EN EL MUNDO DE LAS LETRAS, LA PALABRA, LAS IDEAS Y LOS IDEALES
REVISTA LATINOAMERICANA DE ENSAYO FUNDADA EN SANTIAGO DE CHILE EN 1997 | AÑO XXVIII
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La Correspondencia, un principio tácito que deviene en explícito.

por Alejandro Llanos
Artículo publicado el 12/01/2018

Resumen
Al alejarse de la ideología marxista, el socialismo chileno abandonó el propósito fundamental de combatir  “la explotación del Hombre por el Hombre”. Esta, es la consecuencia de la violación del principio de Correspondencia entre el Trabajo y el Beneficio.  Asimismo ha sustituido el mencionado principio por el concepto de igualdad económica que es el sello de la Social Democracia. De ésta forma, el socialismo chileno  ha perdido de vista el Trabajo en su pretensión de corregir el que pocos tengan mucho y muchos tengan poco. Como consecuencia de lo señalado, aparecen tendencias que de concretarse constituirían graves errores. Del  análisis se desprenden nuevas conclusiones que conducen también a diferentes visiones.

 

Introducción
Un análisis profundo de lo acontecido en política en el último cambio de siglo lleva a visibilizar un principio que en forma tácita permaneció en las mentes de los seres humanos desde los albores de la Humanidad pero que, en las circunstancias actuales y cada vez con más fuerza, requiere su explicitación. Es el principio de Correspondencia entre el Trabajo y el Beneficio.

Encontramos el principio en la bíblica sentencia “ganarás el pan con el sudor de tu frente” y la historia de la Humanidad ha sido, casi, la eterna historia de sus triunfos y derrotas. Cuando en el siglo de las luces los principios se exaltaron a lo sublime, la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad fueron consagradas en la divisa, no así la Correspondencia. Con aquellos principios se construyeron la Democracia y el Capitalismo.

Poco más de un siglo tardó la Correspondencia en manifestarse en una nueva explosión social. Lo hizo de manera despreciativa porque no pidió su lugar en la divisa, sino que por el contrario, se sumergió presentándose a la forma de “combate a la explotación del Hombre por el Hombre” y envuelta en una frondosa y poco evolutiva ideología (la marxista) .

Con los principios en diferentes trincheras, cada cual con los suyos, conservadores, liberales, socialdemócratas y marxistas protagonizaron una historia de desencuentros en la primera mitad del siglo XX.

En la segunda mitad, aún en medio de las disputas, aparecen acercamientos entre las diferentes posturas políticas. El más notable momento de aproximación de posiciones ocurrió en la denominada vía chilena al socialismo donde algunos vieron la presencia conjunta y progresista de los cuatro principios, en tanto que para otros fue tan sólo una interesada y auto-destructiva aproximación de ideologías.

El fracaso de la vía chilena al socialismo, la caída de los socialismos reales, la necesidad de recuperación de la democracia llevó al socialismo a una renovación que significó un alejamiento de la ideología marxista pero acompañado también del abandono de su principio esencial, el de Correspondencia. Los teóricos de la renovación concluyeron que era posible ser socialista sin ser marxista, pero no repararon en que no es posible ser socialista en el sentido acostumbrado, sin adherir al principio de Correspondencia.

El retorno a la democracia en Chile con la Concertación y el “socialismo” incluido, fue también el de la socialdemocracia, con la presencia del principio de subsidiaridad (fraternidad) en lo económico. En lo fundamental se trató de la administración exitosa del modelo económico liberal impuesto por la Dictadura con logros en crecimiento y la superación de la pobreza extrema. Muy pronto se cayó en cuenta que el sistema incrementaba la diferencia de ingresos entre ricos y pobres pero nadie diagnosticó que la causa era la explotación capitalista. El socialista Ricardo Lagos ganó el tercer gobierno de la Concertación a duras penas con el slogan “Crecimiento con Igualdad”, pero, en medio del debate entre  autoflagelantes y autocomplacientes, la situación no cambió.

Lagos muestra la última señal de vida del socialismo cuando pregunta “ ¿Cómo hacemos el socialismo dentro del capitalismo?”
La pregunta hasta hoy no tiene respuesta.

