El panorama que representa el autor acerca de la vida de los obreros en las oficinas salitreras del norte de Chile no es muy alentador, más bien es una fuerte crítica a las injusticias sociales que sufrieron los trabajadores durante aquellas décadas de explotación del llamado “oro blanco” (últimas décadas del siglo XIX y comienzos del siglo XX), por esto se hace fundamental analizar esta novela para dar cuenta de cómo el autor representa dicha época y desde qué perspectiva la retrata.
1.- PREGUNTAS CENTRALES
El propósito de estudiar la obra de Hernán Rivera Letelier Fatamorgana de amor, con banda de música, es reflexionar acerca de la realidad del Chile de la época salitrera, por medio de la representación que el autor realiza del poblado llamado Pampa Unión, localidad que aglutinó a poblaciones equidistantes de diferentes asentamientos mineros, y que desapareció como todos los poblados nortinos cuando sobrevino la decadencia del salitre natural. En sus cuarenta años de vida, este pueblo jamás tuvo existencia legal ni reconocimiento de las autoridades.
Las matanzas de los obreros de las oficinas salitreras que se llevaron a cabo a lo largo y ancho de la pampa, unido a las vivencias paupérrimas que experimentaron los trabajadores, forman parte de las premisas que ésta investigación pretende abordar, teniendo en consideración no sólo el espacio salitrero, sino también los personajes de la novela Por lo tanto, la presente investigación está orientada y guiada por preguntas centrales y fundamentales, a saber:
• ¿Cómo era el norte de Chile en los tiempos de la explotación minera del salitre según fuentes históricas?
• ¿Cómo representa la novela Fatamorgana de amor con banda de música la realidad histórica vivida en el norte de Chile en los tiempos de la explotación minera del salitre? En relación con esto ¿Cómo representa el autor el espacio minero en la novela?
• ¿Cómo reflejan al ciudadano de aquella época salitrera del norte de Chile los personajes retratados por el autor de la novela Fatamorgana de amor con banda de música?
2.- HIPÓTESIS
El panorama que entrega Rivera Letelier sobre la vida cotidiana en las oficinas salitreras del norte de Chile, no es muy alentador, más bien es una insoslayable crítica a las injusticias sociales que sufrió el pueblo minero durante las décadas de explotación foránea. En este sentido, es preciso destacar dos aspectos importantes, en primer lugar, que en todas las obras del autor está presente la misma temática, pues ésta se encuentra arraigada en su vida, su historia y su sangre; en segundo lugar, que las novelas del autor contienen una carga realista e histórica potente, lo que las convierte en una fuente válida para conocer y comprender en parte, la realidad del mundo representado: la época salitrera del norte de Chile.
La hipótesis de la presente investigación es entonces que la novela Fatamorgana de amor con banda de música contiene, por una parte, lo que se llamará en esta investigación “olor a salitre”, ya que representa parte del mundo pampino construido en torno a las oficinas salitreras (en este caso Pampa Unión), cuya representación e historia relatada podría extrapolarse a cualquiera de los poblados creados en alrededor de asentamientos mineros, y cuyas aventuras vividas por aquellos personajes podrían ser las vividas por cualquiera de los habitantes de alguno de éstos poblados, cuyas vidas y modos de sobrevivir giraban en torno a oficinas salitreras tales como: María Elena, Chacabuco, Candelaria, Pampa Unión, entre otras tantas.
Por otra parte, esta novela de Rivera Letelier posee una fuerte carga social, la cual forma parte de la presente hipótesis, ya que el autor no solo representa, sino que también retrata fielmente las desigualdades sociales vividas por los habitantes del Norte de Chile, a través de lo que les ocurre a los personajes que dan vida a su novela, quienes además de hilar la trama novelesca ayudan a configurar el mundo en torno a Pampa Unión (pueblo que como se señaló anteriormente, podría ser cualquiera de los poblados de la pampa), mundo en que abunda la pobreza material en la vida obrera, en que el abuso de poder es constante, y en que el dinero parece ser todopoderoso.
En síntesis, la hipótesis que sostiene la presente investigación es que la novela Fatamorgana de amor con banda de música es una novela en la cual página a página se huele el salitre que invade la pampa chilena, pero página a página también, se respira el olor de la desigualdad, desigualdad que no sólo viven los personajes representados, sino, desigualdad de toda una época retratada por la pluma de Rivera Letelier.
