EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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parrilla-1-edicion-portadaLa Parrilla de Adolfo Pardo, Talleres del Mar, Santiago, 1981. Colección Cuadernos Marginales. 72 páginas.

El texto de este libro, titulado La Parrilla, corresponde a la trascripción de una entrevista, grabada en una cassette de audio, que Adolfo Pardo le hiciera a una joven —Santiago 1980— poco después que ésta fuera detenida y torturada en un catre electrificado por la entonces Central Nacional de Información (CNI)*El autor y la entrevistada se conocieron a las puertas de la ex Penitenciaría de Santiago, donde entonces estaban recluidos un grupo importante de presos políticos, entre otros un hermano de ella y un cuñado de Adolfo Pardo. A quienes visitaban respectivamente. A la salida Pardo entabló conversación con la joven y esta le habló de su experiencia cuando fuera detenida. Impresionado por el relato de la joven, que entonces tendría unos 19 años, Pardo le preguntó si le permitiría grabar su historia. Posteriormente Pardo puso por escrito la grabación, descartando sus propias y escasas intervenciones. El texto resultante lo editó, eliminando titubeos y reiteraciones innecesarias propias del lenguaje hablado, pero procurando respetar al máximo las palabras de su entrevistada. Cuando el texto estuvo terminado y listo para ser publicado, Pardo pensó en la conveniencia de un prólogo para contextualizarlo y lo solicitó al entonces promisorio poeta y actual premio nacional de literatura Raúl Zurita, quien tomando el primer diario que tenía a la mano procedió a recortarlo con el formato que tendría el libro, sin ninguna selección previa. Y esos recortes se incluyeron al principio del libro a modo de prólogo o introducción anónima. Pardo incluyó también las ilustraciones que se intercalan al texto, entre ellas dos fotografías de una “performance” realizada poco antes en una galería de arte por Marcela Serrano durante la cual, desnuda, procedía a pintarse el cuerpo con pintura blanca. El resto son recortes sacados de cualquier parte. Entre tanto, los cercanos al autor que habían tenido acceso al manuscrito le aconsejaban no publicar el libro, por razones de seguridad. O en su defecto hacerlo anónimamente.

Sin embargo Pardo estaba decidido a sacar La Parrilla a la luz pública con su nombre impreso en portada, asumiendo el riesgo que significaba ese reto a la autoridad, pero omitiendo el nombre de la protagonista para protegerla de cualquier represalia por parte de las fuerzas de seguridad, como había convenido con ella. Por supuesto ninguna editorial legalmente establecida estaría dispuesta a poner en riesgo su continuidad, ni a su personal, publicando un libro que ponía de manifiesto los horrores que en secreto estaban ocurriendo en Chile, por lo que el autor debió publicarlo por su cuenta con el sostén de Talleres del Mar, agrupación literaria de la que formaba parte y que tenía una pequeña colección editorial titulada Cuadernos Marginales, sello bajo el cual apareció esta obra, en 1981, como se aprecia en la portada. El financiamiento de esta edición, de 1000 ejemplares, corrió por cuenta del mismo autor y de un amigo, Jaime Valenzuela, quien también formaba parte de ese núcleo literario y que conocía una imprenta dispuesta a imprimir el libro, pero prescindiendo del “pie de imprenta”. O sea, sin el nombre ni la dirección de la imprenta. Como todas las ediciones clandestinas producidas en Chile durante ese período, se distribuyeron por mano gratuitamente algunos ejemplares y el libro circuló entre pocas personas. Pablo Huneeus, que entonces ejercía una sociología muy activa citó La Parrilla en uno de sus libros o en uno de los polémicos artículos que publicaba en esa época. Pero con esa única excepción este relato, testimonio o nouvelle, ha permanecido prácticamente ignorado hasta el día de hoy, como muchos otros esfuerzos de tantos chilenos y chilenas que durante años trabajaron anónimamente arriesgando la vida para derrocar a la dictadura de Pinochet y devolver la dignidad y la democracia a Chile. El texto propiamente, donde Pardo respetó las formas y giros de la hablante y de la época, constituye un relato extraordinario que, superados los primeros pasajes donde la narradora enreda los hechos, se deja leer con mucha facilidad y pone de manifiesto, amen de los horrores relatados, la ambigüedad de los personajes, en especial de uno de los miembros de la CNI, un joven que atraído por la víctima, la ayuda, consuela e incluso le pide una cita para cuando ésta quede en libertad. Interesa ver también como, desde el otro lado, la protagonista, indefensa en las manos de sus captores, agradece las atenciones del joven, encuentra un amigo en él e incluso le permite un beso. En resumen, este es un testimonio donde “buenos y malos” por momentos se acercan y comparten sentimientos amorosos. Estas aristas del relato lo enriquecen y diferencian de tantos otros testimonios donde “los malos son intrínsecamente malos” y “los buenos” víctimas completamente inocentes. Esta característica de La Parrilla hace que este libro, más allá de su valor testimonial, tenga también o simultáneamente una dimensión literaria y en cuanto da cuenta de una realidad sin ocultar ningún aspecto, un valor histórico que incluso trasciende el mundo que relata, el Chile de 1980, alcanzando una dimensión universal y atemporal.
La editorial Ocho Libros publicó una segunda edición corregida de este en abril de 2012.

Texto escogido:

—Te vi cuando estábai desnuda —me dijo— y me gustaste harto. Me gustó cuando gritabas … Yo no sabía qué decirle y le dije:
—¿Sí? Un «sí» bien asopado.
Él me dijo:
—¡En serio!
Y como que insistía, como que quería seguir diciéndome que yo le había agradado. De pronto se sintió bulla afuera, pasos.
—¡Te voy a tener que bajar la venda —me dijo—, andan por ahí y me pueden retar si saben que te he dejado levantártela.
Entonces me la bajó y se despidió.
—¡Chao!
—¡Chao! —le dije—. Y se acercó y me dio un beso. Yo no supe que hacer! Fue un beso corto, ¡pero me lo dio en los labios!
—¡No entiendo! ¿Qué pasa?
—¡Nada! Te voy a venir a ver.

* La Central Nacional de Informaciones (CNI) fue creada el 13 de agosto de 1977 por el Decreto Ley 1.878. Este organismo continuó la labor represiva de la DINA y durante su existencia se transformó en el servicio de inteligencia más importante del Estado.
El DL 1.878 le otorgó a la CNI las facultades de: «reunir y procesar toda la información a nivel nacional, provenientes de los diferentes campos de acción, que el Supremo Gobierno requiera para la formulación de políticas, planes y programas… (y) … la adopción de medidas necesarias de resguardo de la seguridad nacional y el normal desenvolvimiento de las actividades nacionales y mantención de la institucionalidad establecida».
El nuevo decreto, además otorgó a la CNI una calidad de «organismo militar, integrante de la Defensa Nacional», vinculada con el gobierno a través del Ministerio del Interior. Es decir, la CNI dependía del Presidente de la República.
El D.L. 1.878 señalaba que el Director nacional de la CNI podría requerir informes y antecedentes necesarios para su labor represiva de «cualquier servicio del Estado, municipalidades, personas jurídicas creadas por ley o de las empresas o sociedades en que el Estado o sus empresas tengan aportes de capital, representación o participación».
La ley estableció que la CNI contaba con personal de las Fuerzas Armadas y personal civil para realizar sus labores.
La CNI contaba con atribuciones para detener en relación con la Ley de Armas, pero al contrario de la DINA, sólo en virtud de una orden judicial. Sin embargo, la CNI hizo uso del Artículo 1 del D.L. 1.009, que otorgaba a este organismo la facultad de «detener preventivamente» bajo estados de sitio o de emergencia. Así la CNI realizó miles de detenciones de opositores al régimen militar. En la mayoría de los casos, éstos eran llevados a los recintos secretos de la CNI, donde normalmente eran torturados.
La gran infraestructura de la CNI incluía recintos secretos de detención, interrogación y tortura, entre ellos los cuarteles de calle República y de Borgoño, y vehículos.
La CNI mantenía recintos a lo largo del país en todas las grandes ciudades. A nivel nacional, la infraestructura de la CNI fue mucho más amplia que la de la DINA.
La CNI fue disuelta por la ley 18.943 el 22 de febrero de 1990, días antes del traspaso del mando militar al gobierno democrático de la Concertación. Gran parte de su personal civil fue incorporado a la planta del Ejército, al cual también pasaron sus activos y pasivos.
Nombres claves dentro de la CNI:
ODLANIER MENA; general
HUMBERTO GORDON RUBIO; general
HUGO SALAS WENZEL; general
JULIO CORVALAN alias Alvaro Valenzuela; jefe de Operaciones del organismo
MARCOS DERPIC; coronel, nombrado subdirector de la CNI en 1989.

El jardín de las peculiaridades
Introducción del traductor, David Hauser (texto en italiano).

Sembra che ogni generazione sia caratterizzata da un momento chiave della sua esistenza. Tali momenti non vengono percepiti in maniera omogenea da tutti gli appartenenti a quella generazione, ma costituiscono delle tappe fondamentali e coincidono con ciò che gli storici sono soliti chiamare momenti periodizzanti. C’è anche chi non avverte in maniera tangibile ripercussioni significative sulla propria vita e che, quindi, non nota un punto di svolta nel proprio percorso umano e continua la sua vita evitando di porsi domande di tipo esistenziale. Il momento chiave può essere di diversa natura e può, di conseguenza, dar esito a flussi di pensiero diversi. Credo che la mia generazione, ancora giovane, abbia avuto numerose possibilità di interrogarsi seriamente nonostante il grande impegno da parte di chi ci governa di controllare, arginare e sedare le nostre menti, per renderci meno critici e meno consapevoli.
Nell’ultimo capitolo de Il giardino delle peculiarità Jesús Sepúlveda accenna all’11 Settembre 2001.
Ciò che egli descrive come l’apertura di un buco nella bolla di sapone dell’impero della standardizzazione ha significato per me l’apertura di una porta verso una nuova coscienza. Il mio punto di vista è condiviso dagli innumerevoli ‘truth-seekers’ (cercatori della verità) che ormai pullulano nella rete virtuale di Internet. E, secondo un film documentario (‘Esoteric Agenda’ di Ben Stewart) che gira nella rete, non sarebbe un caso, visto che, secondo quanto vi si afferma, l’11 Settembre 2001 coinciderebbe con la data dei ‘6 Emoch’ del calendario Maya, data in cui avrebbe avuto luogo un cambiamento a scala mondiale.
La nascita di questa nuova coscienza mi ha portato alla scoperta della Storia dietro la Storia. La Storia di cui ci si deve per forza documentare autonomamente perché non fa parte della narrativa ufficiale riportata dai manuali scolastici o universitari, che sono gli esponenti della narrativa ufficiale in cui si è tenuti a credere come a delle verità assolute, nonostante spesso prescindano dalla logica e dal buon senso.
La narrativa di una società, di un popolo, di una comunità o di un paese definisce il modo di fare, di essere e di proiettarsi nel futuro di quella società. In un certo senso si può dire che regola, e perciò controlla, il suo comportamento.
Rivelazioni sconvolgenti che mettono in forte dubbio la narrativa ufficiale permeano ogni aspetto della civiltà occidentale: dalla medicina alla giustizia, dall’economia alla politica nessun settore viene risparmiato. La medicina ci fa ammalare, la giustizia, con il suo linguaggio occulto, ci priva dei diritti naturali dell’uomo, il sistema educativo ci fa istupidire, i media distorcono la verità, l’economia ci riduce in perpetua schiavitù attraverso il signoraggio bancario e i governi fingono di rappresentare il nostro volere.
Una volta che ci siamo strofinati gli occhi e ci siamo distaccati per guardarci in maniera lucida riconosciamo un’esistenza umana completamente sotto-sopra. Un mondo in cui la totale dipendenza dal mercato è considerato un esercizio di libertà, un mondo in cui la scienza è dominata dalla quasi totale omologazione del pensiero e non dallo scetticismo, un mondo in cui la giustizia pretende di essere uguale per tutti ma si rivela un apparato per semplici transazioni commerciali fra partiti.
Un mondo talmente rovesciato è possibile perché esiste sotto i nostri occhi, con il nostro consenso.
E noi siamo consenzienti perché accettiamo la narrativa.
Con il trascorrere del tempo si sono insinuati in me i dubbi e gli interrogativi sul perché dovrei continuare a far parte di questa narrativa. Per essere più precisi posso dire che a seguito di una fase di auto-educazione (perché la via istituzionale non porta mai a verità sconvolgenti, anzi, te ne allontana) mi è impossibile credere ancora a questa grande illusione globale, benpensante ma distruttiva. Se allora sono il mio buon senso e la sete di giustizia e di verità ad impedirmi di sposare la versione ufficiale della Storia quale può essere il modo per oppormi?
Alcuni intraprendono la via politica schierandosi con una fazione o tendenza denominata ‘destra’ o ‘sinistra’. Questo può essere utile per uno sfogo temporaneo ma in ultima istanza non fa altro che incastrarci in un nuovo paradigma divisorio, senza tener conto, come sottolinea Jesús Sepúlveda, della peculiarità di ogni individuo, non diversamente dai paradigmi religiosi che da sempre ci impediscono di arrivare ad una vera autodeterminazione. È facile infatti compiangere le società che vanno avanti dilaniandosi a vicenda per motivi religiosi ma non realizzare allo stesso tempo come il binomio destra/sinistra crea scismi analoghi in una società laica. Che differenza c’è fra un bambino a cui viene inculcato fin da piccolo che “quelli dell’altra religione” sono “diversi” o in qualche caso addirittura il nemico numero uno e un bambino (come lo sono stato io) a cui viene fatto capire che “quelli di destra” sono in qualche modo diversi, con valori stranamente sbagliati o, se non altro, meno simpatici? La strada che sto percorrendo non mi permette di oppormi politicamente visto che sono arrivato a interpretare la lotta politica come uno degli inganni incorporati nei meccanismi della civiltà. Con ciò non intendo insultare chi fa politica attiva o chi crede nell’impegno politico ma personalmente considero l’impegno politico non meno illusorio del fervore religioso.
Cominciai così a formulare per la prima volta l’idea che forse è proprio la stessa civiltà o meglio il ruolo che essa svolge, cioè la civilizzazione, ad impedire il vero progresso che l’uomo potenzialmente potrebbe raggiungere. Secondo Stephen Budiansky l’animale addomesticato si distingue dalla sua versione selvatica in quanto il suo sviluppo si ferma una volta che l’animale è arrivato alla maturità sessuale, per poi rimanere in uno stato di perpetua pubertà che cerca e richiede la costante sorveglianza e cura dell’uomo padrone. E così, anche l’uomo civilizzato, ovvero addomesticato, si trova in eterna dipendenza dai suoi padroni. Riflessione liberatoria questa ma allo stesso tempo sconcertante, in quanto stando alla narrativa, la civilizzazione è la più grande conquista dell’uomo. Il non plus ultra del suo sviluppo intellettivo. L’idea che continuava ad insinuarsi sempre più insistente in me era quella dell’impossibilità di una presa forte di coscienza in una società di massa nella quale il pensare fuori dagli schemi e dalla narrativa ufficiale non solo è malvisto ma addirittura penalizzato. È la massa che ci rende manipolabili su scala mondiale.
Come un gregge di giovani pecore che preferisce farsi guidare anziché scoprire la possibilità di andare libero per la propria strada.
Mentre riflettevo su questi temi, grazie ad un amico mi capitò fra le mani Il giardino delle peculiarità di Jesús Sepúlveda. Rimasi colpito fin dal primo capitolo che tratta la nozione di ‘ideologia’ (pag. 3), perché sono cresciuto con l’idea che l’ideologia sia uno schieramento, soprattutto politico, di cui esistono vari tipi e colori e che è bene, anzi necessario, scegliere quello più adatto alla propria indole. Nel suo trattato, Sepúlveda dimostra l’effetto limitante di qualsiasi ideologia nei confronti della flessibilità mentale delle persone. L’ideologia in un primo momento può dare una profonda sicurezza e un rassicurante senso di appartenenza, ma non è di certo favorevole al libero dispiegarsi del proprio potenziale, tanto mentale quanto spirituale. Inoltre, Sepúlveda sottolinea come l’identificarsi con uno schieramento significa prescindere dalla propria peculiarità per rendersi identico ad esso (pag. 51). L’apparente semplicità delle argomentazioni addotte da Sepúlveda poggia in realtà sugli studi di grandi filosofi e pensatori come Heidegger, Adorno, Marx, Rosa Luxemburg, Slavoj Zizek ed altri. Non mancano riferimenti a etnologi, etologi, antropologi, botanici, entomologi, nutrizionisti e, ovviamente anarco-primitivisti come John Zerzan e Chellis Glendinning.
Ciò che offre Il giardino delle peculiarità è un punto di vista filosofico e visionario. Il trattato riprende le tematiche dei pensatori sopra citati per dimostrare come l’uomo civilizzato è considerato nient’altro che una componente strumentale all’interno di un meccanismo snaturato. Il percorso che egli è tenuto a seguire mira esclusivamente alla funzionalità, all’obbligo di essere redditizio e utile per il progresso della civilizzazione. Un modo di pensare e vivere, questo, che aliena l’uomo da ciò che, secondo Sepúlveda, è realmente, una peculiarità all’interno di una costellazione di altre peculiarità. Una frase che ricorre spesso nel libro è “l’essere umano non è altro che natura” (p. 14, 22, 100 pp.) e la natura è, appunto, un meraviglioso caos creativo dove è lo spazio, anzi la necessità, per affetto, flessibilità e spontaneità. Così, capitolo per capitolo vengono smontati i pregi della civiltà che sopprimono la vera natura dell’uomo. Non sono idee rivoluzionarie queste ma l’aspetto insolito, per un trattato all’apparenza filosofico e teoretico, è l’approccio a queste tematiche. Sepúlveda proviene dal mondo dell’arte e della poesia e perciò colpisce per il modo accattivante e poetico di costruire e porgere le sue tesi. La densità delle immagini usata da lui enfatizza l’aspetto estetico oltre a quello teoretico delle argomentazioni.
Così fornisce un trattato poetico, e quindi umano, che è facilmente apprezzabile e che non evita di proporre concrete strategie per un significativo cambiamento.
Sbarazzarmi delle mie personali ideologie politiche è stato frutto di un percorso di ricerca in cui Il giardino delle peculiarità ha costituito una tappa importante.
I soggetti che controllano la civiltà e il suo divenire sono difficili da individuare, ma di certo non si tratta dei leader politici che si ostinano a farci credere. L’identificazione di essi si presta ovviamente alle più azzardate ipotesi ma, per non perdermi in lunghe deviazioni, riprenderò il termine usato da Jesús Sepúlveda: la “megamacchina.”
Il rifiuto della civilizzazione, o “megamacchina”, è stato chiamato, nche da Sepúlveda, ‘primitivismo’. A tale parola si associa spesso l’idea di un ritorno alla vita nelle caverne con la rinuncia a qualsiasi tipo di tecnologia e forma di comunicazione. L’immagine di un ometto vestito di
pelli, ingobbito che emette suoni strani è quasi scontata. Primitivismo non significa questo.
Secondo Il giardino delle peculiarità, l’anarco-primitivismo non consiste nell’assenza di regole.
Non propugna un caos violento e la legge del più forte, ma presuppone un altissimo livello di autoconsapevolezza. Un’autoconsapevolezza che è difficile da raggiungere sotto l’attuale ombrello ‘protettivo’ della narrativa ufficiale che impone i suoi canoni formativi attraverso il sistema di educazione. La società di massa non permette uno sviluppo autonomo e autosufficiente, indipendente dalla “megamacchina”. La libertà è possibile solo in uno stato di comunità ‘primitiva’ che si fonda, come suggerisce Sepúlveda, sull’amicizia e la fratellanza “faccia a faccia” (pag. 45), e che si presenta come un’organizzazione piccola e gestibile senza alcuna interferenza dall’alto, e cioè da parte della “macchina standardizzatrice”. Secondo questa ottica, dunque, primitivo è positivo. Anche a me questa sembra essere l’unica soluzione in grado di rispettare il meraviglioso potenziale dell’essere umano.
Affidare la propria vita alla “megamacchina” significa accettare il mondo orwelliano in cui già stiamo vivendo e sancire tutte le sue misure del controllo totale. Proprio come previsto dai visionari (o forse ‘iniziati’?), il ‘totalitarismo-democratico’ si traveste in modo da non essere riconosciuto dal cittadino medio, che è stato cresciuto per tutta la sua vita in una condizione di programmata ignoranza circa i veri meccanismi del potere stesso. Ma ‘l’agenda’ della “megamacchina” è discernibile dovunque si guardi con un occhio sintonizzato con i segni e i simboli, e cioè con la semiotica enigmatica del potere millenario.
Credo che l’unico modo per resistere alla standardizzazione totale consista anzitutto nel riconoscimento dell’azione della “megamacchina” e della sua funzione di sedarci e, in secondo luogo, nel rifiuto non violento di partecipare alla vita imposta dalla “megamacchina” per costruire invece una nuova realtà fatta da noi per noi, proprio come propone Jesús Sepúlveda.
Nel teatro e nella lirica greca il malfunzionamento dell’amministrazione statale, veniva metaforizzato con l’immagine di una nave in procinto di affondare a meno che non venisse riparata al più presto.
Vorrei riproporre questa metafora in maniera diversa: anziché cercare di riparare la barca per poi vivere tutti i conflitti che si generano su chi debba tenere il timone, distraendosi nella lotta politica, mi sembrerebbe opportuno ricordarci della nostra innata abilità di galleggiare autonomamente. Pertanto sono dell’idea che la nave debba essere abbandonata perché non è mai stata concepita per farci navigare in serenità. Essa è stata costruita appositamente per farci annegare.
Il nuoto libero può apparire più faticoso, e all’inizio lo è. Ma siamo esseri adattabili, e come ci siamo adattati alla nave possiamo adattarci alla sua assenza. Gli ostacoli che esistono solo nella nostra mente si nutrono della paura di cambiare e della paura di accettare il fatto che il mondo e la vita sono molto diversi da quello che qualcuno vuole farci credere. Siamo alla mercé della “megamacchina”, della super-struttura, che ci ha convinto della sua narrativa e ci indottrina da millenni con successo. Così, da sempre, abbiamo le nostre capacità, i nostri potenziali storpiati, incapaci come siamo di scoprire l’essenza del nostro essere e la pulsazione condivisa da ogni cosa vivente, che pur essendo distinta e peculiare forma la totalità del giardino planetario.
Il potere della “megamacchina” risiede in questa nostra paura. La forza dell’anarchia risiede nella fiducia in sé stessi e nell’amore.

