Resumen
Partiendo del concepto de reconocimiento de Hegel, y su posterior uso por el filósofo Axel Honneth, reflexionamos críticamente en este breve ensayo -desde la compasión y la solidaridad- sobre el poema: “Oración para Marilyn Monroe”, de Ernesto Cardenal. Hacemos referencia también a varias actividades comunicativas con temática de justicia social a realizar en el aula de castellano como lengua extranjera en base a este poema tan rico como emblemático.
Abstract
From the concept of “recognition” of Hegel, and its posterior use by Axel Honneth, we reflect critically -from the perspective of solidarity and compassion- about the poem: “Prayer for Marilyn Monroe” by Ernesto Cardenal. We discuss, as well, various communicative activities with a thematic of social justice applicable in the classes of Spanish as a foreign language, which are liked to this emblematic and rich poem.
El famoso poema “Oración por Marilyn Monroe” (1965), del sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (1925), no solamente nos trae a la memoria la trágica muerte de la célebre actriz estadounidense Marilyn Monroe (1926-1962) y su azorosa vida detrás de las refulgentes luces hollywoodenses, sino también que nos impele a sopesar críticamente los efectos nefastos del capitalismo.
El poema mentado nos incita a reflexionar -desde la solidaridad y la compasión- en los corolarios nocivos que la sociedad de consumo conlleva, sobre todo, cuando se trata de cosificar a un ser humano para convertirlo en objeto de uso, específicamente en objeto sexual, como fuera el triste caso de Marilyn Monroe.
Nos basaremos en el concepto de reconocimiento acuñado por el joven Hegel y posteriormente desarrollado por su compatriota, el filósofo Axel Honneth. De hecho, para efectos de nuestra reflexión, es importante justamente señalar que el filósofo idealista: Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), en su libro: El sistema para una vida ética (1802), y en su Fenomenología del Espíritu (1807), afirma que el reconocimiento del otro proviene de una relación recíproca entre las personas. En dicha relación recíproca es crucial que cada sujeto perciba al otro en tanto lo que efectivamente es: un sujeto.
El filósofo contemporáneo alemán Axel Honneth (1949), de la Escuela de Frankfurt, especialista en filosofía moral y socio-política, con un énfasis en las relaciones de poder, respeto y reconocimiento, partió precisamente y tal como hemos señalado, de la filosofía hegeliana y su concepto de lucha por el reconocimiento. Honneth ha profundizado en el tema que fuera bien discutido por el joven Hegel en sus escritos tempranos de filosofía social, y en base a esta influencia fundamental, Honneth creó su propia teoría social. Entre los importantes aportes de Honneth podemos mencionar su declaración acerca de la humillación; la cual vendría a ser la negación del reconocimiento por parte de otros y de la sociedad; es decir: humillar a una persona implica devaluarla injustamente. De acuerdo al filósofo alemán, una persona despreciada, humillada, carente de reconocimiento, se queda sin derechos, pierde su integridad como ser humano, incluso su autonomía tanto moral como personal. Para Honneth, la lucha por la distribución de bienes materiales y de la riqueza de la sociedad en general, sería también una lucha por el reconocimiento.
Señala Honneth en su libro: The Struggle for Recognition (1995):
“As in the System of Ethical Life, Hegel conceives of love as a relationship of mutual recognition, in which natural individuality is first confirmed. Here, this definition admittedly acquires, even more clearly than before, the particular sense (based on the theory of subjectivity) according to which the volitional subject is able to experience itself for the first time as a needy, desiring subject only after having had the experience of being loved.” (Honneth, Axel, The Struggle for Recognition, pág. 37).
El amor entonces, de acuerdo a Hegel y a Honneth es una relación de mutuo reconocimiento que implica solidaridad y respeto por cada individualidad. Analizamos el tema del amor en el poema de Cardenal empezando por estos versos:
“[…] Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis […]”.
La Marilyn Monroe de Cardenal es un ser desvalido, sujeto de compasión y solidaridad. Es una mujer solitaria, carente de amor, abrumada y perdida entre las luces cegadoras de Hollywood. Ella es una mujer que busca con ahínco su lugar en el mundo y tras mucho buscarlo y no encontrarlo, desvencijada y abatida, opta en su desesperanza existencial por un escape sin posibilidad alguna de regreso: el suicidio.
