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Presentación y algunas referencias críticas sobre cinco relatos de La Comédie Humaine.
Tres nouvelles y dos novelas de Balzac

por Luis Quintana Tejera
Artículo publicado el 08/12/2023

Resumen
Ofrezco en el presente trabajo un panorama general —de acuerdo con lo anunciado en el ensayo sobre el Proemio de La comedia humana— en torno a cinco relatos que enumero y comento a continuación. Se trata de tres nouvelles —La misa del ateo, Sarrasine y Una pasión en el desierto— y dos novelas —Una hija de Eva y La piel de zapa. En el contexto de esos relatos expondré su contenido acompañado de breves notas críticas.

Palabras claves
Proemio, novela breve, relatos, novela, piel de zapa.

 

Abstrac
Dans c’et article, je propose un aperçu —comme annoncé dans l’essai sur le Proème de La Comédie Humaine —de cinq récits, que j’énumère et commente ci-dessous. Il s’agit de trois nouvelles —La messe de l’athée, Sarrasine et Une passion dans le désert— et de deux romans —Une fille d’Eve et La peau de chagrín—. Dans le cadre de ces récits, je présenterai leur contenu accompagné de brèves notes critiques.

Mots-clés
Proème, nouvelle, récits, roman, peu de chagrín.

 

Desarrollo de los temas
La misa del ateo. (2003: 845-856). (Nouvelle).
Los tres relatos breves que analizaré en esta presentación inicial —La misa del ateo, Sarrasine y Una pasión en el desierto— los ubico en el controvertido término de nouvelles.[1]

Complementariamente, Una hija de Eva y La piel de zapa son novelas.
La nouvelle, el cuento y la novela son géneros narrativos con características semejantes, pero no iguales.

Mario Benedetti sostiene que la extensión no puede ser un criterio para diferenciar estas tres manifestaciones literarias. Inclusive asevera y fundamenta que La metamorfosis de Kafka, a pesar de su extensión, es una nouvelle.
El mismo autor sostiene que la nouvelle es un “trozo de vida”, pero rodeada convenientemente de pormenores, de antecedentes, de consecuencias”[2]

Por otra parte, atestigua el Profesor Hidalgo Párraga:
En francés por nouvelle entendemos relato corto, esto es, una trama menos desarrollada y unos personajes, en general, más «planos» que los de una novela. La nouvelle sufre un problema de definición y de terminología, ya que los críticos no consiguen unificar criterios con este término. La nouvelle es considerada como una obra efímera, ligera, que tendría su lugar en un periódico de tirada semanal o en uno mensual más que en un libro.[3]

Por su lado, Mario Benedetti sostiene que también la nouvelle es una tranche de vie, pero rodeada convenientemente de pormenores, de antecedentes, de consecuencias. Así como la palabra que define el cuento es la peripecia, la que parecería definir la nouvelle es el proceso.

La nouvelle es el género de la transformación. A tal punto que no importa demasiado dónde se sitúe el resorte aparente de su trama (a diferencia del cuento y la novela, en el caso de este género es casi siempre un dato esencial).

De todos modos, y pese a sus claras diferencias, el cuento y la nouvelle tienen en común su empleo del efecto. La novela también usa y abusa de los efectos, pero tanto la nouvelle como el cuento son efectos en sí mismos. El cuento actúa sobre sus lectores por estupor; la nouvelle, mediante una conveniente preparación. El efecto del cuento es la sorpresa, el asombro, la revelación; el de la nouvelle es una excitación progresiva de la curiosidad o de la sensibilidad del lector, quien, desde su sitial de preferencia, llega a convertirse en el testigo más interesado.
https://www.literatura.us/benedetti/cuento.html

Cortázar definía la nouvelle como una narración a medio camino o a caballo entre la novela y el cuento. Esto es, un género propio que lucha por ser tal, en cuanto a que si se queda más breve de la cuenta será tildado de relato o cuento, y en caso de ser más extenso sería lo que entendemos por novela, que es como hemos traducido el romanzo, que viene del francés roman.