David Hauser, Perugia, 14 febbraio 2010
david_nase@yahoo.com


JESUS SEPULVEDA E LA BUONA NOVELLA LIBERTARIA
Posfacio para la versión en italiano del “El jardín de las peculiaridades” de Jesún Sapúlveda, por el filósofo y activista italiano, Michele Fabiani (texto en italiano).
La prima lettura della traduzione italiana del Giardino delle peculiarità di Jesùs Sepùlveda mi ha lasciato profondamente affascinato. La primissima impressione, il primo commento che mi è venuto in mente è stato di trovarmi di fronte ad una sorta di Buona novella dell’anarchia. Lo stile è quello di un libro di estetica, ma il contenuto politico non è affatto esteriore.
I capitoli sono una sequenza di semplici giudizi sull’ideologia, sulla bellezza, sulla standardizzazione, sull’individuo, sulla libertà. Giudizi che come dicevo non hanno alcuna forma teoretica, ne vogliono averla. Più che un libro di teoria politica, pare di trovarsi di fronte ad un libro di cultura politica, nel senso che quel che ne emerge non è e non vuole essere un programma strategico alternativo – cosa che sarebbe, tra l’altro, del tutto legittima, passione a cui anzi io personalmente dedico molte delle mie energie – ma una “semplice” elencazione di opinioni positive.
Anche nei giudizi più critici, quelli che si ergono contro lo stato e la civilizzazione, l’elemento positivo, almeno sul piano formale e stilistico, emerge con forza.
Da queste pagine emerge una potente critica alla civilizzazione e alle sue aberrazioni, all’antropocentrismo e all’impero degli uomini sulle altre specie, alla natura carnivora accusata di essere frutto del cannibalismo, almeno da un punto di vista di “psicologia sociale”, cioè come rappresentazione della distruzione totale dello sconfitto (come le tribù vincitrici mangiano il cervello dei capi avversari, così mangiare un animale proietta il presunto dominio della razza umana sulle razze dominate). Ma emerge anche un orizzonte positivo, rivoluzionario, dichiaratamente anarchico ed in contrapposizione con questo sistema. Un orizzonte in cui le peculiarità del Pianeta non solo oscurate, ma esaltate, un colorato giardino delle peculiarità, insomma la buona novella dell’anarchia.
La visione politica di Sepulveda è profondamente attuale: non troviamo la riproposizione delle tesi classiche del movimento anarchico del XIX e XX secolo, ma vi leggiamo le più importanti ipotesi degli ultimi anni; dalla liberazione animale alla critica della civiltà, dal primitivismo alla mai sopita questione sociale. Manca però un progetto rivoluzionario, ci si limita – e questa è una mia critica che mi permetto di avanzare – a tratteggiare un bel quadro, ma proprio in questi anni di crisi del sistema, bisognerebbe spingerci oltre.
Finalmente questo libro esce per la prima volta in lingua italiana. Mi auguro che sia uno stimolo alle menti di tanti bravi compagni, ottenebrate dall’ideologia, ma soprattutto a risvegliare quelle tante coscienze completamente addormentate che riempiono la nostra stanca civiltà.

Michele Fabiani
Spoleto 10 febbraio 2010


al250909A BUEN PASO ATRAVIESA LA NOCHE
(Mosquito Ediciones, 2009) de Alejandro Lavquén.

Hay quienes se preguntan, ¿cuál es el rol que cumple el poeta y la poesía hoy?, en esta época de la posmodernidad, de la globalización, de la cultura de mall, se dice que el poeta ha dejado de tener un valor social, más bien es ignorado y sus libros permanecen en estanterías que nadie visita. En nuestro país las últimas estadísticas, en relación a la población lectora, enuncian que somos un país que no lee y son estas mismas estadísticas las que nos sitúan muy por debajo de la norma. Sin embargo los libros de poesía continúan editándose y esto viene a constatar que la poesía está más vigente que nunca, que los poetas tienen algo que decir en esta sociedad amorfa y que no solamente debemos escucharnos nosotros mismos, sino más bien ser sujetos sociales que inviten a la reflexión, a la crítica, al diálogo. Es así como celebro la publicación de: “A buen paso atraviesa la noche”, nuevo libro de Alejandro Lavquén, que viene a confirmar su preocupación, no sólo por escribir poesía como un ejercicio banal, sino más bien utilizar este arte como una herramienta que nos permita ser un aporte real para cuestionarnos la existencia desde una mirada crítica, indagadora, reflexiva, que vaya al encuentro de nuevas interrogantes. El autor nos dice: “Me siento ajeno a esta época/ de transiciones apócrifas,/de rostros y cuerpos cromados/ ocultándose en el silabario/pueril de la uniformidad…”. Se escribe porque se vive, por la misma razón que vuela un ave, nos dice el autor, así la poesía es una viajera que se impregna de nuestros sentires, y se mueve en las subjetividades del ser que trasciende el día a día, que vuelve sobre sí mismo cada vez que el día concluye.
Sí, es probable que el poeta no vuelva a tener un papel protagónico y relevante en la sociedad actual, mas, no es menos cierto que la poesía siempre se encargará por encontrar un lugar no contaminado, por los aires de esta mal llamada modernidad y respire, por el contrario, el silencio del ser que se busca a sí mismo, que lucha por reencontrarse consigo mismo, que se siente ajeno a este sinsentido de una sociedad que nos abruma, que nos posterga a los rincones más apartados del yo. La palabra verdadera es aquella que no nos consume, aquella que no sucumbe a la modorra existencial, porque a buen paso atraviesa la noche, y es la oscuridad la que viene en nuestro auxilio, la que nos ayuda a reencontrarnos, pero también la que nos mantiene alerta ante el desconcierto total, la indiferencia y la ausencia de sentidos. Lavquén plantea: “La soberbia de la urbanidad/ va sepultando los barrios/ de la infancia. /Junto a ellos se observan las tumbas/ de los amigos extraviados/en el silencio de la adultez”. El cambio de la ciudad y su paisaje urbano va transformando nuestras vidas, aquí la infancia es una experiencia que quedó adherida a antiguos paisajes que sólo existen en nuestra memoria, en el silencio de las veredas que ya no son las calles donde nuestro imaginario infantil, construyó las historias de nuestra niñez. El espacio ha sido modificado y con él nuestras vidas.
En estas páginas la muerte es un tópico que se articula para y desde la memoria de los cuerpos.
Cito: “Hoy los muertos no me duelen como ayer./ Hace mucho me han dejado sordo y frío”. En estos versos la muerte es vista como algo natural, una prolongación en el tiempo, un cambio en los elementos: “Los que ayer soñamos el sol,/avanzamos también como el agua…”. Aquí la existencia es el caos y la muerte la pasividad, la amiga íntima, la amante que sobrevive, bajo este escenario la palabra trasciende y se instala más allá de la existencia. Bajo estos prismas se construye un imaginario en el que perviven temáticas que nos invitan a profundizar aquellos tópicos que cohabitan en una realidad fragmentada, es así como transitan por estas páginas los secretos de una época que lucha por trascender más allá del tiempo, aquí el poeta es un vigilante sagaz enarbolando los triunfos y fracasos de una época de ausencias, una época oscura, con muchos “silencios y distancias”.
“A buen paso atraviesa la noche” es un texto poético que enuncia la problemática de los sujetos sociales que no se sienten cómodos, en esta sociedad que los ignora, que los minimiza, que los posterga. Sin embargo, el discurso poético planteado, nos exige recuperar espacios de reencuentro consigo mismo, replanteándonos esta sociedad en donde se ausentan cada vez más los valores y la solidaridad humana. Es ahí donde descansa su valor más intrínseco, ya que la poesía nos debe servir, ante todo para humanizar. Porque: “La ciudad estalla en los suburbios/su sombría sonrisa de mall,/símbolo del éxito/al marchitar el tiempo un siglo más…”. No debemos ser indiferentes a esta realidad, la poesía nos exige compromiso, porque cuando todos observan con la mirada indiferente, los poetas deben ser transformadores, sujetos lúcidos, una forma de mantener viva la memoria, porque: “Un hombre cava su tumba/a los pies de su memoria”.
El hombre común y los hechos comunes tienen su espacio en este libro, el discurso poético se detiene, en los sectores sociales que son desapercibidos por el resto, sobre todo ahora que el espacio urbano ha sido amenazado por la mal entendida modernidad, siendo destruidos. En estos lugares circula y trasciende la cultura popular como una fuente de inspiración que va más allá del conocimiento académico. “Amo las cantinas/más que el aprendizaje académico/de toda mi vida…”, nos plantea Lavquén. Estos lugares comunes escriben otra historia, no aquella que transmite la historia oficial, sino aquella que enuncia. “Escribo un poema con mis cicatrices”. Y también las cicatrices del otro, porque es un libro en donde se conjugan los tiempos reales con los tiempos imaginarios, el espacio propio y el espacio del otro, en donde se enuncia una ciudad con sus sombras y su luz y la escritura como una herramienta llena de sentidos y significados que nos permite entender la existencia y en ciertas ocasiones no entenderla, porque como dice Julia Kristeva “Se olvida el tiempo pasado cuando no se tiene nada que decir a nadie”. Ese es el sentido que nos otorga la palabra.

Isabel Gómez



crimen-y-perdonCrimen y perdón, Carlos Iturra, Editorial Catalonia.

«CRIMEN Y PERDÓN» DE CARLOS ITURRA GANA PREMIO MUNICIPAL DE LITERATURA 2009
El jurado presidido por el escritor Poli Délano eligió como ganador en la categoría Mejor cuento a «Crimen y Perdón», una compilación de relatos en los que se refleja la vida urbana actual.
Carlos Iturra ya había sido distinguido en la misma categoría en 2005 por su obra «Pretérito presente», también publicada por Catalonia.
Se trata del premio más antiguo y prestigioso del país. José Donoso, Roberto Bolaño, María Luisa Bombal, Nicanor Parra, Jaime Collyer, Volodia Teitelboim, entre otros, han sido distinguidos en el pasado.
«Una colección de narraciones breves de formidable factura, caracterizada por la tesura y lucidez de su prosa y la capacidad de generar microcosmos de una gran vitalidad y persuasión», fueron las apreciaciones que hizo el jurado en torno a la obra «Crimen y perdón» de Carlos Iturra, elegida por unanimidad como Mejor Cuento del Premio Municipal de Literatura 2009. El jurado de este género estuvo compuesto por Cristián Bravo, Cristián Cisternas, Raquel Olea y presidido por Poli Délano.
El libro reúne cuentos de fantasía, reales y cotidianos, entre los que se encuentra «Caída en desgracia», relato en el que el autor se atreve a revelar las tertulas literarias del taller de Mariana Callejas en Lo Curro, aquellas que celebraba mientras su esposo Michael Townley operaba en el sótano de la casa como agente secreto de la DINA.
Carlos Iturra ha sido reconocido por la crítica como uno de los mejores exponentes del género cuento en la actualidad. «Paisaje masculino», «Pretérito presente» y «Para leer antes de tocar fondo», forman parte de su celebrado catálogo de relatos breves. No es la primera vez que Iturra recibe el Premio Municipal de Literatura, ya que en 2005 lo ganó con «Pretérito Presente», obra que también fue premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura.
Otros de los ganadores de este año son Alfredo Jocelyn-Holt en la categoría Ensayo y Roberto Brodsky en Novela.
Creado desde en 1934, el Premio Municipal de Literatura surgió como un reconocimiento a la obra de autores chilenos en sus distintos géneros, que hayan sido editados el año anterior a la premiación.
José Donoso, Roberto Bolaño, María Luisa Bombal, Nicanor Parra, Jaime Collyer, Volodia Teitelboim, entre otros, han sido distinguidos en el pasado.
La ceremonia de entrega del Premio Municipal de Literatura 2009 se realizará en noviembre próximo.
SOBRE CARLOS ITURRA: Estudió Derecho y Filosofía antes de resignarse a la literatura y sus alrededores: docencia, periodismo, edición. Además de cuentos, ha publicado la novela «Por arte de magia», así como un volumen de aforismos, «¿La convicción o la duda?» Celebrado por la crítica, sus textos han sido escogidos para diversas antologías de ensayo, cuentos, microcuentos, tanto nacionales como extranjeros. Sus artículos sobre literatura y cultura han sido habitales en múltiples medios de prensa, habiendo obtenido diversos premios, entre ellos, el de la revista Paula.


una_biografia_distintaUNA BIOGRAFÍA DISTINTA Y OTROS CUENTOS, de Adolfo Pardo. Editorial: Talleres del Mar.Texto leído por Carlos Ortúzar durante el lanzamiento de este libro el 14 de julio de 2009:
Aquí tenemos al autor Adolfo Pardo a un año del lanzamiento de su novela “La silla de ruedas” con esta nueva publicación “Una biografía distinta y otros cuentos”.
También en esa ocasión me tocó presentar el libro y en este mismo lugar, pero se trataba de una novela con todos los requisitos del género. Toda novela – según Anatole France – es una autobiografía, decía yo entonces y en esta ocasión el aserto cobra especial relevancia, para lo que basta con el título.
No se trata esta vez, sin embargo, del género novelístico. Además de la biografía distinta, el título nos habla de cuentos, pero de las 17 piezas en que está dividido el libro homenaje a Ulises Gómez, sólo seis pertenecen a este género según mi parecer. Del resto, tres son relatos que podríamos llamar “familiares”, porque están mencionados los protagonistas por sus nombres y corresponden a personas cercanas del escritor. Otras siete partes son crónicas, o sea, artículos en que se comenta literariamente algún tema. Algunas de estas últimas son logradamente cómicas, recurso que Pardo utiliza con particular acierto.
Por lo tanto, nos encontramos frente a un trabajo heterogéneo, lo que no es de extrañar, porque si hay alguna característica común en la obra de Adolfo, es su carácter híbrido, su originalidad, su singularidad, su extravagancia, para lo que bastaría nos remitiéramos a su extraordinaria novela “Los Insobornables”, que no ha tenido la difusión que merecía y que todos los que la hemos leído, esperábamos. Pero el tiempo le está dando la razón, porque según opina John Banville, considerado uno de los escritores más importantes en lengua inglesa ganador del premio Booker, “se está gestando una nueva forma que no es la novela de los siglos XVIII y XIX. Claro que se puede escribir acorde a la vida actual, puede uno mantenerse en la superficie de las cosas y conseguir una buena novela.
Pero escribir de verdad es una tormenta en el mar, uno busca descender más y más a la profundidad.
En la superficie encontrará acción, olas y tempestad, pero abajo el agua sigue quieta, apenas hay sonido y reina el azul profundo. Allí es donde busca hundirse el artista”, y esta nueva forma que no es ficción, poesía, historia ni filosofía y, sin embargo, tiene ingredientes de todas ellas, es la de los grandes escritores actuales Sebald, Magris o Calasso.
Me voy a referir entonces a los seis cuentos que son los únicos de ficción pura de este libro, a saber: Ocho noches”, en que se narra que diferentes pueblos cuentan las jornadas como noches en vez de días como nosotros, para luego terminar relatando un sueño, sin conexión con la primera parte, un viaje entre Laponia y el Báltico.
El segundo relato “Expedición al Amazonas es un cuento clásico como los definía Cortázar, esto es con un desarrollo y un final que es un K.O. El protagonista toma un brebaje con un amigo en medio de la selva y esto cambia su vida.
Luego “El Juicio Final”, que tiene un carácter festivo porque reproduce diálogos de Dios con un ángel que es su ordenanza. El autor, afirma que leyó este cuento en una revista “Casa de las Américas”, lo que no se sabe si hace parte de la ficción.
“El hijo del cielo”, es una leyenda basada en la mitología Selknam, y según el autor y alude a la creación del mundo.
Pandemonios, también de carácter cómico, se refiere a niños que terminan como antropófagos, sin saberlo.
Finalmente “El trasnochador” es un cuento redondo, a mi juicio el más logrado, en que el personaje sueña una trágica situación en la que es un héroe y luego esta misma situación se produce en la realidad y ahí él cambia su comportamiento para mal.
El excelente escritor Javier Marías, nos da siete razones para no escribir novelas y yo traslado la afirmación al cuento o, en general a la ficción:
1.- Hay demasiada gente que escribe, miles de escritores espontáneos, a pesar de los agoreros que vislumbran el fin de los libros.
2.- No tiene mayor mérito, puesto que la practican toda clase de gente: poetas, filósofos, dramaturgos, sociólogos, lingüistas, banqueros, editores, periodistas, políticos, cantantes, entrenadores de fútbol, futbolistas, ingenieros, arquitectos, profesores, curas, chicas pelolais, bueno, para qué seguir. Ah, se me olvidaba, militares y terroristas.
3.- No da dinero. Me acuerdo que José Donoso se quejaba que Carmen Balcells, pedía muy caro por los derechos cinematográficos de sus novelas, en circunstancias que él las habría vendido feliz por la mitad.
4.- No da fama, la que puede conseguirse mucho más fácilmente por medios menos elaborados, por ejemplo con un delito de resonancia mediática.
5.- No da tampoco inmortalidad, entre otras porque con la masificación de los medios y la información, nadie se acuerda de nadie. ¿Alguien recuerda a Fernando Santiván?, por ejemplo.
6.- No halaga la vanidad. A diferencia del director de cine, o el pintor, o el músico, que pueden observar las reacciones frente a sus obras, el escritor no ve a sus lectores leyendo su libro, a lo más puede consolarse con las cifras de venta.
7.- Los inconvenientes, como la soledad en que se trabaja, lo que se sufre luchando con la búsqueda de las palabras y la sintaxis, y la famosa angustia de la página en blanco; lo anormal que es vivir como escritor y las miserias que se pasan, etc.
Entonces, ¿porqué a pesar de todas estas calamidades seguimos escribiendo? Bueno Julián Marías opina que escribir permite “permanecer buena parte del tiempo instalado en la ficción, que es seguramente el único lugar soportable para vivir. Y aquí recordamos la famosa frase de Flaubert: “para poder soportar la existencia, hay que sumergirse en la literatura como en una orgía perpetua”. Esto quiere decir que “permite vivir en el reino de lo que pudo ser y nunca fue, por eso mismo en el territorio de lo que aún es posible. El novelista que recurre a la realidad pura como inspiración, es más bien un cronista” y este libro de Adolfo Pardo, me parece a mi, muestra el contraste entre estas dos formas, lo que lo hace atractivo de leer, por aquellos a los cuales les interesan estas cosas. “Hay suficientes periodistas en este mundo. El escritor de ficción no refleja la realidad, sino la irrealidad, entendiendo por esto no lo inverosímil ni lo fantástico, sino lo contrario de los hechos, los acontecimientos, los datos y los sucesos, lo contrario de lo que ocurre”. “Lo que sólo es una posibilidad en la ficción, sigue siendo posible eternamente, en cualquier época y lugar. La España de 1600 no existe, no la conocemos, “la que cuenta es la de Cervantes, la de un libro irreal sobre libros irreales y sobre un anacrónico caballero andante salido de ellos”, no de lo que era o fueron las circunstancias de esa época; ni tampoco cuenta la Francia de 1900, sino la que conocemos por Proust, que la describió en sus detalles más íntimos.
Y si de ficción se trata, estos seis cuentos son ejemplos acabados de invención diversa, tan disímil que no se puede reconocer casi nada en común que diera lugar para hablar de un estilo determinado, expresión del alma del escritor. Este rasgo me llamó la atención y me hizo revisar dos libros de cuento que leí últimamente. Se trata de “El fumador y otros relatos” de Marcelo Lillo y “Cuentos reunidos” de Gonzalo Contreras.
Son dos excelentes ejemplos de lo que el crítico Pedro Lastra llama la gran tradición del género en Chile y en Hispanoamérica.
En el primero de ellos, según Ignacio Echevarria “predomina el ademán gélido y golpeador: son cuentos brutalmente invernales, que parecen acatar ese mandato de Kafka conforme al cual los libros deberían ser como hachas, capaces de romper el mar helado que todos llevamos dentro”. Hay que haber vivido allí, en Niebla, en la costa fría de Valdivia, para entender el porqué de ese tono permanente que sostiene como un vaho crudo esta obra, en que el personaje es siempre el mismo, no sólo porque habla en primera persona, sino porque sus circunstancias son siempre iguales, una madre, una esposa, su desilusión, el fracaso, su tristeza, la muerte en definitiva, que ronda acechante siempre. Todo en un mismo tono, lo que no quiere decir monótono, sino simplemente se puede hablar de un estilo, (el estilo es el hombre), y este es el de Marcelo Lillo.
“Los cuentos reunidos” de Gonzalo Contreras, fueron editados, a instancias del autor, en tres categorías: Las difíciles relaciones personales, Desordenando el orden, Encuentros y desencuentros.
Aquí el estilo Contreras está dado por los entornos donde todo sucede. Todo transcurre en lugares y con gente de clase alta: fundos de la zona central, departamentos del barrio alto, resorts en África, un bar en Lisboa. Además, siempre el conflicto es con una mujer, normalmente su esposa. No digo que no esté logrado, por el contrario, en general se trata de narraciones muy bien escritas, pero el tono es siempre el mismo.
En ambos casos hay un talante común en estos libros de cuentos, que si uno los lee de corrido, pueden resultar algo lineal, que no cambia, y el lector termina por prever lo que sigue, desarrolla una habilidad de lectura. En los dos casos a que me refiero, si uno separa uno de estos cuentos del total de cada libro, puede encontrar cosas notables.
En la obra que nos ocupa, nada de esto sucede. Los temas son descabelladamente diferentes, unos son oníricos, otros realistas, otros críticos. Parecieran haberse escritos en momentos diferentes. En todos ellos los personajes se muestran en la tarea que llevan a cabo y de esa tarea se deriva el significado de la historia y se devela la personalidad del protagonista, siempre individual. Un cuento nunca es coral.
Por último diremos con Javier Marías que se escribe mucho en el mundo, demasiado quizás, pero lo interesante no es el estilo o el talento de un escritor, porque hay mucho talento alrededor, sino que una particular manera de ver la vida, que es el sello de cada ser humano, con sus infinitas variables, que algunos, como el autor que nos convoca muestran, con lo que no sólo nos entretienen, sino que nos señalan posibilidades de vida que nos hacen mejores y más sabios. Contar es una forma de generosidad.
Lean entonces “Una Biografía Distinta y otros cuentos” de Adolfo Pardo, cuando puedan.