Además de las ocasiones temáticas que el sustancioso poema de Cardenal nos ofrece para indagar en estas interesantes reflexiones, cabe destacar que la riqueza connotativa del poema, y su tono narrativo coloquial; en cuanto a lo referente a su aspecto denotativo, se prestan muy bien para desarrollar también ejercicios y actividades comunicativas basados en objetivos para las clases de castellano como lengua extrajera. Estos ejercicios ofrecen a los estudiantes la oportunidad de comentar sobre temas de justicia social. Dada la naturaleza de nuestro poema, debemos especificar que nos centraremos en el concepto de justicia social en general; pero en concreto en el de la doctrina social de la Iglesia Católica expresada en dos de las encíclicas más representativas: “Populorom progressio” (1967) y “Sollicitudo rei socialis”(1987). Abriremos la puerta, asimismo, para discutir, siempre aplicando un pensamiento crítico, dos temas notales dentro del abanico de caudales de la justicia social: la igualdad de oportunidades y la pobreza.
La carta encíclica: “Populorum progressio” promulgada en 1967, trata sobre el desarrollo de los pueblos y los problemas de los países en vías de desarrollo. El Papa Pablo VI censura la gran diferencia económica entre los países ricos y los países pobres. Hace una crítica a esta injusticia económica propiciada por el neocolonialismo y establece que todos los pueblos de la Tierra tienen el mismo derecho al bienestar. En esta carta-encíclica, el Papa Pablo VI reprueba el colectivismo marxista y también el capitalismo. El Papa Pablo VI propuso la creación de un fondo mundial con el propósito de ayudar a los países en vías de desarrollo. Con respecto a esta carta-encíclica cabe destacar la siguiente cita directa y radical sobre la propiedad privada:
“La propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario”.
Encíclica Populorum Progressio, núm. 23
La carta-encíclica “Sollicitude rei socialis” fue escrita en 1987 por el Papa Juan Pablo II (hoy San Juan Pablo), justamente en el vigésimo aniversario de la encíclica “Populorum Progressio”. En esta encíclica el Papa Juan Pablo II además de rendirle homenaje a las novedades expresadas en la encíclica “Populorum Progressio” con respecto al clamor por la justicia social e igualdad económica que el Papa VI reclama para todos los pueblos, Juan Pablo II afirma, veinte años después, en “Sollicitude rei socialis” las conclusiones del Concilio Vaticano II –tan celebradas por los seguidores de Teología de la Liberación- en relación a los problemas de desigualdad social y económica del mundo. La opción preferencial por los pobres, punto central en la Teología de la Liberación, está en perfecta armonía con la preocupación por la desigualdad e injusticia socio-económica de los países en desarrollo planteada claramente en el Concilio Vaticano II.
Es remarcable y sumamente preocupante que las palabras de Juan Pablo II, de 1987 sigan vigentes hasta ahora:
“Por ello (porque el mundo desde el punto de vista del desarrollo ofrece una impresión “más bien negativa”), deseo llamar la atención sobre algunos indicadores genéricos, sin excluir otros más específicos. Dejando a un lado el análisis de cifras y estadísticas, es suficiente mirar la realidad de una multitud ingente de hombres y mujeres, niños, adultos y ancianos, en una palabra, de personas humanas concretas e irrepetibles, que sufren el peso intolerable de la miseria. Son muchos millones los que carecen de esperanza debido al hecho de que, en muchos lugares de la tierra, su situación se ha agravado sensiblemente. Ante estos dramas de total indigencia y necesidad, en que viven muchos de nuestros hermanos y hermanas, es el mismo Señor Jesús quien viene a interpelarnos” (cf. Mt 25, 31-46).
El icónico poema de Cardenal también es una suerte de interpelación a la sociedad:
Oración por Marilyn Monroe
Este poema en forma de plegaria, es un canto a la solidaridad así como también un llamado de atención a la sociedad para asumir su responsabilidad colectiva con respecto a la muerte de Marilyn Monroe. La oración nos dice que si bien la actriz se suicidó, fuimos todos los miembros de la sociedad los que contribuimos a su muerte al no reconocerla como ser humano, al no darle otras opciones. Podríamos decir con Hegel y con Honneth que Marilyn Monroe no fue, de acuerdo a la visión del poema, reconocida como sujeto; sino que más bien fue convertida en objeto para el consumo de Hollywwod y del mundo. No se sintió apreciada como ser humano; ella era solamente una hermosa muñeca plástica en las pantallas de Hollywood; un producto más del mercado que se vendió por el mundo.