Así, denominamos novela a todo relato con extensión superior al cuento, y a falta de palabras como novella, nouvelle, etc. hemos hecho como los anglosajones con la short novel, adjetivando a la palabra madre, al género grande (por la extensión).
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012-04-15/nouvelles-a-la-vista_583104/

Es en el presente momento histórico cuando la nouvelle alcanza su apogeo y una cierta diversidad. Casi todos los grandes escritores del siglo escriben relatos cortos en algún momento de sus carreras. George Sand (Nouvelles), Stendhal (Chroniques italiennes), Vigny (Servitude et grandeur militaires). Victor Hugo (Le dernier jour d’un condamné). Gautier (Nouvelles), Nerval, Musset, Dumas, Balzac y su Comédie humaine, poblada de numerosos relatos como Le Bal de Sceaux, Sarrasine, Un drame au bord de la mer, Une Passion dans le désert, (Cfr. 2017).

Ya consignados los datos que de una manera general definen a la nouvelle, voy a la presentación del primero de estos relatos.

La misa del ateo.

  1. Comienza diciendo:

Un médico al que debe la ciencia una hermosa teoría fisiológica, y que, joven aún, logró abrirse plaza entre las celebridades de la Escuela de París, centro de luces; al que rinden homenaje todos los médicos de Europa, el doctor Bianchon, ejerció la cirugía antes de dedicarse a la medicina. Sus primeros estudios fueron dirigidos por un gran cirujano francés, por el ilustre Desplein, que pasó para la ciencia con la rapidez de un meteoro. (2003: 845).

La nouvelle inicia con la presentación de un médico llamado Bianchon, quien es el coprotagonista del relato, junto a otro cirujano llamado Desplein, científico que será presentado ampliamente en el devenir de la narración.

  1. El título contiene un aparente oxímoron,[4] porque “misa” alude a una

ceremonia propia del catolicismo y “ateo”, in stricto sensus, es aquella persona que no cree ni en Dios, ni en ninguna religión. En el corpus del relato el narrador se encargará de delimitar el alcance de esta expresión.

  1. La metadiégesis (Genette, 1989: 87) de Desplein ocupará una parte importante de la narración. Es un científico al que todos respetan, pero al mismo tiempo envidian y critican. Bianchon, su discípulo, siente por él, una especial veneración. Desplein es un libre pensador que, en su discurso meramente teórico, niega la existencia de Dios, pero en la práctica, un hecho que configura el nudo del relato nos permitirá descubrir una faceta diferente de este hombre.
  1. Comenta la voz que cuenta los hechos:

Su ateísmo puro y franco se parecía al de muchos sabios, que son la mejor gente del mundo, pero invenciblemente ateos, ateos al igual que los individuos religiosos quienes no admiten que pueda haber ateos. No podía tener otra opinión que ésa, un hombre hecho desde su juventud a disecar el ser por excelencia, antes, durante y después, a registrarlo en todos sus órganos, sin encontrar en ellos esa alma única, tan necesaria en las teorías religiosas (846).

Ésta es una explicación que pretende distraer al lector del verdadero objetivo de la narración, como se podrá observar en los últimos momentos de ésta.

  1. El Dr. Desplein sentía un profundo desprecio por el hombre. Su misantropía quedará expuesta y explicada por él mismo en las postrimerías de lo contado.
  1. En su manera de relatar los hechos el narrador de Balzac recurre a lo que yo llamaría una prolepsis callada (Genette, 1989: 121), es decir una anticipación de los hechos que no es tal, porque tan sólo genera una expectativa que posteriormente será revelada. Dice al respecto: “Entre los enigmas que a los ojos de muchos contemporáneos presenta la vida de Desplein hemos elegido uno de los más interesantes, porque su clave se hallará al final de esta historia y le vindicará de algunas acusaciones graves (847)”.
  1. Bianchon se enfrentará a un enigma cuando ve entrar a su maestro a una iglesia y observa como éste escucha con profunda atención la misa. Movido por la curiosidad procederá, paulatinamente, a desentrañar esta incógnita: ¿Cómo imaginarse a un ateo en una celebración religiosa como ésa? Tal misterio será despejado por el propio Desplein al ser interrogado por su estudiante.
  1. Sigue un extenso discurso del científico que abre la puerta a la anagnórisis (Aristóteles, 2018: 59) —reconocimiento— que Bianchon quiere alcanzar. Esta metadiégesis —historia dentro de la historia— referirá a la pobreza de Desplein y al papel redentor que cumplirá en la vida del personaje un simple aguatero de nombre Bourgeat.
  1. Despejada la incógnita, arribamos a la conclusión que será comentada con detenimiento al analizar inextenso esta nouvelle.