Carlos Ortúzar

Texto leído por Carla Castro, recordando a Ulises Gómez, durante el lanzamiento del libro «Una Biografía Distinta», de Adolfo Pardo, el 14 de julio de 2009.

Un caballero acaba de morir y le he pedido a su mejor amigo que pronuncie las frases de rigor porque yo no quisiera blasfemar, sólo quisiera hacer unas preguntas. Aprovechando el sueño de Ulises es que nos hemos reunido para recordarlo. Ulises hace parte de esos tipos talentosos que no dejaba de celebrar confusamente algo, no sé si la despedida de un tiempo o la bienvenida de otro, en una tierra de nadie o de nada, suspendida y en zozobra. Es para mí como Alexandros Panagoulis de Grecia.
Ulises tuvo devotos y acérrimos enemigos, siempre critico, corrosivo y tragicómico. Estuvo confinado en varias prisiones de castigo; liberado por la presión internacional, fue victima de apremios físicos y psicológicos, resistió largos ocho años y se mantuvo coherente gracias a su determinación para defender sus creencias, así como su agudo sentido del humor, hoy ya es una leyenda, símbolo de la resistencia, de la democracia, de los derechos humanos, del compañerismo y la paz. Liberado al fin llega en los noventa a Paris, su viaje más cabal, el más radical de todos, una travesía profunda, recorre Europa, visita a los compañeros, nace su hijo, dejando Chile pendiente en la somnolencia militante.
Surge la película de Ulises con su mirada comparable a Witold Gombrowicz. Con su inteligencia feroz y su humor, un film profundo psicológico con un cierto sentido de paradoja, de absurdo y tono convencional, de sus exiliados torpes y ensimismados. Funcionó para mí como un lavado de cerebro, entendí poco y nada de los diálogos enrarecidos por el sonido defectuoso de la dicción y la sala, no importó nada, me pase toda la película a las carcajadas. Desde entonces no he dejado de reírme con Ulises ni de admirarlo por todas sus invenciones y películas mezcla de la artesanía del pobre con la videncia del demente, se combinan la velocidad del pícaro con la erudición y la cultura de uno que lo ha leído todo y recuerda todo lo que ha vivido y leído. Nos deja perplejos y nos hace reír de todo lo que creemos entender y desear todo lo que no entendemos.
El universo de esta noche tiene la vastedad del olvido y la precisión de la fiebre
En vano quiero distraerme del cuerpo y del desvelo de un espejo incesante.
A falta de imaginación vaya este emisario de INSOMNIO de BORGES emulando a HOMERO ¡Hay ULISES para rato! ¡PATRIA O MUERTE!
Carla Castro


“LOS JUEGOS DEL HAMBRE” llegan a Chile
– Desde el 24 de julio estará disponible en nuestro país este escalofriante libro de Suzanne Collins que a poco tiempo de su publicación ha sido traducido en 32 países, logrando cautivar el interés de miles de lectores, entre los que se cuentan Stephen King y Stephanie Meyer.
– La productora de las películas Amores perros, Irreversible y American pshyco, ya compró los derechos para realizar la versión cinematográfica del libro.
– Editorial Catalonia lo distribuye en exclusiva en Chile donde estará a la venta a partir del 24 de julio de 2009.
«No pude dejar de leerlo, es adictivo», dijo Stephen King, mientras que Stephenie Meyer, autora de la saga Crepúsculo declaraba: «He estado tan obsesionada con este libro que lo llevaba conmigo hasta cuando salía a comer afuera. Lo escondía debajo de la mesa para poder continuar leyendo… es increíble.”
Con fans de la talla de King y Meyer, Los juegos del hambre de Suzanne Collins, se ha transformado rápidamente en best seller en Estados Unidos y Europa. El diario New York Times y la Sociedad de Bibiliotecas Estadounidenses (ALA), lo han catalogado como “notable”.
La cautivante novela cuenta la historia de Katniss Everdeen, una joven de 16 años que vive en Panem, un país dividido en doce distritos dominados por la dictadura de la televisión. El centro de operaciones se encuentra en el Capitolio, desde donde se organiza la actividad más importante del año: Los juegos del hambre, un sangriento reality show en el que 24 adolescentes elegidos por sorteo –dos por cada distrito– combaten con sus vidas en un brutal juego donde la única regla es no comerse a los participantes muertos. Ganar significa fama y riqueza. Perder en cambio, es la muerte segura.
Los llamados vigilantes guían el juego desde el Capitolio, sometiendo a pruebas a cada uno de los tributos según las necesidades que vayan surgiendo a lo largo del reality. Los concursantes no solo deben protegerse de sus rivales, sino también de las sorpresivas pruebas a los que son sometidos según el antojo del Capitolio, donde las decisiones se basan en el favor del ranking y el morbo.
Katniss ingresa a los juegos para reemplazar a su pequeña hermana. En medio de un terrorífico show de supervivencia, se ve sometida a pruebas extremas y surge una inesperada historia de amor, la que dará un vuelco al desarrollo del programa, desafiando y burlando el poder de las autoridades.
Mayores informaciones en: www.losjuegosdelhambre.com
Sobre la autora: Suzanne Collins se ha dedicado a escribir para televisión para niños y jóvenes desde 1991. Ha sido guionista de varios programas de la cadena Nickelodeon, incluyendo la exitosa “Clarisa lo explica todo”, nominada al Emmy; y The Mystery Files of Shelby Woo. También ha escrito varios episodios de Little Bear y Oswald, igualmente nominadas al Emmy. Es coguionista del aclamado especial de Navidad de Rankin/Bass, Santa, Baby! Recientemente ha dirigido al equipo de guionistas de Clifford’s Puppy Days, de Scholastic Entertainment.

FICHA DEL LIBRO
Título: Los juegos del hambre
Autora: Suzanne Collins
Nº Páginas: 396
Tamaño: 14 x 21.5
ISBN: 978-84-9867-539-9
Precio: $ 18.900 (IVA incluido)


Kenneth Rexroth, Desconexión y otros ensayos.
Con un ensayo introductorio de Ken Knabb.
Traducción de Ken Knabb: Esther Quintana
Traducción de Kenneth Rexroth: Enrique Alda y Suzanne Carey
Pepitas de calabaza ed. · Logroño, mayo de 2009 · 252 páginas · 20 euros · 145×210 mm · ISBN:
978-84-936367-7-7 · www.pepitas.net

Como Kenneth Rexroth es conocido entre los lectores en español principalmente por su obra poética, sus versiones de poetas orientales y su relación con la generación Beat, esta antología, preparada por Ken Knabb y Quim Sirera, pretende poner a la luz de nuestro idioma la inmensa potencia del Rexroth ensayista. En palabras de Knabb: «Él es, por supuesto, uno de mis poetas favoritos, pero como ensayista, considero que su talento es inigualable. No conozco a otros tan vivos, tonificantes y contundentes, y a la vez con un espíritu tan abierto y sano». Estos textos nos recuerdan «el sentido original de la palabra ensayo de Montaigne, como significado de: prueba, examen, experimento, esfuerzo por adherirse a la realidad». La variedad de cuestiones abordadas y entrecruzadas en ellos es asombrosa, así como la vasta y heterodoxa sabiduría de su autor.
En este libro se incluyen los siguientes ensayos: Erotismo, Misticismo y Revolución (Ken Knabb) · La función de la poesía y el lugar del poeta en la sociedad · La realidad de Henry Miller · Mark Twain · Regreso a los orígenes de la literatura · Desconexión: El arte de la generación Beat · Algunas reflexiones sobre el jazz como música, revuelta y mística · Los estudiantes toman las riendas · Carta desde San Francisco · Simone Weil · El hasidismo de Martin Buber · Gnosticismo.


‘La muerte y las cerezas’, el esperado regreso a la novela de Elena Santiago.
Premio Castilla y León de las Letras 2002, la autora leonesa vuelve a mostrar su magisterio en la creación de personaje.
«Busqué y sigo buscando el pulso necesario, la intensidad y la fascinación, para convivir con unos personajes de lágrimas y realidad, envueltos en algunas nieblas». En plena coherencia con esta estética que define la propia autora se halla La muerte y las cerezas, el esperado regreso a la novela de Elena Santiago, que vuelve a mostrar su magisterio en la creación de personajes. Una historia de seres de destino incierto, inmersos en el frío de la ausencia y la ternura deseada, en la que su protagonista —Antonino— se halla opri-mido por una atmósfera sombría, mientras confía en salvarse por un amor pleno. Buscará respirar al calor de Rosa, en tanto la ciudad de Coimbra se alza como espacio que comunica vida y se dibuja como anhelado horizonte de una paz interior.

Cuadrante nueve, 7
ISBN: 978-84-96675-30-8
256 páginas
Formato: 14 x 21 cm
PVP: 16,50 euros

Menoscuarto ediciones | www.menoscuarto.esPlaza del Cardenal Almaraz, 4 – 1º F34005 BALENCIA (España)Teléfono y fax: (+34) 979 701 250 | correo@menoscuarto.es


 

con-la-fuerza-deFreddie Mercury con la fuerza de un huracán.

Esta obra narra la vida de Freddie Mercury, resaltando ante todo su manera de sobrevivir al SIDA y la valentía que demostró ante la magnitud de la enfermedad. El libro está enfocado para que sirva de apoyo a toda esa gente que, de manera injusta, lo está pasando mal en estos momentos. El cantante derrochaba optimismo y vitalidad, y ese modo tan positivo de vivir cada día de su vida le ayudó a hacerle frente a la enfermedad. Todos conocen a un Freddie Mercury frívolo, juerguista, alocado…
pero pocos conocen su lado humano y su verdadero carácter. En su vida privada era alguien tímido, generoso, respetuoso y educado. Le gustaba ser uno más fuera del escenario. Sus últimos años fueron muy duros para él… plagado de dolores, sin fuerzas y cada vez más desmejorado, se dejaba ver en fiestas y eventos, aunque cada vez con menos frecuencia. Su inigualable voz le llevo a lo mas alto de la fama como vocalista del grupo británico «Queen», junto a Brian May, Roger Taylor y John Deacon. También publicó algunos trabajos en solitario. Freddie Mercury, trabajó hasta pocos días antes de su muerte, en un disco que vio la luz años después de su fallecimiento, ese disco póstumo fue titulado «made in heaven» sus compañeros estuvieron varios años acabando la grabación que su amigo y compañero había comenzado. Incluso hay una canción (mother love), que no pudo acabar de cantar y es Brian quien la termina. No hizo publica su enfermedad hasta un día antes de morir. Nos dejó un 24 de Noviembre de 1991 a los 45 años de edad.

Maribel Rodríguez Soriano


Cuentos para mi Tarek
Disponible en: Lulu y en Amazon
Es una obra especialmente dirigida al publico infantil, este conjunto de cuentos llegará a los corazones de los más pequeños haciendo que desarrollen su fantasía, y ayudándoles al mismo tiempo a formar en ellos muchos de esos valores que hoy en día parecen haberse perdido: Compañerismo, humildad, amistad, familia, honradez, lealtad… y tantos y tantos más. El cuento contiene varias historias:
-El reino de las golosinas: donde sus progonistas vivirán una serie de aventuras apoyándose los unos en los otros, inmersos en un mundo de fantasía.
-Un hermanito para Luna: La llegada de un hermanito no siempre es bien acogida por los pequeños.
Luna lo pasa mal pues piensa que ese hermanito hará que dejen de quererla a ella.
-Bolita:un niño egoista que no valora nada vivirá situaciones que le haran darse cuenta de lo bonito y valioso que es todo lo que le rodea.
-Las aventuras de Rabito, un cachorrito abandonado: Rabito deberá sobrevivir en la calle, tras ser abandonado por la familia que un día lo adoptó. Sufrirá mucho y conocerá a unos perritos callejeros que serán su nueva familia, con quienes vivirá alegrías y también tristezas.
-El Señor Sol es un poco despistado: el cambio de estación trae consigo cambios de temperaturas, clima y demás, pero el Señor Sol, es muy despistado y nunca recuerda ello, su amiga la señora luna le hará recordar.

Maribel Rodríguez Soriano


GESTO MECÁNICO
Ediciones Cataclismo.
Gesto mecánico, es el primer libro de poemas de Karen Hermosilla Tobar, joven periodista que con sus columnas en diversos medios de comunicación, entre ellos Punto Final, El Ciudadano, El Mostrador, Clarín y The Clinic, provoca variados escozores entre los lectores. Utilizando un lenguaje directo y eficaz, expone sus ideas con agudeza e inteligencia. Generalmente la acompañan la vehemencia y un clamor de justicia, pues donde percibe que algo anda mal, allí está ella. Fustigando y azuzando las conciencias con su palabra.
En cuanto al poemario, mantiene la línea discursiva de sus artículos en muchos aspectos, principalmente en la manera de enfrentar los sucesos e ideas. Diría que su eje central se percibe en los cambios de humor, o estados de ánimo que vamos encontrando a medida que avanza la lectura. En otras palabras, estados de vida, episodios cotidianos en sus aspectos más oscuros y radiantes, a veces casi simultáneos. Lo que demuestra que es un volumen escrito desde la vida misma. No es un poemario nacido de cierto estructuralismo mental –o lingüístico- que practican muchos poetas de su generación. Muchas veces el contenido es descarnado, en ocasiones casi brutal, para luego, en las dos o tres páginas siguientes pasar a la ternura como si nada. Es una poesía fuerte, pero con abundantes matices tiernos, muchas veces invisibles, no identificables a la primera lectura. Un ejemplo me parecen estos versos del poema “A un borracho rancio de Cuming o the tipical food”: “Me acusó de calienta pichí/ me trató de pendeja estúpida/ de liberal al peo/ me comparó con neoyorkinas trepadoras de seriales del cable/ Mientras yo quería sus manos en mi cuerpo y menos pelea/ menos discurso de flujo y reflujos gubernativos/ Mientras yo penaba y sucumbo por su fragilidad/ por su hermosura de crío guacho/ y en sus ojos que dicen tanto me quedé pagando su infierno”. Este fragmento, también define, de alguna manera, y a grandes rasgos, el lenguaje utilizado por Karen Hermosilla en su propuesta poética. Donde se manifiesta con términos extraídos del lenguaje culto y del lenguaje vulgarizado, una combinación que expresa la manera más común del hablar chilensis. Al hacerla poema, le resulta bien, sincera, natural. Por otro lado, en sus textos expresa una postura política clara y confrontacional a un sistema represor y malgastado.
Karen Hermosilla juega con los conceptos de manera ingeniosa. Recorre sin miedo (¿O tal vez sí?) los vericuetos de la vida. Se expresa sin tapujos, se expone y atrinchera sin vacilar en sus respuestas, cual Kalamity Jane en el lejano oeste, con la diferencia que Karen lo hace con palabras, aunque muchas veces sus frases son verdaderos balazos. Me parece que Sergio Madrid Sielfeld, en el prólogo, define muy bien el carácter de esta poeta: “No estamos acostumbrados a una voz femenina tan bizarra y calentona, y al mismo tiempo tan política, como la que tenemos entre manos. Al pan, pan; y al vino, vino. Las palabrotas abundan, los idiotismos generacionales, la banalidad profunda de una vida cotidiana consumida por un servilismo inconsciente a un poder abstracto. La vida cotidiana, tal como la concibiera Guy Debord —autor sin duda presente en estas páginas—, colonizada por el espectáculo de nuestra época, una vida cotidiana subdesarrollada, en oposición a la posibilidad de subversión que ésta posee, en la medida que una “modificación consciente” de ella sería la manera más vívida y directa de transformar la realidad, la historia.”.
Gesto mecánico, es una especie de “la otra postal del puerto”, la cotidiana, la que sufre día a día el rigor del neoliberalismo y las inclemencias de “los lados oscuros” de las almas abatidas por la noche. Se percibe una auto recriminación, las adolescencias vertiginosas, la santificación y desacralización del sexo, que es visto como una fuente de “placer perverso” en muchas imágenes, o con ribetes de “pudor-cínico” en otras, reflejo de una sociedad que se consume en sus hipocresías.
El libro, también es un viaje inconcluso por caminos desconocidos y por conocer, o incluso caminos que jamás conoceremos, por mucho que recorramos sus huellas. El valor principal de Karen Hermosilla, es a mí entender, la franqueza que suma a su talento poético. No escatima ideas cuando escribe, a veces como un relámpago, otras como la serenidad de los cementerios, pero siempre con valentía, social y poética: “Veo moribunda/ escrito un obituario futurista con mi nombre/ Veo gravísima mi lecho/ abarrotado con árboles pintados de negro/ Colmando de olor a fenol/ Aquí el frío se ha vestido de luto/ y yo estoy tan contenta con irme yendo a ver el mar”.

Alejandro Lavquén

LA METAFÍSICA ERES TÚ
Premio Altazor como mejor ensayo  2009
Editorial Catalonia, Chile.
El martes 21 de abril, Humberto Giannini recibió de sus pares el galardón al Mejor Ensayo 2009 por “La Metafísica eres tú”, libro en el que aborda la idea del encuentro con el otro, el espacio entre los sujetos como preocupación central de la ética.
El Altazor es el segundo reconocimiento que recibe esta obra de Giannini, ya que el año pasado fue elegida como el Mejor Ensayo 2008 por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, premio que fue entregado por la presidenta de la República, Michelle Bachelet.
El tema humano ha dominado la preocupación filosófica de Humberto Giannini. En “La metafísica eres tú”, el autor propone una detención en la teoría de los actos del habla para comprender cómo la intersubjetividad va construyendo un mundo –el mundo objetivo– a través y en virtud de la acción comunicativa.
«La proximidad del prójimo no es algo físico, sino una experiencia que coincide con la comunicación y la eventual incomunicación», dice Giannini. Entre la subjetividad y la ‘objetividad pura’ existe un trecho tenue, explica, propio de la interacción comunicativa. Para el autor, es en estos ‘actos de habla’ donde se pueden producir ciertos choques –entre uno y el ‘otro’– que conllevarían un problema ético, en el sentido de ‘nuestro ser en el mundo’.
“La metafísica eres tú” expone las ideas medulares de una investigación que ha venido desarrollando Giannini junto con un equipo de connotados investigadores. El libro constituye un aporte indispensable para la reflexión en torno a la comunicación y la ética.
SOBRE HUMBERTO GIANNINI: Profesor titular de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, profesor Honoris Causa de la Universidad de París, Premio Jorge Millas de la Universidad Austral (1992), Premio Manuel Montt (1993), Premio Municipal de Santiago (1984), Premio Nacional en Ciencias Sociales y Humanidades (1999), y miembro de Número de la Academia Chilena de la Lengua.
Ha traducido y comentado diversas obras clásicas al español y publicado más de 200 artículos de revistas culturales tanto en Chile como en el extranjero, además ser autor de más de quince obras entre las cuales destaca “Breve historia de la filosofía” (Catalonia), texto que ha alcanzado las veinte ediciones y ha sido declarado como material didáctico y complementario de la educación chilena.
Otros de sus libros son: Reflexión acerca de la convivencia humana; El mito de la autenticidad;
Acerca de la tolerancia; Desde las palabras; El tiempo y su medida; La razón heroica. Sócrates y el oráculo de Delfos (Catalonia).