Cardenal desde la compasión nos presenta a una Marilyn Monroe diametralmente distinta a la hecha famosa por Hollywood. La voz poética le ruega a Dios, apelando a la compasión y la solidaridad, que reciba en su seno a la verdadera Marilyn de carne y hueso, a la “huerfanita violada a los 9 años”, a la “la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar”, a “una empleadita de tienda que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine”. Cardenal le pide a Dios que la perdone, no sólo por su suicidio, sino también por su vida como actriz. La voz poética le pide a Dios que la vea como Dios suele hacerlo: con los ojos del corazón y que no la juzgue, pues todo el mundo ya la había juzgado y condenado en vida.
La “Oración para Marilyn Monroe” deslinda y exime a la actriz de toda culpa por su muerte trágica y por su vida acaso disipada. El poema de Cardenal nos abre los ojos para que no nos atrevamos a tirar la primera piedra, para que no seamos los fariseos del siglo XX y no nos rasguemos las vestiduras como si no tuviéramos, en tanto sociedad, la culpa de nada:
De alguna manera, podríamos decir que Marilyn Monroe, de acuerdo a la lectura que hacemos del poema de Cardenal, fue una víctima de sus circumstancias, de la pobreza en la que nació, de la falta de oportunidades que tuvo en la vida para tener una existencia normal y feliz. Irónicamente, ella fue también, prisionera de su gran hermosura. Su belleza fue su arma más poderosa; pero también la más letal. Su hermosura, como la de Helena de Troya, fue su condena porque en base a sus grandes atributos físicos, quizás fue violada a los 9 años y luego usada como objeto para el placer y nunca como sujeto para amar y respetar, y después fue convertida en objeto sexual para el consumo de Hollywood y del mundo.
Nos referiremos a continuación a algunos ejercicios que enfatizan temas de justicia social, los cuales les dan la oportunidad a los estudiantes para polemizar, debatir, o simplemente expresar sus preguntas, opiniones, dudas, discrepancias, críticas e incluso su solidaridad y compasión. Al describir y analizar los ejercicios surgidos del poema que nos ocupa, nos enfocaremos en los temas de Derechos Humanos, en tanto componente primordial de la justicia social.
Actividad # 1.- Los estudiantes trabajarán en clase en parejas y responderán a las siguientes preguntas:
1.- ¿Cómo se describe a Marilyn Monroe en el poema? (¿Cuáles son sus caraterísticas físicas, psicológicas? ¿Cómo era su vida antes de ser actriz?)
2.- ¿Qué tipo de soledad tenía Marilyn Monroe de acuerdo a estos versos:
3.- Escribe un párrafo narrando la vida de Marilyn Monroe en forma de un cuento de hadas: ‘Había una vez una niña pequeña y hermosa llamada….”
Actividad # 2.- Los estudiantes, en parejas, identificarán en el poema aquellos versos que indican y promueven solidaridad, y explicarán las razones por haberlos escogido.
Actividad # 3.- Los estudiantes en grupos de 3 harán un afiche que luego presentarán a la clase, ilustrando el verso que les haya conmovido más del poema.
Actividad # 4.- Los estudiantes en grupos de tres, escribirán tres noticias periódisticas breves. Una de las noticias será desde un punto de vista sensacionalista; destacando su suicidio por barbitúricos, su condición de amante del Presidente Kennedy, y de otros, los escándalos mediáticos de su vida. La otra noticia será escrita de manera neutral sólo detallando los hechos, y la tercera noticia será escrita desde el punto de vista de la compasión y la solidaridad; lamentando su muerte sin criticarla ni culparla por nada.
Actividad # 5.- Los estudiantes en pares escribirán un poema menos largo que el de Cardenal; pero desde otro punto de vista. Será un poema exento de solidaridad y en donde se condene, culpe y responsabilice a Marilyn Monroe por su vida y su muerte, y por lo tanto donde se exima al capitalismo, a Hollywood, y al mundo de toda culpa.
Muchas otras actividades, sin duda, surgirán en el salón de clase en base a este notable poema.
A manera de conclusión podemos decir que el concepto de reconocimiento de Hegel y Honneth nos ayuda a entender la vida de Marilyn Monroe, de acuerdo al poema de Cardenal desde la perspectiva de la solidaridad y la compasión. Las encíclicas “Populorum Progressio”(1967), y “Sollicitudo rei socialis”(1987) nos han servido de telón de fondo para enriquecer nuestra comprensión del poema en su dimensión social, y también para reflexionar sobre nuestra respuesta al ser interpelados. Finalmente, es necesario recalcar el gran aporte que hizo Cardenal al mundo, al escribir este poema, no solamente por su belleza lírica sino también por su espirtualidad y su invitación a la solidaridad y la compasión.
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