La situación no ofrece cambios relevantes sino hasta después del gobierno de derecha de Piñera. La Concertación deviene en Nueva Mayoría con la inclusión del Partido Comunista. Aquí el principio de Igualdad se lleva al terreno económico a la clásica usanza de la socialdemocracia y ésta pasa a ser la base de un nuevo modelo de derechos sociales, gratuitos,  financiados mediante impuestos y administrados por un aparato estatal preponderante. El nuevo modelo es zarandeado entre la sensatez, la realidad económica y el populismo. Una vez más los sectores“socialistas“ han abandonado el principio de Correspondencia y el respeto al Trabajo de las personas ha sido el principal damnificado.

El destino de la plusvalía y la explotación
Cuando se asocian el capital y el trabajo se producen los bienes y servicios que se transan en el mercado de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda. El capital obtenido en la venta permite el pago del salario para los trabajadores y la ganancia o plusvalía pertenece a los que aportaron el capital. Según la teoría marxista, en la apropiación de la plusvalía se concreta la explotación y de allí que para evitar aquello se colectivizan tanto capitales como medios de producción. Sin embargo un análisis más acucioso del destino de la plusvalía lleva a otras conclusiones.

Si el destino de la plusvalía es la adquisición de bienes de uso personal para su propietario se configura la explotación, por cuanto existe un beneficio sin haber trabajo adicional de por medio. En cambio, si el dueño de la plusvalía decide destinarla a una nueva inversión, la posibilidad de explotación se extingue pues ya no es posible obtener beneficios personales. Más aún, los beneficiados de una inversión (en un nuevo ciclo) son del sector de los oferentes de trabajo quienes pueden obtener uno o bien, si lo tienen, pueden incrementar sus salarios.

Otro destino de la plusvalía aparece  cuando el Estado se apropia de ella, junto a otros capitales, mediante los impuestos y se destinan a los tradicionales propósitos de bien común. En la gran mayoría de los casos se pagan servicios y financian los sueldos de los trabajadores de las diferentes reparticiones públicas. Aquí el destino final del capital es principalmente el mercado de bienes y servicios pero, al haber trabajo involucrado, no se observa explotación.

Existen dos formas en que el Estado entrega la plusvalía a las personas sin mediar Trabajo.

La primera de ella es la subsidiaridad para la adquisición de bienes o servicios a los que todos tenemos derecho, pero que algunas personas no estarían en condiciones de alcanzar de no contar con tal ayuda solidaria. La subsidiaridad no constituye un derecho de las personas pero si un deber de la sociedad por imperio del principio de Fraternidad. Esta forma de ayuda está refrendada constitucionalmente y ha sido ampliamente descuidada. No constituye explotación por imperio de la Fraternidad.

Una reciente, segunda forma de entrega de la plusvalía a personas sin involucrar Trabajo, es la denominada gratuidad que se entrega como derecho de las personas para el financiamiento de derechos sociales independiente de la situación socioeconómica de las mismas. Esta ayuda excede el marco constitucional de la subsidiaridad por cuanto aplica también a personas que cuentan con los recursos económicos necesarios. Algunos sectores proyectan superar la deficiencia constitucional propiciando una nueva Constitución que sí la permita.

Esta última forma de entregar la plusvalía viola el principio de Correspondencia y constituye una clara muestra de explotación de parte de quienes reciben los beneficios hacia quienes producen la plusvalía. Esta postura  lleva en su esencia el populismo por cuanto capta la aprobación de amplios grupos de interés y conduce a una inconveniente reducción del crecimiento por falta de inversión. Al constituir una explotación en nada contribuye a una mejor distribución de los ingresos.

La Correspondencia y la distorsión de la distribución de los ingresos
La distorsión de la distribución de los ingresos no es otra cosa que la violación de la Correspondencia entre el Trabajo de las personas y los Beneficios recibidos. La situación de base es permanente en una sociedad organizada conforme a los diseños capitalistas pero existen muchos otros factores que afectan. Aun así, la pretensión de una correcta distribución de los ingresos no debe perder de vista la relación Trabajo y Beneficio. Por lo tanto carece de lógica fundar redistribuciones sobre un inexistente o caprichoso principio de igualdad económica puesto que en lo económico prima la Correspondencia.

