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El derecho a voto de la mujer en Chile

por Iván Ljubetic
Artículo publicado el 25/11/2021

A propósito de los dichos misóginos del diputado electo Johannes Kaiser y la renuncia a su militancia en el Partido Republicano.

El movimiento pro-emancipación de las mujeres de chile, Mench
El 11 de mayo de 1935 nació el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH). Una organización no gubernamental, creada para contribuir a la igualdad de derechos de las mujeres en la sociedad, el fortalecimiento y articulación del movimiento de las mujeres chilenas e impulsar el ejercicio de su ciudadanía.

Pronto el MENCH logró expandirse en distintos sectores del país como Antofagasta, Tocopilla, Valparaíso, San Antonio, Concepción, Temuco y Valdivia, entre otros puntos.

Esta capacidad para desarrollar importantes actividades no sólo en Santiago, sino también en diversas provincias, le permitió al MENCH expandir sus ideales y proyectos a través de todo el territorio en una época caracterizada por un de fuerte centralismo político. Fue ésta una de sus características más relevantes del MEMCH y de otras organizaciones feministas de esa época.

El MEMCH estuvo presente en las distintas etapas de la historia de la lucha de las mujeres chilenas por alcanzar sus derechos.

Sus fundadoras fueron mujeres avanzadas chilenas, entre ellas profesoras, otras profesionales y obreras. La mayoría comunistas (militantes o simpatizantes): Elena Caffarena, Olga Poblete, María Marchant, Gabriela Mandujano, Felisa Vergara, Marta Vergara, Eulogia Román, Domitila Ulloa, Flora Heredia, Evangelina Matte, Aída Parada, María Ramírez, Clara Williams y Norma Contreras.

El MEMCH permaneció activo durante dieciocho años y jugó un protagónico papel en las luchas que libraron las mujeres de esa época.

El MENCH publicó “La Mujer Nueva”, entre los años 1935 y 1941. Este periódico, junto con estimular campañas por derechos sociales y políticos igualitarios entre hombres y mujeres, también concentró sus esfuerzos en denunciar las deterioradas condiciones en que vivían las familias pobres urbanas, particularmente mujeres y niños, e impulsó un movimiento social en torno a demandas pacifistas.
El MENCH realizó Congresos Nacionales en 1937, 1940 y 1944.
Se disolvió en 1953.

La federación chilena de instituciones de féminas
En 1944 tuvo lugar el Primer Congreso Nacional de Mujeres. De él surgió la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), presidida por Amanda Labarca y Julieta Campusano, que tenía como principal objetivo la obtención de derechos políticos para las mujeres.

Su rechazo al fascismo como ideología política y la cercanía ideológica de sus integrantes a la izquierda chilena, en particular al Partido Comunista, vinculó estrechamente al MENCH con el Frente Popular.

La lucha por el sufragio universal para la mujer
Las abogadas Elena Caffarena y Flor Heredia presentaron un proyecto al presidente Pedro Aguirre Cerda en 1941. Fue rechazado por el Senado con mayoría de derecha. Ello no detuvo las acciones de las organizaciones feministas. La presión de ellas siguió creciendo. En la vanguardia estaban el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) y la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), con la radical Amanda Labarca y la comunista Julieta Campusano a la cabeza.

En la lucha callejera
La muerte de Pedro Aguirre Cerda, uno de los partidarios de la lucha de las mujeres por sus derechos políticos, postergó el debate y tuvieron que pasar otros cuatro años para retomar la discusión.

A partir de 1946, las campañas por el sufragio femenino se intensificaron y se volvieron una tarea de educación a la sociedad sobre las ventajas que implicaba la obtención de este derecho.

La llegada de Gabriel González Videla a la presidencia de la República y la traición perpetrada a un año de asumir el mandato complicó las cosas. Levantando la bandera pirata del anticomunismo persiguió con saña a los militantes comunistas o sospechosos de serlo. Ello significó un duro golpe para la FECHIF.

Pero, a pesar de la represión la lucha de las feministas continuó. Fue así como el 8 de enero de 1949 se firmó el proyecto de ley N.º 9.292, que concedió derechos políticos plenos a las mujeres de nuestro país, en un acto público celebrado en el Teatro Municipal de Santiago. El proyecto había dormido por casi una década en el Congreso.

El anticomunismo de González Videla llegó al extremo de no invitar al acto del Municipal a la feminista Elena Caffarena, figura trascendental de la lucha por el sufragio femenino, debido a sus ideas políticas y cercanía con el PC.

Años más tarde, ella misma recordó ese día: “Los miles de mujeres que habíamos propuesto la promulgación de esa ley y que habíamos luchado dos décadas por ella, no fuimos invitadas. Celebramos cada una en su casa, con nuestros hijos y nuestros maridos, trabajando como todos los días y soñando con un futuro más justo”.

Las mujeres chilenas lograron votar por primera vez en la elección presidencial de 1952, donde resultó electo Carlos Ibáñez del Campo. Desde entonces, la participación se iría ampliando hasta alcanzar la paridad con los votantes masculinos en 1970.

EL FASCISMO CONTRA LA MUJER
Tanto el MENCH como la FECHIF tuvieron una clara posición contra el fascismo. Así como el fascismo está contra las mujeres.
Las declaraciones del diputado recién electo Johannes Kaiser, del Partido Republicano (fascista) en las que cuestiona la conveniencia de que las mujeres puedan votar, generaron polémica el martes 23 de noviembre de 2021 en el país y desataron una ola transversal de críticas y de repudio.

En una conversación virtual que se difundió a través de redes sociales, el diputado, que pertenece a la misma formación que José Antonio Kast -el fascista que pasó a segunda vuelta- se preguntó si “fue una buena idea” permitir el voto femenino.

Dijo el fascista Kaiser: “Las mujeres dejan de ir al parque porque tienen miedo de inmigrantes que las pueden violar, pero siguen votando por los mismos partidos que están trayendo a esa gente, y tú realmente te preguntas si el derecho a voto (femenino) fue una buena idea”.

“Es inaceptable que se ponga en duda el derecho a voto de las mujeres», dijo la ministra chilena de la Mujer, Mónica Zalaquett.

Lo de Kaiser no fue un exabrupto. Forma parte de la ideología del fascismo. Por tanto, como aseguro la diputada Karla Cariola “Kast es un peligro para todas las mujeres”.

Efectivamente. En su programa, Kast propone la derogación de la Ley de Aborto en tres causales, del Consejo Nacional de la Infancia y la desaparición del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género para crear un “Ministerio de la Familia”, como vía para atacar derechos conquistados por el movimiento de mujeres.

Iván Ljubetic

Ver: Historia de la mujer en Chile. La conquista de sus derechos políticos en el siglo XX (1900-1952).
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