Dios es de derechas, Editorial Sepha.
Francisco Delgado, presidente de Europa Laica, y Luis Vega, presidente de AMAL (Asociación Madrileña de Ateos) presentan en Madrid el libro Dios es de derechas, del historiador Javier Fisac Seco, en la sala Maldonado 53 de la Fundación Progreso y Cultura.
Éste es el resultado de una investigación cuyas fuentes principales, aunque no las únicas, han sido la Biblia, las Encíclicas papales de los siglos XVIII, XIX y XX, los Concordatos firmados con Mussolini, Hitler y Franco, el Corán, las mitologías y los santorales.
También se han considerado las investigaciones de otros autores como Freud, Reich, Fromm, Marcuse, Foucault, etc., por lo que se ha podido establecer que el dios monoteísta (en sus distintas versiones) fue creado en un tiempo histórico asociado a monarquías absolutistas e imperios y ha continuado a lo largo de la historia apoyándose en dictaduras militares (franquismo, salazarismo, pinochetismo) y regímenes totalitarios (nazismo, fascismo, teocracias islamistas).
Se trata de un dios enemigo de la democracia y de los derechos humanos, cuyos valores son autoritarios, patriarcales, antifeministas y homófobos. Valores que conforman, según Fromm, un carácter sadomasoquista y sobre los que se fundamenta una moral sexual represiva. Un dios que odia el placer sexual.
De manera que, considerando las fuentes religiosas, Fisac ha podido concluir que «toda religión monoteísta es una teoría del poder autoritario que elabora una doctrina de salvación, previamente contenida en otros mitos y mitologías, y unos valores propios, una moral, cuya finalidad es ser un instrumento de control de masas al servicio del poder autoritario».
Este nuevo libro de Javier Fisac seco será presentado en Madrid el próximo jueves 16 de abril, en la sala Maldonado 53 (calle Maldonado, 53, Madrid) de la Fundación Progreso y Cultura a partir de las 19´30 horas. Acompañarán al autor el presidente de Europa Laica Francisco Delgado, así como el presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) Luis Vega.
Esta publicación se Sepha se incluye dentro de la Colección Libros Abiertos, que se compone de ensayos que desde una perspectiva crítica y multidisciplinar analizan diferentes procesos sociales, culturales, políticos y económicos.

David Mendoza Herrera

La multitud silenciosa
(Patrañas Ediciones, 2009) es su primera novela.
Puede encontrarse a partir del 18 de Marzo en exclusiva, en la librería Punto y Coma (C/Jeromín, en Leganés)
ISBN: 978-84-935810-2-2

La multitud silenciosa, la mirada poética como salvación del vacío Tras varias aventuras literarias, algunos premios en relato corto y curtido en la lectura de poemas en bares y tugurios, Francisco Ruiz presenta su primera novela.
La multitud silenciosa (Patrañas Ediciones, 2009) es una historia de búsqueda de identidad en una sociedad vacía, la de las grandes ciudades de Occidente.
La multitud silenciosa es el título de la primera novela de Francisco Ruiz, 320 páginas que ponen el foco en un personaje que ya al comienzo anuncia una inquietud: la de buscarse. Pedro M regresa a casa “magullado de recuerdos” tras un accidente de automóvil. En primera persona, la mirada de Pedro M.
muestra al lector los personajes de Arrabal, una ciudad gris donde “los pájaros se despiertan angustiados al alba”. Sus habitantes, los de la taberna, de la fábrica, del matadero, de la cola de Hacienda, del supermercado… están todos inmersos en el sinsentido de una sociedad basada en la competitividad.
En esa mirada cruel se atisban rastros de poesía, género sobre el que Francisco Ruiz ya planeó desde sus inicios en la Literatura. Con esa poesía que salva a Pedro M. del desastre, el autor pasea por los recovecos de una sociedad que provoca un sentimiento de vacío y de impoten-cia. Pero no es una novela de resignación, pues Pedro M. se embarca en una rebelión personal que se convierte en leit motiv de La multitud silenciosa, al tiempo que la infancia, el tiempo y la muerte se descubren como temas principales de la novela, por medio de la redención y el humor cínico.
Francisco Ruiz es andaluz a la vez que de Madrid Sur. Tiene treinta y seis años y dos hijos. Empieza a escribir en la edad adulta temprana, cada vez más interesado en plasmar las histo-rias que desde niño era capaz de pergeñar. Ha sido premiado en el concurso Villa de Getafe deRelato Corto 1999, en el concurso de Cuentos Desterrados de Leganés en 2002 y en el III Certamen Internacional de Poesía ‘La lectora impaciente’. Tiene varios cuentos publicados enlos libros monográficos de Patrañas, en la revista La Fumarola, en las publicaciones del Centrode poesía José Hierro y en la revista digital Almiar/Margen Cero. Sus microrrelatos pueden encontrarse también en ‘A contrarreloj’, antologado por José Manuel De suárez de la editorial Hipálage, y en el volumen de cuentos del Certamen de Literatura Comprimida ‘Comarca de la sidra’. Hace algunos años se embarcó con otros cuatro autores en ‘Hermanos de barra’, un proyecto experimental para llevar la poesía y el relato corto a un puñado de locales de Madrid.


CIERTOS RUIDOS. Nuevas tribus urbanas chilenas
Andrea ocampo

Ficha Libro: «Ciertos Ruidos: Nuevas Tribus Urbanas Chilenas»

Sello: Planeta
Género: No ficción
Número de páginas: 463
25 páginas de fotografías a color.
Formato: 15×23 centímetros.
Más información:
Isabel.machado@planeta.cl
08 418 5358 / 652 2900 anexo 2934

¿Qué significa ser pokemón, visual-kei, peloláis, emo, gotic-lolita, flaite u oshare?
Ciertos ruidos es un diccionario de los términos más nuevos y más populares de Chile, el libro necesario para entender un país que cada día cambia sus colores y sus palabras, un ensayo sobre las nuevas tribus urbanas de una sociedad que siempre tiene menos de veinte años, que cada día descubre su cuerpo y se apropia de todas las estéticas, que ocupa las calles, los parques y los dormitorios de una manera tan superficial como compleja.
Ciertos ruidos no sólo es el primer título chileno sobre las muy populares tribus urbanas de pokemones, peloláis, emos, flaites y visual, sino también un libro que analiza en profundidad el fenómeno y al mismo tiempo lo aborda con frescura y jovialidad.
Ciertos ruidos presenta temas de interés para adultos, jóvenes y adolescentes. A los primeros les permitirá entender los códigos que manejan sus hijos hoy en día, a los segundos los actualizará y a los más chicos les entregará pautas de estética y conducta a seguir.
Ciertos ruidos, nuevas tribus urbanas chilenas, de Andrea Ocampo, este lunes en todas las librerías del país.

+ Sobre la autora:
Andrea Ocampo Cea (Santiago, 1985) es editora de la revista digital Indie.cl y estudiante universitaria de Filosofía. Ha integrado diversos talleres de poesía y en 2005 ganó el primer lugar en el Concurso Poesía Joven de Universidad del Pacífico. Ha participado de encuentros como Lecturas Troyanas, la Segunda Maratón de Poesía UC, Poesía y Rock, Corazones Rojos, Poesía en Su-vida, el Encuentro Nacional de Poesía en la ciudad de La Unión, en la reescritura de carteles chilenos en Trazos de Cielo y en la antología poética del Archivo Histórico del centro cultural Balmaceda 1215.
Su blog de poesía “Peces de ciudad” ha sido antologado por Revista Litterae Internacional y por el diario El Sur.
Ha colaborado en las revistas Göoo de Argentina, Zona de Contacto de El Mercurio, Critica.cl y Sepiensa.cl. Actualmente es corresponsal en Chile para la revista española Zona de Obras, participa del taller de escritura emergente de Guadalupe Santa Cruz y del Centro de Alumnos de Filosofía de la Universidad Católica de Chile.
En 2007 ganó el premio de ensayo Aquí te las traigo de Ediciones Animita Cartonera, con Patio 29: la
democracia imaginaria, libro publicado por la misma editorial.



Elogio de la anarquía

por dos excéntricos chinos del siglo III
Polémicas del siglo tercero seleccionadas y presentadas por Jean Levi
Traducidas del chino antiguo y anotadas por Albert Galvany[pepitas de calabaza ed.]
ISBN: 978-84-936367-8-4
Logroño, marzo de 2009
180 pág. 12×17 cm.
12 euros

www.pepitas.net

[…] ¿No es cierto que a menudo al desear algo tememos no obtenerlo y que tras haberlo obtenido vivimos en el temor de perderlo y nos mostramos dispuestos a cualquier cosa con tal de que eso no ocurra? ¿Pretendéis que los que han obtenido un puesto de mando no se dejen llevar por el engreimiento y que quienes han sido colmados de riquezas no se abusen? Al perseguir con ahínco [riquezas y honores], ¿cómo no excederse? Una vez obtenidos, ¿cómo no perderlos?
[…] para quienes extenúan su vida persiguiendo la celebridad ni siquiera diez mil generaciones bastarían para lograr la satisfacción. Todos ellos carecen en su interior de un principio rector y, por tanto, su felicidad depende de los objetos externos. […] Quienes, por el contrario, poseen un principio rector en su interior, podrán disfrutar de la felicidad en las cosas exteriores. Incluso sin tambores ni campanas, su felicidad es completa; colmar nuestros propósitos no significa moverse en carruaje y portar distinciones, como tampoco la felicidad suprema consiste en la satisfacción de los impulsos más groseros. A mi entender, consiste más bien en que estos no nos subyuguen.
Como senda a un mundo desconocido —y a la vez como puerta al conocimiento de uno mismo—, este libro nos acerca a algunos de los más interesantes debates sociales que sacudieron los ambientes letrados de una China en gran efervescencia intelectual, y lo hace por medio de la traducción completa de tres polémicas: «De la inutilidad de los príncipes», «Sobre el carácter innato del gusto por el estudio» y «Sobre los efectos nocivos de la sociedad para la salud». En ellas Bao Jingyan y Xi Kang nos llevan a una gozosa confrontación de ideas mediante la exposición clara y razonada de argumentos y la refutación punto por punto de las tesis del adversario.
Vistas con nuestro prisma occidental, y aunque no sea muy «correcto» hacerlo, resulta casi imposible no emparentar los argumentos esgrimidos en estas polémicas con las andanzas de los filósofos cínicos.

Xi Kang (223-263), pensador y poeta reputado, miembro eminente de los «Siete Sabios del bosque de bambú», círculo de amigos y de bebedores impenitentes; redactó entre otros muchos textos el
«Discurso sobre la defección del hombre superior».
Su actitud altanera e incisiva, su anticonformismo y la independencia de su intelecto le valieron serias enemistades en los círculos dirigentes. Era la bestia negra de un poderoso personaje que ocuparía más tarde el temible puesto de Director de las buenas costumbres, quien lo denunció como un elemento peligroso para el orden público; acto seguido fue detenido, encarcelado, juzgado y condenado a muerte.

De Bao Jingyan apenas sabemos nada. No nos quedan de él más que unas pocas páginas milagrosamente preservadas por Ge Hong. Esa oscuridad es elocuente, desde luego; nos indica que ese hombre no pretendió ningún puesto oficial y que vivió prácticamente ignorado por todos. Aunque cabe preguntarse si no será un seudónimo de Ge Hong, una estratagema para exponer tesis tan incendiarias sin asumir demasiados riegos.

Jean Levi es un prestigioso sinólogo especialista en la historia, el pensamiento y la religión de la China antigua. Como ensayista ha publicado reflexiones acerca del pensamiento (Consideraciones intempestivas sobre Zhuangzi o Confucio), la política (Los funcionarios divinos) o la literatura (La China novelesca). Ha traducido también a grandes autores de la cultura clásica china como Shang Yang, Han Fei, Sunzi, Zhuangzi o Lu Jia. Además han obtenido gran reconocimiento sus novelas, entre las que destacan El sueño de Confucio, El Hijo del Cielo y su Analista o El gran emperador y sus autómatas.

Albert Galvany, especialista en historia intelectual de la China antigua y en chino clásico.
Sinólogo y traductor, ha publicado artículos en importantes revistas y es autor de ediciones de textos clásicos chinos como El Arte de la Guerra de Sunzi o Comentarios al Libro de los Cambios de Wang Bi. Además, ha traducido al castellano la obra de otros sinólogos como La expresividad del cuerpo, de Shigehisa Kuriyama, Confucio, de Jean Levi, o La gran imagen no tiene forma, de François Jullien.


audiovisual-en-el-surEl audiovisual en el sur de Chile. Ediciones Kultrún
Interesante trabajo de investigación realizado por el escritor y docente, Rubén González L., sobre el desarrollo del cine, cortometrajes y documentales en el sur de Chile. Subtitulado Pasado/ Presente/ Futuro, resulta un gran aporte al rescate y conocimiento de nuestro patrimonio audiovisual. El tema del desarrollo del celuloide en Chile es bastante desconocido por el público en general, más aún el de regiones, razón por la cual los detalles que entrega el libro son de alto valor patrimonial. El volumen, comienza entregándonos pormenores acerca de la historia del cine en la ciudad de Valdivia. Destacando la entrevista a Enrique Valck, hijo de Arnulfo Valck Monberg, perteneciente a una familia de pioneros en la fotografía y posteriormente en la cinematografía de dicha ciudad. También podemos encontrar una lista con cintas y cortos originados en varias ciudades del sur, como por ejemplo: Osorno, Puerto Montt, Calbuco, Ancud, Castro, Palena y Coyhaique. Se entrega el nombre, año de producción, director, elenco y otros datos relevantes.
Importante es la descripción que se hace de algunos de los trabajos, pues a través de la temática nos vamos enterando de cuestiones técnicas y de la situación social que rodeaba cada filmación. Es el caso de capítulo dedicado a “los ochenta, su movimiento cultural y sus películas”. Como complemento se incluyen anexos que incluyen secciones de documentos que incorporan testimonios, fotografía y filmografía.

Alejandro Lavquén

EL BAÚL DE JUAN REVELO
Por Albeiro Arciniegas Mejía (*)
La lectura de la novela “El baúl de Mercedes Saluzo”, del escritor Juan Revelo Revelo, me resultó inquietante desde las primeras páginas. Este es un libro que desnuda realidades que tienen que ver con las ideologías: el celibato, el segregacionismo, la inquisición. En un diálogo entre Alejandro y Esneda –dos de los personajes de la novela-, encontramos afirmaciones como ésta:

“El segregacionismo (racial, político o religioso), es el peor cáncer ético que puede poseer un ser humano o una sociedad. Ese segregacionismo fue el que llevó a los nazis a provocar uno de los más horrendos genocidios de la humanidad, igual a como aconteció con el segregacionismo y terrorismo político de Stalin que ordenó la muerte de millones de soviéticos, o como sucedió con el fanatismo religioso, el de la Inquisición, que durante siglos torturó y asesinó a cientos de miles de inocentes en Europa y en toda América”. Es claro que Juan Revelo, a través de su obra literaria, penetra en la dinámica del pensamiento moderno, con una postura nueva que critica y deja en entredicho las aberraciones ideológica.

Este libro escrito con oficio, con conocimiento de las técnicas literarias, bien llevado en la tensión narrativa, profundo, dialógico –para utilizar una palabra de académicos–, está llamado a convertirse en uno de los hitos de la narrativa colombiana.

Existen en él, pasajes memorables y poéticos como el final del capítulo: “La abeja”, o filosóficos y de conocimiento de otros mundos como cuando la acción se traslada a Italia o España.

“El baúl de Mercedes Saluzo”, es un libro que rompe con la parroquialidad, para volverse universal. Se dirá que gran parte de la acción transcurre en el sur de Colombia, en Ipíales, porque se habla de la “Ciudad de las nubes verdes”. Puede resultar cierto, pero el Manzanar del Río de esta novela, es una población con la suficiente ambigüedad literaria que la torna mítica y universal.

Como todo buen escritor, Juan Revelo, trabaja con lenguaje e imaginación. El lenguaje en esta novela es limpio y fluido sin malabarismos lingüísticos. La imaginación es rica, sin pecar de extravagante o desmesurada. El verdadero escritor combate con palabras; no las utiliza como detonantes, las acoge como amigas, las arropa. A veces las deshecha, y en todo este arduo y complejo proceso de seleccionarlas, eliminarlas, ubicarlas en el lugar exacto, está presente la creatividad.

Nada más se le pide, entonces, de sobrenatural al escritor; pero cuando este trabajo se concreta en una obra llena de carácter, de donosura artística, de ritmo y poesía, como ocurre con “El baúl de Mercedes Saluzo”, no queda sino decirle a su autor: ¡Gracias por este magnífico libro!.

(*) Albeiro Arciniegas Mejía: Escritor colombiano, Coordinador del Concurso Internacional del Cuento ecológico “Ciudad de Pupiales”; ganador de varios concursos literarios en Colombia y del Premio Internacional de cuento

“Manuel Llano”, 2005, Cantabria España.


Poetas del Maule (Ed. Universidad de Talca).
Matías Rafide, Naín Nómez y Marcela Albornoz, nos presentan, en una cuidada edición, Poetas del Maule, antología poética para el Bicentenario.

La muestra reúne autores de la región de diferentes épocas, entre ellos Pablo de Rokha y Pablo Neruda, nacidos en Licantén y Parral, respectivamente. El volumen nos interioriza en la obra de poetas míticos de la zona como son Jorge González Bastías, Omar Cáceres, Stella Corvalán y Pedro Antonio González, reconocido como el primer poeta moderno de Chile. También destacan Eduardo Anguita y Efraín Barquero, reciente premio Nacional de Literatura. El autor más joven de los antologados es Santiago Azar, nacido en 1976, que cierra la antología. Entre los autores de la muestra vale destacar a Isabel Gómez, nacida en Curicó y una de las poetas contemporáneas más sobresalientes de los últimos años. Asimismo a Fernando Quilodrán, quién suele ser identificado preferentemente como narrador, pero que posee una interesante obra poética.
La antología es un aporte amplio al conocimiento de nuestros poetas, en este caso de la región del Maule. Y si bien, como se ha dicho muchas veces, toda antología tiene aciertos y vacíos, ésta no es la excepción. Asunto, en todo caso, que no desmerece en absoluto la iniciativa. Y como siempre es probable mejorar en las reediciones, sería interesante que una posible nueva edición incluyera a poetas que se echan de menos, tales como Mario Meléndez, Silvia Rodríguez, Omar Cid y Gabriel Rodríguez, autores con notoria actividad en los últimos años. En todo caso, Poetas del Maule, es un trabajo que merece todo el crédito por su aporte y seriedad, y que debe ser leído con atención.

Quisiera cerrar este comentario con unos versos de Marcela Albornoz: “El poeta a puerta cerrada/ libra batallas/ la boca a veces es una armella en este encubridor/ transgresor y cómplice que/ -delira pájaros- cuando las palabras no le basan”.

Alejandro Lavquén

KRASSNOFF, el torturador vino de Rusia
Por Alejandro Lavquén

Krassnoff, arrastrado por su destino (Editorial Catalonia), se titula el libro de Mónica Echeverría
Yañez. Un relato sobre la vida del brigadier de ejército Miguel Krassnoff Martchenko, mientras sirvió en la DINA como uno de los torturadores más brutales del régimen de Pinochet. Encargado de la persecución de los militantes del MIR tras el golpe militar de 1973, el entonces capitán, se convirtió en uno de los colaboradores favoritos de Manuel Contreras para ejercer la represión y la tortura contra quienes llamaban “el enemigo interno” o “la mierda marxista”.
Echeverría, comienza su narración indagando en los antepasados de Krassnoff, en la rusia zarista.