Un intento de atenuar la explotación
Como se ha señalado, requisito de la explotación es gastar la plusvalía en efectos personales sin mediar trabajos adicionales, ya sea del dueño de la misma o bien del beneficiario de una gratuidad que resulta de la expropiación de la plusvalía por mecanismos impositivos.

Pretender eliminar la explotación en términos absolutos ya se ha intentado sin éxito y la soluciones resultaron ser más perjudiciales que beneficiosas. Por ésta razón aquí, en un enfoque  modesto, sólo se plantea atenuar el problema.

Ahora bien, si se trata de alcanzar una mejor distribución de los  beneficios relacionándolos con el Trabajo hay que observar el destino de la plusvalía en la explotación y este no es otro que los mercados de bienes y servicios tanto internos como externos.

La explotación significa un daño económico y social al grupo generador de la riqueza, pero este daño es mayor cuando la plusvalía se gasta en el mercado externo, tanto por los montos involucrados como por las escasas probabilidades de  retorno de los capitales al sector creador de la riqueza.

Resulta claro que detener el gasto en mercados externos significa una detención fuerte de la explotación.

Ahora, detener los gastos en mercados externos carece de sentido porque desaparece la parte más importante del incentivo fundamental de la actividad económica capitalista que es el usufructo de la plusvalía, pero retener momentáneamente el gasto mediante mecanismos de ahorro de los capitales tendría importantes beneficios en la inversión interna (a través de préstamos de bajo interés) y constituiría una atenuación de la explotación.

Una ley puede ordenar, el  ahorro previo y obligatorio de un monto equivalente a la compra de moneda extranjera  por un lapso determinado. Finalizado el tiempo de ahorro obligatorio se restituyen los capitales a los ahorrantes.

La pérdida momentánea de la libertad de disposición del derecho de propiedad privada de la plusvalía está avalada por la primacía del interés social por sobre el interés privado. Este aspecto relativo a la subordinación de la propiedad privada frente al interés social está refrendado por múltiples casos y tácitamente consagrado en la constitución y debería estar consagrado expresamente en la misma.

Puede haber muchas objeciones a la propuesta pero éstas se circunscriben a aspectos técnicos y deben ser los técnicos los que encuentren las soluciones para alcanzar un modelo de compartición social  momentánea de la riqueza.

La Correspondencia y sus consecuencias políticas
La toma de conciencia del significado del principio de Correspondencia tiene potencialidades insospechadas en el terreno de la política. La Correspondencia es por esencia la idea-sentimiento más arraigado en los Trabajadores y basta con lo dicho para sopesar la profundidad de las consecuencias de su conocimiento y comprensión.

La Correspondencia irrumpe en un escenario político complejo. La parte introductoria de este trabajo da cuenta de los aspectos históricos subyacentes e introduce una descripción. La parte del destino de la plusvalía y la explotación analiza en más profundidad las ideas fundamentales que dan base a la confrontación ideológica actual.

Para facilitar la comprensión de las controversias políticas y apuntando a lo fundamental digamos que las ideas en pugna en la actualidad son la subsidiaridad y la gratuidad. Es fácil adscribir a diferentes  sectores políticos en el apoyo a una u otra postura.

Ya se han señalado las características, bondades y defectos de cada una, pero resaltan los aspectos negativos de la segunda.

¿Hasta qué punto el resultado de la elección presidencial última está determinado por la confrontación de éstas ideas? Seguramente el resultado se vio afectado por múltiples otras consideraciones, pero se puede asegurar que el efecto fue decisivo y también duradero.

La acción
La Correspondencia acompaña la introducción de un nuevo movimiento político. No tan sólo por los nuevos planteamientos que surgen, sino que también, por la reintroducción de ideas pretéritas pero liberadas de ideologías perjudiciales. Lo señalado muestra al movimiento como una alternativa a la actual política, diferente al neoliberalismo, a la social democracia y a la socialdemocracia populista. También el movimiento escapa a los tradicionales calificativos de derecha, centro o izquierda y debe nutrirse de ex adherentes provenientes de todos esos sectores.

El movimiento debe expresar su respeto por la vida en todas sus formas y al cuidado del medio ambiente o ecología.