3.- MARCO TEÓRICO:
a) Contexto histórico de la novela:
En relación ahora a lo que respecta al contexto histórico de la novela, es primordial conocer y comprender las características que envolvieron la época del salitre en el norte de Chile. Primero que todo, el salitre fue el recurso mineral que sustentó la economía chilena a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, contribuyó al auge industrial y comercial, sin embargo, esto se logró a costa de la precariedad vivida por los obreros en torno al salitre, y a costa de una explotación poco regulada y limitada, lo que produjo que grandes industriales ingleses se llevaran el recurso chileno sin dejar mayores divisas a cambio. Flora Vilches, Charles Rees y Claudia Silva (1930) realizaron en su investigación acerca del mundo del salitre en Chile, desde la perspectiva de la arqueología histórica, una contextualización de dicha época:
El desarrollo de la industria del salitre en territorio chileno data del siglo XIX y se prolonga hasta el presente registrando un período de auge, o expansión, entre los años 1880 y 1930. Geográficamente, la explotación del salitre ha estado circunscrita a las regiones de Tarapacá y Antofagasta, lugares definidos por la existencia de caliche, materia prima fundamental en el proceso de producción del nitrato. El inicio de esta era industrial trajo consigo una nueva forma de relaciones de producción propias del sistema capitalista, cuya materialidad se reveló de diferentes maneras (…) la población aumentó considerablemente incluyendo migrantes de diferentes regiones de Chile, Bolivia y Perú, con sus respectivos inventarios materiales. Las grandes diferencias sociales entre la clase obrera asalariada y la administración se hicieron evidentes, por ejemplo, en el tipo de vivienda de cada una (Vilches et al., 1930:19).
Agregan lo siguiente, en relación al modo de vida y a la cultura que se formó en torno a las salitreras:
Entonces, tanto el desierto de Atacama como el de Tarapacá se poblaron rápidamente en su calidad de enclaves capitalistas del siglo XIX. Sin embargo, pese al desarraigo natural de sus habitantes, a nivel regional se las arreglaron para construir culturalmente el nuevo paisaje. De esa manera lo nombraron “pampa” y se transformaron en “pampinos”, convirtiendo el desierto en un lugar que “se ama como el más dulce de los hogares” incluso años después de su abandono (…) este aspecto místico y religioso del desierto durante el ciclo del salitre ha quedado fuera de la historiografía especializada que ha favorecido una ideología económica ya sea obrera u oligarquista. En consecuencia, se ha pasado por alto el complejo y variado tejido cultural que constituye la identidad del Norte Grande, donde se entremezclan diferentes tradiciones e identidades (Vilches et al., 1930:21)
Este aspecto es uno de los que Rivera Letelier representa en su novela, el mundo íntimo construido en torno a las salitreras, el mundo de personajes que pudieron vivir y sobrevivir en aquél lugar tan inhóspito como mágico. Pampa Unión, el asentamiento salitrero en el cual se inspira y se basa la novela, es tan solo uno de los tantos pueblos que se construyeron en torno a las explotaciones salitreras, las descripciones y situaciones relatadas en torno a éste pueblo pueden ser perfectamente comparables a las vivencias de los habitantes de los demás pueblos cercanos.
En otro sentido, resulta primordial realizar una contextualización específica respecto a las Oficinas Salitreras (Rodríguez y Miranda 2008), las cuales invertían en el desarrollo productivo, sin considerar mucho los aspectos sociales y recreativos de sus trabajadores, quienes vivían en habitaciones múltiples en donde se cocinaba, se comía y dormía. Los obreros debían comprar en la pulpería de la Oficina, lugar en que se cobraban precios abusivos por los víveres y se pagaba a los trabajadores con «fichas», dinero controlado por el administrador de la Oficina Salitrera. Es así como Pampa Unión era la única alternativa, en 200 kilómetros a la redonda, para huir del imperio de la oficina y su administrador. La población salitrera del cantón se trasladaba a esta localidad los fines de semana para comprar y también para evadirse de su realidad y divertirse. El pueblo de 2.000 habitantes, recibía a una población flotante de entre 10.000 y 15.000 personas. Los industriales salitreros de la época criticaban fuertemente Pampa Unión, por ser considerarlo un antro del vicio, no obstante, no lograron detener el crecimiento del pueblo. Junto al desarrollo comercial, vino la oferta de servicios: Compañía de Teléfonos, Carabineros y Registro Civil. Desde un principio existió una escuela mixta con unos 70 niños y a partir de 1918 funcionó una escuela nocturna para obreros y empleados. En 1924 se instaló alumbrado eléctrico, nunca se levantó una iglesia, ni capilla, hubo en cambio un teatro para 200 personas y un estadio de boxeo para 250 personas. El pueblo de Pampa Unión tuvo una vida corta, con un rápido auge en la década de los ’20. Ya en los años ’30 comenzó a despoblarse como consecuencia del fin del auge de la explotación del salitre. El pueblo sufrió una lenta agonía, en abril de 1954 la Municipalidad de Antofagasta autorizó desarmar sus instalaciones. Actualmente el pueblo de Pampa Unión parece haber sido destruido por un meticuloso bombardeo aéreo. De él sólo quedan algunas murallas en pie, se le llama pueblo fantasma y además, es leyenda que si en la alta noche de la pampa el viajero se detiene en el pueblo, podrá escuchar el sonido de una fiesta. La mayoría de las sepulturas del cementerio han sido profanadas por “buitres del desierto”, ladrones que se dedican a remover el sueño de los muertos en busca de argollas y dentaduras con pieza de oro. A todas las salitreras en el norte de Chile, se les llama actualmente “pueblos fantasmas”, los turistas las visitan todos los años, en cualquier época y han sido reconocidas como Patrimonio de Chile. En el último tiempo las salitreras y los pueblos fantasmas que las rodean han sido objeto de un sinfín de programas de televisión, investigaciones, telenovelas, y en los teatros se han montado obras que han llenado de vida nuevamente la pampa salitrera [1].