Pues en su análisis, la personalidad de Krassnoff, y su comportamiento como agente represor, está ligado inevitablemente al destino de su abuelo y padre, ajusticiados por el ejército soviético una vez finalizada la segunda guerra mundial. Su abuelo, Piotr Krassnoff, fue atamán de los cosacos y luchó contra el ejército rojo comandado por León Trotsky, pero fue derrotado por éste, pasándose, el general zarista, al lado de los alemanes para luchar contra el régimen comunista de la Unión Soviética. Su anticomunismo y antisemitismo fue heredado por Miguel, que llegó a Chile como refugiado junto a su madre Dhyna Martchenko, cuyo nombre pareciera una ironía del destino.
El volumen, nos muestra a través de la historia de Krassnoff, una parte de nuestra historia signada por la infamia, la mentira y la traición. Nos enseña la doble cara de los integrantes de la DINA, donde Kassnoff es el prototipo de los torturadores. También nos da a conocer la doble vida que éstos llevaban: la vida en familia y la vida como agentes represores. En el libro se reproducen crudos testimonios de militantes de izquierda detenidos por el equipo de Krassnoff, que además tenía entre sus integrantes al desalmado Osvaldo “Guatón” Romo, Basclay Zapata y Moren Brito, militares brutales y diabólicos. Los testimonios son crudos e impactantes. Por otro lado, entrega antecedentes acerca de la relación entre la DINA, la masonería y algunos periodistas, cómplices de las tropelías de los agentes.
Libros como este, sirven como complemento de la memoria de los chilenos que vivieron la prisión y la tortura y lograron sobrevivir. También es una voz de alerta para avisarnos que en Chile, si bien se ha juzgado a militares por ejecuciones y desaparecimiento de personas, docenas de torturadores y colaboradores anónimos permanecen impunes y las fuerza armadas se niegan a entregan sus nombres.

Algo dañino y peligroso para la sociedad, pues demuestra que los poderes fácticos todavía son poderosos. No basta sólo la verdad, también hace falta la justicia. Los torturadores deben ser juzgados.


CÓMO DESENTERRAR A FOUCAULT

“Foucault y el Cuidado de la Libertad, Ética para un rostro de arena”
de Rodrigo Castro Orellana
Lom Ediciones, 2008
Por Úrsula Starke
Un profesor de estética, contaba que no hay nada más triste que un estudiante de filosofía francés.

Sucede que los franceses ya lo han escrito todo, traducido todo, investigado todo, por lo que pareciera que queda poco por hacer. Pero se consolaba diciendo que para los hispanoamericanos aún queda, afortunadamente, mucho trabajo en el campo del pensamiento y las ideas. Desde esa cosecha llega este libro del autor Rodrigo Castro, versión amable y apasionante de su tesis doctoral defendida en la Universidad Complutense de Madrid.
En los últimos años, nos hemos encontrado frente a una revalorización del pensamiento foucaltiano y en la actualidad son diversos los seminarios y charlas con los que se discute en nuestro continente su original figura. Este libro viene a nutrir aún más el boom Foucault, con una apuesta interesante y prolijamente expuesta. Las tesis pueden resultar un importante documento a nivel académico, y su propuesta se aleja de un público neófito en los temas investigados. Sin embargo Foucault y el Cuidado de la Libertad desarrolla en sus más de quinientas páginas un relato único e imprescindible para todo aquél que se sienta atraído por el autor francés, por la filosofía o por el acontecer intelectual de quienes están pensando el mundo de ahora, sin la necesidad de ser un erudito en los temas. De hecho, la introducción nos deja en un sitio privilegiado para enfrentar el libro, abordando desde los orígenes la escritura de Foucault: “Solo cabe preguntarse ‘¿quién es Foucault?’ cuando se recorre la lista contrapuesta de catalogaciones que se han hecho de su filosofía: estructuralismo, neomarxismo, estructuralismo sin estructuras, destrucción neoheideggeriana del estructuralismo, teorización liberal, irracionalismo, fenomenología historiográfica, nietzscheanismo, mecanicismo empirista, sucesión metodológica, neospinozismo, constelación temática de la articulación difícil, fundamentación de la ética. La enumeración podría continuar indefinidamente”. Es que Foucault mismo se encargó de obstaculizar el encasillamiento, pues el devenir de su filosofía recorre un camino que solo puede comprenderse como un desarrollo honesto y sin manierismos de su pensamiento.
De esta manera, el autor esclarece el punto de abordaje: “Nuestra apuesta consiste en situarnos ‘en’ Foucault”, valiéndose para ello más que nada de la personal proximidad que tiene con el filósofo, razón suficiente para entrar en la tarea de desenmarañar la madeja foucaltiana, “Foucault soñaba con una recepción de su filosofía que fuese ‘más allá’ de él para pensar con él”.

A través del análisis cronológico y temático de sus obras, tanto de los libros La arqueología del saber, Vigilar y castigar e Historia de la sexualidad, entre otros, como de la edición de los cursos del Collège de France y principalmente sus últimas publicaciones, se atraviesan en los capítulos aquellos esenciales núcleos foucaltianos en tres partes: Un rostro de arena: muerte del sujeto y nacimiento de la subjetivación, Genealogía y ética: una historia del presente y El cuidado de la libertad, para llegar desde distintos flancos al motivo principal de la tesis: la cuestión del rostro. Es decir, poner nuevamente en conflicto esa aspiración foucaltiana de perder la identidad del autor como significado para trasformarse en el rostro de arena que se diluye en la identificación “él es Foucault” y deja solamente los granos esparcidos de un pensamiento para utilizar como “caja de herramientas”. Cabe mencionar también la inclusión de la completa bibliografía de Michel Foucault así como la de los principales autores que han escrito sobre él, lo que da como resultado un libro original y absorbente.


los-incendiosLos incendios, Alfonso Mallo, 2005, Ril Editores, 310 páginas.
Esta novela transcurre en una ciudad con una topografía de límites precisos: entre la zona Norte, el lugar fundacional, y el Sur, en donde se espera la llegada del fuego. En este trazado hay algunos espacios que funcionan como señales: el bar El Mascarón, el frigorífico en el que vive Kilewicz, el almacén de Verzi, el hotel de Vallejo y la pieza de Herrera, junto al astillero. Una mujer de nombre incierto habita de distintas maneras cada uno de ellos. Se transforman entonces, en monumentos amorosos, de extrañas historias de amor. Allí viven los que no quieren escapar de la ciudad, los que insisten en prácticas en desuso. El rosarino Verzi es un comerciante que se dedica al trueque y su almacén, un depósito de antiguos objetos, una colección pautada y meditada que construye en su desorden el orden del pasado. Kilewicz y Herrera escriben el presente como reflexión, escriben entre líneas la historia que se leerá cuando ya no quede nada: por eso son tan importantes las diferentes formas de morir que inventa el primero. Con el fuego cada vez más cerca, ante la certeza de la muerte, estas recetas delirantes, estas opciones imaginarias para suicidas abren una fisura en el tiempo ya determinado y proponen una forma de acción en medio de tanta inmovilidad.


 

la-silla-de-ruedasLa Silla de Ruedas, de Adolfo Pardo
Novela, 221 pp., Colección 80 Mundos, RIL Editores, Santiago, 2007.
Adolfo Pardo nos sorprende con sus 221 pág., como un narrador ágil cosmopolita y original en una historia trágica, ingeniosa, divertida e intrigante.
Viajero impenitente e intelectual abierto, a lo largo de su vida comprometido en la defensa de los derechos humanos. Como resultado de su coherencia formó parte de Talleres del Mar, publicó en 1978

“Después del Toque” y “La Parrilla”, en 1981, y en París la revista “Emergencia”.
Sin renunciar a sus raíces culturales se hace universal. No es el narrador marginal, ni aquel que vuelve del exilio con estridencias, pos modernismos y demagogia.
Para la mayoría de los que deambulamos por el mundo, conocer a Adolfo es encontrase con un personaje chispeante y legendario. Construye a partir de sus caprichos, humoradas y citas extravagantes.

Aparece con “La Silla de Ruedas”, una voz deslumbrante que parecía insonora para casi todos los que lo rodeaban desde los vacilantes comienzos o su tan acrobática como dispareja mítica novela “Los Insobornables” (1997).
Su actividad mental continúa apasionada y versátil, tanto en temas como en estilo. Su obra constituye un retrato del mundo del que el ser humano intenta escapar convirtiendo el relato en una autentica pesadilla. Su lenguaje coloquial y sus atmósferas inquietantes consiguen que el lector siempre quede atrapado por lo insólito del humor y del misterio y reconstruye la historia como algo verosímil.
El autor crea pistas inciertas o ambiguas en la tensión del relato o intriga ocultando el desenlace y el tema más trivial, mezcla de realidad y ficción, convierte al lector, a su vez, en personaje del texto que lee.
En un mundo sin eco Pardo quiebra la conspiración del silencio, se reconoce una voz humana y obliga a sus lectores a escucharlo.

Carla Castro
ver:
https://www.conoceralautor.es/libros/ver/la-silla-de-
ruedas-de-adolfo-pardo

A propósito de este mismo libo:
En el panorama de la novela actual en Chile existe un tipo de creaciones herméticas y elitistas, cuyos méritos estéticos todo el mundo reconoce, pero que son leídas sólo por personas que tienen un interés específico, siendo ignoradas por el público masivo. Aquí podemos decir con Henry James que la única obligación que podemos imponer a la novela es que sea interesante y, desde luego, este tipo de ficción falla en el intento.
Por otro lado tenemos obras que apuntan al entretenimiento como meta fundamental, con el evidente primer propósito de alcanzar reconocimiento público y hacer obras placenteras y al hacerlo se hacen necesariamente cómplices de la industria editorial que les dicta a través de la aprobación o rechazo, el sello que deben tener sus creaciones Mientras el escritor anteriormente, encontraba su justificación en el enfrentamiento con la ideología dominante, el de hoy se encuentra inmerso en una sociedad globalizada y en un sistema de producción del cual él mismo es partícipe, con lo que su independencia se ve muy disminuida. Así vivimos en una sociedad indolente que confunde la tolerancia con la indiferencia y que ha perdido todo ánimo de crítica El encomiable fomento y protección de las artes por parte del Estado, convierte desgraciadamente al escritor en cómplice de sus políticas y sistema de valores.
Fernando Pessoa al afirmar que “el escritor no es ciudadano de ninguna comunidad de ideas y que esto es lo que lo hace ser escritor”, nos pone en alerta contra una de las características de nuestra cultura actual, como es su habilidad para asimilar y pervertir la oposición y transformarla en producto de consumo.
Los dos tipos de novela anteriormente descritos, deben pasar todavía por la calificación de buena o mala literatura, lo que se presta para múltiples interpretaciones, pero, salvo destacadas excepciones, flota en la atmósfera literaria nacional una cierta solemnidad acorde con la idiosincrasia de nuestro país.
En ese sentido pareciera necesario tomar distancia de nuestro medio para no dejarse atrapar por lo que Bolaño definió como “un oasis de horror en un desierto de aburrimiento”.
Después de varios años de trabajo, de un exilio en Paris y otro en Chile, nuestro amigo el escritor Adolfo Pardo nos presenta la novela “La silla de ruedas”, que a mi juicio se aparta de la ortodoxia de la novela chilena actual.
En ella el protagonista comienza hablando en primera persona y declarándose escritor en un tono que, en principio parece muy normal, al narrar sus vicisitudes para deshacerse de unas muñecas precolombinas que han sido dejadas por un amigo en su casa de Paris. Pero, a poco andar se nos muestra una mujer paralítica, por la que él se interesa vivamente, pero que tiene un comportamiento muy extraño, que no puedo revelar porque se perdería parte del interés del libro. Además conoce a una niña que definitivamente se sitúa en el dominio de lo fantástico o de lo real maravilloso.
Con hechos como éste, el narrador construye un tipo de ficción que rompe el realismo burdo, una narración que evita conscientemente los lugares comunes del género; para ello hace referencia —muchas veces irónica— a otros autores: Charriere, Sade, Donoso, Borges, Parra, hasta Coelho; habla de temas disímiles que parecen digresiones, pero arreglándoselas para no apartarse de la línea argumental; interrumpe el ritmo narrativo mediante guiños a los lectores, proponiéndoles temas para sus propios escritos y pidiéndoles no caer en autobiografías patéticas, para finalmente sugerirles leer a Celine si están considerando la posibilidad del suicidio. Con estos recursos, nuestro escritor adhiere a un tipo de literatura, algunos de cuyos rasgos son el cinismo y la ironía.
Sin embargo, y a pesar de estos meandros, la narración no pierde continuidad, lo que alienta la sensación de expectación permanente, contribuye a la agilidad de la historia, y no le permite al lector abandonar este relato de ritmo persistente.
El protagonista es creíble debido a un sinnúmero de detalles de su vida doméstica, una vida mínima y sin proyecciones —que nos parece cercana— en la que es víctima de una tensión creciente provocada por los extraños sucesos de que es testigo y partícipe y que el asume con mucha propiedad, incluso cuando a raíz de hechos narrados por él a los demás personajes de la historia, pasa a involucrarse directamente en la trama.
Pero junto a estos acontecimientos extraordinarios, se nos muestra un personaje humano, asediado por su precaria condición económica, amante de sus hijos, hostigado por su suegra, repudiado por su mujer y finalmente complicado por un nuevo amor que le exige una definición.
La novela tiene un desarrollo que —si habláramos de una obra de teatro— llamaríamos aristotélico: hay una presentación en que el narrador-personaje se muestra a través de su diálogo interno que logra hacernos simpatizar e identificarnos con él; luego un desarrollo de acontecimientos, algunos banales otros extraordinarios que van preparando el final, para rematar con un desenlace dramático que explota en una terrible frase final que nos deja conmovidos.
De esta manera Adolfo Pardo nos ofrece una novela en la que, haciendo un trabajo sobre si mismo, sobre su propia forma de ver las cosas, logra construir una realidad propia, un resultado en que un sinnúmero de elementos se amalgaman para definir a este personaje cuya esencia está constituida por una combinación de humor y angustia, que parecen ser también parte de nuestra realidad actual.
Toda novela —según Anatole France— es una autobiografía y ésta no escapa al aserto, por lo menos esa sensación le queda al lector, lo que constituye un mérito, ya que aquellos que pretenden poner otra cosa que ellos mismos en su obra, se engañan totalmente.
Si no me creen, lean la novela y compruébenlo por sí mismos.

Carlos Ortúzar
Santiago, 04 de mayo de 2007

EL CARBÓN DE LAS PALABRAS
Lectura de Carlos Labbé.
Tomado de la Revista web de crítica literaria sobrelibros
http://www.sobrelibros.cl/
Yo mismo siento el arrebatamiento cuando escribo esto; en la pantalla de un computador las palabras son combustibles. Quiéralo o no están escritas para que alguien sienta necesidad de someterlas a transiciones que no parecían castellanas: como quien recoge madera para prender una fogata, las corta, las pega, las sube, las baja, las adjunta, las reenvía, las explora, las escanea. Las comparte con otros y entre todos las van consumiendo.
“Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad” (Génesis 11). Los incendios, de Alfonso Mallo, no sólo es la acumulación ampliada de la voz de cada uno de esos seres humanos que habitan la torre de Babel bíblica, sino también la pregunta de cómo efectivamente narrar, de cómo figurar en palabras el momento en que la confusión –un sustantivo abstracto– desciende sobre el espacio físico –las habitaciones, las calles, las plazas, los almacenes, los hoteles, los bares, las fábricas– de estos personajes. La ciudad, sus cuerpos, dice el Génesis, es la única experiencia que estos personajes verdaderamente comparten, no las palabras; cada uno de ellos se relaciona con el otro a través de intercambios físicos: Verzi y Kilewicz permutan papel y tinta por revistas viejas, Verzi trafica vino con Herrera, Herrera se acuesta con Lyh en el hotel de Vallejo, Kilewicz le regala tortas a Lyh, Vallejo le invita tragos a Verzi y Herrera en un bar. Contrariamente al efecto de un dibujo, esquema, mapa o cartografía, que es asir el espacio humano a través de una abstracción, Los incendios busca una repetitiva enumeración interminable de objetos, acciones, lugares, gestos y nombres, de manera que en el relato estas palabras se vuelvan imágenes tipográficas reconocibles para el cuerpo del lector –para sus ojos, para su oído, para ese lugar incierto que es el órgano de la interpretación– y, a fuerza de cansancio, de rechazo, de acostumbramiento, finalmente de afecto ante las formas conocidas, entrar por una vez en un relato de espacios; se trata de escribir y leer para lograr una experiencia del presente, una unidad mínima de vida despojada de erosión. Pero ese despojamiento de temporalidad hace que uno quede por un segundo desprevenido, y es arrebatador que la novela hable no sólo de incendios, sino explícitamente de lenguas de fuego que consumen las construcciones, que devoran el sentido de las palabras tras describir con crudeza cómo el cuerpo del personaje duele, se hincha, se endurece, se convierte en carbón, se convierte en piedra con la cual empezar a construir otra ciudad.


De la escritura como suspensión del movimiento
Entrevista a Alfonso Mallo publicada en el diario El Litoral, Santa Fe, Argentina.

