EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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Actividad de extensión de esta revista en la Biblioteca Pública de Castro, Chiloé, el 29 de noviembre de 2018.

por Editor
Artículo publicado el 30/11/2018

INVITACION-2Invitación al evento

En el marco del proyecto Mantención de la revista de cultura Crítica.cl, Folio 443437, financiado por el Consejo Nacional del libro y la Lectura, de Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Chile), el jueves 29 de noviembre, a las 19 horas, en la Biblioteca Pública de Castro, el escritor y Director de este medio, Adolfo Pardo, expuso sobre las características de esta revista digital de cultura y  dio también lectura a u texto preparado para la ocasión, titulado ¿Para qué sirve la Cultura?
Hizo las presentaciones del caso el poeta Nelson Torres.

Convocatoria
Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio
Municipalidad de Castro
Biblioteca Pública de Castro
Critica.cl


APA-BIBLIO-CASTRO-NOV-2018
Arriba, foto de Adolfo Pardo durante su presentación
y abajo texto de su lectura.

Buenas tardes, bien venidos a esta preciosa biblioteca y a esta actividad de la revista Critica.cl

Quiero y debo en primer lugar agradecer a don Nelson Torres, distinguido poeta cuyos libros encontrarán aquí mismo, por presentarme esta tarde, lo cual sin duda le ha significado un trabajo que reconozco, puesto que hasta ahora no nos conocíamos. Muchas gracias Nelson.

Agradezco también en primerísimo lugar a don Ignacio Ibáñez —director de esta biblioteca que lleva el nombre de la abnegada educadora chilota Martina Barrientos Barbero — por acogernos y facilitarnos este espacio estupendo que es un lujo para esta ciudad y para nosotros. Lamentablemente Ignacio está de viaje y por lo mismo ausente esta tarde. Todos mis agradecimientos para él.

Agradezco también y muy sinceramente al Municipio de Castro en la persona de su Alcalde, don Juan Eduardo Vera, y finalmente al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que, a través del Fondo Nacional del Libro y la Lectura, este año 2018 acogió una vez más este proyecto poético y editorial que es Critica.cl

Para cerrar estos reconocimientos, agradecer la presencia de todos ustedes por venir esta tarde. Espero les valga la pena y que de regreso puedan llevarse al menos una palabra lúcida o una pequeña historia para comentarle a su consorte.
Muchas gracias por estar aquí.

Critica.cl
Paso entonces a referirme a la tan mentada revista Crítica que, en mi modesta opinión, es un verdadero milagro. Y digo milagro porque hace más de 21 años que está en línea sin ninguna interrupción y según las cifras que nos entrega un robot contador de visitas, durante el mes de Octubre recién pasado tuvimos un promedio de 2.860 lectores diarios y 88.684 lectores durante los 31 días de ese mes. No creo sea algo muy frecuente en una iniciativa cultural como esta, dirigida a una minoría selecta podríamos decir.

QUE ES CRITICA.CL
Critica.cl es una revista electrónica, políticamente independiente que desde su fundación (1997) opera como un medio de difusión y discusión de ideas sobre literatura, arte y cultura en Chile y en América Latina.

La revista recibe, selecciona, publica y pone a disposición de sus lectores una verdadera biblioteca en torno a estos y otros temas, como historia, filosofía, medio ambiente y entrevistas, reseñas de libros y otros materiales de lectura que en conjunto constituyen un voluminoso archivo en incremento permanente organizado por temas, fechas y autores que —como un libro siempre abierto— tiende un puente entre Chile y el mundo, accesible desde cualquier dispositivo móvil o de escritorio.

Por una parte la calidad de sus autores y la rápida interacción a través de Internet por la otra, hacen de este sitio un punto de encuentro donde se cruzan distintas miradas sobre las tendencias y corrientes contemporáneas, principalmente en torno a la creación literaria y muchas otras materias del universo cultural. De hecho, en esta revista se vincula el mundo académico y el mundo del arte en lengua castellana, y Chile de Arica a Punta Arenas y con el resto del mundo, sobre todo iberoamericano o relacionado con él.

Le confiere también credibilidad a la revista la cuidadosa selección de autores, muchos de ellos docentes o estudiantes avanzados en las más reconocidas universidades del continente, de México a la Patagonia. Y también de América del Norte y Europa, sobre todo España. Pueden verse cuadros estadísticos desde el banner correspondiente en la portada.

En la actualidad (noviembre de 2018) la revista dispone de un archivo en torno a los mil seiscientos artículos, y múltiples reseñas, y participa en el debate y la producción crítica desde una postura ética y estética procurando no distraerse con la tecnología sino ponerla al servicio de sus fines: el pensamiento, la lectura y la vieja y noble escritura, que se viene practicando desde los Fenicios a la fecha.

Critica.cl es producida en Santiago y Chiloé (Chile) con colaboraciones desde casi todos los países de América Latina, principalmente Chile, Argentina, Perú, Colombia y México, además de Estados Unidos y desde Europa, España, Holanda, Italia, Francia, Suecia y esporádicamente otros países de occidente. E incluso algunas cosas del lejano Oriente.