4.- RESUMEN DE LA OBRA
Fatamorgana de amor con banda de música (1998) presenta una historia de amor cuya narración se asemeja a un espejismo habitado por la desazón y el olvido instaurado en el medio del desierto. Los amantes son Golondrina del Rosario -hija de un peluquero anarquista -y el trompetista de una banda de música de nombre Bello Sandalio. El carácter vividor y bohemio del joven contrasta con la pureza e inocencia de la muchacha que, aparte de cuidar a su padre viudo, se dedica enteramente a sus clases de música y declamación. Pero si el desierto es el espacio geográfico, el pueblo llamado Pampa Unión es el lugar donde se llevan a efecto las acciones de la novela. Pampa Unión, que termina sumiéndose en la incertidumbre de la existencia o no existencia, es uno de aquellos cientos de pueblos que florecieron en los tiempos del salitre y que llegó a cobijar a miles de obreros de todas las nacionalidades. El telón histórico que envuelve el relato amoroso de los personajes, lo constituye la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo y su visita a las salitreras durante su administración. Dicha visita, que posiblemente pertenece al área de la ficción, adquiere importancia cuando se piensa que durante la época en que están asentados los acontecimientos de la novela se llevan a efecto tres grandes masacres de obreros aparte de la ya mencionada en Escuela Santa María de Iquique en 1907. Esto se refiere a la muerte de obreros en la oficina salitrera San Gregorio el 3 de febrero de 1921, en la oficina Marusia en marzo de 1925 y el de la Coruña en junio de 1925. En las dos últimas, el general Carlos Ibáñez del Campo se desempeñaba como Ministro del Interior en el gobierno chileno. La relación amorosa de Golondrina del Rosario y Bello Sandalio se concretiza a pesar de las advertencias de las amigas de la primera respecto a la fama que tenía el trompetista en las casas de prostitución donde animaba las veladas. Sixto Pastor Alzamora, padre de la bella muchacha, ignoraba dicha relación ya que pasaba su tiempo proclamando la revolución anarquista en su taller de peluquería preguntándose si alguien de Pampa Unión iba a hacer algo a la llegada del dictador. Hacia el final de la novela, y mostrando una perfecta congruencia entre el pensamiento y la acción, el peluquero pierde la vida en el intento de dejar en claro que la visita del dictador no era enteramente bienvenida en el pueblo. El frustrado atentado desata la represión y, como siempre ocurre en estos casos, a los prisioneros se les aplica la ley de fuga y son masacrados sin piedad. Entre ellos se encontraba Bello Sandalio y los integrantes de su banda musical. Ante tamaño dolor, Golondrina del Rosario decide morir en el mismo lugar en que murió su padre haciéndose acompañar por una de sus favoritas piezas de Chopin tocada por ella misma en el piano.
5.- ANÁLISIS DE LA OBRA
a) Generalidades y particularidades de la novela:
En primer lugar, para el análisis es menester tener en consideración las temáticas que aborda esta novela: la amistad, el amor, la soledad, las injusticias, lo inhumano, la prostitución, la desigualdad, entre otras. En segundo lugar, cabe tener en cuenta que esta novela describe detalladamente la vida de los obreros del salitre, los duros años en que las jornadas laborales eran extenuantes, en que los mineros eran maltratados y no eran respetados sus derechos laborales, ni menos aún, sus derechos humanos. En relación con este punto el autor, resulta importante destacar que el autor describe una ilusión ante un pueblo (Pampa Unión), el cual estaba sumergido en la desesperanza, se representa en la trama de la novela las desventuras de los habitantes de aquél pueblo, quienes a pesar de todo, intentan vivir dignamente y disfrutar de la vida que les tocó vivir.
En tercer lugar, es de suma relevancia, con el fin de ahondar en la novela, analizar los personajes que le dan vida, quienes brindan anécdotas tales que permiten al lector transportarse a los tiempos de las salitreras. Las experiencias representadas son manifestadas como un soplo de tierra que lleva a una remembranza de la época. Una de las características transversales de los personajes, es que se trata de héroes que no se rinden a sus expectativas pese a que la fatalidad abraza al pueblo a una tragedia que se entrevé en cada página narrada. Se puede visualizar además, que esta obra contiene una pizca de comedia, de drama y de tragedia, no obstante sea ésta última la que se apodera de la narración, en lo relativo a la fatalidad que envuelve tanto al pueblo como a sus habitantes, fatalidad que es narrada con un realismo tal, que parece que el lector pudiera vivir aquella época.
