EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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La Religión y el Cristianismo, un acercamiento a su conceptualización en el Siglo XXI.

por Mariángel López
Artículo publicado el 26/01/2018

Resumen
La religión es la fuerza ideológica más poderosa y persistente en la historia de la humanidad. Esta surgió de la necesidad de explicar los fenómenos fuera del alcance de la comprensión de las sociedades antiguas. En la actualidad sigue siendo una fuerza importante en la vida personal, institucional, política e histórica de las sociedades. Mientras que el cristianismo es una de las formas de expresión de control social.

Palabras claves: Religión, cristianismo, religiosidad, espiritualidad, dominio.

 

Para proyectar la dialéctica de la geopolítica, la economía de la fe, y el establecimiento de las religiones como instituciones, es menester del historiador realizar un estudio de las diferentes implicaciones que tiene a nivel político, económico, social, cultural, educativo y legislativo el avance de una religión en un tiempo y espacio determinado sobre ciertos territorios estratégicos, que sí bien es cierto la religiosidad y espiritualidad son intrínsecas de cada ser humano, cuando se institucionaliza un sistema de creencias será una de las herramientas para el adoctrinamiento y sumisión de la población, es por ello que en éste capítulo se esbozaran ciertas consideraciones de tipo conceptual sobre el Cristianismo y el protestantismo, sus fundamentos teológicos, políticos y filosóficos, sus tres vertientes históricas originarias: el luteranismo, presbiterianismo y anglicanismo como referentes históricos, el protestantismo en territorio americano desde la conquista y colonización hasta la actualidad.

Es necesario, para iniciar este capítulo y toda la investigación, establecer una conceptualización relacionada a la Religión, la religiosidad y el cristianismo, por ser estos los engranajes discursivos desde el análisis y reconstrucción histórica. En lo que respecta a religión, Marx, en la Introducción a las líneas fundamentales de la filosofía del Derecho, de Hegel, decía «Y verdaderamente la religión es la conciencia y el sentimiento de que sí posee el hombre, el cual aún no alcanzó el dominio de sí mismo o lo ha perdido por ahora. (…) La religión es meramente el sol ilusorio que gira alrededor del hombre hasta que este no gire en torno de sí mismo”[1], esta es una visión materialista de la religión, recordemos además parafraseando a Marx al decir que la religión es el opio de los pueblos, por ende, es una forma de dominación hacia las masas.

En relación con lo antes expuesto, la religión es tomada sólo como una parte de la superestructura, es decir, la ideología, Freud claramente expone: «Creo, en efecto, que gran parte de aquella concepción mitológica del mundo que perdura aun en la entraña de las religiones más modernas no es otra cosa que psicología proyectada en el mundo exterior.[2]«, en otras palabras, el ser humano proyecta sus miedos y se refugia en la religión. Por su parte Albornoz en un aspecto filosófico define religión como: «El conjunto de creencias y ritos observados por una comunidad de creyentes.[3]«. Por ello, la religión es un conjunto de elementos doctrinales que se expresan a través de un dogma, Romano y Tenenti en su obra los fundamentos del mundo moderno esclarecen que la religión es: «el sistema cultural ideológico de toda una sociedad[4]«. La misma cuenta con un cuerpo teórico o enseñanzas generalmente compilados en un libro, una serie de rituales, un espacio de adoración, autoridades y feligresía.

Por otra parte, se debe señalar que existen religiones politeístas (creencia en múltiples deidades) y religiones monoteístas (creencia en un Dios único y omnipotente). Las religiones monoteístas son tres: el judaísmo, el cristianismo y el Islam, vale señalar lo dicho por David Hume en su libro Historia Natural de la Religión: «La doctrina de una deidad suprema única, autora de la naturaleza, es muy antigua y se ha ido extendiendo por naciones grandes y populosas, siendo abrazadas en ellas por hombres de toda clase y condición[5]«. En este caso la figura de un Dios omnipotente se ha generalizado en gran parte del mundo, siendo cada vez más común la visualización del monoteísmo como religión, inclusive en sociedades nativas, tradicionalmente politeístas.