El movimiento debe ser auténticamente progresista y debe tener por principios La Fraternidad, la Libertad, la Igualdad, la Correspondencia y la Vida.

Se invita a los lectores del artículo a expresar sus consultas y comentarios. Hoy, en que las corrientes políticas tradicionales se manifiestan con confusión y tendencias confrontacionales, se hace necesario nuevas construcciones para avanzar hacia un auténtico progresismo.

Alejandro Llanos
01/2018

 

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6 comentarios

EL ESTADO SUBSIDIARIO Y LA NUEVA CONSTITUCIÓN

El concepto de Estado subsidiario es un asunto central en la discusión de una nueva Constitución.
Este estaría expresado en el texto constitucional donde se señala que las iniciativas estatales deben ser materias de ley aprobadas con alta mayoría (66%). Este texto prácticamente impide iniciativas de corte socialista de Estado como las que preconizó la Unidad Popular que buscó integrar en la llamada área social las principales empresas del país como propiedades del Estado. Bastaría rebajar la aprobación de iniciativas estatales a mayoría simple para que el socialismo de estado no estuviese excluido.
Se supone una idea implícita en la Constitución del 80 y de las versiones que derivaron de ella, que consistiría en dar a los privados la preferencia de acometer actividades económicas por sobre la posibilidad que el Estado pueda realizarlas. De esta forma los privados deben ser, además, los propietarios de los medios de producción, dejando al Estado la propiedad de aquellos rubros que los privados no quieran o no puedan realizar o bien aquellos que correspondan al interés o seguridad nacional. La acción estatal, que los privados no pueden realizar, es la que desde antiguos tiempos acomete el Estado financiada mediante impuestos y el usufructo de propiedades fiscales. Principalmente esta acción estatal está dictada por el interés público que se expresa en gastos de obras públicas, servicios públicos, educación y salud pública, Fuerzas Armadas y Seguridad ciudadana etc. Otra componente es la dictada por la solidaridad o auxilio a sectores vulnerables y a los de extrema pobreza, y que es lo que mejor califica como subsidiaridad. Aquí tenemos los subsidios a la vivienda, a la salud y a la educación, a la locomoción, a la producción de pequeños propietarios agrícolas etc.
El esquema constitucional propuesto es el funcionamiento tradicional en la mayoría de las naciones y podríamos decir que el socialismo de estado de la Unidad Popular y otros por el estilo son los únicos casos que se apartan del esquema.
En verdad la disposición constitucional no ha tenido ningún efecto porque no ha habido ninguna iniciativa estatal o iniciativa de estatización desde los tiempos de la UP. Lo que ha ocurrido en verdad es el proceso contrario y que se ha dado casi en forma natural, es decir, sin que la Constitución lo ordene. Así se privatizaron durante el Gobierno militar y durante la Concertación varias empresas estatales como luz, agua, ferrocarriles, locomoción, correos por nombrar algunas y aparecieron varias privadas en rubros aparentemente reservados al Estado como Isapres, AFP, universidades y consignaciones etc.
Según los entendidos, la consecuencia para los ciudadanos del proceso vivido, es que los bienes y servicios privados o privatizados devinieron en “bienes de consumo” en circunstancias que al pertenecer al Estado eran “derechos sociales”. La lógica de la afirmación está en los subsidios que el Estado otorgaba a las empresas estatales, si bien siempre cobraron por los bienes y servicios.