OTRAS CARACTERISTICAS
Acceso para los lectores: libre y gratuito.
Publicación de artículos: sin costo para los autores, salvo contribución voluntaria, que es muy bienvenida.
Publicidad: esporádicamente y solo en la portada.
Extensión de los artículos: prácticamente ilimitada.
Permanencia de los artículos en el tiempo: indefinida.

Etcétera, etcétera, etcétera. El que se interese puede encontrar en la portada ACERCA DE ESTA REVISTA.

Tengo a mano otro material que se preparó años ha para una ocasión similar, donde aparecen distintos momentos de la publicación. No sé si sea el momento de mostrarlo. Hay que tener compasión con el auditorio.

Paso entonces al tema propuesto para esta velada…

¿Para qué Sirve la Cultura?

La cultura yo entiendo que sirve para muchas y diferentes cosas… y seguramente por lo mismo me dedico a fomentarla.

Para empezar la cultura sirve para reírse de los peces de colores.
El gran Julio Cortázar por ejemplo, cuando escribía sus historias de Cronopios y Famas o Casa Tomada, yo creo que lo que buscaba era hacernos reír o por lo menos sonreír, y de paso entregar algunas lecciones de un modo bastante subliminal.

Borges en cambio gustaba sorprender con ideas, personajes y situaciones extraordinarias en isla remotas del Norte, cuando la gente vivía, como yo, en medio del bosque. O historias fantásticas, la Biblioteca infinita y el hombre que se acordaba de todo: Ireneo Funes.

Entre paréntesis, sostengo que toda biblioteca es infinita, como ésta y otras mucho menores. Incluso la mía, en Butalcura, que apenas tiene un anaquel. Siempre encontrará usted un libro inesperado, un libro que nadie imaginaba estaría ahí.

La cultura sirve también para saber en qué idioma hablan en Indochina y qué edad tenía Cristóbal Colón cuando llegó a la isla de Guanahani. Y cuanto tiempo se demoró Magallanes en atravesar el Estrecho que lleva su nombre. Yo leí la biografía que le hizo Stefan Zweig… sencillamente impresionante. Y Magallanes no logró dar la vuelta al mundo por una tontera, pero una de sus naves, la Victoria, al mando de Sebastián Elcano, si llegó.

Pero volviendo a lo nuestro, supongo que la cultura nos sirve para saber qué tenemos que saber, para comunicarnos y para darnos cuenta de qué está bien y que está mal; distinguir lo verdadero de lo falso, reflexionar y rectificar nuestra conducta. Algo que siempre tenemos que hacer, desde los 7 a los 77.

La cultura, al final, yo creo que nos sirve o debería servirnos para respetarnos mutuamente y aprender a vivir en paz consigo mismo y los demás. Y para no botar la basura en el patio del vecino y tampoco en el camino, ni en el mar. Y detener la contaminación y destrucción de este planeta bautizado no sé por quién como «la Tierra”… me pregunto por qué no le pusieron la Piedra o mejor, el Agua. Que es lo que más hay, por lo menos en la superficie. Y que también tenemos que cuidar mucho, igual que nuestra atmósfera, que nos permite nada menos que respirar.

También nos sirve la cultura para hablar correctamente, memorizar las tablas de multiplicar y el Abecedario. ¿Cuántas letras tiene el alfabeto castellano? Yo no llevo la cuenta, pero estoy seguro que empieza con la A y termina en la Z. Vaya uno a saber por qué. Podría haber sido en otro orden cualquiera.

La cultura, también nos sirve o quizás consista en cultivar conocimientos, como quien cultiva papas y cebollas, y ejercitar nuestras facultades, mentales o intelectuales. Los que cultivan mucho sus conocimientos son las personas cultas. Y también están los eruditos que dominan un montón de variados temas, aunque muchas veces no puedan clavar un clavo.

TIPOS DE CULTURA
Que yo sepa existen muchos tipos de cultura y/o acepciones de esta misma palabreja o concepto, si ustedes lo prefieren, ya que estamos entre personas educadas.

La cultura popular y la cultura de barrio, la cultura local y la cultura de los pueblos originarios y, harto más remota, la cultura China y la dinastía Ming que, cuando nosotros estábamos en la Edad de Piedra, ellos tomaban té de jazmín  en finas tazas de porcelana, made in China.

La cultura del consumo y la cultura del ahorro. La cultura machista.
La cultura libresca y la cultura moderna.
La cultura ecológica o medio ambiental que yo personalmente promuevo en todo momento y lugar y que aquí en Chiloé debería desarrollarse mucho más, como en todo el mundo por lo demás. Menos motosierra y más cuidado con los arbustos, pasto y arbolitos.

También está la cultura religiosa con todas sus creencias. La vida eterna, el Infierno, el Purgatorio y el Limbo, a donde van las guagüitas que mueren sin bautismo. Todo el constructo —como dicen ahora los estudiosos— del catolicismo. Y el Dinero del Culto, que imagino se ha reducido con los últimos sucedidos, pero que igual me gustaría recibir de vez en cuando. El 1% de la renta de todos los creyentes en esta sala que no me vendría nada mal.
Al final voy a pasar el sombrero.