Sarrasine (2003, tomo V: 795-820).
Sarrasine y Zambinella: un ardor incontrolable. (Nouvelle).

Este relato de curioso contenido y que revela un lado poco frecuente de las pasiones humanas, enfrenta al escultor Sarrasine y al castrati Zambinella, viviendo ambos, duros momentos. Por un lado, la pasión indomable del escultor que se enamora de quien él cree que es una bella mujer; por otro, la lucha personal de un hombre-mujer condenado de por vida a enfrentar a sus propios demonios.

Los aspectos que considero de trascendental relevancia en el desarrollo de lo contado por un narrador anónimo son los siguientes:

  1. El espacio está dado por una reunión social en casa de la extraña familia Lanty.
  2. Los personajes secundarios en el contexto de lo contado son: el conde de Lanty,

Marianini, joven de 16 años, Filippo, su otro hijo y la esposa del conde.
Dice el narrador focalizador interno fijo (1989: 244-245): “Aquella misteriosa familia tenía todo el encanto de un poema byroniano, cuyas dificultades cada individuo del gran mundo traducía de diferente modo: un canto oscuro y sombrío de estrofa en estrofa.” (Balzac, 1967: 800).

  1. Presentación de un extraño caballero de negro, de quien el narrador dice que “era sencillamente un anciano” (1967: 801). En torno a él habrá expectativa por parte de la mujer que escucha con atención las palabras de quien cuenta los hechos. Alrededor de la personalidad de este viejo se generan una serie de suposiciones, entre las cuales se incluye aquello de que: “tiene toda la facha de un asesino” (802). Supuestos que se manifiestan cuando se presenta una amplia descripción del vetusto personaje. Predomina en esta prosopografía —retrato físico— una tendencia decadentista en lo que a corriente literaria se refiere.
  2. Cuando presenciamos la admiración de la curiosa fémina —madame de Rochefide— ante el cuadro de Adonis, queda expresado de qué manera se apodera de ella esa suerte de síndrome de Stendhal ante la contemplación de la obra de arte. Pero no sólo debe destacarse este arrobamiento de la joven, sino también el hecho de que ese cuadro alude al anciano, al pasado del anciano, de acuerdo con la revelación de la voz que cuenta los hechos.
  3. Comienza la anagnórisis del relato cuando se ofrece la historia de Sarrasine y su amor apasionado por Zambinella. Sarrasine conoce en Roma a Zambinella de quien opina, en primera instancia, “más que una mujer era una obra maestra (1967: 809)”. La anagnórisis, con el sentido de reconocimiento de algo o alguien que había despertado la curiosidad, se ofrece en el relato en dos momentos: uno, cuando la joven escucha con atención la historia de Sarrasine y descubre quién había sido en la realidad ese viejo que tanto espanto despertaba en ella; dos, en el marco de lo contado, Sarrasine se enfrenta también al impensable descubrimiento y reacciona en consonancia con sus vivencias.
  4. En primera instancia lo atrapa el canto de la Zambinella. Se incluye así la triste historia de los castrati.
  5. Sarrasine no quiere renunciar a este controvertido amor y después de ser rechazado por él/ella decide raptarla/lo.
  6. El final de la historia contada es trágico, Es la metadiégesis del relato en donde Sarrasine muere al intentar matar a Zambinella. Los hombres del cardenal Cicognara se encargan de él
  7. Pero está el otro final, el de este mini relato genial, de esta Aquí madame de Rochefide, la receptora de lo contado por el anónimo narrador reflexiona sobre la vida, la muerte y la ingratitud del amor.

Complemento lo anterior con la aclaración que sigue. Publicada en 1830, Sarrasine es una nouvelle escrita por Honoré de Balzac como parte de esa anhelosa representación de la sociedad francesa de su época que es La comedia humana. El relato en verdad debió llamarse Zambinella, porque este personaje es el que lleva sobre sus hombros todo el horror del destino que le tocó enfrentar. Sarrasine sólo se enamora de “ella” y aunque se entera, después de adorarla en silencio, que era un castrati igual sigue con su plan de raptarla.