El esquema adoptado tuvo consecuencias notables en el crecimiento de la economía y disminución de la pobreza a través de subsidios focalizados. Las restricciones al consumo y del presupuesto fiscal mantuvo los impuestos en un bajo nivel lo que permitió un alto nivel de inversiones privadas y de reservas al Estado.
Cuando las capacidades de innovación y de recurso humanos se vieron copadas se detuvo el crecimiento impidiendo a vastos sectores emergentes alcanzar el bienestar deseado. Junto a las restricciones del consumo, al crecimiento poblacional , las migraciones y la propaganda ideologizada antisistema se creó un ambiente de profundo descontento que se manifestó en el llamado estallido social.
Dadas las circunstancias de violencia emergió nuevamente la abandonada idea de la transformación constitucional en medio del descrédito de los políticos, de improvisación y carencia de ideas.
Por un lado están los que rechazan la idea del cambio constitucional profundo y un sector, al parecer mayoritario, que plagado de imágenes y consignas lo aprueba.
El sector mayoritario está permeado por la idea de abandonar el estado subsidiario por un estado solidario que en buenas cuentas es lo mismo que existe o es una idea que poco dice. Sin embargo está claro que la idea de limitar la acción estatal sería derogada. El carácter solidario sería más acentuado que el actual pues cambiaría los “bienes de consumo” por “derechos sociales permanentes” que probablemente exigirían gratuidad. En principio los derechos sociales permanentes significarían un mayor gasto fiscal y aumento de la carga impositiva. De no ser esto suficiente habría que pensar en deshacer lo andado estatizando empresas esenciales. El crecimiento por inversión en emprendimientos e innovación estaría prácticamente hipotecado. La posibilidad de una destrucción sistémica es insoslayable.
Como los textos constitucionales sólo entregan un marco general y dicen poco, es de esperar que las acciones que deriven tarden los suficiente como para dar al país el tiempo de acomodo y reflexión ante nuevas circunstancias. Es imperativo la irrupción de nuevas expresiones políticas más equilibradas que conserven los logros positivos y corrijan las falencias. Eso se logra incrementando las inversiones para un crecimiento que entregue más impuestos para satisfacer demandas sociales. El foco de atención debe estar en los capitales que gastan los sectores pudientes y para intervenir en ellos, mediante leyes de alto quorum, es preciso reforzar la actual prioridad del interés social por sobre la propiedad de los privados.

Por ALEJANDRO LLANOS CONCHA el día 10/10/2020 a las 13:43. Responder #

LO MAS RELEVANTE DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Muchos son los aspectos que deben abordarse en una reforma constitucional pero el tema del Estado subsidiario ha estado y está en la mira de la centro izquierda. La idea del Estado subsidiario es que a) se da prioridad al sector privado por sobre el estatal en materia de emprendimientos y b) se establece el deber del Estado de resolver los problemas que no pueden acometer los privados.
En lo relativo al aspecto a) la única novedad respecto de lo tradicionalmente establecido es la disposición que establece el quorum de 2/3 para la aprobación de las leyes que establezcan emprendimientos estatales. Aquella disposición constitucional (nacida como reacción al estatismo del gobierno de la Unidad Popular) no ha tenido incidencia en la vida económica nacional porque no ha habido propuestas estatales que la hayan requerido y de ninguna manera es un impedimento total para las mismas. Las privatizaciones realizadas por el Gobierno Militar y la Concertación fueron situaciones de entes ya creados y estuvieron en el espíritu de la disposición constitucional.
Bastaría modificar el quorum a mayoría simple para terminar con la prioridad de lo privado.
El aspecto b) del principio está determinado por la situación de las arcas fiscales y se ha caracterizado por su bajo desempeño tanto en obras públicas ( políticas de consignaciones) como en prestación de asistencias sociales aunque no tanto en servicios públicos.
Otro aspecto relevante de las controversias constitucionales es el manejo de la economía y lo concerniente al derecho de propiedad privada.
Las corrientes de opinión en poco se diferencian en el resultado final de sus mecanismos de repartición de la riqueza. La centroderecha apegada al texto de la constitución del 1980 prefiere el mecanismo de la subsidiaridad. Esto es el deber fraterno de la nación, a través del Estado, de socorrer a quienes no están en condiciones de pagar por sus necesidades, no constituye un derecho para las personas. La centro izquierda propugna el establecimiento constitucional de derechos sociales garantizados y progresivos, financiados por el Estado y que por ser derechos aplican incluso a quienes pueden pagar por las necesidades, es lo que se conoce como gratuidad.