A las tradiciones y costumbres de una localidad determinada se la denomina cultura local, nativa, autóctona o vernácula, para usar palabras más rebuscadas.

Cultura: “Conjunto de comportamientos socialmente adquiridos», dicen por otro lado. E interculturalidad, que comienza cuando dos o más sociedades se encuentran e intercambian lenguas y experiencias. Lo que para bien ocurre actualmente en Chile con la inmigración y todos sus problemas.

La cultura, escribe un tercero (no voy a empezar con las citas cultas), es motivo de goce, placer y orgullo. Aunque hay algunas culturas que yo borraría del mapa, por ejemplo la Cultura Militar con sus tres derivadas, Ejército, Marina y Aviación, que yo calculo nos cuestan a los chilenos más que la salud y la educación. Sin contar los 60.000 carabineros y los no sé cuantos “detectives” que, díganmelo ustedes, nunca han podido ponerle el cascabel al gato. Y que gozan de jubilaciones harto más jugosas que los simples mortales.

También está la Cultura Universal, que se expresa como por arte de magia a través de las Artes y las Letras.

Otra cita: “Cultura: conjunto de modos de vida o costumbres, conocimiento y grado de desarrollo artístico, científico e industrial, en una época o grupo social”.

Además están la cultura indígena, el físico culturismo, la cultura light, la cultura alcohólica, la piscicultura, el lenguaje culto, la culturización, la agricultura y la cultura de la violencia. Bien en boga actualmente, en el cine, en la gran ciudad, en la Araucanía y en el Medio Oriente, como siempre.

En todo caso la cultura, etimológicamente viene de cultivar y entre otras cosas sería una respuesta original o propia de cada pueblo a su medio ambiente y a su historia.

Díganme ustedes que piensan, a mí ya no me quedan tantas neuronas como para preocuparme de asuntos muy complicados.

En todo caso creo que si no nos sirve para amarnos los unos a nosotros no nos sirve de gran cosa. Y por favor no piensen que soy una suerte de presbítero, lo que pasa es que no sé cómo he logrado llegar a una edad tan avanzada que tengo la perspectiva suficiente para distinguir entre lo importante y lo trivial.

Cedo la palabra. Muchas gracias

Adolfo Pardo
Biblioteca Pública de Castro
Chiloé, 29 de noviembre de 2018

 

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Un comentario

Estas son las reflexiones espontáneas al leer tu texto:
• Me gusta eso de la cultura y el reír (no tomarse tan en serio, que es, quizás, la actitud más inteligente y que pocas/os tienen esa capacidad, que a mí me parece maravillosa.
• El nombre Butalcura, tan sonoro y magnífico habría que agregarlo de alguna forma en Critica (¿un diario de vida desde Butalcura, el principio del mundo para hablar desde donde parten las perspectivas del medio ambiente, de la sencillez como una de las grandezas de la elegancia, etc.?).
• Esto está muy bien logrado, es una definición magnífica que comparto: “Pero volviendo a lo nuestro, supongo que la cultura nos sirve para saber qué tenemos que saber, para comunicarnos y para darnos cuenta de qué está bien y que está mal; distinguir lo verdadero de lo falso, reflexionar y rectificar nuestra conducta. Algo que siempre tenemos que hacer, desde los 7 a los 77”.
• La conciliación del respeto al medio ambiente y la cultura, está muy bien logrado.
• El tono de relativizar la cultura, me gusta; no puede ser la verdad, sino una búsqueda de ella.
• El palo a la violencia militar machista institucionalizada y lo que cuesta al bolsillo de todas/os, otro acierto especialmente destacable.
• El final es revelador: la cultura “si no nos sirve para amarnos los unos a nosotros no nos sirve de gran cosa” y “distinguir entre lo importante y lo trivial”.
• En lo general, el tono risueño y de un humor inteligente, desdramatiza y le otorga al texto credibilidad y legitimidad. Este talento de Pardo de rodearlo todo con este tono risueño-irónico, es algo que admiro enormemente (y que envidio cariñosamente). Y es la culminación, según mi humilde opinión, de la inteligencia y el talento: no tomarse a uno mismo tan en serio y una forma de exorcizar el drama de vivir.

Creo que este texto bien podría adaptarse a una forma de “declaración de intenciones” o “declaración de principios” de Crítica.cl, o algo así, manteniendo el tono risueño.

Faltó, sí, lo de la «cultura no sirve de nada»: las guerras iniciadas por los países más «cultos», como el nazismo en Alemania y la barbarie desatada, es un ejemplo. Habría que darle alguna explicación a eso. Si es que la hay. Y ahora más que nunca por el renacimiento de la ultraderecha en EE.UU. Brasil, Filipinas, Polonia, Hungría, Bulgaria, Austria; el neonazismo en toda Europa como demostración de la fragilidad de la memoria histórica y la ¿inutilidad de la cultura? Por lo menos, mencionar el fracaso de la cultura por el triunfo del odio como su depredador y, con ello el fin de la democracia.

Por Jaime Vieyra-Poseck el día 06/12/2018 a las 20:57. Responder #

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