senior Advisor del ex presidente Barack Obama para enfrentar el Huracán Sandy el 2012, como también miembro actual International Advisory Board de la ciudad de Rotterdam por el agua estuvo en Chile el 2015 para el “Congreso del Futuro”.
[6]http://www.elmostrador.cl/cultura/2017/01/12/experto-holandes-advierte-que-chile-no-debe-esperar-a-que-haya-un-desastre-para-enfrentar-la-crisis-del-agua/ Revisado el 10 de Marzo de 2018
[7] Netherlands Water Partnership. Meer Impact in het buitenland. 2016. Pp. 3.
[8] Ibíd. Pp. 3.
[9] MOSTERT, Erick. Integrated Water Resources Management in the Netherlands: How concepts function. Journal of Contemporary Water Research & Education. Issue 135, December 2006. Pp. 21.
[10]Por ejemplo, la “Ley del Agua” o “Water Act” publicada por el ministerio de Transportes, Trabajos Públicos y Manejo del Agua el 20 de Marzo del año 2009 tenía por propósito: “prevenir y, cuando sea necesario, limitar inundaciones, y escasez de agua; mientras simultáneamente protege y mejora el estado químico y ecológico de los sistemas de agua; y permitiendo que los sistemas de agua cumplan funciones sociales. EN: Water Act. Ministry of Transport, Public Works and Water Management. 2009. Pp. 11.
[11] Plan de subsidios para la gestión del riesgo de inundaciones y la seguridad del agua para deltas urbanos (WWSD) “GIRAgua Partners Voor Water”. Pp. 12.
[12] Ibíd. Pp. 11.
[13] BASCOPÉ, Andrés. Estudio “Cambio climático e impacto en la agricultura, heladas y sequías”. Informe Final. (Ministerio de Agricultura). 2013. Pp. 3.
[14] Originalmente creada en 1798 a partir de la “Bureau Voor Der WaterStaat, y luego con la creación de la oficina ministerial del Manejo del Agua entre 1809 a 1831 dependiente del gobierno del Reino. Desde 1958 con los inicios del Plan Delta (mega proyectos de infraestructura de embalses, diques, esclusas, barreras, dólmenes y red de agua potable) hasta el año 2008 con la fundación del proyecto DELTARES, un instituto independiente de investigación aplicada del uso superficial y subsuelo del agua de manera integrada y eficiente. VER EN: Hechos y Cifras. Holanda y el sector del agua. Publicación de la Embajada del Reino de los Países Bajos. Enero de 2017. Pp. 2.
[15] Análisis de la situación hídrica en Chile, propuestas y políticas. Gobierno de Chile/Ministerio del Interior. Mayo 2014. Pp. 3.
[16] Análisis de la situación hídrica en Chile, propuestas y políticas. Gobierno de Chile/Ministerio del Interior. Mayo 2014. Pp. 16.
[17] Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/03/28/atlas-del-agua-de-la-dga-muestra-critica-situacion-hidrica-en-chile/ Revisado el 25 de Marzo de 2018.
[18] FUSTER, Rodrigo; GONZÁLEZ, Luis. Gestión Integrada de los Recursos Hídricos en Chile. Universidad De Chile/Facultad de Ciencias Agronómicas. 2009. Pp. 15.
[19] Informe: Guía para la aplicación de la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (GIRH) a nivel municipal. GWP (Global Water Partnership). Honduras. Diciembre 2013.  Pp. 16.
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