Esta creación de Letelier es sin duda una obra de gran relieve, y ha sido llevada al teatro, cine, teleseries, etc. Esto hace que se transforme en una obra importante, y forme parte de la memoria ficcional de una época trascendental de la historia de Chile, la época del salitre, la cual dio origen a matanzas, unión obrera, auge comercial, y a la Guerra del Pacífico.
Fatamorgana de Amor es una novela intensa, apasionada, representa lo más arraigado de las costumbres chilenas de la época, lo cual se observa por ejemplo en el uso del lenguaje, el cual intenta reflejar el habla de la gente pampina que vivía y sobrevivía en torno a las salitreras, el realismo de las descripciones y caracterizaciones de sus personajes brindan al lector una imagen representativa de los usos, modos, y costumbres de la época, lo cual le otorga a la novela algo mágico que es a la vez, brutal.
b) Personajes y Espacio:
b.1 Teoría y análisis sobre los personajes de la novela
La novela posee elementos que la componen, no sólo estructuralmente, sino elementos que le dan vida y que ya Aristóteles había anunciado (no refiriéndose precisamente a la novela, sino más bien al drama) en su Poética, entre éstos está el personaje, el ambiente, el tiempo, y la acción. En el presente apartado sólo se hará referencia a los dos primeros, es decir, personaje y ambiente, los cuales están imbricados. En relación con lo anterior es menester traer las palabras de Pérez Rufí:
Podemos pues entender al personaje como una unidad psicológica y de acción que actúa como una categoría narrativa dentro de la historia. En este sentido, queda configurado como un paradigma de rasgos. El personaje conforma el grupo de los existentes junto al ambiente. Tales existentes son parte constituyente de la narración junto a los acontecimientos y a la transformación (Pérez Rufí. 2005).
En relación a los personajes, cabe aludir a ciertas teorías que pueden brindar luces esclarecedoras respecto de la novela. Primero que todo, es importante tener en consideración la teoría de Roland Bourneuf y Réal Ouellet, la cual señala que dentro de la novela hay personajes que realizan acciones a los cuales les suceden los acontecimientos que originan la trama misma de la novela, según los autores, los personajes pueden ser principales o secundarios, y dentro de los primeros está el protagonista y el antagonista, ambos de trascendental relevancia en la trama novelesca, en Fatamorgana… los personajes principales son los siguientes: Sixto Pastor, Golondrina, y Bello Sandalio, y son los que se analizarán en apartados posteriores. En relación con la teoría anterior, y sobre todo con la novela que es objeto del presente análisis, cabe mencionar aunque sea brevemente, la teoría de Chatman, quien se refiere por primera vez al hecho de que la nomenclatura es un factor capaz de definir al personaje en sus características y en cuanto a su relación con el ambiente (Pérez Rufí 2005:2), muchas veces el nombre del personaje define su esencia o los rasgos que posee, por ejemplo en el caso de Bello Sandalio, se trata de un “galán”, de un hombre presuntuoso que se cataloga a sí mismo como su nombre lo indica, un hombre “bello”, o por ejemplo Golondrina del Rosario, es angelical, delicada y dulce, tal como su nombre lo indica.
Continuando con la teoría sobre el personaje como ente constitutivo de la novela, Grimas se refiere a la teoría Actancial o de los Actantes, en donde se desprende que los personajes son “actantes”, es decir, son entidades que están determinadas por las acciones que producen y/o realizan en la trama novelesca, los personajes “actúan” en la trama y la llevan consigo, eso es lo que los determina y configura (Mieke Bal 1987). Los tipos de actantes o funciones potenciales que determinan la acción, y por ende, la trama narrativa, según la teoría de Greimas son los siguientes: destinados, objeto, destinatario, deseo, ayudante, participación y oposición; todos los cuales están en interrelación con el objeto del deseo.