Editorial Ril (www.rileditores.com), de Santiago de Chile, acaba de editar “Los incendios”, una novela del argentino (radicado en Chile) Alfonso Mallo, que nos sumerge en un clima de opresión y catástrofe casi palpables, y que no da respiro a lo largo de sus trescientas páginas. Lo que sigue son extractos de una entrevista en la que Mallo comienza hablando de la lectura y comenta después algunos pasajes de su novela.
-Cuando era chico no escribía sino que plagiaba o glosaba, cosa que era mucho más redituable, a los efectos de cultivar una pequeña fama en la educación sistemática y ser el favorito de la maestra.
Pero eso, que era medio en serio y también un juego, finalmente tenía que ver con el tema de la lectura: como leía más que los demás, rara vez me pescaban en el delito. Al mismo tiempo, tuve la viveza de nunca chorear clásicos de la literatura infantil o escolar, obviamente, sino cosas que por algún extraño motivo, hace veinte años, no entraban mucho en el circuito (como “Mi planta de naranja lima”, de Vasconcelos, que tenía algunas malas palabras en la página 106, o algunos cuentos de Dalmiro Sáenz que leía a escondidas incluso de mis viejos). Pensándolo mejor, tiene lógica el asunto cuando uno se da cuenta al final de que lo más placentero de la escritura es, justamente, la lectura. Ahora, aunque a veces den muchas ganas, ya no plagio, o al menos no lo hago tan descaradamente como antes.
-En “Los incendios”, un final de ciudad -que es el fin del mundo y quizás ya sea el infierno- es vivido por personajes que deambulan en círculos viciosos que los llevan a los mismos lugares y a las mismas situaciones, sólo que cada vez más asfixiantes, si cabe. Una ciudad, leemos, “que clausura su boca inmensa sobre cada uno de nosotros, como si pretendiera convertirnos en alguna especie de alimento urbano que sólo se digiere con el fuego. La ciudad miente, miente, lo sé, miente. Porque no hace posible el escape en el momento en que es más necesario y se cierra como una cárcel oculta a la
que nadie puede llegar”.
“Los incendios” en el principio fue un sueño. Tenía, claro, mucho más cosas autobiográficas y mucha menos verosimilitud (se trataba, realmente, de un sueño bizarro). Pero del sueño quedó lo del clima asfixiante, porque si hay algo que tienen los sueños es la sensación de la habitación siempre cerrada: no es posible salir de ellos hasta que se despierta. Desde entonces hasta que terminé la novela pasaron casi cuatro años y el proyecto tuvo muchas modificaciones, básicamente porque el sueño, en sí mismo, era inenarrable. Quise conservar algo que quizás me viniera de la ciencia ficción: la idea de que todo cambia de alguna manera extraña cuando un hecho terrible ocurre (la caída de un meteorito, la muerte de todas las mujeres del mundo o un incendio paulatino, lento e inexorable). Y eso se me cruzó con cierta idea del recuerdo o, mejor, de los mecanismos que dispara el recuerdo, porque tuve que ponerlos en funcionamiento para reconstruir el sueño con cierta exactitud.
Desde ahí, la escritura de la novela fue un proceso bastante largo y tedioso, porque además me había autoimpuesto la obligación de terminarla antes de cumplir veinticinco años, cosa que logré y que ahora, seis años después, me parece una estupidez. En todo caso, tengo muy claro que se trata de eso que llaman “primera novela”: ahí están las obsesiones no tanto temáticas sino de estilo, de tono y de ciertos desvíos profesionales que tienen que ver con la edición y la corrección como oficio.
Entonces, desde ese punto de vista, me parece que tiene también lo asfixiante de ese gesto: tratar de hacer una novela que tuviera todo lo que había escrito antes. En cierto sentido, creo que se trató de una especie de catalizador que me pareció necesario, pues es algo que tarde o temprano hay que hacer si se quiere escribir, y por eso la publiqué igual, cinco años después de terminada, aunque me parece que no representa mucho lo que estoy haciendo ahora.
-Leemos en otro pasaje de “Los incendios”: “Escribir desde el presente es reescribirlo: una bicicleta fija que gira y gira sobre sí misma hasta que quien mueve los pedales desfallece o abandona. Recorto algunos fragmentos para robarle a la memoria deseos de un pasado perdido, pero comprendo que sin eso no hay existencia posible y la escritura desde el presente se transforma en la más perfecta simulación de vacío”.
-Ese fragmento alude al recuerdo, sin duda por el lugar común que viene de leer a Proust con cierta devoción (y también a Perec, que hace lo mismo pero distinto), está para mí en el origen mismo del acto de escribir y, de alguna manera, lo contiene. Es un asunto que va más allá de lo temático y, por supuesto, del estatuto de verdad de las cosas: me parece que toda escritura es, siempre, la construcción de un recuerdo que instala una especie de presente total, que estaría en el acto mismo de escribir. Creo fervientemente que hay, al menos, dos mundos funcionando al mismo tiempo y que, en el fondo, son muy parecidos. Lo que la escritura hace es detener ese movimiento y tratar de atisbar desde uno lo que ocurre en el otro. Ese instante es, claro, un presente donde las categorías de pasado, de memoria y de ficción son muy relativas. Por ahí va un poco la investigación de “Los incendios”, y si lo pensás un minuto se trata apenas de responder preguntas muy sencillas: ¿qué pasaría si todas las ciudades del mundo fueran incendiándose lenta y paulatinamente? Las cosas cambian de tal manera que las relaciones entre las personas, entre las personas y las cosas y, sobre todo, entre las personas y su propia historia se van un poco al tacho y se generan modos nuevos de relaciones. No es que no existieran desde antes, sino que estaban tapados por otras capas de sentido (culturales, sociales, políticas, en fin…) que el hecho extraño (y no tanto tampoco) pone un poco más arriba de la torta. Eso que ocurre en la ficción también ocurre en la realidad de la escritura en el momento mismo de escribir: ese acto se transforma en el hecho conmocionante que puede cambiar todos los modos de relación conocidos por aquellos que están un poco más allá. Y quiero insistir en que digo “nuevos” y digo “cambios”; pero se trata apenas de una manera de denominar al fenómeno: por una parte, está claro que nadie inventa nada y, por la otra, está todavía más claro que todo esto está circulando por alguno de los dos mundos que componen la realidad y se trata solamente de tratar de escribirlos, algo en apariencia tan simple como cualquier otra cosa (cambiar el cuerito de la canilla o hacer un trasplante de hígado, da más o menos lo mismo).
Mario Barahona S. “Poe_Mario Antología Rupestre” Mario Barahona Saldías es Poeta por convicción y su obra, más allá de ser provocativa para el lector surtido, llama poderosamente la atención de quien se involucra en sus versos. Dejan un olorcito de aquellos paisajes, un recordatorio de lo simple que puede ser la vida, un momento iluminado con alientos desde la naturaleza -mirada delicadamente-. “Poe_Mario Antología Rupestre” (Forja, 2006) es una pequeña colección de poemas relacionados en sí con la natura, la geografía otrora en concatenación con el hombre, y el amor. Una mirada cercana: la amabilidad, los rasgos verdes, azules, el vigor y a la memoria descansada y lúcida de un Poeta declarado autodidacta, sin lectura poética rimbombante y de profesión Ingeniero. Mario Barahona S. (de aquí en adelante MBS) quien reside en el Litoral Central, más específicamente en “El Tabo” (y nace en Parral. 1955, Chile) se acerca a si mismo y reniega todo tipo de comparación, en cuanto a obra y autores (cosa que tampoco se hará en este artículo) y eso, en medida de lo que comprendemos, es una invitación a la libertad y al estudio auto-asumido, sin dejar de lado el laborioso proceso de creación; es un llamado osado, una herejía (al no conocer él, autor que sea -o fuese- su trampolín en el largo camino del oficio poético) un Poeta diferente pero igual a muchos, lleno de percepciones muy propias. Es así como MBS nos plantea en el poema “Escritor” la realidad de su llegada a la poesía, una entrada dolorosa que cruzó con resuellos mordidos: “Descubrí este oficio, después de todo lo vivido/ cuando ya los alientos me abandonaron/ cuando solo las letras, revoloteando mi alma/ convertidas en cálidas mantas, en su lecho me cobijaron.” Entonces, el autor, se refiere a la poesía de manera sutil y bondadosa, fue para él, la preserva que permitió la continuación, desestimando un largo río cuya trayectoria fue cuesta arriba. Esa llamada meta-histórica, que se sabe, suele venir con un sin número de decepciones y seccionados ritmos que pasan inmóviles por la suerte o por la generación constante de futuros teñidos o mecanografiados en un progreso servicial, hasta lograr una relación constante poeta-lector.
Del “poemario” podemos distinguir en el capítulo “Recortes de papel amarillento” como el poeta se disuelve entre el amor y la agonía, precisamente en aquel poema (agonía) nos propone su reflexión:
“…Sí tu no lo entiendes/ estoy perdido/ acabemos ya/ si lo que deseo se desvanece/ lo que persigo/ me persigue/ aunque cada minuto haya quedado impreso en mí./ No, mujer, no eres tú…”.
Frente al abúlico tormento, de aquellas preguntas llenas de espíritu y logradas reanimaciones nocturnas, terminan por confundir el espacio mental del autor, desestimando una aclaración frente a decisiones de lo amatorio; trama un incansable -al descanso- de lo que pueden traer y enrollar las distintas visualizaciones corruptas, imágenes desvanecidas que proyectan un fin inalcanzable. MBS puede recurrir, en sus textos, al desahogo (algo engañador), el éxtasis vomitivo de la escritura en post del menguar a favor del conocimiento interno y la salvedad que se puede alcanzar, en torno a unos cuantos versos, en él alcanzables, puesto que soluciona:
“Estamos en un noche cerrada, profunda./ Te dejo amor.”
El hacedor de estos versos penetra hasta el cansancio en su diluvio y lo comprende para poseerlo y tirarlo a la sociedad, pero no para ser una piedra exigida de finta, sino, un presentimiento del poder que descontrola en el otro; lo que no se puede desestimar es que MBS enjuicia su propio yo (y el de algunos más) atándolo con arboledas y mares sureños llenos de encanto, agorería y apego. Poemas llenos del garbo, sin rostros ni ilusiones, una sustitución de lo obtenido por la venida cósmica de la entrega y del entregar, no como lo haría un supuesto excéntrico de mil hojas molidas o un estanco de presteza podrida a lecturas pos-modernas o la caricatura –cada vez más común- de poetas trivializando discursos e insultando, a mansalva, a quien no sea de su agrado intentando ser parte de aquellas luchas míticas que ahora solo nos ayudan a entender la verdadera realidad poética de antaño: llena de literatura y honestidad intelectual.

Por Javier Sepúlveda
Ppdog3@hotmail.com
http://adevlup.blogspot.com

«Giovanni Corradini. Escritos del Arte y el Espíritu». Compilación, Notas y Prólogo de Rafael

Videla Eissmann. Ediciones Tierra Polar. 2008.

«La realidad es constantemente transfigurada y vivificada por un significado interior que no es siempre posible interpretar con seguridad, pero que se vislumbra en la presencia de motivos tradicionalmente simbólicos que emergen de los abismos misteriosos». Giovanni Corradini.


Solano San Martín y sus cosas: Notas a Extremo Austral (Mago Editores, Chile, 2008) de Francisco

Quiroz Escobar

por Leandro Hernández Gómez

En general, los textos que conforman Extremo Austral pueden ser catalogados como románticos negros, casi malditos, además de portadores de un habla culta y callejera, noctámbula o derechamente insomne.

Hay poemas fríos que dan cuenta de noches calurosas asomados a la ventana que da a la Plaza Almagro o Diez de Julio. Hay de pronto una mirada embriagada que condensa ternura y maravilla y en donde Ariadna muestra un cable que nos conduce a otro laberinto.

Hay poemas eróticos en la mejor tradición del género. Hay deseo, hay sexo y hay sobretodo lectura: de los textos de la tradición, de los propios, de los cuerpos y, de vez en cuando, aparece el ansia de leer ( es decir, escribir) también el alma.

Se presenta un hablante que se trasluce lector voraz y que, por lo mismo, dialoga permanentemente con hablantes de otros textos. Este diálogo se deja ver especialmente a través del uso de los epígrafes y/o dedicatorias.

Existe un intento, al parecer exitoso, por fotografiar la selva urbana que da pie a un discurso en el que no hay lianas ni bejucos, sino plazas, palomas sucias y lustrabotas minusválidos. Hay capturas de instantes amatorios, sexuales y perversos, a través de un uso neo barroco del lenguaje.

Hay delirios muy bien construidos como tales cuya música nos embriaga y hace que traguemos la amargura como si todos en verdad envejeciéramos bebiendo ron.


LA MÁSCARA DE UNA ROTACIÓN: UN SUEÑO DESPIERTO

Sobre Tacones bajo la luna de Ana Montrosis

Por Héctor Hernández Montecinos

Si no es sabido, se intuye, que la poesía cambia de casa como quien cambia de ojos, y su cuerpo íntimo es el reguero de una historia colectiva que se ha visto enfrentada a todos los fascismos posibles y, no obstante, de cada uno de ellos ha salido victoriosa y triunfal. Por eso quizá la poesía siga siendo el bastión de una rebeldía horadada y biopolítica. Desde su triple anclaje es que su ética se convierte incluso en una reserva moral tanto para las otras artes como para el campo cultural en sí mismo. Esto no es una apología obturada a la poesía sino que una demarcación del carácter subversivo que a veces los y las poetas tienden a olvidar o negar tanto por cobardía o comodidad.

He querido señalar estas palabras a modo de introducción a la lectura de Tacones bajo la luna de Ana Montrosis, pues en este libro no sólo vislumbra una cartografía de un locus nómade, sino que también la escisión de un cuerpo marcado por género, edad, clase, raza, etc. Se trata más bien de un murmullo de muchas voces que a la vez se encienden como una enjambre de luciérnagas bajo una luna divinizada por su extrema maldad y belleza: quizá una de las metáforas sobre el mismo ejercicio de escritura, la fascinación de la fatalidad y viceversa.

La primera sección del libro, “Luna Nueva”, sea de alguna manera una inicial imagen desdoblada de un yo que está negado para sí mismo, y que en su propio nombre reconstruye un espejo donde refleja la sombra sadomasoquista de una fe que cuestiona la pequeña divinidad del escribir, y al mismo tiempo es la comprobación de su inutilidad pues después de cada rezo u oración sólo quedan palabras, la necesidad y la más profunda soledad que son, a la vez, el origen del poema. Es en este momento que el imaginario se disloca y aparece de súbito una abuela, una madre, una hermana, una amiga y todos posibles asociaciones mitológicas entre ellas. No hay edad, lugar, sino sólo una voz, una voz que desautoriza el frío y el hambre de cualquier casa, que es lo mismo que una ciudad, un país.

En el siguiente capítulo, “Luna creciente”, estos espectros, estos devenires adquieren un rostro más fantasmal aun, por lo cual más lleno de vida y sentido. No sólo se maquillan, usan vestidos, celebran su propia tragedia, cociendo ropas ajenas, cocinando comidas ajenas, tejiendo ropas ajenas, y en esa despersonalización es que su silencio se hace contingente. La vida cotidiana es esa biopolítica cada vez más opuesta al “mundo literario”, y de esa tensión es que textos como “Fantasía doméstica”, “Nuestro armario” o “Cartones mojados” ponen en escena la celebración de esa derrota y la lamentación de su éxito. La escenografía de esta obra se ve desplazada profanamente a un lugar y un personaje llamado “Santa Bernardita” que pareciera ser la primera de las exhumadas, una reliquia en medio de la modernidad y el progreso neoliberal de los deseos.

El tercer y final apartado es “Luna Llena”, donde todo es una mítica celebración llena de cantos, máscaras, tules, vides. Si la luna nueva es un origen, por lo tanto un destino, y luego la luna creciente es el paso del ángel de la historia, esto es, avanzando con la mirada hacia atrás, es que en la totalidad de esta luna su luz no sólo hace relucir lo que antes parecían sombras, sino que convierte todos los recuerdos en una metáfora para la propia escritura. Todo secreto es un ritual, y en el ejercicio de escribir pareciera que los poemas son a la vez una revelación y un enigma. El hecho de que no haya Luna Menguante sólo viene a comprobar el trazo de una flecha lanzada hacia delante, hacia la utopía, no de esas grandes, sino los mínimos gestos que nos recuerdan que cada día más es un día menos, pero por lo mismo todo momento es el ahora. Es por esto que la luna ha sido esa población de la cual todos hemos querido escribir, y que Ana Montrosis, junto a otros excelentes escritores como Marcelo Arce, Sebastián Herrera, Elias Hienam, Marjorie Dávalos y muchos y muchas más han podido vislumbrar más allá de cualquier prepotente sol y más allá de cualquier caprichosa nubosidad.

La bella intimidad, el revés de un gran relato, la sobriedad de un ojo alucinado que no sólo recorre callejones, salones de baile imaginarios, casas familiares sino que también iglesias vacías y pueblos abandonados en lo más profundo de un ánimo social. Tacones bajo la luna de Ana Montrosis nos recobra el gesto del mirar de soslayo como una suprema obligación, como una invitación a dejarse arrasar por las historias vivas que conforman cada una de nuestras heridas. Este libro no solamente nos devuelve a un lugar fantasma dentro de uno mismo, sino que con su potencia y ternura, se vislumbra como una estrella para muchos y muchas que están detrás de ella, y quizá esa esperanza que estamos comprobando acá sea la más fundamental retribución al momento de escribir. La revolución de la fraternidad se hace desde uno mismo, he aquí una prueba de ello.



FRANCISCO BILBAO: Revolucionario
Editorial Cuarto Propio.
Edición a cargo de José Alberto Bravo y preámbulo metodológico de Miguel E. Orellana Benado.
Después de más de un siglo, se vuelven a publicar las obras completas de Francisco Bilbao Barquín (Santiago, 1823-Buenos Aires, 1865). La edición anterior data de 1894 y hoy es imposible de hallar, por lo cual esta nueva publicación, titulada Francisco Bilbao, el autor y la obra (Editorial Cuarto Propio), resulta un acierto para adentrarse en el pensamiento de uno de los personajes más polémicos del siglo XIX en nuestro país. La edición estuvo a cargo de José Alberto Bravo y viene con un preámbulo metodológico de Miguel E. Orellana Benado. Como base se utilizó la edición de sus obras completas realizada por Manuel Bilbao, hermano menor de Francisco, en 1866.

Alejandro Lavquén


Jann-Marc Rouillan
Paul de Épinettes o la mixomatosis panóptica
[pepitas de calabaza ed. & llaüt] · ISBN: 978-84-936367-1-5 · 176 páginas · 12 x 17 cm · 12 euros · Logroño-Barcelona, mayo de 2008 · www.pepitas.net

Esta novela —inspirada en experiencias vividas y personajes reales— es una descarnada denuncia del actual sistema penitenciario, un sistema que mantiene suspendidos en el vacío a miles y miles de seres humanos, apartándolos para no incomodar la mirada de la ciudadanía biempensante. En ella se cuenta la trepidante historia de Paul de Épinettes, llamado así por el barrio parisino de Épinettes, donde, después de la Segunda Guerra Mundial, se construyó una «célebre» cárcel de menores. Robos, atracos, amistad, camaradería, amor y traición urden esta historia que bosqueja el ascenso y la caída de la vida en rebeldía.

Jann-Marc Rouillan (antes Jean-Marc) nació en 1952 en Auch (Francia). Su activismo le ha llevado a pasar media vida en la cárcel, por lo que conoce de primera mano todo aquello de lo que habla en este libro. En la actualidad trabaja en la editorial marsellesa Agone, y ha escrito Prolétarie précaire. Notes & réflexions sur le nouveau sujet de classe; Glucksamschlipszig: Le Roman du GLUK; Lettre à Jules; La Part des loups; Le capital Humain; De mémoire (1); Chroniques carcérales; además de Odio las mañanas.

 

art11_f01ALLENDE. EL HOMBRE Y EL POLITICO, Memorias de un secretario privado. De OZREN AGNIC KRSTULOVIC. Ril Editores (Chile).

La memoria colectiva de los pueblos se forma a partir de la suma de las memorias individuales, pero no solo en la simple acumulación de hechos si no que en el significado que se le da a los recuerdos.

Ellos, son necesarios porque crean la propia historia y entregan la experiencia necesaria para evitar repetir errores. La memoria colectiva, por tanto, crea un punto de vista particular que de los hechos tienen los individuos y los grupos, dándoles una identidad o reforzando la que ya existe dando forma a la tradición y a la historia.
En su libro “Allende el hombre y el político: memorias de un secretario privado” Ozren Nikola Agnic Krstulovic, chileno-croata e ingeniero comercial de la Universidad de Chile, muestra desde su trabajo como secretario del senador y luego su colaborador por diecisiete años, una descripción intima, personal y coloquial de la vida de uno de los políticos que más huella ha dejado en la historia de Chile. Agnic, fue secretario privado de Allende entre los años 1957 y 1965, período muy agitado en la historia chilena y como testigo privilegiado nos relata hechos históricos desconocidos hasta ahora como el intento del general Carlos Ibáñez del Campo, en el año 1958, para evitar entregar el mando de la nación al recién electo presidente Jorge Alessandri. El general, trató de convencer a Allende de participar en un Golpe de Estado para que el senador socialista asumiera la presidencia en vez del candidato de derecha. Cabe señalar, que Ibáñez era enemigo acérrimo de la familia Alessandri desde que en el año 1927 boicoteara el gobierno de Arturo Alessandri en un intento por impedir la consagración de la Constitución de 1925 que establecía un régimen presidencialista en vez del parlamentario. Lamentablemente para él, fue a golpear a la puerta del hombre equivocado y el año de 1958 debió entregar la banda tricolor al presidente constitucionalmente electo.
Ozren Agnic, no pretende sin embargo darnos una clase de historia de Chile sino que nos muestra sus memorias individuales, que se entrelazan con la memoria oficial de un país. Estas memorias, no reviven ni odios ni resentimientos sino que forman parte de la larga elaboración del duelo particular de este secretario privado, que durante el gobierno de Allende fue presidente Ejecutivo del Banco Regional de Concepción lo que le valió, en los días posteriores al Golpe de Estado de 1973, ser encarcelado, torturado e interrogado tanto en el estadio de esa ciudad sureña como en la isla Quiriquina y otros lugares. Nos narra como fue condenado a una pena de diez años, la que fue conmutada por exilio, tras largos 22 meses de reclusión.. En este caso, los recuerdos no niegan la existencia de esa etapa tan dolorosa de su vida en la cual perdió toda su documentación personal, transformándose en un NN sin estudios ni identidad, sin amigos (salvo honrosas excepciones), en una persona a la cual una vez que salió en libertad, había que evitar saludar por miedo a que lo estuvieran siguiendo. Al intentar revisar el pasado, es imposible no caer en la tentación de ahondar en los resentimientos, sin embargo, en estas “Memorias…” no se evita el dolor ni se dramatiza con él, se lo muestra evitando ahogarse en la pena y en el odio.
El estilo y amenidad de los relatos, cautiva al lector a lo largo de las 322 páginas del libro, incluso en capítulos que señalan la significación para el país de un sistema bancario al servicio de la nación y no de intereses particulares con fines de lucro como es ahora, y la manera como actuaron sectores internos y externos para desestabilizar el mandato de Allende, sólidamente fundamentados en documentacion desclasificada en los EE.UU. de Norteamérica y las investigaciones del Senado de ese país, volcadas en el informe emitido por la denominada Comisión Church de esa corporación, mandatada para indagar acerca de las acciones encubiertas desarrolladas en Chile por compañías transnacionales y los organismos de inteligencia, ordenados por el presidente Nixon y su asesor de seguridad, Henry Kissinger. El 26 de junio del 2008 se cumplirán cien años del natalicio de Allende. Es de esperar que estas memorias contribuyan a la reconciliación chilena, que es una etapa necesaria en la vida de las personas y de las sociedades, elaborando los duelos necesarios para eliminar los conflictos que surgen. De cara a nuestro bicentenario, estas Memorias publicadas con el sello de Ril Editores (www.rileditores.cl) aparecen como un camino de encuentro entre los chilenos donde la memoria y el olvido además, de ser vinculantes entre el presente y el futuro actúan y ordenan como simbolizaciones de la historia.

Loreto Soler – Periodista
Santiago de Chile

Respirar por la herida, Víctor del Árbol, Editorial Alreves, 2013.

“Acaso sea el azar el que nos arrebata aquello que más amamos, pero puede que todo lo que nos ocurre no sea sino el resultado de nuestros propios actos”. Estas son las preguntas que atormentan a Eduardo, un pintor para quien nada tiene sentido tras la

muerte de su mujer y su hija en un accidente de coche. Una famosa violoncelista, Gloria Tagger, le dará una razón para seguir viviendo al contratarlo para pintar un cuadro: el retrato de Arthur, el autor de la muerte de su hijo. Aceptar ese reto desencadena una cascada de sentimientos que durante muchos años han permanecido ocultos. En “Respirar por la herida”, con una trama perfectamente urdida y una intensidad descarnada, el dolor y la culpa desbordan los límites de sus protagonistas, con profunda psicología. Si te gustó la película Mystic River, de Clean Eastwood, disfrutarás con esta novela. El autor, Víctor del Árbol, es un prometedor escritor y merece un merecido apoyo. Ha sido galardonado con el premio Le Prix du Polar Européen a la mejor novela negra europea por “La tristeza del samurái”. En este caso no estamos ante una novela negra convencional, pues no se encontrarán detectives o policías que busquen la verdad. No hay buenos o malos, sólo contradicción, dudas, miedo y un poco de esperanza. Al final, cada lector encontrará la respuesta a su propia pregunta: ¿y tú qué harías?