Una pasión en el desierto. Escenas de la vida militar.
Libro V: Los Chuanes y Una pasión en el desierto.

  1. Hablaré de la short Story en la que se narra una diégesis según la cual el hombre y la bestia se conocen, se acercan por necesidades comunes y, finalmente, el primero pierde una pierna y la pantera muere degollada, después de haberlo mutilado de un zarpazo. Comienza diciendo:

– ¿Cree, entonces, que las bestias están totalmente desprovistas de pasiones? —le pregunté yo—. Deben saber que les podemos dar todos los vicios debido a nuestro estado de civilización.
Me miró con aire extraño.
-Pero -añadí-, viendo al señor Martín por primera vez, reconozco que se me escapó, como a usted, una exclamación de sorpresa. Me encontraba entonces cerca de un viejo militar mutilado de la pierna derecha, que había entrado conmigo. Aquella cara me había impresionado. Era una de aquellas cabezas intrépidas, marcadas por el sello de la guerra y en las cuales hay escritas todas las batallas de Napoleón. Aquel viejo soldado tenía sobre todo un aire de franqueza y exaltación que siempre me predisponen favorablemente. Sin duda era uno de aquellos militares a los que nada sorprende, que encuentran materia para reír en el último gesto de un camarada, a quien sepultan o desnudan con alegría y que interpela a las balas con autoridad, en fin, alguien de decisiones rápidas, que fraternizan con el diablo (Cfr. Balzac, libro V).

Se narra esta historia con las características de un realismo permeado de cierta inconsciente predisposición romántica. Las descripciones de personajes, de paisajes y de costumbres enmarcan la primera de las tendencias y, la relación del hombre con la naturaleza, en donde la crudeza del desierto prepondera y también el encuentro con ese soberbio animal, reflejan la visión de un Víctor Hugo a quien, si bien Balzac no lo apreciaba intelectualmente, sí lo valoraba en su condición de amigo inseparable. Concomitantemente estamos en un siglo XIX en donde la interacción de estas corrientes de pensamiento destaca. Basta decir que el realismo es tan enorme como lo fuera Balzac y, el romanticismo, tiene como líder indiscutible al héroe que se atrevió a crear a Los miserables y a vivir una vida de espaldas a las convenciones sociales. El primero murió sin poder cumplir en su totalidad sus sueños de gloria, dejó de ser en medio de una soledad radicalmente quebrada por la presencia —hasta el último minuto— de su imponderable colega y amigo: Hugo; el segundo sobrevivió a los años para fenecer rodeado de una multitud que lo idolatraba y dejó su legado como conductor indiscutible del movimiento romántico y como guía de variados aspectos de la convulsionada política de aquellos tiempos.

  1. Destaco de qué manera el soldado que, en el presente del relato, aparece mutilado de una pierna, en la metadiégesis posterior, el narrador lo muestra escapando de sus captores árabes y quedando sólo en medio de una selva árida y acechante.
  2. Al verse desposeído y perdido en contacto con una naturaleza hostil, toma precauciones para no ser devorado por una fiera en medio de su sueño. Se instala en una gruta solo, según cree él.
  3. Pero esa noche se dará cuenta que no está solo. Dice el narrador:

Fatigado por el calor y el trabajo, se durmió en su gruta húmeda. Pero en plena noche, su sueño fue turbado por un ruido extraordinario.

Se incorporó y el silencio profundo que reinaba le permitió reconocer una respiración alternada, una salvaje energía no podía pertenecer a una criatura humana. Un miedo profundo, aumentado por la oscuridad, por el silencio y por las fantasías del sueño le heló el corazón. Apenas pudo oír la contracción dolorosa de su cabellera cuando, a fuerza de dilatar las pupilas, percibió en la oscuridad dos lucecitas débiles y amarillas. En principio atribuyó aquellas luces a algún reflejo de sus pupilas, pero el destello de la noche le ayudó poco a poco a distinguir los objetos que se encontraban en la gruta y a un enorme animal acostado a dos pasos de él. ¿Era un león, un tigre o un cocodrilo? (Cfr. Balzac, Libro V).

