EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
PORTADA | PUBLICAR EN ESTE SITIO | AUTOR@S | ARCHIVO GENERAL | CONTACTO | ACERCA DE | ESTADISTICAS | HACER UN APORTE

— VER EXTRACTOS DE TODOS LOS ARTICULOS PUBLICADOS A LA FECHA —Artículo destacado


La postmodernidad en América Latina, un arma de doble filo.

por Patricia Cerda
Artículo publicado el 25/04/2016

La base filosófica de la modernidad viene de los planteamientos de Immnauel Kant y Arthur Schopenhauer. Ambos filósofos alemanes destacaron el rol de lo subjetivo e irracional en lo humano oponiéndose con ello al discurso cartesiano; no es pienso luego existo, sino existo, luego pienso. Para los citados filósofos el sentido último de la existencia es ético. Los estados modernos fueron creados para frenar los egoísmos inherentes a la naturaleza humana que Schopenhauer analizó en su obra magistral: Die Welt als Wille und Vorstellung.

Pero es sabido que la modernidad nunca llegó a América Latina. Los estados nacionales que se crearon en el siglo XIX heredaron la verticalidad de la colonia. Las élites latinoamericanas no se han identificado con el bien común de sus países y han dedicado muchas de sus energías para que sus estados no pongan freno a sus egoísmos. Chile es un buen ejemplo de ello. Aunque han habido constantemente intenciones serias de modernizar los estados, vale decir, de hacerlos más justos, estos intentos han fracasado.

La modernidad, en lo esencial, nunca llegó a América Latina. Lo que llegó y con ganas, es la postmodernidad. El postmodernismo europeo es una visión diferenciada de la modernidad producto del desencanto. Es el momento en que el individuo moderno pierde los ejes ideológicos y se ve en la necesidad de reemplazarlos por algo nuevo. En la postmodernidad no hay metadiscursos con los cuales las colectividades puedan identificarse,  sino individuos en busca de un eje, un orden o como quiere llamársele. Pero esta búsqueda ya no es ingenua – toda vez que la experiencia ha demostrado que los constructos pueden ser muy peligrosos. La postmodernidad es un momento de mucho escepticismo. Europa en estos momentos, de hecho, es un continente esencialmente escéptico.

O sea que en América Latina nos desencantamos de una modernidad que nunca tuvimos. Eso es muy decidor de como somos. El problema es que la postmodernidad ha sido vista por escritores y ensayistas latinoamericanos, entre ellos muchos chilenos, como un permiso para ser oscuro, como si de eso no tuviésemos ya demasiado. Como si la difusidad no hubiese sido desde siempre la estrategia de los discursos anti-modernos de la derecha para que todo se quede como está. Lo que hace falta en Chile y en toda América Latina, es coerencia, claridad, autenticidad, honestidad, aunque sea para decir que no entendemos nada. La postmodernidad es un arma de doble filo cuando es fachada, cuando no nace de una necesidad vital.

 

Print Friendly, PDF & Email


Tweet



Un comentario

Me gusta mucho .
Felicitaciones por el análisis y capacidad de síntesis.
Siga creciendo poeta.
Nadie es profeta en su tierra ni menos nosotros los chilenos.

Por MIGUEL LEÓN PRADO O. el día 10/03/2018 a las 07:36. Responder #

Comentar

Requerido.

Requerido.




 


Critica.cl / subir ▴