Ya en los estudios literarios contemporáneos ha habido un resquebrajamiento del concepto de personaje, sírvase como ejemplo de esto la obra Seis personajes en busca de un autor, de Luigi Pirandello. La configuración del personaje, como tradicionalmente era estudiado, ha cambiado, actualmente la sicología y otras disciplinas han hecho lo suyo aportando otras perspectivas al estudio del personaje literario. Sin embargo, pese a los distintos caminos que se tomen para analizar a un personaje, resulta innegable la relevancia que éste posee en la estructura interna y externa de la novela, pues es el personaje el que mueve la acción, la trama, el que habita y se relaciona con los espacios, y el que traspasa el tiempo, el personaje le da vida a la novela:
La diferencia entre un libro como La taberna, de Zola y las Ilusiones perdidas de Balzac, es la que existe entre el realismo imaginativo y la realidad imaginada. «Todos los personajes de Balzac —dice Baudelaire— poseen la misma ardiente vida de que él estaba animado. Todas sus ficciones están profundamente coloreadas como sueños. Cada inteligencia es un arma cargada de voluntad basta la boca. Hasta los pinches tienen talento. Una lectura constante de Balzac conviene a nuestros amigos vivos en sombras y a nuestros conocidos en sombras de sombras. Sus personajes tienen una vida ardiente. Nos dominan y desafían al escepticismo. Una de las mayores desdichas de mi vida ha sido la muerte de Luciano de Rubempré. (Oscar Wilde citado en Julio Gómez de la Serna 1994: 914-915)
Ahora bien, es menester analizar las distintas historias de los personajes de la novela, quienes vivieron momentos críticos en torno a la historia de Chile. En lo relativo a las diferencias sociales y económicas que han existido históricamente en los países latinoamericanos, el intelectual Panizza señala lo siguiente:
Podemos asociar estos temas a las democracias latinoamericanas que operan en un marco de elevada concentración de la riqueza, de los ingresos y de las oportunidades; son sociedades profundamente segmentadas en términos económicos, regionales y étnicos, lo que se traduce en sistemas de partidos políticos fragmentados, relativamente inestables y poco inclusivos, dando lugar a una dispersión del poder a escala institucional y territorial, con abundantes comportamientos parasitarios. Se propicia, de este modo, una dinámica que favorece la reproducción del poder de las elites y la secular exclusión social, económica y política de amplias capas de la población (Scherer, 2000) “Pero, sobre todo es el crecimiento del sector informal y los niveles persistentemente altos de pobreza y desigualdades sociales los que se hacen incompatibles con cualquier vigencia de una democracia liberal. Es más, la exclusión económica y social es un terreno fértil para el florecimiento de la corrupción, el clientelismo y la violación sistemática de derechos y garantías legales (Panizza, 2001: 359)
Los personajes de la novela responden a tipos literarios, a héroes que encarnan el drama y la tragedia de sus propias existencias, las características que poseen son las arquetípicas de los tipos humanos que representan, sin embargo, esto no les resta vitalidad ni potencia, sino que por el contrario, los transforman en héroes que no solo se representan a sí mismos, sino que pueden representar a cualquiera de sus semejantes. A continuación se analizarán uno a uno los personajes más representativos de la novela:
a. Sixto Pastor Alzamora
Este personaje es un hombre de rostro sanguíneo y largos bigotes retorcidos, se caracteriza por ser intolerante, anarquista, ácrata, generoso, persistente. Era un idealista ante sus pensamientos y las injusticias sociales, desde muy joven se sentía desmoralizado y las circunstancias le apesadumbraban el ánimo. Su espíritu anarquista era lo que le hacía mantenerse despierto y atento ante cualquier defensa que tuviera que entregar al pueblo; por su generosidad sin medida ante situaciones referidas a su oficio de barbero, fue un hombre muy querido por los obreros, porque se sentía orgulloso de ser un proletario. Es un personaje que se caracteriza además, por encarnar la esperanza, la generosidad, la valentía y la ideología de un pueblo.
b. Golondrina del Rosario Alzamora
Es un personaje femenino muy delicado en todos los ámbitos, es lo que se puede considerar en términos de la época, una “dama de sociedad”, lo cual se manifiesta tanto en su vestir como en sus delicados modales. Tenía una gracia especial en su forma de ser, la cual era casi angelical. Una especie de benignidad irradiaba su rostro, además de su belleza extraordinaria y la blancura casi traslúcida de su piel. Por la calidad humana que trasmitía, todo el pueblo la respetaba y la saludaban como si se tratara de una religiosa. Era dueña de gran naturalidad para tratar con cualquier tipo de persona. Romántica de sobremanera, la música era su vida y esperaba ser amada tanto como ella podía entregarse a un amor único. Apasionada, de alma bella y luminosa era Golondrina, tan lírica como su nombre. Su padre decía que su belleza era exquisita y que eran dos gotas de agua con su madre ya fallecida. Talentosa en la música y en el arte de la declamación, estos dones la llevaron a ser reconocida, admirada y muy querida por los habitantes de Pampa Unión. Este personaje determina la bondad, la entrega, la transparencia y la simpleza de un pueblo, y literariamente representa el estereotipo de mujer de la corriente romántica, propia de la tradición literaria proveniente, entre otros, de Alberto Blest Gana y de su obra El ideal de un calavera.
c. Bello Sandalio
Personaje masculino de cabellos lisos cobrizos, de un metro setenta y dos centímetros de estatura. A este hombre le gustaba el buen vestir, la elegancia era su punto débil, un excéntrico y extravagante en todo lo que manifestaba como persona. Tenía una sonrisa de hielo que fascinaba a las mujeres de toda la sociedad. Era un experto en materias sexuales, las mujeres y la música eran su vida. No usaba joyas, ni dientes de oro como lo hacían los señores elegantes de la época, sólo su trompeta era su tesoro, su joya, como solía llamarla. Ebrio y alegre amante de los prostíbulos y bares, pasaba los días como músico bohemio. Bello Sandalio encarna en la obra la ideología, la alegría y la audacia del modo de vivir del pueblo.