Desde una perspectiva psicológica, Erich Fromm plantea lo siguiente sobre la religión, específicamente sobre la cristiana: «La figura de Dios forma un complemento; Dios es siempre el aliado de los dominadores. Cuando estos últimos, que siempre son personalidades reales, se ven expuestos a la crítica pueden apoyarse en Dios, quien, en virtud de su irrealidad, se limita a desdeñar la crítica y con su autoridad confirma la autoridad de la clase dominante”[6]. Prosigue el autor en una explicación más amplia: «la religión sirve para hacer que las masas se resignen más sencillamente a las muchas frustraciones que presenta la realidad”[7]. Se desprende de estos planteamientos una fuerte implicación psicológica que ha tenido la religión cristiana en cuanto al proceso de control y opresión hacia las masas, siempre la clase dominante se hace poseedor del sistema de creencias para dominar al oprimido.

El Cristianismo una aproximación a su conceptualización en el siglo XXI:
A través del devenir histórico, se puede constatar las civilizaciones han creado un sistema de creencias que va de la mano con su sistema político- económico y a su vez genera implicaciones en su organización social, no es la intención de éste trabajo desentrañar todo lo que implica el cristianismo o la historia de la Iglesia Católica (por ser la primera institución cristiana), empero, se plantea estudiar los aspectos más significativos del cristianismo, en cuanto a su doctrina, implantación y devenir y sus implicaciones en las diversas sociedades que han sido impregnadas por esta religión.

De tal forma, que el cristianismo gira en torno a la figura de Jesús el crucificado, Jesucristo es un personaje central dentro de ésta doctrina y aunque él no se dedicó a generar una nueva religión, sino a reformar al judaísmo corrompido por el Imperio Romano, fueron sus seguidores quienes fundaron esa “nueva religión” al morir Jesús. El cristianismo se cimienta en el Amor, la Verdad, la Humildad y la Esperanza, sin embargo, el Judaísmo es la base del cristianismo, Cogley explica que: “sin la religión de los judíos el cristianismo seria inexplicable. Sin el cristianismo ha historia de Occidente hubiese sido distinta. Puede decirse entones que el mundo occidental es semítico, no sólo espiritualmente sino culturalmente”[8], es decir, el judaísmo, el cristianismo y el islam, como religiones que nacen de un árbol en común, permean la vida de las sociedades occidentales.

De allí que mucha de su liturgia, rituales y libros no son propios del cristianismo, por ende es de significativa relevancia que defiendan muchos cristianos de la actualidad al sionismo, por lo que, se mantiene el discurso del “pueblo de Dios” a quienes le pertenece “la tierra prometida”. Es válido preguntar entonces: ¿contradice esta declaración de fe con las prerrogativas y estatutos del cristianismo?, ¿cómo es posible ser cristiano, proclamando el amor, la verdad, la vida, la inclusión, el perdón, pero manteniendo un discurso de segregación al execrar a quienes no “entren” en la categoría de pueblo elegido o “salvo por la Ley de Gracia”? El cristianismo discrimina llamando “mundano” o pecador a quien no profese su creencia, discriminando y negando otras posturas religiosas, es una religión de imposición, fue impuesta por el Imperio Romano, fue impuesto el catolicismo en las colonias españolas y portuguesas en América, parte de África y Asia.

Posteriormente, el protestantismo histórico[9] fue impuesto en las colonias inglesas y actualmente la recolonización de Nuestra América y el Caribe lleva la impronta del “gobierno de Cristo”, el proyecto evangelizador de nuestro territorio con fines económicos, políticos y culturales. Montenegro mantiene que: “El cristianismo es intrínsecamente individualista, por cuanto proclama los valores primordiales del espíritu humano, reflejo de la sustancia divina. Tanto su metafísica como su ética se asientan en el concepto de la responsabilidad individual ante Dios, y del libre albedrio”[10] de la cita se puede decir que basado en este aparente individualismo es que se fundan las bases del liberalismo económico, pero, teológicamente el libre albedrío es una ilusión pues existen unas reglas conocidas como los 10 mandamientos que limitan el hacer humano, así como pecados capitales y otras limitantes establecidas por las Iglesias católicas y protestantes.

