EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


Cierta prensa chilena: democracia sin demócratas

por Jaime Vieyra-Poseck
Artículo publicado el 30/06/2004

En cierta prensa chilena se ha instalado una suerte de dictadura informática repleta de intolerancia teórica e ideológica  absolutamente monopolizada, lo que supone una libertad de expresión «anormalizada». Sin la menor vergüenza, diariamente cierta prensa chilena es una continua provocación  a la pluralidad informativa e ideológica, destrozando la ilustración liberal, y con ello, a su más acabada creación: la democracia liberal.

Así, el efecto de esta monopolización de cierta prensa chilena (periódicos, revistas, emisiones radiales y cadenas de televisión) afecta la esencia misma de las libertades, de una información pluralista y diversificada; un derecho de todos los habitantes de este país. Esta manipulación  de la información y de las ideas ha creado los mecanismos para pervertir y corromper el valor de una prensa crítica e imparcial, y ha perpetuado un modo de identificación y de acercamiento a la realidad del país, en todos los ámbitos pero especialmente en el político, de forma sesgada y abrumadoramente parcial, creando una desorientación política y cultural que se consagra en una crisis de la identidad colectiva al proyectar una sub-realidad, falseada por los intereses de los poderes fácticos más reaccionarios, los cuales, a su vez, alimentan con una cascada infinita de dólares a este otro poder de facto: cierta prensa chilena.

En efecto, ésta está demasiado vinculada a los intereses de los grupos de derecha y ultraderecha, y hay una presión y una influencia excesivas de estos círculos en lo que recibimos diariamente   de los medios de comunicación. Y esto debería preocuparnos a todos por la amenaza que este fenómeno representa contra la diversidad de ideas y  la pluralidad, en fin, contra la libertad misma.

Periódicos con una línea editorial progresista, crítica con la realidad, imparcial y no sesgada, como fueron La Época, Fortín Mapocho, el periódico virtual Primera Línea, y este mismo medio, han luchado contra viento y marea por una severa resistencia contra cualquier forma de manipulación, falsificación y simplificación de la realidad política, social y económica del país. Lamentablemente hemos asistido a la muerte de muchos de esos periódicos y revistas como una verdadera y terrible condena sintomática: que no es posible una prensa pluralista, imparcial y no sesgada en Chile. Felizmente el proyecto de unidad de la prensa libre que se ha firmado hace poco, recoge esta aspiración nacional de poder leer una prensa progresista e imparcial. Enhorabuena.

Esta cierta prensa chilena constituye una lección magistral de una forma de hacer periodismo: el coral y el mimético de la idea-única y reaccionaria hasta el paroxismo, convirtiéndola en un poder de facto hegemónico, absolutista, lleno de trampas y repleto de recovecos. El mejor ejemplo es el supuesto «complot» contra la UDI que ha recibido primeras planas en sus páginas. Esta prensa monopólica  y monotemática  sólo potencia una conciencia colectiva acrítica, y una  uniformidad  de las ideas y, por lo tanto,  manipuladora.  Sin duda, la prensa chilena conservadora   quiere maximizar los intereses y beneficios de una élite económica y minimizar al máximo la voluntad cívica y crítica de la sociedad chilena.

La expansión sin límites del pensamiento ultra conservador de la idea-única en cierta prensa chilena,  hace de Chile, en grandísima medida, una democracia sin demócratas. Este poder de facto, infinitamente ilimitado, ha exacerbado hasta el paroxismo esta condición intrínsecamente perversa.

El «Gran Dictador» de esta prensa de derecha y ultraderecha tiene nombre y apellido que casi no es necesario mencionar: El Mercurio  Este verdadero Capitán General  o Generalísimo del más retrógrado conservadurismo criollo, nos continúa levantando ronchas por el prodigio feroz, voraz y depredador de la, demasiadas veces, mentira a secas o de la  parcialidad premeditada. La empresa El Mercurio y su ejército de periódicos y medios de comunicación endiabladamente miméticos del «Gran Dictador», trazan un cuadro del país a la imagen y semejanza de los intereses de la clase económica dominante y,  con ello, le hace un flaco favor al desarrollo democrático y pluralista al  que aspira Chile. Este monopolio de los medios de comunicación en Chile, con El Mercurio a la cabeza, está, ay, sobrado de faltas a la verdad; entregados en alma y cuerpo a la utilización partidista, lo  que los convierte en definitiva en una limitación insoportable, en un verdadero corsé a la conciencia cívica, pluralista y crítica de las chilenas y chilenos.

De esta forma, este monopolio de esta prensa chilena, nos hace permanentemente chapotear entre querellas partidistas a corto plazo y la falta de verdaderas ideas para el futuro. Esta forma sesgada y parcial de esta prensa monopólica chilena, sólo consigue una sustancial y lamentable reducción de la inteligencia crítica y pluralista, y malogra profundamente la comprensión real de, tanto el mundo que nos ha tocado vivir como la posibilidad real de mejorarlo.

Lamentablemente la jauría hitleriana tenía razón cuando afirmaba que cuanto mayor y más repetida sea la mentira por una prensa monolítica y monotemática, parcial y sesgada, lo más probable es que más de medio mundo asimile esas mentiras sin cuestionarlas. Esa prensa monolítica, acrítica y sesgada tiene una historia lamentable y terrible en el Chile más reciente, cuando la ciénaga de exasperación y de violencia, de corrupción total y de crueldad absolutas, de odios sin límites y de tanta sangre inocente asesinada por el sólo hecho de pensar distinto al dictador, inundaron todos los días sus páginas.

Sólo nos queda cruzar los dedos para que esas tentaciones extremas y extremistas no surjan de nuevo. Y alentar proyectos editorialistas como el de la Nación del domingo o periódicos alternativos como The Clinic, o revistas como Rocinante.

Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