El miedo se apodera del personaje al constatar la presencia de ese enorme animal cuyos ojos destacaban como “dos lucecitas débiles y amarillas”. La casualidad guía los pasos del hombre y, con sangre fría, comienza a pensar qué debe hacer ante las inesperadas circunstancias que el destino ha puesto frente a él. Logró escapar de sus captores, pero un nuevo incidente le aguarda. La descripción es precisa y absolutamente clara; en ella se dimensionan las sensaciones visuales y auditivas:  los ojos del animal que algo presagiaban en el primer caso y el silencio del espacio compartido, en el segundo.

  1. De manera inmediata toma las mínimas precauciones posibles. Primero piensa en matarla de un disparo, pero en seguida descarta la idea debido a que la proximidad de la fiera lo considera como un inconveniente peligroso. Amanece y el provenzal mira con atención para descubrir que la pantera tenía la boca manchada de sangre, de lo cual deduce la razón de su comportamiento nada agresivo en esa noche que han compartido.
  2. La voz que cuenta los hechos se mueve en un plano de expectativa creciente; lo normal hubiera sido un enfrentamiento entre el ser irracional y el soldado. No fue así; el felino ha comido bien y sólo quiere descansar. Despierta por fin y se mueve con una humana indiferencia: se despereza, estira sus patas y cuando bosteza deja ver sus dientes y una lengua partida y “dura como una lima”. (Balzac, libro V).
  3. La hembra se aproxima al hombre sin agresividad alguna. El soldado lo percibe de esta manera y la acaricia con ternura; esto no es lo llamativo, sino que lo interesante se halla en el comportamiento del animal, que no sólo acepta las caricias, sino que también se deleita con ellas. Comienza una pacífica relación que ha hecho pensar a algún despistado lector, que este acercamiento pasó luego a mayores manifestaciones. Pienso que es absurdo verlo de esta manera, porque todo buen escritor tiene muy claro qué busca al redactar ciertos sucesos.

El genio de Balzac apunta en otra dirección, que incluye ponderar la fragilidad de este ser humano enfrentado al poderío bestial de su improvisada compañía, la soledad romántica expresada con un verbo realista, la interacción del soldado con la naturaleza, la reflexión del individuo dotado de eso que llamamos “inteligencia” y la espontaneidad inconsciente de ese otro ser al que denominamos “irracional”.

  1. No me corresponde resumir todos los acontecimientos posteriores, sólo aludo al desenlace en el cual el hombre, guiado por un reflejo instintivo, mata de una puñalada al felino, que previamente le había mutilado una pierna. Terminan su relación, dice el narrador: “Acabaron como acaban todas las grandes pasiones, con un malentendido” (Libro V).

El provenzal ve como su espíritu es invadido por una profunda tristeza, permeada de melancolía; no llega a comprender por qué la pantera actuó de la manera en que lo hizo.  Se reprocha su respuesta instintiva, pero necesaria, al peligrar la vida.

La nouvelle termina de una manera en donde se muestra como el ser humano, en muchas ocasiones, actúa de un modo que lo llevará, posteriormente, a arrepentirse. Cada acto de vida trae consecuencias que, en el momento de actuar, de pronto, no las aquilatamos de forma adecuada.

Dos novelas.
Una hija de Eva. La educación marital. [5]
Propongo los siguientes asuntos que expondré con profundidad en un ensayo posterior a éste:

  1. La tiranía marital y la educación amorosa. Eugenia y Angélica respectivamente. Eugenia vive bajo la tutela despótica de un hombre muy rico: Fernando, su esposo.
  2. Razón del título: Angélica es una inocente Eva conducida por la mano protectora de Félix, su marido, mientras la serpiente bíblica asecha.
  3. La figura presuntuosa de Raoul Nathan. Su aparente ascenso en la sociedad parisina y su caída final. Angélica como salvadora comprometida de su amante.
  4. Félix descubre ante su cónyuge la verdad de Raoul. No le reclama, sino que la ayuda a liberarse del hombre con quien —valga la aparente contradicción—inocentemente, lo ha engañado.
  5. Félix es un hombre de mundo que sabe perdonar los errores y reencausar la vida matrimonial.
  6. La obra comienza con la escena en que ha de concluir, respondiendo al esquema del uróboros, la serpiente que se muerde la cola, en otras palabras, in extrema res.