A propósito de su fundamentación, (como toda religión cuenta con un libro, un sistema de rituales y feligresía) el cristianismo se basa en la Biblia, dividida ésta en dos partes: el Antiguo Testamento o Toráh para los judíos y el Nuevo Testamento en el que se predica el evangelio o “las Buenas Nuevas”, la palabra de Dios expresada por Jesús el Mesías, este hombre autoproclamado hijo de Dios, llegado al mundo por obra y gracia del Espíritu Santo, engendrado en una madre virgen y anunciado por un Ángel (padre, hijo y espíritu santo conforman la Trinidad), se puede apreciar en el Nuevo Testamento, Mateo 1:18, sobre su nacimiento lo siguiente: “Este fue el principio de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José; pero antes que vivieran juntos, quedó embarazada por obra y gracia del Espíritu Santo.”[11], se puede inferir de esta cita que se trata de mitológicas concepciones base para los milagros que se atribuyen a Jesús, sin embargo, se sostiene que su importancia como figura, es tal, por ser quien revolucionó su tiempo, por su postura desafiante al sistema político, económico y social impuesto en territorio de Palestina por el Imperio Romano.

En complemento a lo antes dicho, el Nuevo Testamento posee cuatro libros básicos: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, pero lo conforman veintisiete escritos entre los que destacan: Hechos, las Cartas de Pablo y el Apocalipsis[12], escritos que fueron seleccionados en el primer Concilio convocado por el Emperador romano Constantino: el Concilio de Nicea en el año 385 de nuestra era es el que marca el nacimiento de la Iglesia católica ¿sí la Biblia es la palabra de Dios por qué existen setenta y siete versiones de éste libro sagrado? En tal sentido Koch dice:

“Por razones políticas, religiosas e ideológicas, ambos Testamentos se consideran desde hace siglos como parte de un mismo todo, como si el nuevo fuera la continuación lógica del antiguo… pero esta es una falacia espiritual…

Un análisis profundo del judaísmo y el cristianismo revela que son religiones distintas más allá de las tergiversaciones y manipulaciones que hayan podido sufrir los textos que conocemos. Las mismas autoridades religiosas judías se han cansado de explicar esta circunstancia, aunque agradecieran la diferencia del fallecido papa Juan Pablo II cuando éste se empeñó en definir a los judíos como “hermanos mayores” de los cristianos[13]”

De la cinta anterior, es relevante destacar que cada testamento que conforma a la Biblia es diferente en cuanto a sustancia y propósito. El Antiguo Testamento, relacionado con el pentecostés consta de cinco libros en los que se revelan las Leyes que hebreos y judíos deben seguir. Mientras que el Nuevo Testamento recoge las enseñanzas de Jesucristo y niega las antiguas leyes. Es importante establecer, que el cristianismo plantea la importancia de los milagros, Jesucristo nace por un milagro, igualmente en el breve periodo que se describe su hacer como profeta plasmado en el Nuevo Testamento (libros redactados por personas que ni siquiera fueron testigos de estos milagros, ni de la vida de Jesús o de su discípulos), realiza una serie de milagros y a partir de su muerte surge otro milagro ¡la resurrección!, entonces de allí se desprende la esperanza en una vida después de la muerte.