Son estos tres personajes los de mayor relevancia en la novela, son los seres en quienes se encarnan las vicisitudes narradas. En ellos se envuelve una realidad dura, de insensibilidades, de odios, de abusos, de una amargura disfrazada de perpetua fiesta en burdeles anémicos, de música y bullicio, de mentiras y violencias. Una vida redimida, sin embargo, por los sentimientos más puros que hospeda el alma humana: el amor, la justicia, la dignidad, la fidelidad a los ideales y la valentía de morir por ellos. Estos sentimientos son los que manifiestan con ímpetu cada uno de estos personajes.
Es importante notar que dentro de las características de los personajes, se encuentra el hecho de que éstos contienen rasgos “exagerados”, rasgos por los cuales los personajes de esta novela podrían considerarse en cierta forma como personajes extraídos del melodrama. Se puede considerar que la intención de Rivera Letelier de caracterizar de esa forma a sus personajes es para que éstos reflejen la vida que se vive en las salitreras, una vida abigarrada de experiencias, pero a la vez, una vida abandonada en lo inhóspito del desierto. En este sentido se puede agregar que el actuar de los personajes posee un carácter melodramático, por ejemplo cuando se narran los fuertes arrebatos que sufre el músico de la banda cuando muere su hijo, o donde dicho carácter adquiere su clímax, en el desenlace, cuando muere Golondrina del Rosario tocando su pieza favorita de Chopin en el piano. Desde otra arista, el autor representó, en voz y faz de sus personajes, el contraste mismo de la vida, la pureza representada por Golondrina, la pasión representada por Bello Sandalio, la valentía e idealismo de la mano de Sixto. Todas virtudes que contrastan con el dolor, la injusticia y el deseo de sobrevivencia que se respiraba en Pampa Unión. El hecho de que los personajes estén construidos como tipos humanos o como arquetipos, señala que el autor tuvo la intención de que los personajes fueran representativos del cronotopo narrado, que fueran personajes en los que el “olor a salitre” y el “olor a desigualdades sociales” se percibiera con facilidad, y que conformaran toda una visión de mundo, la cual el autor logró plasmar con maestría. Los personajes entonces, se puede afirmar que reflejan al ciudadano de aquella época salitrera del norte de Chile, sus retratos vívidos, y las experiencias de vida que ellos poseen, conforman una imagen certera del ciudadano que vivió y sobrevivió en torno a las Salitreras.
Desde otra arista, cabe señalar que los personajes de esta novela están imbricados con el espacio que los rodea, no en un sentido determinista, sino en el sentido de que ellos le dan vida al espacio, así como el espacio les brinda vida a los personajes, es por esto que el tipo de mundo que se representa en la novela es de vital importancia.
b.2 Teoría y análisis del Espacio y tipo de mundo representado:
Ahora bien, en relación con el ambiente es preciso abordar aunque sea de manera sintética una de las más importantes teorías acerca del espacio, la de Bachelard, pero antes, es menester tener en cuenta la siguiente reflexión en torno al Espacio:
En principio, debemos comenzar estableciendo que el espacio literario es un espacio verbal. Es decir, el espacio en la literatura es una construcción mental derivada de las imágenes que suscitan las palabras, de manera directa o indirecta, a través de procedimientos estilísticos y recursos retóricos. En segundo lugar, cabe recordar, que la visión dominante acerca de la espacialidad que prevaleció en la modernidad occidental y en la tradición de los estudios literarios tiene que ver con el espacio visto como un recipiente vacío, dentro del cual se desarrolla el drama real (Salvatie Celina, 2012)
El espacio entonces es una creación del autor a partir de referentes (reales o imaginarios), es una construcción literaria. Rivera Letelier combinó magistralmente referentes reales, el pueblo de Pampa Unión y sus conocimientos acerca de la vida en torno al salitre, con la invención literaria, configurando la novela objeto del presente análisis. Ahora, volviendo a la teoría, cabe señalar que Bachelard es quien estableció la llamada Poética del espacio, en donde señala acerca de éste, lo siguiente:
Todo espacio realmente habitado lleva como esencia la noción de casa. Veremos cómo la imaginación trabaja en ese sentido cuando el ser ha encontrado el menor albergue: veremos a la imaginación construir “muros” con sombras impalpables, confortarse con ilusiones de protección o, a la inversa, temblar tras unos gruesos muros y dudar de las más sólidas atalayas. En resumen, en la más interminable de las dialécticas, el ser amparado sensibiliza los límites de su albergue. Vive la casa en su realidad y en su virtualidad, con el pensamiento y los sueños (…) El espacio captado por la imaginación no puede seguir siendo el espacio indiferente entregado a la medida y a la reflexión del geómetra. Es vivido. Y es vivido, no en su positividad, sino con todas las parcialidades de la imaginación… Concentra el ser en el juego interior de los límites que protegen (Bachelard, 2012: 28)
Esto quiere decir que el espacio, en la narrativa, no es sólo el lugar en donde se desarrolla la obra, sino que mucho más, es algo que la cruza, ya que el espacio, en la novela está imbricado en los personajes, en la acción, y en el tiempo. En relación con la imbricación que se produce entre el personaje y el espacio, cabe mencionar la obra de Wolfgang Von Goethe Las desventuras del joven Werther, en donde se produce una correlación entre el personaje Werther y el ambiente, en este caso, la naturaleza, ya que cuando el personaje estaba feliz e ilusionado, todo era primaveral a su alrededor, en cambio cuando él sufría desolado por el desamor, el ambiente a su alrededor era de un tormentoso invierno. Lo anterior permite esclarecer el hecho de que el espacio no es sólo un entorno o un escenario en donde se desarrollan los sucesos narrados, sino que es parte fundamental de la narración. En el caso de la novela Fatamorgana… el espacio cobra vital relevancia, ya que determina a los personajes, influye en ellos, y dada la importancia que poseen al interior de la novela las descripciones acerca de las oficinas salitreras y el propio mundo salitrero de Pampa Unión, podría incluso decirse que para el autor éste espacio es un personaje más.
Desde otra perspectiva, esta novela de Rivera Letelier no es «proletaria” al estilo de las novelas naturalistas de Baldomero Lillo o Emile Zolá, es realista, retrata al pueblo, y representa cómo éste hace suyas las historias de su pasado sublimándolas y mitificándolas. No se trata de una novela histórica pese a que patentiza la historia y alude a ella, se trata de una novela, de literatura, es decir, de ficción. El mundo representado en la novela es el de lo popular, el cual es lírico, intenso, emocional; un mundo de héroes rebeldes, exagerados, particulares, tiernos, llenos de humor y vitalidad. El mundo popular es el del destino, el de la fatalidad, en el que nunca se ganan las batallas porque el pobre siempre pierde pero nadie puede arrebatarle su dignidad, que es la victoria del futuro. De esta forma, los personajes de la novela se mueven entre el rico detalle y el arquetipo, portadores de sus dramas, los cuales son los de todos. Sus mismos nombres suenan a leyenda: Bello Sandalio y Golondrina del Rosario. Personajes impregnados de romanticismo auténtico, impregnados de Chopin y Bécquer, de música y poesía, elementos que cuando se saben conjugar, se unen produciendo la intensidad de esta obra, la cual combina el realismo con el romanticismo en un perfecto equilibrio novelesco.
La novela Fatamorgana… representa narrativamente la realidad histórica vivida en el norte de Chile en los tiempos de la explotación minera del salitre, todos los lugares, los burdeles, cantinas, las habitaciones, la Oficina, todos los detalles que brinda acerca de Pampa Unión representan esa realidad histórica, ese munedo que Rivera Letelier quizo reflejar en su novela. Obviamente que el espacio minero es el que posee mayor relevancia, todo gira en torno a él, todo está determinado por él, las acciones de los personajes, sus tragedias y disfrutes están imbricados con el espacio minero, el cual es caracterizado como inhóspito, seco, doloroso, en donde el tono blanquecino del salitre que todo lo impregna, se combina con el tono amarillento propio del árido desierto, espacio en donde la suciedad intenta ganarle a la dignidad, y en donde pese a todo, puede haber por un instante sitio para la belleza y el amor, representado por el trágico enlace amoroso entre Golondrina y Bello Sandalio.