Ambas modalidades están limitadas por la capacidad de financiamiento del erario nacional. La modalidad de subsidiaridad es más austera que la gratuidad y demanda un mayor sacrificio de consumo de sectores vulnerables en favor de una menor carga tributaria, en cambio con la gratuidad aumenta el consumo requiriéndose mayores impuestos. Un aumento impositivo implica una disminución de la recaudación fiscal por merma de las inversiones. Como conclusión, mucha discusión estéril para un resultado igualmente ineficiente. Por otra parte, ambas posturas no abordan el problema de obtener beneficios sin mediar trabajo, en el caso de la centro derecha es la clásica explotación capitalista y en el caso de la centro izquierda es la nueva explotación de la gratuidad, ambas en desmedro de trabajadores y obreros.
Ambas posturas, la de la centro derecha y la de centro izquierda descuidan lo esencial. La recaudación fiscal que depende del crecimiento económico y este a su vez de la magnitud de las inversiones.
Las inversiones ya sean públicas o privadas dependen en primer lugar del número, calidad y complejidad de los proyectos de inversión. La generación de estos, ya sean de innovación, emprendimiento, desarrollo crecimiento o simplemente actividad económica dependerán obviamente de la capacidad científica, profesional, técnica y organizativa de los recursos humanos y obviamente de la disponibilidad de capitales.
La disponibilidad de capitales es inversa al nivel de gasto o de consumo y se deben tomar todas las medidas necesarias para el redireccionamiento hacia la inversión. Para hacer eso posible es preciso consignar en la Constitución el derecho a la propiedad privada, supeditado al interés nacional o social manifestado éste por el contenido de leyes incidentes de quorum elevado.

Por ALEJANDRO LLANOS CONCHA el día 31/08/2020 a las 20:36. Responder #

EL NECESARIO EQUILIBRIO DEFINITIVO
Qué importante es, en todo sentido, alcanzar el punto de equilibrio o al menos saber donde se encuentra. Los astrónomos y cosmólogos se preguntan dónde está el equilibrio en la expansión o contracción del Universo, los químicos saben el comportamiento de los sistemas materiales por que conocen las energías y las entropías que determinan los puntos de equilibrio. La posición final de una bola de acero dependerá del número, de la tensión y la posición de los resortes que la sostienen. En política es difícil señalar la posición del equilibrio correcto o definitivo, no tanto porque el problema sea en esencia distinto, sino porque cada cual tiene su opinión acerca de los factores, y con qué peso, éstos deben concurrir para alcanzar el equilibrio.
En el caso de la política, los factores son los principios que en el transcurso de la historia han penetrado en la conciencia de las personas y son los que determinan para cada cual el curso a seguir. Procurando ordenar y simplificar el análisis señálemos los principios que han marcado y marcan presencia en este asunto. En primer lugar tenemos la Fraternidad, ésta domina con exclusividad el escenario desde el advenimiento de Jesús hasta la revolución francesa. Es la época de los reyes, del clero y la nobleza. Luego, con el Renacimiento, emergen la Ciencia y una nueva clase social, la burguesía, acompañadas de los principios de Libertad e Igualdad forjados por el pensamiento de los filósofos enciclopedistas. Los nuevos principios son propagados por las sociedades secretas que acompañan la Revolución industrial, el fin del colonialismo y la aparición del concepto de democracia. Aquí aparecen los movimientos conservadores muy marcados por la Iglesia y los liberales marcados por la Libertad y el progreso científico. Luego los radicales donde pesa más la Igualdad. Entretanto aparecieron los movimientos obreros cuya filosofía, la marxista, es contraria a la explotación capitalista desdeñosa de la Fraternidad y de la Libertad y a lo sumo aceptando la Igualdad. El principio rector, en este caso, ha sido denominado por el autor de este escrito como principio de Correspondencia entre el Trabajo y el Beneficio. En los últimos años han aparecido los movimientos ecologistas y defensores de los animales que podríamos decir que están inspirados por principio de respeto a la Vida.
De la reseña anterior y de lo que observamos en nuestra sociedad, se desprende que los principios, a medida que van apareciendo, van permeando las conciencias pero también se observa una captura de las mentes por los mismos creando situaciones de inmovilidad. En otras palabras, a lo largo de la historia van apareciendo distintos puntos de equilibrio, marcados por diferentes fórmulas de aceptación de principios, pero éstos quedan inmovilizados en el tiempo. En política prácticamente no existe una dinámica de búsqueda del punto de equilibrio y a lo más se observa la tendencia de algunos de ubicarse en el centro como una conveniente posición entre posturas contrapuestas. La no búsqueda del equilibrio en política no es falta de ocurrencia sino obedece a las fuerzas anquilosantes de los intereses económicos, sociales y políticos.
La Democracia provee evidencia de lo señalado por cuanto en aquellos sistemas hay un permanente cambio entre diferentes posturas o puntos de equilibrio, semejante a los diferentes puntos de apoyo de una escoba invertida en manos de un malabarista que busca mantenerla en posición vertical en una suerte de secuencia de equilibrios, cambiante o dinámica. Esta es una situación desgastante para cualquier sociedad por cuanto lo que se hace en un sentido es rápidamente deshecho en un sentido diferente. Es lo que ocurre en nuestro país donde cunde la frustración, predomina el descrédito de los políticos y existe una permanente amenaza del sistema democrático. En algunos aparece la tendencia a imponer por la fuerza un equilibrio determinado o un equilibrio estático. Cuando la tendencia aparece en muchos o en todos se tiene la receta garantizada de una guerra civil. Sin embargo, por fortuna en nuestro país se ha abierto la posibilidad de un proceso constituyente.
Volviendo al ejemplo de la escoba ¿será posible encontrar el equilibrio definitivo, es decir, dejar la escoba en posición vertical sin las maniobras del malabarista? ¿Dejar la escoba en un equilibrio dinámico ( sin pegamentos) en que no se caiga pudiéndo caerse? ¿Cuál sería tal posición de equilibrio? En nuestra política, tal equilibrio sería más fácil de conseguir que en el caso de la escoba por cuanto en el proceso constituyente habrá más tiempo para deliberar y buscar acuerdos que el que tiene el malabarista para lo suyo. Pero sin duda, el equilibrio definitivo ( por así denominarlo por ahora) debe estar controlado por todos los principios relevantes aparecidos en la historia y serían los ya mencionados principios de Fraternidad, Libertad, Igualdad, Correspondencia y Vida y un nuevo movimiento político que lo sustente y que con certeza lógica debe llamarse Progresismo Auténtico.
No parece muy aventurado sostener que la única forma de evitar la tragedia que significa una guerra civil es transferir el poder político desde quienes sustentan una determinada estrecha visión hacia otros que muestren una búsqueda o una disposición permanente a la búsqueda del equilibrio definitivo. No es fácil. La búsqueda del equilibrio definitivo es la garantía que la Constitución sea la Casa de Todos. Nuestro país estará pronto sometido a esta prueba de fuego. La disyuntiva es ¿estará el proceso controlado por quienes estén impregnados de un espíritu de Búsqueda de la Verdad o capturado por quienes no puedan desprenderse de sus visiones ? La diferencia importa tocar el cielo o fundirse en los Infiernos.