La piel de zapa. Lo fáustico y lo mágico.
Leo en el ensayo que cito lo siguiente:
La piel de zapa oscila entre la fantástico y lo realista; entre la crítica social y la ficción imaginativa. Que un autor tan pegado a las costumbres de su tiempo como es Honoré de Balzac escribiese una novela dedicada íntegramente a las consecuencias que acarrea la posesión de un objeto mágico, no es una anécdota sin importancia: para el genio francés, lo maravilloso está en el vehículo gracias al cual puede dar rienda suelta a su visión de una sociedad decadente, basada en el oropel y la maleficencia. Para ello se sirve de un recurso fantástico, pero que en verdad apenas tiene relevancia para contarnos la historia que se desarrolla en estas páginas: la fantasía se pone al servicio de una mirada sagaz, pero atroz, al mundo que nos rodea. Cfr.https://www.clubensayos.com/Acontecimientos-Sociales/La-trama-de-La-piel/2259706.html

Es cierto que la atención del lector permanece concentrada en la anécdota, pero deseo resaltar la aportación fáustica del genio de Balzac, en donde lo mágico ocupa un lugar destacado. Como leo en el ensayo citado, lo fantástico alterna con lo realista; yo diría más bien que lo fantástico resulta expresado en un verbo realista en donde la preocupación principal está en el detalle de lo contado, sin dejar de lado el misterio romántico al que, indirectamente, se alude. Estamos en una sociedad decadente —la del siglo XIX— en donde el atractivo casi lujurioso del juego prevalece.

Continúa diciendo el autor en el artículo citado:
La trama de La piel de zapa se centra en el joven Rafael de Valentín, un muchacho que ansía alcanzar la fama literaria y para ello emplea todos sus recursos materiales. Tras la muerte de su padre, decide utilizar su modesta herencia en mantenerse durante unos años en los que trata de dar forma a las obras que le rondan por la cabeza. Sin embargo, no tiene suerte y pronto se encuentra en la miseria, a punto de perder su última moneda; su casera y la hija de ésta, devotas admiradoras del hombre, tratan de ayudarlo y animarlo, pero todo es en vano. Desesperado, Rafael decide una noche suicidarse arrojándose al Sena cuando, por azar, sus pasos le conducen a una tienda de antigüedades en la que el dependiente le enseña una piel decorada con unas extrañas inscripciones en sánscrito; el curioso objeto tiene la facultad de hacer realidad los deseos de aquel que la posea, pero al tremendo precio de restarle años de vida por cada deseo satisfecho…

El punto de partida, como verán, es imaginativo; entronca con una tradición fantástica que hace gala de elementos recurrentes en este tipo de historias: objetos mágicos, contrapartidas respecto a sus poderes, protagonista desesperado, etc. No obstante, y como adelantaba, Balzac no profundiza tanto en el aspecto imaginativo como en el social de los hechos. Rafael es un joven dotado de talento, pero con una personalidad maleable y veleidosa: a pesar de tener buenas intenciones, se deja llevar por la vida licenciosa que la burguesía cosmopolita de principios del XIX tan gustosamente disfrutaba. Por tanto, apenas basta un leve empujón para hacer de este muchacho un títere en manos de sus amigos o amantes, incapaz de sofrenar sus impulsos y rendido a los pies de voluntades ajenas. Cfr.https://www.clubensayos.com/Acontecimientos-Sociales/La-trama-de-La-piel/2259706.html

Concluye el artículo sosteniendo:
Balzac pinta un escenario casi decadentista, con un París nocturno en el que todo son francachelas, orgías, borracheras y espectáculos. Y, por encima de todo, muestra un retrato de esa sociedad que se dejaba tentar por un género de vida tan luminoso como fatuo. Los personajes que asoman por toda la novela son, en general, personalidades guiadas por el afán de placer, sin miras ulteriores ni consideraciones morales; engañar, seducir, robar o mentir son las cartas con los que se juega en ese mundo, y más vale dominarlas o sucumbir. La amante de Rafael, la condesa Fedora, no es sino el trasunto físico de esa sociedad: caprichosa, vana, inaccesible, cruel y desdeñosa; un universo alejado de la realidad que solo se interesa por la satisfacción inmediata de los placeres. Frente a todo ello se alzará la joven Paulina, la hija de la patrona de Rafael, encarnación de la virtud y de la honestidad. Sin embargo, para Balzac está muy claro la escasa capacidad de la bondad para cambiar hábitos inveterados frente al vicio.