c) Estilo Literario:
Aunque no forma parte de los objetivos de análisis de la presente investigación, resulta importante para tener una visión integral de la novela objeto del presente estudio, abordar lo referente al estilo literario que posee, y que el autor le otorgó. En este sentido, se puede decir que ésta novela de Hernán Rivera Letelier es un “placer acústico”, pues ya desde la musicalidad su título Fatamorgana de amor con banda de música, combina a la perfección dos elementos que la buena literatura debe considerar: la imaginación y el oído, ya que la ficción se combina con un manejo de la redacción sumamente particular en que Rivera Letelier le otorga un ritmo único y continuo a su obra. Esta afirmación se puede comprobar en el fragmento de la escena acerca del dolor enloquecido de Cantalicio del Carmen, disfrazado de diablo, en la que Hernán Rivera Letelier construye una frase continua de varias páginas de extensión:
“(…) se asoman los lacios borrachos de los días lunes burlándose y riéndose de las maromas del pobre Diablo que parece se le corrió una teja, se le soltó un tornillo, se le cayó una chaucha, mírenlo nomás cómo bota, cómo rebota, si parece pirgüín cómo cabriolea el muy cabrón, fíjense cómo toca el bombo con sus dedos de alicate, y él, impávido, sin tregua ni descanso, al son implacable del bom, bom, bom-bom-bom de su bombo retumbante sigue bailando, sigue saltando por las calles arenosas, sigue pirueteando bajo la luz mortecina de los faroles públicos recién encendidos, entre el ladrido de los perros y un bullicioso tropel de niños que se amontonan a su alrededor cada vez que se detiene frente a un poste como si fuera el Calvario y se arrodilla y se persigna fervoroso, consternado, y, tal como hace en la fiesta de La Tirana cada año, canta con voz lastimera, que le abran las calles, que le den el camino, porque ya ha llegado a su santo destino, que cansado ha llegado buscando a María por cerros y pampas con toda alegría, y luego se para haciendo reverencias y se persigna de nuevo y de nuevo sigue bailando calle arriba, brincando calle abajo, volatinando como perdido, como empampado buscando agua, pero lo que él busca es el templo, la iglesia, la Casa de Dios que no encuentra por ninguna parte, ¿es que acaso en este pueblo maldito no había una iglesia, una capilla miserable, una parroquia siquiera, por Dios santo?, y los niños, riendo zumbones, le indican para uno y otro lado, le apuntan para allá y le apuntan para acá, y él, siempre bailando, siempre saltando, empapado en sudor, con sus piernas larguiruchas ya flaqueándole de cansancio, se dirige para allá y se dirige para acá y el campanario de la iglesia no se divisa por ninguna parte, ni siquiera una cruz se ve en este pueblo malaventurado, pero él tiene que encontrar el templo…”.(Rivera Letelier, 2003)
No se trata solo del desarrollo polifónico de la frase, sino también de la conjunción de voces en el interior del texto, como un coro que rodeara al solista acompañándole, es un ritmo poético musical que permite incluso la inserción de la música misma en forma de canción, tal como sucede a continuación:
“(…) Canta con voz lastimera,
que le abran las calles,
que le den el camino,
porque ya ha llegado
a su santo destino,
que cansado ha llegado
buscando a María
por cerros y pampas
con toda alegría,
y luego se para haciendo reverencias y se persigna de nuevo y de nuevo sigue bailando calle arriba, brincando calle abajo (…) (Rivera Letelier, 2003)”
En este fragmento, la introducción de la canción no rompe el ritmo, sino que lo provoca. La prosa se contagia del propio ritmo de la canción en los momentos de mayor intensidad lírica. En la velocidad, la locura, la intensidad del momento, aparece el canto. Uno como lector no está invitado a mirar, sino a cantar, a formar parte del coro que acompaña el momento trágico que vive el personaje.
El hecho de que Hernán Rivera Letelier haya comenzado su rumbo literario en la poesía y en el cuento puede explicar en cierta medida la importancia que le otorga al ritmo y a la musicalidad en su novela, la cual se transforma en una prosa que reclama ser leída, entonada, recitada, como si de un poema o un cuento se tratara. La prosa necesita sonido, como las películas mudas a las que la protagonista pone música de acompañamiento con su piano, como la realidad misma, seca sin música. «Dios anidaba sobre todo en la música y en la poesía» (Rivera Letelier: 232), creía Golondrina. Y así a Bello Sandalio: «(…) lo amó sin partitura, sin red protectora, sin botellita de agua para el camino. Lo amó a capela, a pie descalzo, a puro pelo»(Rivera Letelier: 180). Música densa, música del cuerpo, que lo arrastra fuera de sí a componer la melodía con la música que surge del otro. Esta fatamorgana, este espejismo de amor con banda musical no hace solo alusión a su argumento y protagonistas, unidos por la música, el piano y la trompeta, sino a la propia composición de la obra, la cual es plenamente musical.
6.- A MODO DE CONCLUSIÓN:
De la presente investigación acerca de la novela Fatamorgana de amor con banda de música del escritor chileno Hernán Rivera Letelier, se pueden concluir los siguientes puntos a modo de síntesis de cómo representa la novela la época del salitre en el norte de Chile:
A modo de cierre, se puede decir que la hipótesis de la investigación ha sido comprobada, y ha permitido brindar luces para comprender la novela, para entender su profundidad, sentido y posibles significados, los cuales están imbricados con la historia íntima del mundo del salitre, narrada magistralmente por la pluma de Hernán Rivera Letelier.
2 comentarios
Los contenidos son ampliamente copiados sin citarlo nunca, de Joaquín Mª Aguirre Romero
Universidad Complutense de Madrid
(17/07/99)
http://www.ucm.es/info/especulo/numero12/rivera.html
tengo una duda como se conformo la banda del litro en fatamorgana con amor a banda musical