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Santiago en llamas. Días y noches de furia en Chile.

por Adolfo Pardo
Artículo publicado el 20/10/2019

Semáforo

Anoche, viernes 18 de octubre de 2019, en Chile, o por lo menos en su gran capital, Santiago, los chilenos dejamos de ser “los ingleses de Sudamérica” o los Suizos de América Latina, el país que miraba por encima del hombro a sus pobres e incivilizados vecinos.
Anoche vimos aparecer nuestra cara más obscura, el lumpen que si le suben el pasaje del Metro, destruye el Metro, un metro que, por cierto, hasta ayer debió ser sin duda uno de los más lujosos y eficientes no solo de América Latina. Y muchos que anoche llegamos tarde y a pie a nuestras casas, amanecimos deprimidos.

Está más que claro que la “desigualdad” en Chile es algo innegable y que si se agudiza, a la larga, como se ha visto hoy, aviva la “lucha de clases”, el concepto de Marx que por mucho que se lo quiera negar sigue plenamente vigente, por la sencilla razón que describe una realidad.
Se puede estar en contra de las políticas de inspiración marxista, pero lo que no puede negarse son la lúcidos análisis y conceptos claves de Carlos Marx, muchos de ellos adoptados transversalmente.

“Power to the people” pedía John Lennon, y por fin acá en Santiago y en todo Chile, la gente ha entendido como se consigue: cuestión de coordinarse mediante el celular, que todo el mundo tiene uno, ultramoderno. Ahora el tema es como se administra ese poder, qué se hace con él. Acá en Chile lo que hemos hecho es destrozarlo todo, empezando por el tren metropolitano de Santiago, al que se supone se quería acceder con una tarifa reducida. Y cuya alza de los pasajes fue el detonante de esta estampida. Y después continuar destruyendo todo lo que se encuentre a la mano. Para empezar la propiedad pública y a continuación la propiedad privada, ajena: saquear las tiendas y supermercados para robarse y llevarse para la casa todo lo que se pueda, comida, televisores, máquinas de lavar, etc. Incluso una jaba de cerveza, para celebrar. Y después incendiar las instalaciones.

El Gobierno, un gobierno de derecha que evidentemente ejerce el poder con un criterio 100% economicista, de libre mercado, heredado de los tiempos de Pinochet, declara Estado de Emergencia. No podía hacer otra cosa porque eso exactamente es lo que está ocurriendo, y entrega el “restablecimiento del orden público” a las Fuerzas Armadas, al Ejército de Chile, un ejército que desde el 11 de septiembre de 1973 no había tenido nada que hacer y que su mantenimiento a los chilenos nos cuesta un ojo de la cara y cuya autoridad también está en entredicho por graves casos de corrupción. Y más encima su presencia en la calle no ha servido de mucho.

En fin, es evidente que este estallido social obedece a razones histórico-sociales que habrá que revisar detenidamente y reorientar el rumbo. El problema a corto plazo es cómo vamos a salir de ésta. Quién se va a hacer cargo de la conducción de este país. Por una parte una Derecha deslegitimada y por la otra una izquierda fragmentada, desorientada y sin ideas nuevas. Prueba de ello es que durante todos estos días no hemos visto a ningún dirigente de sus filas tomar la palabra.

Colapsado, Chile se encuentra en el caos. Seguramente los millones de inmigrantes que llegaron aquí con la esperanza de trabajar y vivir en un país ordenado y “prospero” estarán pensando en hacer las maletas y regresar a sus tierras de origen. Harían bien, la cuestión puede empeorar.

Nosotros, los chilenos, que creímos estar tan bien y que “solo” nos quedaba por resolver el problema medio ambiental, regresamos a los años 60, o al año 29 y más atrás, y ahora no sabemos de dónde vamos a sacar los recursos para dejar a todos contentos. Mi receta: reducir al mínimo las Fuerzas Armadas para dedicar esos recursos a cuestiones más urgentes. Y lo antes posible prohibir el automóvil, no se puede seguir llevando una guagua al jardín infantil en un camión 4×4, sobre todo cuando el colegio queda a dos o tres cuadras. Yo lo veo todos los días aquí al frente a esta casa.

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2 comentarios

Maestro Pardo:
Estamos hablando de un «Bogotazo» en adolescencia?
En qué crees que terminara esto? Las gorras al poder nuevamente?
Llegara un Marlowe nuestro a ser testigo de un periodista extranjero escribiendo en su cuaderno de notas periodisticas:
«He cried in a whisper at some image, at some vision—
he cried out twice, a cry that was no more than a breath:
“The horror! The horror!” ??»

Por juan albornoz el día 24/11/2019 a las 15:00. Responder #

De acuerdo con la ultima parte del ultimo párrafo y a lo vigente del análisis marxista. En desacuerdo con un gran % de tu análisis. Te reconozco el coraje y esfuerzo en realizarlo. Olvidas los movimientos pacíficos, como el de los profesores, mas de 1 mes, 0 resultados. Y el vandalismo orquestado por el propio Gobierno.

Por Raquel Pardo el día 23/10/2019 a las 15:15. Responder #

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Requerido.

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