El cristianismo como sistema de creencias marca un salto cualitativo y cuantitativo en lo que se conoce como “cultura occidental”. Al respecto Montenegro afirma que:

“Se sostiene que el cristianismo es más que uno de los ingredientes principales de la “cultura de occidente” su esencia misma, su espíritu. Primero, mediante la iglesia única de Roma y luego por la acción radical de sus diversas ramas, el cristianismo tiene parte activa en la vida espiritual de centenares de millones de seres humanos y en los acontecimientos que informan su realidad durante siglos en Europa, América y partes de otros continentes. Es, pues, natural que de uno u otro modo el cristianismo haya tenido contacto con los fenómenos político-sociales que se desarrollan en ese lapso”[14]

 De la cita anterior, se desprende que el cristianismo sido una de las religiones más significativas pues, ha servido como elemento dominador de masas empleado por los gobernantes a lo largo de muchos siglos, de igual manera, asimismo ciertos historiadores generalizaron el quiebre temporal en el estudio histórico con un eufemismo: “Antes de Cristo” y “Después de Cristo”, negando así a otras grandes figuras históricas, civilizaciones milenarias, es decir, afianzando la dominación del pensamiento “Occidental”

Es por ello, que toda estructura de poder ha creado un sistema de creencias que permita la sugestión y dominio de las masas, donde el miedo, la fe, la esperanza, las dolencias, están sujetas a una forma control, Karel Kosik apunta: “Los dioses sólo existen para quienes lo reconocen. Más allá de los confines de la Tierra se transforman en simple leño al igual que un rey se convierte en un hombre cualquiera. ¿Por qué? Porque Dios no es un trozo de madera, sino una relación y un producto social”[15], de acuerdo a lo afirmado por el autor, esto aplica a las religiones monoteístas y politeístas, no obstante, se ha evidenciado con mayor énfasis en las religiones monoteístas, el judaísmo, cristianismo y el islamismo, que han hecho uso excesivo de la religión en una triada: Dios-Estado-Gobernante, autoproclamando en otrora los reyes mismísimos enviados de Dios. En este caso, el cristianismo bien sea el catolicismo o protestantismo no se han deslastrado esta relación de poder en la actualidad.

Pero, aunado a lo previamente dicho, cabe decir, que el Cristianismo no sólo hace uso de sus poderes de sugestión espiritual y psicológica, sino que también echa mano de la Historia como herramienta de dominación, se debe recordar que una de las funciones de la Historia es ideologizar, crear un sentimiento de identidad, en este sentido Marc Bloch nos refiere:

“El Cristianismo es una religión de historiadores. Otros sistemas religiosos han podido fundar las creencias y sus ritos en una mitología más o menos exterior al tiempo humano. Por libros sagrados, tienen los cristianos libros de historia, y sus liturgias conmemoran, con los episodios de la vida terrestre de un Dios, los fastos de la Iglesia y los Santos. El Cristianismo es además histórico en otro sentido quizás más profundo: colocado entre la Caída y el Juicio Final, el destino de la humanidad representa, a sus ojos, una larga aventura, de la cual cada destino, cada “peregrinación” individual, ofrece a su vez, el reflejo; y en la duración, y por lo tanto, en la Historia, eje central de toda meditación cristiana se desarrolla en el gran drama del Pecado y de la Redención[16]”.

En relación con la cita previa, se puede inferir que, no sólo existe mitología implícita en la Biblia, sino que además al ser un libro histórico, rememora eventos y episodios con los que la feligresía se siente altamente identificado, pues al tener conciencia del pasado se puede conocer sus implicaciones en el presente, por lo tanto, los creyentes al saber de los castigos impuestos por Dios en el pasado serán incapaces de incurrir en éstos mismo en el tiempo presente, se condiciona al ser humano ante los “pecados” y su condena.

A finales del siglo XVIII, el absolutismo y la religión como sistemas de gobierno eran uno sólo, antes de la Revolución Burguesa en Francia y durante su devenir, el Estado Monárquico Absolutista en casi toda Europa era lo mismo que el Catolicismo, en tal sentido un pensador de la época sugiere que: “Se podrá definir la religión cristiana y la monarquía como una reunión de seres semejantes, cuyo fin es su mutua conservación, igual que se define la religión natural y la familia como una reunión de seres semejantes, cuyo fin es su mutua producción.”[17], siguiendo a este autor, el Estado y la religión, el sistema de gobierno y la religión, el sistema económico y la religión, la familia y la religión, pero no de cualquier religión, si no del cristianismo romano en un primer momento y a partir del siglo XVI el Protestantismo, han sido históricamente aliados, formas de alcanzar un fin: subsistencia, producción, dominación, reproducción, control y sugestión.