Por ALEJANDRO LLANOS CONCHA el día 27/08/2020 a las 01:45. Responder #

Lo fundamental de la nueva Constitución es que debe permitir leyes que se basen en el principio de Correspondencia entre el Trabajo y el Beneficio a fin de intentar aminorar las inequidades que genera el sistema capitalista. Esto significa que debe consagrarse el derecho de propiedad con las limitaciones que aconseje el bien social o general expresándose estas mediante leyes aprobadas por altas mayorías.

Por ALEJANDRO LLANOS CONCHA el día 18/01/2020 a las 00:26. Responder #

En la circunstancia que Chile ha asumido la opción de trabajar por una nueva Constitución, se requiere de una alta mayoría de constituyentes que posean una mente abierta y adhesión clara a todos los buenos principios fundamentales presentes en el pensamiento político a fin de facilitar el alcanzar acuerdos de alto nivel de aceptación. El perfil de un progresista auténtico se ajusta a lo señalado.

Por ALEJANDRO LLANOS CONCHA el día 19/12/2019 a las 23:35. Responder #

Se invita a los lectores del artículo a expresar sus consultas y comentarios. Hoy, en que las corrientes políticas tradicionales se manifiestan con confusión y tendencias confrontacionales, se hace necesario nuevas construcciones para avanzar hacia un auténtico progresismo.

Por ALEJANDRO LLANOS CONCHA el día 05/02/2019 a las 20:08. Responder #

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Requerido.

Requerido.




 


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