Reseña de Gabriel Cortina

“Misión olvido”, María Dueñas. Ed. Temas de Hoy

María Dueñas se ha posicionado como una de las escritoras de habla hispana más relevantes, gracias a su novela “Tiempo entre costuras”, con más de treinta ediciones, todo un best-seller. En esta ocasión, “Misión olvido” se centra en el reto personal de la profesora Blanca Perea. Incapaz de recomponer sus propios pedazos, acepta a la desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto académico. Su estabilidad personal acaba de desplomarse, su matrimonio ha saltado por los aires.

Confusa y devastada, la huida a la insignificante universidad californiana de Santa Cecilia es su única opción. El campus que la acoge resulta, sin embargo, mucho más seductor de lo previsto, agitado en esos días por un movimiento cívico contrario a la destrucción de un paraje legendario a fin de construir en él un enorme centro comercial. Y la labor que la absorbe —la catalogación del legado de su viejo compatriota Andrés Fontana, fallecido décadas atrás— dista enormemente de ser tan insustancial como prometía.

A medida que se afana en vertebrar la memoria de aquel hispanista olvidado, junto a ella va ganando cercanía Daniel Carter, un colega americano veterano y atractivo que no ocupa el sitio que debería ocupar. Entre ambos hombres, uno a través de sus testimonios póstumos y otro con su complicidad creciente, Blanca se verá arrastrada hacia un entramado de sentimientos encontrados, intrigas soterradas y puertas sin cerrar. ¿Por qué nadie se preocupó nunca de rescatar lo que Andrés Fontana dejó a su muerte? ¿Por qué, después de treinta años, alguien tiene interés en que todo aquello se destape al fin? ¿Qué tiene que ver la labor inconclusa del viejo hispanista con todo lo que está ocurriendo ahora en Santa Cecilia? ¿Qué le movió a desempolvar la historia no contada de las misiones del Camino Real? Antes de encontrar respuestas, Blanca aún tiene mucho que entender.

Amores cruzados, certezas a medias e intereses silenciados que acabarán por salir a la luz. Viajes de ida y vuelta entre España y Estados Unidos, entre el presente y el pasado de dos lenguas y dos mundos en permanente reencuentro. Necesidad, deber, pasión, una vez más María Dueñas compone una narración emotiva e intensamente humana.

Reseña de Gabriel Cortina

El caso Kurílov
Irene Némirovsky
155 páginas
Ediciones Salamandra

Recomendamos esta lectura por tres motivos: primero, por el tema, porque se trata de la progresiva humanización de un asesino; segundo, por la autora, Irène Némirovsky, una de las escritoras más prestigiosas de Francia, maestra de la caracterización psicológica de los personajes; y en tercer lugar, porque es una novela corta y entretenida, perfecta para tu próximo viaje.

El argumento es el siguiente. En la terraza desierta de un café de Niza, conversan Iván Baránov, antiguo miembro de las fuerzas de seguridad del zar, y León M., un curtido revolucionario bolchevique. Si bien ambos estuvieron implicados en el caso Kurílov, León M. se niega a revelar su identidad y detallar su participación en los hechos. Sin embargo, tras su muerte se halla un texto mecanografiado en el que esboza su recorrido vital y confiesa los entresijos del caso.

En 1903, León recibe el encargo de ejecutar a Valerian Alexándrovich Kurílov, ministro de Instrucción Pública del zar Nicolás II, un atentado que los líderes del partido comunista esperan convertir en un golpe definitivo al régimen imperial. Bajo identidad falsa, el joven León logra entrar al servicio del ministro, un hombre universalmente temido por su crueldad, pero que tiene los días contados debido a una grave enfermedad. Así que, a medida que el joven conspirador ahonda en el trato con su jefe, la realidad se llena de matices hasta volverse notablemente más compleja y poner a prueba el ardor revolucionario del protagonista. La pregunta para el lector es ¿y tú qué harías…?

Con apenas 39 años, Irène Némirovsky falleció junto con su marido en el campo de exterminio de Auschwitz. Recibió una educación exquisita pero tuvo una infancia feliz y solitaria. Tras huir de la

revolución socialista de Rusia, su familia se instala en París en 1919, donde Irène logró la

licenciatura de Letras en la Sorbona. Con la publicación de su primera novela, David Golder,

comienza una brillante carrera literaria. Tras su muerte, un manuscrito guardado por sus dos hijas

en una maleta, Suite francesa, se convirtió en un éxito sin precedentes. Espero que los lectores

puedan disfrutar de esta obra y conocer un poco más a la autora.

Reseña de Gabriel Cortina

Una temporada para silvar
Ivan Doig (Ed. Libros del Asterioide)

“No cocina, pero tampoco muerde”. Así comienza el anuncio en el que Rose Llewellyn, una viuda de

“buenas costumbres y disposición excepcional”, se ofrece en el otoño de 1909 como ama de llaves; la

frase capta de inmediato la atención de Oliver Milliron, un viudo con tres hijos y poca maña en las

tareas domésticas, que la contrata para poner un poco de orden en su casa de Marias Coulee, Montana.

Y así comienza también la inolvidable temporada que Rose y su hermano Morris, un dandi sabelotodo, pasarán en este pueblo de granjeros. Cuando la maestra local se escapa con un predicador, Morris se verá obligado a aceptar su puesto; sus particulares métodos de enseñanza marcarán para siempre a los jóvenes alumnos de la escuela rural. Ni ellos ni la familia Milliron ni el pueblo de Marias Coulee volverán a ser los mismos tras la llegada de Rose y Morris.

Ivan Doig está considerado como uno de los mejores cronistas contemporáneos del Oeste americano, alumno aventajado de autores como Wallace Stegner o Norman Maclean. “Una temporada para silbar” es una de sus mejores novelas, fruto de su particular manera de entender la vida y la imponente naturaleza de Montana.

Reseña de Gabriel Cortina

Un día más con vida
Ryszard Kapuscinski
Ed. Anagrama
182 páginas

Kapuscinski es uno de mis autores preferidos. Si va a viajar, no dude en meter en la maleta una de sus obras. El tema de “Un día más con vida es el siguiente”: la revolución de los claveles anuncia el fin del colonialismo portugués y fija la proclamación de la independencia de Angola para el 11 de noviembre de 1975. Tres meses antes, Kapuscinski se instala en Luanda, donde asiste al «éxodo blanco».

Mientras, en su avance hacia la capital, la guerra por el poder en el futuro Estado soberano se recrudece por momentos. El autor, con grandes dosis de valor –o de insensatez– decide quedarse hasta el final; sumido en la mayor soledad, recorre la ciudad desierta y los frentes de batalla. En esta ocasión, se aleja del relato de un reportero; se trata más bien de un diario íntimo, escrito por un ser humano al límite de sus fuerzas y consciente de su indefensión ante la amenaza de muerte que se cierne sobre su cabeza y sobre las cabezas de tantos angoleños, soldados y civiles, que protagonizan el libro. Para muchos es su mejor obra.

Ryszard Kapuscinski (Polonia 1932-2007) fue corresponsal en el extranjero hasta 1981. Entre sus numerosos galardones figura el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, concedido en 2003. Tener en las manos un libro de Kapuscinski es una lección de periodismo y una amena obra de literatura. De hecho, se da la paradoja de que en las librerías se le encuentra en ambas secciones.

Reseña de Gabriel Cortina

¿Cuánta tierra necesita un hombre?
Lev Tolstói

Nórdica Libros
66 páginas

Escrito en 1886,

¿Cuánta tierra necesita un hombre? es una modernísima parábola sobre la ambición del ser humano. Pajom es un campesino al que ninguna extensión de tierra satisface: cuanta más tiene, más necesita. Al conocer que los habitantes de una lejana región, los bashkirios, le ofrecen tanta tierra como pueda recorrer en un día, no lo dudará e intentará abarcar la mayor cantidad posible…

La prosa de Tolstói —decía Nabokov— late al ritmo de nuestro corazón. Elena Odriozola (Segundo Premio Nacional de Ilustración 2006) ha captado ese pulso narrativo y nos lleva con sus imágenes a

la tierra que vio nacer a Pajom, permitiéndonos acompañarle en su viaje por la estepa rusa, marcado por el ritmo de su ambición. Las vacas serán testigo de ese afán. Lev Tolstói (1828 – 1910).

Novelista ruso, profundo pensador social y moral, y uno de los más eminentes autores de narrativa realista de todos los tiempos. Sus dos novelas principales son Guerra y Paz (1869) y Ana Karenina (1877).

Reseña de Gabriel Cortina

Providence
Juan Francisco Ferré
Ed. Anagrama

Presentamos el finalista del Premio Herralde de Novela.Providence es una miríada de novelas, todas ellas sorprendentes y originales: relato de terrores y terrorismos post-11S, novela de campus pornográfica, reverso tenebroso del “american way of life”, reescritura no cinéfila de la historia del cine; retrato, en fin, de una conspiración global para imponer el mundo virtual al mundo real.

Su protagonista, Álex Franco, es un cineasta español con una visión perversa de Hollywood. En el Festival de Cannes conoce a una misteriosa mujer, Delphine, que le propone realizar una nueva película. Providence es también la ciudad donde se instala el conflictivo y escandaloso Franco, sin hacerse una idea de lo que le espera allí: sectas mafiosas, conspiraciones apocalípticas y sociedades secretas que pugnan por el control de su metamórfica realidad.
En definitiva, un hipnótico viaje al fin de la noche americana, esa América real que, desde la perspectiva del autor, encubre el horror gótico tras una fachada colorista de glamour y consumo.

Reseña de Gabriel Cortina

La sombra de Masada
Javier Arias Artacho
Ed. Libros Libres

Presentamos un trepidante thriller histórico ambientada en la época romana del joven autor argentino Javier Arias. En el año 72 DC, el general Lucio Flavio Silva marchó hacia el último reducto de resistencia del pueblo judío: la inexpugnable Masada. Las legiones de Tito ya habían arrasado Jerusalén y destruido su Templo, y ahora esa fortaleza en una cumbre del desierto de Judea se había convertido en una cuestión de honor para el imperio romano. En Masada, los rebeldes de Eleazar ben Yair y sus familias no se rendirán sin luchar, pues no habría peor humillación que aceptar el yugo de Roma. Simón, un joven huérfano enamorado de la hija de Eleazar, comprenderá pronto que ese orgullo mesiánico va a convertirse en su peor enemigo, abocándoles a la muerte y a la esclavitud.

Dividido entre el amor y la conciencia, entre su deber de combatiente y el deseo de una vida en paz, Simón evocará la extraña profecía que hizo un rabí galileo ajusticiado cuarenta años antes. La sombra de Masada es una historia trepidante, la decisión de optar por la muerte o la esclavitud, con un ritmo intenso, sobre la que se cierne un enigmático misterio que consiguió pasmar a los romanos.

Mientras Flavio Silva culminaba el asalto final, tras sus muros sucedían hechos que dejarían huella para siempre en los libros de historia.

Reseña de Gabriel Cortina

El insomnio de Bolívar
Jorge Volpi
Editorial Debate

Fue en España, para ser más preciso en Salamanca, apabullado por las centenarias piedras de Villamayor, frente a las severas estatuas de fray Luis de León y Unamuno, o al menos ante sus

nombres inscritos en camisetas, afiches y llaveros, donde descubrí que yo era latinoamericano.

Acababa de cumplir veintiocho años y hasta entonces había vivido en México, donde jamás fui consciente de esta condición y donde nunca tuve la fortuna o la desgracia de toparme con alguien que se proclamase miembro de esta especie.» Así arranca Jorge Volpi este recorrido por la América Latina del bicentenario, con sus luces, sus sombras, sus caudillos, sus ex guerrilleros, sus escritores, sus injusticias y sus promesas de un futuro mejor.

El ensayo trata de cuatro consideraciones donde se repasan el presente latinoamericano, apunta sus raíces y atisba posibles desarrollos en la política, la sociedad y la literatura de la región.

Ganador del II premio Debate-Casa de América, el jurado afirmo que Volpi «recorre, de manera inteligente y seductora, la historia de América Latina desde su pasado mítico hasta su futuro imaginado, escapando al tono académico y contribuyendo, con humor, ironía y gran oficio literario, a la comprensión del continente americano.”

Los ensayos del insomnio de Bolívar aspiran a ser bosquejos, pruebas de laboratorio, cuya meta no consiste en trazar un vasto mapa político o literario a principios el siglo XXI, sino en estudiar algunas de sus huellas y extraer conclusiones que permitan al lector atisbar el caos que hoy distingue a América Latina.

Reseña de Gabriel Cortina

Cacao
Jorge Amado
Alianza Editorial
www.alianzaeditorial.es

“Cacao” participa de una de las grandes inquietudes siempre presentes, de una forma u otra, en las obras del popular escritor brasileño Jorge Amado.
La novela, publicada en 1933, relata la vida cotidiana de los trabajadores en la hacienda del coronel Mané Frajelo, el rey del cacao, y cómo el despotismo de los patronos acaba despertando la

solidaridad en los trabajadores y el ansia en su protagonista, José Cordeiro, de una existencia más justa y mejor.
Como señala el autor, “intenté contar en este libro, con un mínimo de literatura y un máximo de honestidad, la vida de los trabajadores de las haciendas de cacao del sur de Bahía, ¿será una novela proletaria?”

Reseña de Gabriel Cortina

El accidente
Ismaíl Kadaré
Alianza Editorial
www.alianzaeditorial.es

“El accidente” es una de las obras más peculiares de Ismaíl Kadaré, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2009. Con una prosa concisa y bella, manteniendo los hilos de la intriga, Kadaré intenta responder a aquella pregunta de si el amor existe o es una ilusión. Con el marco de fondo de los conflictos de los Balcanes, y sus tradicionales referencias a las tragedias clásicas, el lector se adentra por los sinuosos meandros de las relaciones amorosas del ser humano; unas veces banales, otras inextricables y sorprendentes.
Un taxi se sale inexplicablemente de la calzada y se estrella en la carretera que lleva al aeropuerto de Viena. Como consecuencia del choque, los dos pasajeros, un hombre maduro y una mujer joven, ambos de nacionalidad albanesa, resultan muertos. Las investigaciones policiales no consiguen

aclarar qué fue lo que despistó al taxista al mirar por el retrovisor como para perder el control del vehículo. El asunto queda archivado como un mero accidente, aunque con el calificativo de extraño. Meses más tarde, los servicios de inteligencia serbios y albaneses primero, y un investigador anónimo después, reclaman el expediente e inician sus propias pesquisas. Novela de intriga política, novela sobre la investigación de un crimen, y novela de amor.

Reseña de Gabriel Cortina

El arte de la literatura
Otra teoría de la literatura
de Kurt Spang
Ed. EUNSA
www.eunsa.es

Acaso nunca antes los conceptos de arte y literatura hayan sido tan controvertidos como en esta época postmoderna en la que cualquier establecimiento de límites y de normas ya levanta sospechas y, sobre todo, se propone discrepar de los demás. Este libro es un intento de poner diques a la actual avalancha de teorías y propuestas heterogéneas y confusas volviendo a categorías ciertamente controvertidas pero no por ello carentes de solidez y fiabilidad. El propósito del autor es mostrar la relación entre el arte y la literatura, y si como tal, obedece a unas normas que rigen todas las artes: “no es una cuestión baladí, puesto que si en la actualidad no hay duda de que existe la literatura, no queda claro siempre si es un arte; y ello en el sentido de si es compatible con el resto de las artes, si tiene elementos en común con todas”. Para el autor, entre lasenfermedades más expandidas y contagiosas de nuestro tiempo, que afectan también a la teoría de la literatura actual, es el relativismo y el escepticismo. Kurt Spang lleva 40 años dedicado al estudio y la enseñanza de la teoría de la literatura y resume en cierta medida en este interesante libro el fruto de su experiencia de veterano en la materia.

Reseña de Gabriel Cortina

Otoño azul
José Ramón Ayllón
Editorial Bambú

Con frecuencia no se sabe con qué títulos se puede iniciar a los adolescentes en la lectura. Para

aquellos que se encuentren en esa situación les recomendamos “Otoño azul”. El autor, José Ramón Ayllón, ha dedicado muchos años a la educación de los adolescentes, especialmente en ayudarles a subir ese primer escalón en muchas materias que, a causa del ocio y la cultura actual, no parecen ser atractivos, como el caso de la lectura que vaya más allá de los cómics y súper-héroes. Esta es

la historia de una chica y un muchacho. En esa amistad, hay una playa en otoño, un equipo de fútbol, clases y amigos, dos familias, un gusto por la vida, un cáncer, una libreta roja, un secuestro y un

buen final. Los protagonistas se ven unidos y enriquecidos por los lazos de la amistad, del amor y del dolor compartido.

Reseña de Gabriel Cortina

El hombre más buscado
John Le Carré
Plaza & Janés

Presentamos la última obra del gran Le Carré, regresando con una novela sobre el terrorismo y la conculcación de las libertades. Un joven ruso sin papeles y muerto de hambre consigue llegar a la ciudad de Hamburgo tras una aparatosa escapada. Lleva encima una sorprendente cantidad de dinero. Es musulmán devoto, o así se declara. Dice llamarse Isa. Annabel, una joven alemana muy idealista y abogada de una ONG defensora de derechos civiles, decide luchar con todos sus medios para que no lo deporten. Para ella su cliente es más importante que su propio puesto de trabajo. Para salvarlo se enfrenta a Tommy Brue, un británico de sesenta años, heredero de Brue Frères de Hamburgo, un banco al borde de la quiebra. Así nace un triángulo de amores imposibles.

Mientras tanto, ante la pregunta de “¿quién es el que fabrica la coyuntura?”, los espías de tres naciones, Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña, dedicados a la lucha antiterrorista, están convencidos de que han localizado a un importante terrorista islámico y esperan el momento idóneo para actuar. El hombre más buscado es una novela conmovedora y compasiva. Una obra que muestra la profunda humanidad del autor y que es al mismo tiempo de una actualidad incandescente. Lo mejor llega a partir del capítulo 8.

Reseña de Gabriel Cortina

Esperadme en el cielo
de Maruja Torres
Ed. Destino
Premio Nadal 2009

Presentamos el Premio Nadal 2009. Se trata de una novela ambientada en una dimensión ultraterrena

donde la protagonista se encuentra con dos amigos entrañables, llamados Manolo y Terenci, que habían

llegado unos años antes. Ese “otro mundo” permite muchas posibilidades. El resto es literatura de

fantasía y aventuras, sentimiento, intriga y cinefilia.

“Esperadme en el cielo” de Maruja Torres es una hermosísima novela con mucho de ceremonia del adiós,

de exorcismo de un dolor difícil de superar, de despedida, o mejor, de última copa antes de una

despedida que se antoja imposible, tratándose de amigos tan excepcionales.

Reseña de Gabriel Cortina

La extraña
Sándro Márai, Ed. Salamandra
www.salamandra.es

Publicada en 1934, La extraña es una de las novelas más redondas de Sándor Márai; un texto breve y

vibrante que narra un viaje hacia lo más recóndito del alma humana.

Rodeado del bullicio de las numerosas familias que veranean en el concurrido Hotel Argentina, en

Dubrovnik, Viktor Askenasi, respetado profesor del Instituto de Estudios Orientales de París,

soporta a duras penas el asfixiante verano de la costa dálmata. Cercano a la cincuentena, el

profesor ha emprendido un viaje en solitario por el Mediterráneo movido por una inquietud que lo

perturba desde siempre y que lo llevó, unos meses antes, a dar un vuelco radical a su vida. Pese a

haber descubierto un reducto de libertad, y estar dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos

como un paso ineludible en el camino hacia la plenitud, Viktor constata que esa libertad tiene otra

cara imprevista que lo sume en el desconcierto. Así pues, atormentado por la duda, en un arrebato

llama a la puerta de la mujer desconocida con la que acaba de cruzarse en el vestíbulo del hotel,

sin saber si del otro lado del umbral lo aguarda la penumbra de la locura o la luz de la verdad.

Márai mantiene sin titubeos la tensión de un relato sobre la ambigüedad del amor, la angustia de la

incertidumbre y el abismo de la soledad. Su inolvidable protagonista, Viktor Askenasi, es un hombre

en busca de respuestas, un espíritu insatisfecho para quien lo que llamamos amor conduce apenas a

una felicidad transitoria, antesala de la inevitable destrucción.

Reseña de Gabriel Cortina

Los rebeldes
Sándro Márai
Ed. Salamandra

Apenas unos meses antes del final de la Primera Guerra Mundial, cuatro jóvenes acaban sus estudios y

se enfrentan al último verano de la adolescencia. En cuestión de semanas serán llamados a filas y

enviados al frente, un frente del cual sólo llegan noticias nefastas. Así, unidos por su aversión a

lo que promete ofrecerles la madurez, Tibor, Ábel, Erno y Béla crean un universo particular y juegan

a desafiar todas las reglas: beben y fuman en exceso, juegan a las cartas, se inventan extravagantes

historias, cometen pequeños hurtos… Ante la ausencia de padres, tíos y hermanos mayores, realizan

su propio aprendizaje de la vida libres del control familiar, hasta que la aparición de un

improvisado mentor, un avieso actor que está de paso en la ciudad, hará que sus juegos, y sus vidas,

se precipiten por caminos insospechados que los llevarán hacia un dramático desenlace.