Pero, esta religión está plagada de contradicciones, existe un Dios de amor, pero a su vez castiga, manifiesta inclusión pero aparta a los que no predican su fe, propicia la humildad pero justifica el esclavismo, en este sentido Kaustky sanciona que:

“Pero sería difícil encontrar alguna otra religión tan rica en contradicciones y en suposiciones irrazonables como lo es la cristiana, porque difícilmente otra religión surgió de elementos tan asombrosamente diferentes: el cristianismo fue transmitido por el judaísmo a los romanos; por los proletarios, a los gobernantes del mundo; por una organización comunista a una organización formada para la explotación de todas las clases”[18]

Y no se equivocó el autor de la cita precedente, el cristianismo es la religión resultante de un sincretismo antiguo necesario para oprimir, aun hoy en pleno siglo veintiuno el cristianismo sigue ejerciendo una contradicción de clase, la sociedad burguesa, con una elite bien definida utiliza al cristianismo como brazo ejecutor de la pasividad del pensamiento para el control mental de las masas, donde políticos de Estados Unidos de Norte América un país abiertamente protestante, vociferen en sus discursos “Dios bendiga a los americanos y a nadie más”; cristianismo que ha servido para eliminar culturas enteras como sucedió en el proceso de invasión y conquista del territorio americano en el siglo XVI, que ha servido para legitimar gobiernos y sistemas económicos desde el establecimiento del Estado burgués. Cogley refiere que:

 “De manera que las relaciones entre la religión y el orden económico no pueden delimitarse con líneas rectas. Indudablemente la religión fue usada para sostener la injusticia y la explotación económica y a veces echó un manto de respetabilidad teológica sobre graves injusticias”[19]

De acuerdo a lo anteriormente citado, el cristianismo y la explotación del ser humano por el ser humano van de la mano en las diferentes sociedades que hacen vida en este mundo. Pues, si lo superior y supernatural como un ente omnisciente es capaz de investir autoridad a alta jerarquía eclesiásticas llámese Obispos, Predicadores, Sacerdotes, monjes, profetas, reyes y gobernantes, estos también tendrán autoridad sobre las masas, que a su vez se convertirán en una especie de mina de la cual extraerán todas aquellas riquezas de la cual requiera esa elite religiosa y gubernamental, de tal forma, que legitimen cualquier daño colateral que pueda sufrir la “feligresía”. El cristianismo es la expresión de control social, empleada por los grandes países potencias mundiales para ejercer su hegemonía mediante el uso de uno de los aparatos ideológicos más importante como lo es la religión.

 

 

Referencias
Albornoz, José. Diccionario de filosofía. Vadell Hermanos Editores: Caracas, 2011. p, 163.
COGLEY, John. La religión en una época secular. Monte Ávila Editores: Caracas. 1969. p, 85.
DE BONALD, Louis –Amboise. Teoría del poder político y religioso. Editorial Tecnos, S. A.: Madrid, 1988 p, 12. Originalmente esta obra se titula “Théorie Du Pouvoir Politique Et Religieux Par Loms-Ambroise De Bonald, Suivi De Théorie De L’éducation Sociale,” publicado en 1796.
FrEUD, Sigmund. Psicopatología de la vida cotidiana. Círculo de Lectores: Bogotá, 1984. p, 250
Fromm, Erich. El dogma de Cristo. Ediciones Paidós: Barcelona, 1982 p.21
Hume, David. Historia natural de la religión. Edición Bilingüe. Editorial Trotta: Madrid, 2003. p, 79
Kautsky, Karl. Orígenes y fundamentos del cristianismo. Berlín: 1908.
KOCH, Paul. La Historia oculta del Mundo. De la prehistoria al terrorismo internacional. Editorial Planeta: Bogotá, 2008. pp,163-164odo50.org/ciencia_popular/articulos/Cristianismo.pdf
MONTENEGRO, Walter. Introducción a las doctrinas políticas-económicas. Fondo de Cultura Económica: México D.F. primera reimpresión de la 3era ed. 1985. p, 101.
Tenenti, Alberto Y Romano, Ruggiero. Los fundamentos del mundo moderno. 4ta Edición. Siglo Veintiuno Editores: México D.F, 1974. p, 102