La piel de zapa es una novela cuya primera mitad es quizá un tanto morosa; parece como si la verdadera historia solo empezase a cobrar fuerza pasados unos primeros compases en los que Balzac se deleita más en las descripciones y enumeraciones que en los personajes. No obstante, pronto su firme pulso de escritor retoma el rumbo y sin duda estamos ante una obra que merece la pena leer para impregnarse del costumbrismo, y de la crítica a la realidad.
Cfr.https://www.clubensayos.com/Acontecimientos-Sociales/La-trama-de-La-piel/2259706.html

El diálogo entre diferentes corrientes literarias o tiempos de la literatura continúa operando, cuando descubrimos elementos que el romanticismo negro o decadentismo pondrá en primer plano. Como uno de los grandes intelectuales de su siglo se ubica en su presente realista —ésta es la fe literaria que tiene el autor aquí estudiado— recuerda su pasado romántico en el cual el decadentismo representa y vislumbra ya al simbolismo de finales de siglo. Rafael Valentín es la representación de una axiología en retroceso que apunta hacia el nihilismo del siglo XX.

Veamos como inicia la novela:

  1. El talismán:
    En este punto, el silencio de la Administración es absoluto. Pero, sábelo bien; apenas avances un paso hacia el tapete verde, ya no te pertenece tu sombrero, como tampoco te perteneces tú mismo; tanto tú, como tu fortuna, tus prendas de vestuario, hasta tu bastón, todo es del juego. A tu salida, el juego te demostrará, mediante un atroz epigrama en acción, que te ha dejado algo, devolviéndote tu indumentaria. No obstante, si en alguna ocasión llevas sombrero nuevo, aprenderás, a tu costa, que conviene hacerse un traje de jugador.

El asombro manifestado por el joven al recibir una ficha numerada a cambio de su sombrero, cuyos bordes, por fortuna, estaban ligeramente pelados, reveló bastante a las claras un alma todavía inocente. Así, el viejecillo, sin duda, desde su mocedad en los ardientes placeres de la vida del jugador, le lanzó una mirada de compasiva ternura, en lo que un filósofo hubiera leído las miserias del hospital, la vagabundez del arruinado, los sumarios y procesos, los trabajos forzados a perpetuidad y las expatriaciones.

Aquel hombre, cuya escuálida y exangüe faz denotaba la deficiencia de alimentos, presentaba la pálida imagen del vicio reducida a su más mínima expresión. Sus arrugas delataban las huellas de antiguas torturas, y debía jugarse sus menguados honorarios el día mismo en que los cobraba. Semejante a esos rocines en los que no producen mella los palos, no había nada que le inmutara; los sordos gemidos de los jugadores que salían arruinados, sus mudas imprecaciones, sus estúpidas miradas, no causaban en él la más ligera impresión. Era la encarnación del juego. (Balzac, 2014: 7-8).

  1. Aparición fantasmal del viejo, que le hiela la sangre:
    De pronto creyó ser llamado por una voz terrible, y se estremeció, como cuando en medio de una tremenda pesadilla nos sentimos precipitados de golpe a las profundidades de un abismo. Una deslumbradora claridad le hizo cerrar los ojos. Acababa de surgir del seno de las tinieblas una esfera rojiza, cuyo centro estaba ocupado por un viejecillo que se mantenía en pie, enfocando hacia él la viva claridad de una lámpara. Había llegado sigilosamente, sin hablar, ni Su aparición tuvo algo de fantástico (2014: 40).
  2. Inscripción en la piel. Pacto diabólico.