Sándor Márai publicó esta novela cuando tenía treinta años y acababa de regresar a Hungría. Aunque

ya era conocido como escritor de talento, Los rebeldes causó un gran impacto y acabó de consagrar a

su autor, que iniciaba entonces uno de sus períodos creativos más intensos y fecundos. En 1988, casi

al final de su vida, Márai aceptó revisar el texto original para que su editor húngaro la publicase

en Canadá con los restantes volúmenes del ciclo de la dinastía de los Garren —Los celosos y Los

ofendidos—, conjunto que el propio autor consideraba su obra magna.

Reseña de Gabriel Cortina

Lord Paco
de Javier Reverte
Plaza & Janés
240 páginas
www.megustaleer.com

Presentamos una obra para quienes disfrutan con la novela negra. Una noche de julio, el joven

Francisco Marlowe es asesinado en una calle de Madrid, apuñalado por otro joven de su edad. Durante

el juicio que seguirá, varios testigos deberán declarar sobre el suceso, entre ellos el presunto

asesino. A través de esos testimonios, como si se tratara de un coro con distintas voces, Javier

Reverte construye, con vigor y nervio narrativo, el relato del crimen. Al tiempo va dibujando, trazo

a trazo y minuciosamente, la personalidad del protagonista de la novela: un alma impregnada de un

hondo carácter romántico.

Publicada por primera vez en 1984, “Lord Paco”, fue considerada por algunos críticos, debido a su

intenso y crudo realismo, como una crónica periodística de un suceso acontecido meses antes. Nada

más lejos de la intención del autor, ya que se trata de una historia totalmente imaginaria,

construida en aquel Madrid de los ochenta, en donde las esperanzas de la juventud se entremezclaban

con la droga, la delincuencia y, a menudo, el delirio.
Javier Reverte es autor de varios libros de viajes que han tenido una gran acogida entre los

lectores españoles. También ha publicado novelas de éxito, como Trilogía de Centroamérica, y ha

cultivado la poesía.

Reseña de Gabriel Cortina

Asesinato en la catedral
Thomas S. Eliot
Ed. Encuentro
16.00 €

Presentamos una obra de teatro de Thomas S. Eliot, Premio Nobel de Literatura, Asesinato en la

catedral, que ha vuelto a ser editada y que está disponible para aquellos que deseen disfrutar de un

breve pero intenso drama. Tomás Becket, arzobispo de Canterbury, es asesinado en 1170 por orden de

su rey, por no querer someterse a las Constituciones de Clarendon, y cae, atravesado por las

espadas, al pie mismo del altar de cuya iglesia es supremo sacerdote.

Este hecho de la historia medieval es narrado por Eliot con un aire de grandeza antigua, en escenas

de ritmo lento, parsimonioso, que al mismo tiempo poseen una gran tensión y majestad a medida que se

aproxima el trágico desenlace. Quien es quizá el más grande de los poetas modernos nos ofrece una

obra maestra, símbolo de la dignidad de la persona y de la libertad de conciencia frente al poder

político.

Ramírez de Arellano 17, 10º
28043 Madrid
http://www.ediciones-encuentro.es
Reseña de Gabriel Cortina

La joven guardia
Maximiliano Tomas (selección)
Ed. Belacqva

Washington Cucurto, Gonzalo Garcés, Pedro Mairal, Andrés Neuman, Patricio Pron, Samanta Schweblin…

Tienen menos de cuarenta años, ya han publicado al menos un libro, y poseen una destreza narrativa

extraordinaria. ”La joven guardia” es la primera antología que reúne a una generación de nuevos

escritores argentinos. El lector tendrá la oportunidad de conocer a quienes se convertirán, sin

duda, en los escritores de mañana, desde el abanico que va de lo clásico a lo maldito. Veintitrés

cuentos reunidos en este libro configuran la nueva narrativa argentina. Esta obra que presentamos es

una constatación del vigor y la vitalidad de un género fundamental de nuestra tradición literaria, y

una muestra de la maestría y la convicción de quienes se han entregado a él.

Reseña de Gabriel Cortina

El archivero de Lubianka
Travis Holland
Alianza Literaria

Moscú 1939. Pável Dubrov trabaja en los archivos de la Lubianka, el cuartel general y prisión de la

policía política de Stalin. Su labor cotidiana consiste en clasificar las obras de los escritores

perseguidos, y allí encarcelados, para posteriormente destruirlas. Antiguo profesor de literatura

obligado a dejar la docencia, apesadumbrado por la pérdida de su esposa, su vida aletargada transita

sin la menor emoción ni esperanza, entre el tedio y la triste nostalgia, pero también con la

inseguridad y el temor a caer otra vez en desgracia. Todo va a cambiar el día que debe interrogar a

un prisionero para determinar la autoría de un relato inacabado. El preso es el escritor Isaak

Bábel. Sus manuscritos, como es habitual, le son entregados a Pável Dubrov con la orden de

destruirlos. Pero aquel contacto con el autor de “Caballería Roja” se ha convertido en un

descubrimiento para el archivero que va a dar nuevamente sentido a su vida. Tendrá que tomar una

decisión arriesgada, frente a un aparato burocrático, las depuraciones del régimen comunista y una

Segunda Guerra Mundial que se asoma en el horizonte helado soviético. El archivero de la Lubianka es

una emocionante novela de intriga y acción que, a través de una galería de personajes variopintos,

algunos reales, otros ficticios, refleja la desesperanza y la impotencia vivida durante el régimen

de terror de Stalin.

Reseña de Gabriel Cortina

Olor a yerba seca
Alejandro Llano
Ed. Encuentro

Creo que estas memorias pueden ser de interés para quienes se dedican a la docencia universitaria, y

en concreto, para quienes sienten inquietud hacia temas relativos a la filosofía, un ámbito que en

la actualidad ha pasado a un segundo o, incluso, a un tercer plano de actualidad. En una época en

que el tener sobrepasa las expectativas del ser, no resulta fácil un encuentro, o más bien un

diálogo, con la experiencia de la vida y la sabiduría de un maestro.
Alejandro Llano, profesor de filosofía en la Universidad de Navarra (España) y discípulo del

prestigioso Antonio Millán-Puelles, ha acumulado a lo largo de los años, una obra extensa y fecunda,

con numerosos discípulos en ambos lados del Atlántico, y con la dirección de 69 tesis doctorales a

sus espaldas, la mayor parte publicadas. En sus páginas afirma que “la universidad como modo de

vida, más allá de eventuales intrigas y desencantos, representa sobre todo un homenaje a la

amistad”. Asimismo, confiesa que “una profesión centrada en el prestigio intelectual tiende a

exacerbar la susceptibilidad. Y este parece ser, en ocasiones, el gran defecto de los académicos”.

Hermosas son las observaciones que dedica a la labor desempeñada por la mujer en el ámbito académico

y su aportación a las diferentes cátedras universitarias.
A lo largo de treinta y dos breves capítulos, la obra se configura como unas memorias, no como una

biografía intelectual. En un momento de sus páginas recoje algunas de las últimas palabras que

Ludwig Wittgenstein dirigió a su discípula predilecta: `Beth, he buscado la verdad`. Lo que

el autor quiere mostrar es su intento de unir existencialmente la indagación de las verdades

filosóficas.

Reseña de Gabriel Cortina

Bajo este sol tremendo
Carlos Busqued
Ed. Anagrama

¿Le gustan las películas de los hermanos Coen? Centarti, despedido del trabajo por falta de

iniciativa y conducta desmotivante, recibe la llamada de un desconocido, que le informa de que su

madre y su hermano han sido asesinados. Viaja al pueblo donde vivía su madre, y allí conoce a un

suboficial retirado, antiguo militar, albacea y amigo del asesino de su madre. Desde este punto de

partida, el lector acompañará a Centarti en un derrotero azaroso que incluirá las chapuzas ilegales

para cobrar un seguro a medias, la mudanza a la casa de su difunto hermano, y la complicidad en los

oscuros negocios del albacea. Con todo ello, la primera novela del argentino Carlos Busqued asegura

una buena trama, carente de reflexiones y datos concretos del porqué de la anestesia emocional de

sus protagonistas.

Reseña de Gabriel Cortina

Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI
Leonardo Castellani
Libros Libres

Presentamos una genial antología del “Chesterton de la lengua española” , Leonardo Castellani, un

autor que creó escuela y más de un cuarto de siglo después de su muerte mantiene lectores fieles que

propagan su obra con pasión. Descubrirle dicen que es una experiencia inolvidable.

En los últimos meses la figura del argentino Leonardo Castellani (1899-1981) ha adquirido una

notoriedad creciente gracias a la constante difusión de su pensamiento por el escritor y columnista

Juan Manuel de Prada. En esta antología laten muchas de las preocupaciones del mundo actual, como el

la crisis del sistema educativo, relativismo moral, el declive de Occidente o la llamada revisión

histórica.

Se trata de una edición con los mejores y más polémicos trabajos periodísticos del autor, anotados y

precedidos por un prólogo sobre esta singular figura de las letras hispanoamericanas. Castellani ha

sido considerado “el Chesterton de la lengua española” por la amplitud temática de su obra, su

empeño apologético y el carácter incisivo, y en ocasiones atrabiliario de las disputas que mantuvo

en la prensa de su país, sobre todo entre los años 40 y 60.

Leonardo Castellani escribió sobre política, psicología, teología, exégesis y crítica literaria, con

la misma genialidad que prodigó en sus relatos y novelas, o en artículos que incendiaron la prensa

en años decisivos. Su obra anticipó medio siglo los grandes problemas que acechan hoy a la

humanidad.

Reseña de Gabriel Cortina

El antropólogo inocente
Nigel Barley
Ediciones Anagrama

Recomendamos este libro a los lectores que disfrutan viajando más allá de nuestras fronteras para

conocer el mundo y también para aquellos que deseen conocer de primera mano cómo son la vida y las

costumbres de esos pueblos africanos que vemos por la tele y de los que apenas sabemos nada.

De este libro se ha dicho que probablemente sean las páginas más divertidas que se han publicado en

este ámbito de la investigación docente de la antropología. Su autor, Nigel Barley, doctorado en

antropología por Oxford, se dedicó durante un par de años al estudio de una tribu poco conocida del

Camerún, lo que constituyó su primera experiencia en el trabajo de campo, y casi la última. Nigel

se instaló como uno más en una choza de barro con la intención de observar e investigar las

costumbres y creencias del pueblo dowayo, que se resistía a amoldarse a norma alguna. Acompañado de

su block de notas y de su cámara fotográfica, nos presenta sus experiencias con esa típica ironía

inglesa que sabe hacer de la paradoja y de la anécdota sencilla un motivo de sisa y asombro. En esta

crónica, durante el primer año que pasó en África y tras sobrevivir al aburrimiento y a desastres,

burocracias, enfermedades, y hostilidades varias, nos ofrece una introducción decididamente

irreverente a la vida de un antropólogo social: idioma, usos y costumbres, prácticas religiosas,

organización social, relaciones conyugales, formas de producción, la educación de los jóvenes,

etc.Un sinfín de malentendidos irritantes e hilarantes convirtieron la tediosa estancia de Barley en

una especie de comedia improvisada.

Después de esta experiencia, el autor se incorporó al Museo Británico, cuyo departamento de

publicaciones editó este texto como curiosidad. El éxito que causó entre sus primeros lectores

motivó que se publicara en numerosas ediciones – en España ya va por la vigésima primera- y que haya

conseguido posicionarse como una de las obras de referencia.Dedicado a su Jeep, El antropólogo

inocente es un texto ciertamente insólito, lleno de anécdotas y, en el fondo, muy humano. El

lector disfrutará un montón y verá a los pueblos de África desde otro punto de vista -el de ellos

mismos-, y cómo ellos nos ven a los europeos.

Reseña de Gabriel Cortina

Bailaré sobre tus sombras
José Carlos García Fajardo
Miraguano Ediciones

Prestamos una interesante obra sobre las “sombras” de la existencia humana. Gran parte del

conocimiento humano se ha transmitido tradicionalmente mediante cuentos que reseñan hechos o

anécdotas de algún personaje popular, ya sea real o imaginado, puesto en situaciones de especial

sentido aleccionador. Los cuentos –que tan a menudo tratan de lo inefable, ese aspecto de la vida

que con tanto ardor buscamos– tienen el poder de despertarnos y de transformarnos, pues, en palabras

del poeta T.S. Eliot,“los humanos no pueden soportar demasiada realidad”. Así, en todas las

tradiciones culturales se encuentra la metáfora de “pasar al otro lado del río”, con la

recomendación de que se deje la balsa en la orilla y no se cargue con ella; o bien la de “realizar

la travesía del desierto”, abandonando la caravana de camellos y la impedimenta en elcaravan

sérail; mientras otras aconsejan “hacerse a la mar”, sin olvidar que todos los mares conducen a

los puertos de Itaca; o se sirven de la imagen de “subir una montaña”, pero no para quedarse en

ella, sino para regresar a donde conviven los seres humanos.
El autor, José Carlos García Fajardo, infatigable impulsor de proyectos solidarios, nos ofrece una

sugerente colección de historias, rebosantes de sabiduría y experiencia vital, que ambientadas en un

remoto monasterio de China, fabulan la relación entre un anciano maestro, su atolondrado ayudante y

un príncipe de nuestros días que podría habitar en Shanghai, Nueva York, Madrid o Delhi. El hilo

conductor de su enseñanza son los cuentos: breves narraciones zen, sufís o taoístas para entender

mejor las “sombras” de la existencia humana. Esas sombras que nos esclavizan y que debemos patear

con los pasos de un claqué festivo y consciente, pues de nada sirve la pretensión de ignorarlas.
José Carlos García Fajardo es Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid. De su

experiencia profesional como periodista destaca su pasión por la justicia y los derechos humanos.

Fundador de Solidarios para el Desarrollo, ONG dedicada al servicio de los marginados y de

los pueblos empobrecidos del Sur, ha visitado y trabajado en más de cincuenta países.

Reseña de Gabriel Cortina
Madrid, España.
CONTACTO:critica.libro@gmail.com

Dostoievski
de Luigi Pareyson
Ediciones Encuentro
Madrid España
ISBN: 9788474908909
Nº Edición:1ª
Año de edición:2008

La experiencia para cualquier lector asiduo de las obras de Dostoievski es la de encontrarse frente

a un gigante de la antropología, excepcional conocedor de la naturaleza humana, de increíble

perspicacia y agudeza en su descripción de la conciencia y en la construcción de sus personajes,

complejísimos, cada cual poseedor de un mundo propio, rico, en constante movimiento, dominado por la

fuerza irresistible de las ideas y las pasiones.
Presentamos uno de los mejores estudios sobre la obra y el pensamiento de Dostoievski. Más allá de

los aspectos puramente literarios, que hicieron del autor ruso un escritor universal, sus obras

reflejan una penetración excepcional en las profundidades filosóficas, psicológicas y religiosas del

espíritu humano. Estas características hacen que la robustez, la coherencia y la consistencia de sus

obras y personajes, sigan atrayendo hacia él a millones de lectores en todo el mundo.
La lectura de esta obra posee numerosas virtudes que la convierten en uno de los mejores estudios

del pensamiento del novelista. La técnica interpretativa que propone lo capacita para realizar un

análisis verdaderamente profundo de sus obras a la vez que un auténtico develamiento de su

pensamiento, frecuentemente oculto tras las innumerables doctrinas, ideas e ideologías que abundan

entre sus páginas y que se han prestado a toda clase de interpretaciones, variadas y abundantes,

muchas de ellas abiertamente excluyentes entre sí.
Luigi Pareyson, pensador y autor de relieve internacional y padre de la hermenéutica contemporánea,

ha mantenido durante toda su vida un diálogo intelectual con Dostoievski, lo cual le ha

proporcionado una capacidad única para descubrir al gran pensador que se esconde tras sus obras.

Reseña de Gabriel Cortina

Cómo hablar de los libros que no se han leído
Pierre Bayard, Ed. Anagrama.

A quienes les gustan los libros, trabajan con ellos, o tienen en casa una librería, por mucho que

sean “devoradores de libros”, reconocen que el número de lecturas pendientes siempre será mayor. Por

otra parte, decir hoy en día que no se lee está mal considerado; asimismo, en ciertos ambientes,

afirmar que no se ha leído a tal o cual autor, resulta en extremo embarazoso so pena de ser

desacreditado. Para ellos está especialmente dedicada esta simpática obra.

Hoy vivimos en una hipocresía generalizada sobre los libros efectivamente leídos, y en el contexto

de los especialistas, más todavía. El “no-lector” está considerado como un tabú. Parece que hay una

obligación de leer, y en ciertos ambientes, de leerlo todo. Además, un postulado implícito de

nuestra cultura consiste en considerar que es necesario haber leído un libro para hablar de él con

algo de precisión.

El autor se impone como tarea desenmascarar uno de los tabúes sociales más extendidos: el hecho de

que en algún momento de nuestras vidas todos hayamos fingido haber leído un libro que nunca fue

abierto. Bayard no sólo asume con naturalidad nuestra condición de no-lectores, sino que convierte

esa, en apariencia vergonzante no-lectura, en el núcleo mismo de la lectura. Por otra parte, no duda

en invocar las intuiciones contenidas en libros de Musil, Wilde, Valéry, Montaigne o Lodge acerca de

la fecundidad del olvido, la inconveniencia de la lectura o la capacidad creadora del lector, o

no-lector. En este sentido, afirmaba Oscar Wilde que jamás leída los libros que debía criticar para

no sufrir su influencia.

Sin embargo, el título engaña: quienes acudan a este libro para encandilar a sus profesores, amigos

o amantes con disquisiciones librescas adquiridas sin esfuerzo, habrán cometido un error: el ensayo

de Bayard es en realidad una estimulante reflexión sobre la actividad de la lectura y el modo de

relacionarnos con los libros.

Reseña de Gabriel Cortina

Entre estupor y temblores
Amélie Nothomb, Editorial Anagrama.

Presentamos una novela de inspiración autobiográfica que ha obtenido un enorme éxito en Francia.

Cuenta la historia de una joven belga que empieza a trabajar en Tokio en una gran compañía japonesa.

Pero en el Japón actual, fuertemente jerarquizado, la joven tiene el lastre de un doble

handicap: es occidental y mujer, lo cual la convertirá en blanco de una cascada de

humillaciones y de una progresiva degradación laboral que la llevará a pasar de la contabilidad a

servir cafés, ocuparse de la fotocopiadora y finalmente encargarse de la limpieza de los lavabos

masculinos. En esa situación se compadece de su jefa, Fubuki, que como tantas mujeres japonesas, se

ve en la imposible tarea de triunfar en el trabajo y casarse, porque si dedica todas sus energías a

subir en la empresa, no encontrará el tiempo para tener una mínima aventura. Y si se dedica a buscar

marido, nunca demostraría la total dedicación que requiere un ascenso. Amèlie va realizando una
radiografía de la cultura empresarial japonesa, mostrando los aspectos paradójicos y las pesadillas
de su sistema económico, pero con una carcajada y un guiño de esperanza.
La autora, Amélie Nothomb (Japón, 1967), proviene de una antigua familia de Bruselas, donde reside
actualmente, aunque pasó su infancia y adolescencia en Extremo Oriente, principalmente en China y en
Japón, donde su padre fue embajador. Trabajó como intérprete en Tokio, y es una de las autoras
francesas más populares y con mayor proyección internacional.

Reseña de Gabriel Cortina

La jungla polaca
Ryszard Kapuscinski
Editorial Anagrama

Recomendamos este libro a quienes sean aficionados a las crónicas de viajes y el encuentro con otras
culturas, paisajes urbanos y personajes de la vida ordinaria. La jungla polaca es el primer libro de
Kapuscinski, publicado en 1962 y que, tal y como se describe en el título, describe la Polonia
profunda, esa que, como ocurre con otros países, no tiene la oportunidad de conocer los turistas.
El lector tendrá en sus manos una mezcla entre reportaje periodístico, caracterizados por su fecha
de caducidad, y texto literario, que se convierten en amenos relatos breves. A grandes rasgos, el
periodista y escritor polaco, galardonado en 2003 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación
y Humanidades, se destaca por su eterna empatía y su compromiso ético con el desvalido y no con el
poderoso, comprendiendo el dolor de los infelices. Lo cierto es que quien quiere comprender a su
propio país, tiene mayores posibilidades de comprender a los otros.
En la profusión de la llamada “literatura de los hechos”, este delgado volumen de apenas 200
páginas, escrito por un debutante apenas treintañero, suscitó enseguida el interés del público y de la crítica, que destacó la manera novedosa, sumamente original, de concebir el reportaje, convertido en literatura con mayúsculas.

Reseña de Gabriel Cortina

Un mundo sin pobreza

En estos momentos de crisis económica, una de las consecuencias será el efecto en los ámbitos más desfavorecidos económicamente. Proponemos la lectura de un libro que ofrecer soluciones viables para
el desarrollo en el ámbito de la economía de mercado, mediante el modelo de la «empresa social».
En estos momentos de crisis económica, una de las consecuencias será el efecto en los ámbitos más desfavorecidos económicamente. Proponemos la lectura de un libro que ofrecer soluciones viables para
el desarrollo en el ámbito de la economía de mercado, mediante el modelo de la «empresa social».

Reseña de Gabriel Cortina
Nota publicada también en Diario Exterior.com

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