NOTAS
[1] citado en: Ascencio, Michael. De que vuelan, vuelan. Editorial Alfa: Caracas, 2012. p, 55.
[2] FrEUD, Sigmund. Psicopatología de la vida cotidiana. Círculo de Lectores: Bogotá, 1984. p, 250
[3]Albornoz, José. Diccionario de filosofía. Vadell Hermanos Editores: Caracas, 2011. p, 163.
[4]Tenenti, Alberto Y Romano, Ruggiero. Los fundamentos del mundo moderno. 4ta Edición. Siglo Veintiuno Editores: México D.F, 1974. p, 102
[5]Hume, David. Historia natural de la religión. Edición Bilingüe. Editorial Trotta: Madrid, 2003. p, 79
[6] Fromm, Erich. El dogma de Cristo. Ediciones Paidós: Barcelona, 1982 p.21
[7] Ibíd. p,22
[8] Cogley, John. La religión en una época secular. Monte Ávila Editores: Caracas. 1969. p, 85.
[9] Ce acotará como “protestantismo histórico” para referirse a las primeras manifestaciones protestantes generadas en Europa a partir del siglo xvi, se tratará más adelante.
[10] Montenegro, Walter. Introducción a las doctrinas políticas-económicas. Fondo de Cultura Económica: México D.F. primera reimpresión de la 3era ed. 1985. p, 101.
[11] la biblia. Editorial Verbo Divino: Navarra. 149 ed. 2005. p, 1105.
[12] la biblia. Editorial Verbo Divino: Navarra. 149 ed. 2005, se revisó este ejemplar, edición hecha para Latinoamérica, vale señalar que es una Biblia Católica, esto significa que entre la Biblia Católica y la protestante existen ciertas variaciones en cuanto a su contenido, sin embargo no nos adentraremos en ese aspecto, pues cada secta protestante posee una edición de la Biblia, perdiendo el rumbo de nuestro propósito si nos adentramos en un análisis meramente teológico.
[13] KOCH, Paul. La Historia oculta del Mundo. De la prehistoria al terrorismo internacional. Editorial Planeta: Bogotá, 2008. pp,163-164
[14]Montenegro, Walter. Op.cit. 1985. p, 100.
[15] KOSIK, Karel. Op. cit. 1976. p, 261.
[16] Bloch, Marc. op.cit.1986. p, 50
[17] DE BONALD, Louis –Amboise. Teoría del poder político y religioso. Editorial Tecnos, S. A.: Madrid, 1988 p, 12. Originalmente esta obra se titula “Théorie Du Pouvoir Politique Et Religieux Par Loms-Ambroise De Bonald, Suivi De Théorie De L’éducation Sociale,” publicado en 1796.
[18] Kautsky, Karl. Orígenes y fundamentos del cristianismo. Berlín: 1908. Obtenido de: http://www.nodo50.org/ciencia_popular/articulos/Cristianismo.pdf
[19] Cogley, John. Op. Cit. p, 194.
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2 comentarios

Comparto el artículo de Mariángel López, del 26-01-18 y a propósito, desearía enviar «Sociedad y Cristianismo», elaborado desde otro punto de vista.
¿Cómo puedo remitirlo?
Gracias.

Por Bernardo Vides Almonacid el día 07/01/2020 a las 15:52. Responder #

Gracias.

Por Salvador Aviles el día 27/09/2018 a las 16:47. Responder #

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