Las palabras cabalísticas estaban dispuestas en la siguiente forma:
Si me posees, lo poseerás todo. Pero tu vida me pertenecerá. Dios lo ha querido así. Desea y se realizarán tus deseos. Pero acomoda tus aspiraciones a tu vida. Ella está aquí. A cada anhelo menguaré tus días. ¿Me quieres? ¡Tómame! Dios te oirá. ¡Así sea! (2014: 51).
Como queda consignado en la narración, Rafael ha firmado el pacto y en los tiempos que siguen se verá torturado al observar como la piel disminuye a medida que formula sus deseos.
Seremos testigos, además de la relación de Rafael con Paulina y del triste destino de la joven.
De este modo he resaltado los aspectos que entiendo como representativos en esta amplia novela del escritor francés. Al estudiarla por separado, en un posterior ensayo, ampliaré los contenidos y ahondaré en el análisis de éstos.

Conclusiones
Para dejar establecidas las conclusiones del presente escrito sólo bastaría con reiterar lo dicho en la introducción. Hacerlo sería repetirme a mí mismo, lo mejor es recordar que hemos llevado a cabo un recorrido panorámico por tres nouvelle y dos novelas de La comedia humana. Son textos preparatorios para el análisis de cada uno de estos relatos que llevaré a cabo en ensayos posteriores.

 Luis Quintana Tejera

Bibliografía
. Aristóteles (2018). Poética, traducción, introducción y notas de Alicia Villar Lecumberri, Madrid, Alianza.
. Balzac, Honoré (2003). Obras completas, traducción y prólogo de Rafael Cansino Assens, Madrid, Santillana [Tomo III: Una hija de Eva, 658-728]. [La misa del ateo, 841-856].
. ____________ (1967). Obras completas, traducción y prólogo de Rafael Cansino Assens, Madrid, Santillana [volumen V: Sarrasine, pp. 795-820].
. _________________ (2014). La piel de zapa, trad. Julio Acerete, Madrid, Alianza.
. Benedetti, Mario (1968). Tres géneros narrativos: cuento, nouvelle y novela, Montevideo, Alfa, (p. 14 en adelante).
. Del Prado, Javier (Coordinador) (1994). Historia de la literatura francesa, Barcelona, Cátedra. [Lourdes Carriedo, Honoré de Balzac, pp. 859-868).
. Genette, Gérard (1989). Figuras III, traducción de Carlos Manzano, Barcelona, Lumen. [Colección dirigida por Antonio Vilanova].
. Llovet, Jordi (Editor) (1996). Lecciones de literatura universal, prólogo de Martín de Riquer y epílogo de José María Valverde, Barcelona, Cátedra. [Gabriel Oliver, Balzac, pp. 543-545].
. Párraga Hidalgo, Ángel (2017). El cuento y la nouvelle en el siglo XIX francés,Publicaciones didácticas.
. Torres Bodet, Jaime (1982). Balzac, México, F.C.E. [Breviario # 149].
Zweig, Stefan (2005). Balzac, la novela de una vida, Madrid, Paidós Ibérica.
Hemerografía
.https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012-04-15/nouvelles-a-la-vista_583104/
.https://core.ac.uk/download/pdf/235854421.pdf

.https://www.clubensayos.com/Acontecimientos-Sociales/La-trama-de-La-piel/2259706.html

Notas
[1] Cortázar definía la nouvelle como una narración a medio camino o a caballo entre la novela y el cuento. Esto es, un género propio que lucha por ser tal, en cuanto a que si se queda más breve de la cuenta será tildado de relato o cuento, y en caso de ser más extenso sería lo que entendemos por novela, que es como hemos traducido el romanzo, que viene del francés roman.
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012-04-15/nouvelles-a-la-vista_583104/
[2] Mario Benedetti (1968). Tres géneros narrativos: cuento, nouvelle y novela, Montevideo, Alfa, (p. 14 en adelante).
[3] Párraga Hidalgo, Ángel (2017). El cuento y la nouvelle en el siglo XIX francés, Publicaciones didácticas.
https://core.ac.uk/download/pdf/235854421.pdf
 [4] Oxímoron es la aparente oposición entre el adjetivo y el sustantivo al que modifica. Decimos “aparente”, porque en el contexto, tal oposición se resuelve en complementación. Con frecuencia el oxímoron se confunde con la sinécdoque y la metonimia. Al referirnos a estos conceptos delimitaremos el campo de acción de cada uno de ellos.
[5] Balzac, Honoré (2003). Obras completas, traducción y prólogo de Rafael Cansino Assens, Madrid, Santillana [Tomo III: Una hija de Eva, 658-728].
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